Perversión total (2)

Vanessa se inicio en la practica del incesto con una prima suya de 18 años que yo intuía tenía alma de puta.

Este relato es una fantasía sexual y dado su contenido nunca debería pasar de ello. La imaginación puede ir por delante de la realidad y de hecho en ocasiones como esta, no la debería de adelantar.

Si recordáis del anterior capitulo os presente a Vanessa, la puta sumisa de mi esposa  y su hermana Roxana, mi esclava. Ambas las había convertido en unas putas viciosas que no pensaban en otra cosa que en coca y follar. La transformación física y psíquica había sido brutal en ambos casos. Luciendo ambas silicona en tetas y labios, piercings, y tatuajes acompañados de una vestimenta extremadamente putona y hortera, con un maquillaje exagerado, uñas postizas superlargas y llenas de bisutería. Las plataformas, la licra, el cuero y el PVC habían pasado a ser su único vestuario. Su conversación no pasaba de las revistas de cotilleo y su actor preferido era el Nacho Vidal con eso os lo digo todo. En definitiva, había convertido a dos mujeres universitarias y con una buena profesión en dos pedazos de carne para follar.

Tal como os adelantaba en el anterior capitulo, Vanessa se inicio en la practica del incesto con una prima suya de 18 años que yo intuía tenía alma de puta. La fiesta termino con las dos encocadas, las dos por primera vez, y follando con unos chicos y chicas de etnia gitana en un club de intercambio. Esa noche empezó el verdadero camino hacia la perversión de Vanessa (y de su prima de paso). En aquel momento Vanessa conservaba su nombre, su trabajo, sus amigos, y su apariencia física original. En su proceso de emputecimiento llevaba recorrido un buen camino y ya hacíamos intercambios de pareja en clubes donde le gustaba exhibirse y a los que iba vestida como una puta. Su vena de sumisa ya había aparecido y al afortunado que se la follaba esa noche le pedía que le diera un poco mas de caña de lo que es normal. También había tenido alguna experiencia lésbica pero aún sin entusiasmarle del todo. En este punto estábamos cuando comienza este capítulo.

Llegue a casa desde el trabajo un viernes tarde, la semana había terminado y tenía todo el fin de semana por delante para mis jueguecitos con mi esposa. Pensábamos ir el sábado noche a un club de intercambio con una pareja que habíamos conocido por Internet y si había chispa montárnoslo los cuatro. Me las prometía felices cuando al abrir la puerta de la casa me encontré a Lydia, una prima de mi mujer de 18 años, la chavala estaba bien buena: delgada, de piel morena, con el pelo largo y oscuro, un cuerpo precioso con unas tetas de buen tamaño y en su sitio como correspondía a su edad. Su cara era bonita, reflejando una inocencia que yo estaba convencido que no tenía (o por lo menos que quería deshacerse de ella). Me alegre de verla en casa porque siempre es un gustazo poder admirarla y la salude con los dos besos de rigor:

  • “¿Que haces primilla?” (Yo la llamaba así aunque fuera familia de mi mujer)

  • “Pues aquí, ya ves. Que la prima me ha invitado a pasar el fin de semana con vosotros”

Mi mujer, Vanessa (que aunque en esta época aún no se llamaba así, lo seguiré haciendo para evitaros líos), salto al momento explicándome por lo bajo, que a la niña la había dejado su primer novio y estaba muy dolida y que su madre la había pedido que la tuviésemos ese fin de semana para animarla, que la lleváramos con nosotros de discoteca, que le haría ilusión y le ayudaría a olvidarse del niñato.

Yo me cague en los muertos del novio que había decidido dejarla precisamente en ese fin de semana, pero en fin, al mal tiempo buena cara y además no todo estaba perdido….. Mi mente empezó a trazar un plan, un plan que trataría de conseguir algo muy difícil: Que mi mujer se lo montará con una chica, (algo que no le ponía demasiado en esa época, aunque ya tuviera algunas experiencias), que esa chica además fuera su prima y que además fuese menor. Uhmmmm, tenia la idea central, los detalles los iría definiendo sobre la marcha (No sabía aún cuanto se iban a ver superadas mis expectativas) y empecé con mi plan:

  • “Chicas, arreglaros que nos vamos a comer, para celebrar que Lydia esta con nosotros este fin de semana”.

