Perversiones (1)

Era un Viernes 8 de Diciembre, el dia de " La Inmaculada Consepción ", por lo tanto el comienzo del ultimo fin de semana largo del año y a eso del mediodia la ciudad era un hervidero.

Perversiones

( I )

Esto historia que les cuento sucedió hace unos años. Era un Viernes 8 de Diciembre, el día de " La Inmaculada Concepción ", por lo tanto el comienzo del ultimo fin de semana largo del año y a eso del mediodía la ciudad era un hervidero, la gente volvía a sus casas y el transito era un caos, ya para las 14:30 las calles estaban vacías, con el calor insoportable y las altas probabilidades de tormentas solo algunos todavía andaban por ahí.

Yo estaba llegando a mi casa cuando el cielo se puso totalmente oscuro (al punto de encenderse las luces de la calle), en una esquina veo a una chica de unos 13 o 14 años, que se acercaba al auto delante mío (es, lamentablemente, común en estos días ver chicos pidiendo limosnas en las esquinas con semáforos, o vendiendo estampitas) cuando el semáforo se puso en verde ella estaba llegando a mi ventanilla.

  • Tiene algo par darme?.- Pregunto, al ver que el otro auto se alejaba y no había nadie a la vista.

  • No tengo nada acá, pero te puedo dar algo de plata en mi casa si necesitas.- Ella se quedo mirándome sin decir nada.

  • Queres?.- Le pregunte.

  • Bueno.- Contesto dudando.

  • Subí.- Le dije, ella siguió dudando pero un oportuno trueno sacudió el cielo, lo que la decido.

Cuando arrancaba comenzaron a caer las primeras gotas y unos segundos después llovía violentamente, tanto que apenas se veía unos diez metros.

  • No te ibas a quedar bajo esta lluvia.- Le dije, ella solo sonrió, sin decir nada. Ella no era como los chicos y chicas de la calle, con ropa sucia y rota.

Cuando llegamos a mi casa le pregunte si quería comer algo y ella acepto, entonces metí unas milanesas que tenia, en el microondas. Mientras comíamos le pregunte como se llamaba

  • Lorena.- Contesto y efectivamente tenia 13 años y además me contó que nadie en su familia sabia que ella pedía en la calle y que si se enteraban, sus padres la mataban.

  • Un día encontré a una compañera de la escuela, en una esquina que estaba mendigando... (ella vivía en un barrio pobre o villa) ...y mientras charlábamos, un señor que pasaba nos dio 5 pesos a cada una.- Me contó

  • Y que hiciste?.- Le pregunte

  • Nada, nos fuimos a los videos juegos toda la tarde.-

Después de un rato de charla le pregunte cuanta plata conseguía por día.

  • Entre 7 y 9 pesos, a veces mas y otros días menos.- Me dijo, yo tenia dos billetes de $20 y otro de

$10.

  • No tengo cambio.- Le dije, mostrándole el billete de $10, ella no dijo nada.

  • Te quedas un rato, asta que pare la lluvia ?.- Le pregunte mientras sacaba el billete de $20, ella pareció aceptar.

  • Veni.- Le dije y la conduje al living, me senté en el sillón y ella permaneció parada. Le tome la mano y deje los billetes, estuvo unos segundos con los billetes en su palma como sin saber que hacer, quizás no sabia en la que se estaba metiendo o nunca havia tenido tanta plata junta.

Sin decir nada cerro su mano, como dándome su aprobación entonces la atraje hacia mi y la recosté en el sillón a mi izquierda. Acaricie su cara redondeada, inocente, que prometía ser hermosa pero que todavía era la de una niña. Mi mano derecha fue bajando por su cuello, hombro y su brazo izquierdo asta llegar a su cintura, cadera y pierna asta donde llegaba mi brazo extendido. Ella estaba seria, inexpresiva cuando mi mano comenzó a subir por el lado interno de su pierna, cuando estaba cerca de su entrepierna ella cerro los ojos y yo desvié mi mano hasta su panza, fue entonces que preste mas atención a sus pechitos, note que no llevaba corpiño, sus pezoncitos se percibían a través de su remera color rosa. Con la yema del dedo índice fui dibujando círculos sobre su pecho izquierdo que se iban cerrando alrededor del pezón, ella comenzaba a relajarse entonces me acerqué a su rostro y la bese, ella respondió mi beso mostrándose algo inexperta. Comencé a bajar por su cuello mientras levantaba su remera descubriendo sus hermosos, pequeños pechos, me quede un rato admirándolos antes lamerlos. Volví a su boca y mientras la besaba pose mi mano en su entrepierna, por sobre el pantalón corto que llevaba puesto, ella clavo sus ojos en los míos mientras la acariciaba, sintiendo un calor húmedo y la anatomía de su sexo. Hice que se parara frente a mi y yo permanecí sentado, le baje el pantaloncito mientras ella se quitaba la remera, la di vuelta y comprobé lo que havia imaginado, una cola espectacular.

Ella era físicamente, grande para su edad y también algo gordita, esto le daba una cola hermosa, estuve unos segundos admirando su redondez, su muy linda forma y los carnosos pero firmes cachetes. Con cada beso, caricia y hasta algún suave mordisco fui metiendo su bonbachita entre sus glúteos, para luego quitársela y recorrer la suave piel de sus nalgas con mi lengua. La hice girar y nuevamente me quede unos segundos admirando su monte de venus cubierto por unos finos y disperso bellos que permitia ver el comienzo de sus abultados labios. La recosté en el sillón con su cola en el borde y me arrodille en el piso, agarre sus tobillos, ella mantenía sus piernas juntas y las fue separando lentamente a medida que bajaba besando el interior de sus muslos, sentí que casi me desmayo al ver su vaginita, que no era muy diferente de las niñas pequeñas, solo un poco mas oscura que el resto de su piel.

Cuando me acercaba a su entrepierna note que entre sus labios estaba levemente mojada, lo que le daba un aspecto de brillo, esto sumado al dulce aroma de niña, me puso al borde del clímax sin siquiera un mínimo contacto. Fui besando su entrepierna suavemente apoyando apenas mis labios, para luego si recorrer el largo de su rajita con mi lengua, cada pasada un poco mas profunda que la anterior. Ella rodeo mi cabeza con sus piernas lo que no me permitía moverme con demasiada facilidad, entonces levante sus piernas haciendo llegar sus rodillas casi hasta sus pechos, esto hizo que sus labios se separaran levemente, con los dedos termine de abrirlos descubriendo los pequeños labios menores que no tarde en lamerlos pudiendo percibir su clítoris erecto entre la tierna vulva, separe aun mas sus labios y note que sus jugos bajaban por entre las nalgas mojando su ano, lo masajee con mi lengua y luego subí nuevamente a la entrada de su vagina y empuje mi lengua lo mas que pude en su interior, estuve un rato cojiendola con mi lengua.

Le introduje un dedo que se deslizo fácilmente debido a los abundantes jugos de su estrecha vagina, ella acompañaba el vaivén de mi dedo con sus caderas elevándolas al ritmo de su respiración que comenzaba a acelerarse. Saque mi dedo empapado y frote su clítoris, ella me miraba fijamente mientras se agitaba cada vez mas hasta que su cuerpo se estremeció y sus piernas rodearon mi cabeza nuevamente, le introduje mi dedo otra vez y sentí los espasmos abrasándolo rítmicamente, confirmándome que havia tenido un orgasmo. Me incorpore y la bese, me excitaba pensar que estaría sintiendo el sabor de su sexo en mi lengua.

Fui quitándome la ropa, tenia mi pene casi morado y tan duro que me dolía.

  • Estas lista ?.- Le pregunte, ella asintió con la cabeza, tome un preservativo del bolsillo de mi pantalón que lo deje cerca mío, la besaba mientras me lo colocaba, entonces apoye la cabeza de mi pija y guiándola con mi mano recorrí su rajita un par de veces para después detenerme en la entrada de su vagina, cuando havia metido la cabeza comenzaron unos pequeños quejidos de su parte, sentía una presión considerable abrasando mi pene pero al estar tan mojada me permitía seguir avanzando lentamente hasta que, cuando todavía no havia llegado ni a la mitad, ella dio un grito a la ves que clavaba sus uñas en mi espalda, no demasiado pero sentí que me deslizaba con mayor facilidad. Lento pero sin detenerme llegue hasta el fondo, sabia que no resistiría demasiado, así que comencé a moverme lentamente, entrando y saliendo apenas unos centímetros, ella me abrasaba con fuerza y gemía en mi oído, a medida que la excitación crecía fui alargando y acelerando mis movimientos en contra de mi voluntad, ella paso de los gemidos a pequeños gritos y hasta pedirme que parara, yo le pedía que se relajara sin dejar de penetrarla, quería que ese momento durara lo máximo posible pero ya no pude controlarme y acabe, sentí como mi leche salía a chorros. Nunca havia acabado de esa forma, tan abundantemente y con tanta fuerza, permanecí unos instantes apretando mi pubis contra su entrepierna intentando que ni un milímetro de mi pija quedase afuera y sintiendo mi pija palpitar en su estrecho canal

Si todavía no se entiende el porque del titulo, esperen la siguiente parte.

Un muy especial agradecimiento a "Susy" por el empujón que necesitaba

Espero sus comentarios y criticas en: marcelo_825@hotmail.com

¡¡Hasta pronto!!