  • “Bieeeeen” saltaron las dos a la vez de un modo infantil.

  • “¿Y a donde vamos?” me preguntaron

  • “A comer pescaito con un buen espumoso blanco” dije

  • “Ramon, la niña no debe beber vino” contesto mi mujer

  • “Vanessa, la niña ya es una mujercita y alguna copita ya se puede tomar, lo que no beberá ella en las discotecas con sus amigos y amigas” le conteste con un guiño dirigido a Lydia.

Lydia me miro con cara de cariño y de admiración; había subido enteros en su escala de puntuación. Aproveche el silencio para decirles que se pusieran guapas para irnos a comer. Transcurrieron unos minutos y apareció mi mujer vestida no en plan puta y hortera, pero si mas sexy que lo que ella acostumbraba a ir cuando íbamos con su familia. Llevaba una minifalda de cuero negro, un top rojo de licra brillante muy ceñido con un gran escote que dejaba ver bien sus grandes tetas por entonces naturales y unas hermosas sandalias rojas de verano con tacon de 7 cm.

  • “Uhmmmmm, Vanessa que guapa vas” le dije

  • “De alguna manera te tenía que compensar por lo de este fin de semana” me susurro al oído agachándose hacía mi con lo que pude ver una panorámica completa de sus grandes tetas ¡¡¡sueltas!!!, ¡¡¡iba sin sujetador!!!

Había conseguido ponerme a mil y mi polla pugnaba por librarse de su encierro en mis pantalones cuando apareció de repente nuestra primita en el salón diciendo:

  • “Prima, que guapa y sexy vas” como me gustaría a mi ponerme una ropita como esa.”

Lydia, llevaba puesto un top azul ceñido que marcaba sus tetas de una impresionante talla 95 para sus 18 años,  un vaquerito muy apretado que marcaba su pequeño y delicioso culo y en lo pies calzaba unas sandalias de esas sin tacón que las niñas de su edad usaban mucho para ir cómodas y sin maquillaje (que poco imaginaba lo que le esperaba). El cielo se abrió sobre mi cuando me di cuenta que podía sacar provecho de ese comentario y ataque….

  • “Pues Lydia eso tiene fácil solución” dije…  “Que te deje Vanessa algo de su ropa para salir a comer”

Vanessa no se mostró muy de acuerdo, ya que no le parecía bien que su primita tan joven se pudiera poner algo de su ropa tan provocativa y así lo dijo:

  • “No me parece bien Lydia, además tu madre no estaría muy de acuerdo si lo supiera”

  • “Pero prima, mi madre no esta y a mi me hace mucha ilusión vestirme así, y que los chicos me miren por la calle como seguramente te mirarán a ti”

Tenía que acabar este set ganadolo e intervine:

  • “Vanessa, no seas carca, la madre no esta, ella ya es mayorcita, y además si es por sexo, seguro que Lydia a su edad ha tenido mas experiencias sexuales que tu a la suya. Los tiempos han cambiado y además estamos tu y yo para cuidarla”.

  • “Ese es mi primo” exclamo Lydia, “Venga prima vamos a tu armario y ayúdame a elegir algo con lo que este bien sexy, algo que hasta el primo no pueda evitar mirarme”.

Ufff ese último comentario me puso a cien y mientras se metieron en nuestro vestidor a cambiarse yo me senté en el sofá con una cerveza tratando de disimular mi más que evidente erección. Trascurrieron 15 minutos y ya me estaba impacientando cuando aparecieron las dos por la puerta del salón… El tiempo de espera había merecido la pena, Lydia lucía supersexy y hasta putona con el cambio. Vanessa le había dejado un top rosa chicle con  la frase “Soy Sexy” impresa en el centro. El escote era tremendo  y sus tetas jóvenes bailaban ¡¡¡sin sujetador!!! mientras caminaba imitando a una modelo. Abajo mi mujer le había dejado una mini vaquera, que sin ser escandalosa era lo suficientemente corta para ser indiscreta al agacharse y que permitían admirar una gran parte de esas maravillosas piernas que terminaban en unos piececitos calzados con unas sandalias de mi mujer del mismo color que el top y con un tacón de 7 cm. Para rematar la faena, Vanessa había maquillado a Lydia en colores rosa, al igual  que las uñas de los pies y manos. Era un sueño hecho realidad, una lolita sexy pidiendo guerra. Si se pusiera así para ir a una discoteca pollas no le faltarían en la noche.

  • “¿Te gusta primo?” me pregunto con cierta malicia en el tono

  • “Uff Lydia, vas tremenda, estas muy guapa y sexy, pareces mayor y todo”

Era mentira parecía lo que era, una niñata vestida para pedir guerra y darme cuenta de eso me puso el rabo todavía mas duro. Para no aburriros os contaré de manera resumida lo que ocurrió durante esa comida, ya que los hechos verdaderamente interesantes ocurrieron durante la noche. Nos fuimos para el restaurante en mi coche,  al entrar en él. las dos se convirtieron inmediatamente en el centro de todas las miradas, los tíos se volvían que casi se desnucaban por ver si lo de atrás era tan magnifico como lo de delante, y no se decepcionaron. Ya sentados pedimos raciones de pescado frito y como no, varias botellas de vino. Mi mujer, ya con el puntillo, estaba menos pendiente de lo que bebía la nena y entraba más en el juego de picanteces y dobles sentidos. Hubo un momento en que mi mujer sentada a mi derecha se inclino hacía delante para enseñarme esas magnificas tetas que tiene y le dijo a Lydia mientras yo le miraba claramente esas maravillas:

  • “Si quieres dominar a un hombre haz como yo, que mira tu primo como babea”

Lydia ni tonta ni perezosa nos sorprendió a los dos diciendo: “A ver, voy a probar si conmigo funciona” y dicho esto se inclino como si fuera a coger la botella de vino  para mostrarme sus tetas desnudas bajo el top. Mi mujer al principio se quedo sorprendida pero pasado este momento inicial y bajo los efectos del alcohol y la situación se dejo llevar y contesto:

  • “Así se hace Lydia, tiran mas dos tetas que dos carretas” y se echaron a reir las dos juntas con la risa de la borrachera provocando que los tíos del restaurante mas pendientes de nuestra mesa que de sus acompañantes me tuvieran en ese momento una envidia terrible.  Yo estaba como una moto y le dije a Lydia:

  • “Joder primita, que pedazos de tetas tienes para 18 años. Tu ex aparte de tonto es que era ciego”.

  • “Primo, el tonto de mi ex nunca las cato” me contesto, y nos echamos a reír los tres. Mientras tanto en el restaurante nos seguían mirando, y las “acompañantes” con puñales en los ojos.

Pedimos la cuenta, pagamos y nos levantamos para salir. En ese momento desde la mesa de al lado se oyó un: ¡putas! que se le escapo a una de las señoras harta de que su marido no parase de mirarnos. Vanessa al oírlo se agacho hacía la señora y sacando pecho le dijo:

  • “Si usted fuera la mitad de puta que yo, su marido no tendría la necesidad de míranos”.

Y dicho esto se dio la vuelta y nos marchamos de allí con Vanesa y Lydia meneando el culo provocativamente ante la mirada de deseo de todos los machos allí presentes.

Uff las cosas iban mejor de lo que podía esperar, la niña me había enseñado las tetas con todo descaro y flirteaba conmigo con desparpajo. Vanessa, no parecía que se cortara porqué tonteara con su prima de 18 años sino que además también tonteaba y se exhibía ella misma y a la nena en público. Las dos vestidas provocativamente, bebidas y calentonas. De verdad que iba bien el asunto.

Nos montamos en el coche, erán ya las cinco de la tarde y con el pedo que llevaban las niñas, le dije a Lydia que se pusiera delante que como no estaba acostumbrada a beber podía marearse si se montaba atrás. La niña acepto y emprendimos la marcha de vuelta a casa. Ya dentro del coche continúo el cachondeo.

  • “¿Os habeís fijado como nos miraban todos los tíos con cara de salido?” decia Lydia.

  • “Si nena, ha sido muy divertido, y a tu primo le hemos dado un buen espectáculo, yo creo que no se va olvidar de este numerito en muchos días, ja ja ja ja”

  • “Uff me habéis dejado muy malo y encima aquí viendo esas cachas que veo….”

Lydia oyendo esto se levanto bastante la mini vaquera dejándome ver el triangulito de su tanga y dijo:

  • “¿Así esta mejor primo?

  • “Esta de puta madre Lydia, vaya tanguita mas sexy que llevas” le conteste

  • “Pero que pasa aquí” intervino Vanessa, “la mocosa esta enseñando el tanga y  poniendo caliente a mi marido, pero que guarra que eres Lydia”

  • “Aprendo rápido prima, ja ja ja ja”

  • “pues yo no voy a ser menos lydia” y dicho esto Vanessa se levanto la falda totalmente desde el asiento de atrás, yo la veía por el espejo retrovisor y Lydia se había dado la vuelta para mirar.

  • “¡¡¡¡Prima, no llevas bragas!!! ¡¡¡Y llevas el coño totalmente depilado!!! Exclamo con sorpresa.

Vanessa se puso colorada y se tapo rápidamente pero yo salí al paso y le conteste a Lydia:

  • “Primilla, aparte de que es mas bonito, es mas agradable al comerle el coño. ¿Te gusta?”

  • “Me encanta pero ¿Eso no es de puta? Sobretodo lo de ir sin tanga” contesto Lydia

  • “Veras, prima, Vanessa y yo tenemos una relación sexual muy sana y me gusta acariciarle el coño libremente y disimuladamente en cualquier sitio, aparte de que en verano es mas agradable para ella el sentir el aire acariciar su coño, ¿No es cierto Vanessa?

  • “Si que lo es cariño” respondio esta totalmente recuperada de su vergüenza.

  • “Mira Lydia, si quieres ahora cuando lleguemos a casa, que tu prima te ayude a depilartelo y esta noche pruebas”

  • “Pues sabed que voy a probar, además si paso por una escalera y alguien me ve el coño que lo disfrute como no pudo hacerlo mi ex”

Al oirla decir eso nos echamos a reír los tres. El trayecto de vuelta continúo en la misma línea y al llegar a casa  nos fuimos directamente al salón donde nos sentamos y yo empeze a servir unas copas para seguir caldeando el ambiente y al darme la vuelta con las bebidas ya preparadas… ¡¡¡Sorpresa!!!, ¡¡¡Se habían dormido las dos en el sofá, una al ladito de la otra!!! No quedaba otra que dejarlas dormir y esperar que cuando se despertarán su libido o hubiera bajado. Si todo iba bien la noche sería mucho mejor que el día.

Las deje dormir hasta la hora de la cena, hora a la cual las desperté con todo listo: Una gran ensalada, y como no, mas vino… poco a poco el ambiente volvió a caldearse con el alcohol y la calentura no satisfecha del mediodía y de nuevo el tema de conversación volvió por el mismo derrotero:

  • “Prima, ¿Tu no me ibas a depilar mi conejito?” dijo Lydia

  • “Es que estoy un poco bebida y con la maquinilla de afeitar puedo hacerte algún corte” contesto Vanessa.

  • “Pues que me lo haga el primo”

Yo me quede de piedra y empinado de golpe al oír a Lydia decir aquello y también a la espera de lo que dijera mi mujer

  • “Venga cariño afeitala tu que yo estoy peda y a la niña no le importa”

Ahora si que estaba flipado… Iba a afeitarle el coño a una cría de 18 años que era la prima de mi mujer y con su consentimiento, ¡¡¡Increíble!!!. Antes de continuar y rellenando las copas de vino les dije “pues vamos a nuestro dormitorio y de paso también te lo repaso a ti Vanessa”. A ambas les pareció magnifica la idea y nos fuimos para el dormitorio. Ya allí, se desnudaron al completo y se recostaron en la cama semitumbadas bebiendo de sus copas de vino y riéndose de todo, ya que llevaban encima un buen colocon. A todo esto yo ya estaba duro bajo mis pantalones de ver como se habían quedado las dos en pelotas como si nada y ver los pares de tetas que tenia delante y los deliciosos conejitos de mi mujer y su prima adolescente, el primero depilado como una niña y el segundo con un pequeña mata de pelo que en poco tiempo yo me iba a encargar de hacer desaparecer. Empecé por Vanessa ya que quería ponerla cachonda a ella primero y que no pusiera trabas e el momento que me propasara con Lydia, así que saque la maquinilla y la espuma y con mucho cuidado limpie el poquito vello que le había crecido en una semana mientras las dos iban charlando de tonterías y se les notaba que el globo que tenían era importante. Termine con la maquinilla y saque el aceite para darle un masaje y dejárselo suavecito, y eso es lo que le dije a Vanessa, pero la realidad es que con toda la intención del mundo la fui acariciando el coño hasta que me apodere de su clítoris, ya entonces Vanessa no tenía marcha atrás. Empezó dando pequeños gemidos y a moverse en la cama, mientras su prima la miraba. La niña que no era tonta se  dio cuenta de lo que allí ocurría y se fue calentando con lo que empezó a acariciarse el coño ella misma. Las dos con una  cachondez tremenda por la situación y el alcohol gemían mientras se miraban con el rostro transformado por el placer. Un momento después Vanessa recorrió la pequeña distancia que separaba su  boca de la de Lydia y comenzó a besarla, primero suavemente y luego con frenesí. La niña que nunca antes le había comido la boca otra mujer (y mucho menos su prima) no dudo ni un instante y en pocos segundos ya tenían entablada las dos una guerra de lenguas, donde la saliva se mezclaba al fundirse las dos bocas y se mordisqueaban los labios. Siendo claro…..se follaban la boca con las lenguas. Mientras tantos las manos de Vanessa buscaron las jóvenes tetas de Lydia y comenzó a estrujárselas con fuerza y a tirar de sus pezones, Lydia que gemía por sus propias caricias y por el morreo que se estaba dando con Vanessa, lejos de disminuir su placer por el dolor que sintió en las tetas pego un respingo que le hizo levantar el culo de la cama. Fue en ese momento cuando Vanessa me grito:

  • “¡¡¡Métemela ya, cabrón!!! ¡¡¡Con fuerza!!!”

  • “Puta, te la voy a meter hasta el fondo, te voy a reventar el coño de guarra que tienes”

Lydia al oír esas guarradas se puso como una moto e incremento la velocidad de sus dedos en su coño. Le enterre la polla hasta el fondo en el coño de Vanessa que pego un alarido mezcla de dolor y placer y la vez dirigí mi mano al coño de Lydia para continuar su paja. Estaba en el séptimo cielo, fallándome a la puta de mi mujer por el coño a un ritmo brutal y a la vez pajeándole el coño a su jovencita prima de 18 años. Las dos seguían mientras tanto devorándose la boca con pasión y fuerza mientras se estrujaban las tetas. Yo empecé a insultarlas:

  • “Putas, mira que sois guarras.

Vanessa te estas follando a tu primita, que eres una puta viciosa, y tu Lydia que eres una cría parece que hubieras estado toda la vida follando”

  • “No soy una cría soy una putaaaaaaaaaa, me encanta esto, Por favor primo métemela ya. Pedazo de cabrón, quiero dejar de ser virgen contigo y la guarra de mi prima”.

Vanessa, que como ya sabéis en el fondo es una puta redomada, al oír a su prima decir todas estas obscenidades producto de su calentura, no pudo evitar el orgasmo y empezó a gritar como una berraca que se corría:

  • “No, no, no, me corro, todavía no, por favor, quiero que esto dure siempre”

Unos segundos después de haberse corrido y habiéndose relajado, lydia saco mi polla del coño de mi mujer y pajeándome la dirigió hacia su coño.

  • “Primo, fóllame, por favor, lo necesito, estoy salida. Nunca había sentido esto, quiero follar contigo hoy, mañana y todos los días. ¡¡¡Fóllameeeee ya Cabrón”

Joder como me puse al oírla:

  • “Voy para adentro puta, te vas a enterar de lo que es una polla en tu coño cacho guarra”

Apreté hasta el fondo y note como se rompía su himen, ella pego un bufido al notarlo pero un instante después ya estaba berreando con mis envites. Parecía una potra desbocada, tumbada boca arriba en la cama y yo empujando desde los pies de la misma, se apretaba contra mi polla buscándola con el movimiento de sus caderas. Vanessa totalmente cachonda de nuevo, se dedico a meterse los dedos en el coño y follárselo como una posesa.  Lógicamente la situación era demasiado caliente para que aguantáramos los tres sin corrernos mucho tiempo (Vanessa por segunda vez) y menos mal que Lydia exploto al poco tiempo porque yo ya no podía aguantar la eyaculación mucho mas. Cuando Lydia comenzó a correrse  se puso a gritar como una loca:

  • “Me corro, me corro, me corrooooooooo…. argggghhhhhhhh……..”

  • “Échale la lefa por las tetas y la cara a esa guarra mocosa” chillaba Vanessa mientras ella misma llegaba a un segundo y potente orgasmo

Note que me venía y sacando la polla del coño de la hasta en ese momento virgen e inocente jovencita, me corrí llenándole toda la cara y las tetas de mi lefa. Lydia se quedo tranquila con su orgasmo mientras el semen le resbalaba por su cuerpo, pero esta tranquilidad le duro bien poco, ya que Vanessa se acerco a ella y le dijo:

  • “Ahora putilla vas a probar el sabor de la leche de mi macho. Entendiste guarra?”

  • “Si que entendí puta, venga dámelo tu”

Y dicho esto Vanessa se acerco a Lydia y lamió todo mi semen de sus tetas y de su cara y cuando ya lo tenía todo en la boca se acerco a los labios de Lydia que la esperaba con la boca abierta y sin que hubiera contacto entre sus labios dejo caer en su boca todo el chorro de esperma. Yo no se que le paso a Lydia en ese momento, pero al notar el semen en su boca, su sabor o su textura, ó el hecho tan depravado que estaba cometiendo con sus primos, se puso caliente de nuevo y empezó a tocarse el coño, Vanessa continuo morreándola y llevo la mano de Lydia a su depilado coño mientras ella misma paso a hacerle los dedos  a su primita. De este modo, masturbándose mutuamente y mientras se morreaban llegaron las dos a un nuevo orgasmo y yo a una nueva erección. Lydia aun estando recién corrida y viendo mi polla tiesa se abalanzo sobre ella y cogiéndola con sus manos me dijo:

  • “Primo, te quiero comer la polla, estoy loca por hacerlo”

  • “¿Y porque tienes tantas ganas, putilla? ¿Tú nunca habías comido una polla? ¿No?

  • “Si primo, cuando me masturbo viendo fotos por Internet siempre me he puesto muy cachonda  al imaginarme comiendo pollas como las que se comían esas chicas de las fotos. Y te juro por Dios que si no te como la polla ahora mismo me da algo malo. Lo deseo con toda mi alma, me siento puta, con necesidad de seguir haciendo todas las guarrerias que hecho esta tarde, quiero sentir todos estos placeres siempre, pero no solo por la sensación física, sino porque al hacerlo notaba como un cosquilleo en el estomago, un cosquillo que me decía que todo lo que estaba haciendo estaba mal pero que quería seguir haciéndolo. No se como decirlo, me gustaba la idea de sentir que lo que hacia no era moral, de sentir que era una pervertida, una guarra capaz de todo ¿Me entiendes?”

  • “Lydia, eres toda una puta y tienes todo el vicio metido en el cuerpo. Tu ya no eres capaz de pasar un solo día sin follar o sin hacerte varias pajas, jajajaja” le dijo Vanessa

  • “Mira Lydia, ahora mismo yo no puedo mas, me habéis dejado exhausto, pero date una ducha que cuando salgas te prometo una sorpresa que te va dejar tan satisfecha de lo puta que eres y lo enviciada que estas. ¿Ok?

  • “Vale primo, te voy a hacer caso, porqué hasta ahora todo ha ido a mejor, pero no me voy muy conforme”.

Y dicho esto se fue contoneando su culo como toda una zorrita en dirección a la ducha. Cuando oí caer el agua y pensé que ya estaba dentro le pregunte a Vanessa:

  • “Vanessa, has disfrutado un montón ¿eh?”

  • “Uff, una barbaridad. No sabes tu cuanto.·

  • “Joder Vanessa, te has corrido tres veces y eso a pesar de que era tu prima y tiene 18 años”

  • “Ramón, ‘A pesar’ no, mas bien por esos motivos” me contesto

  • “Pero……”

  • “Ni pero, ni nada Ramón,  precisamente cuando pensaba en eso, en que tan solo tenía 18 años, en que era mi prima y en lo demás, me puse como una moto, ver a esa niña con tanto vicio saco todo el mio, y al oírla decir que quiere mas perversiones y pasarse todo el día follando me ha puesto mas caliente todavía, y eso que ya me he corrido, pero deseo verla convertida en toda una puta. Quiero ver como desaparece en su mirada el aire inocente de su edad. Quiero verla a 4 patas follada por por el coño por un tío, mientras otro le da por el culo y ella se la come a un tercero. ¡¡¡Quiero verla hecha todo un putón!!! y correrme mientras la miro. En definitiva ¡¡¡!Quiero PERVERTIRLA!!! Y que mi alma y no solo mi cuerpo disfrute de esa depravación

Joder con Vanessa, me la ha puesto dura con lo que ha soltado por esa boca. Al oir como ella solita ha sentido el deseo por lo prohibido, por lo amoralidad que representa todo lo que ha dicho, por el deseo de pervertir un alma joven e inocente me he dado cuenta que ya no desea sexo por simple placer sexual (físico) sino que su alma se ha ennegrecido en esta tarde mas que en todo su proceso de emputecimiento. No puedo evitar agarrarme la polla y hacerme una paja como un poseso, necesito liberar toda la tensión sexual que me producido su discurso. Si, su discurso, eso ha sido lo que me ha puesto a 100 y tardo pocos segundos en correrme, no es eyaculación precoz, es que simplemente lo que ha dicho es lo que mas he deseado oír nunca. Un chorro de lefa sale de mi polla y cae sobre mi estomago y mi pecho. Vanessa se lanza a lamerlo de mi cuerpo hasta que lo limpia, no porqué le proporcione placer sexual físico, sino porque le gusta: “Es sucio”. Vanessa ya es una pervertida y no tiene vuelta atrás…..

Esta ha sido la segunda parte de esta saga, espero que os haya gustado y que disfrutéis de su lectura y recordar siempre que es solo un cuento y no debe ni puede ser real. En la tercera parte continuara las aventuras de Vanessa, Lydia, y Ramón en club de intercambio donde conocerán a unos amigos/as muy especiales que les enseñaran un montón de cosas…….

Por favor se agradecen comentarios en todos los sentidos, si alguien quiere aportar sus comentarios le estaría muy agradecido. Un beso y hasta pronto.