Perspectiva de Jean

Soy el directamente implicado en todo esto, pues yo era su obseción y él la mía, por eso hay tienen mi punto de vista.

Soy Jean, tengo 22 años, soy "amigo" del Tutor de este nick, soy estudiante de licenciatura en educación física en una institución universitaria de Medellín, en cuanto a lo físico, no es por presumir pero no estoy nada mal, 1,79 de estatura, 76kg de puro músculo( hago ejercicio en circuitos y de vez en cuando asisto al gimnasio), piel canela, pelo negro, ojos verdosos, algunas dicen que soy simpático y otros que soy arrogante; pero ambos tienen la razón; no es que me crea la ultima gota del desierto, pero no se puede negar la realidad, soy pinta y no lo voy a negar.

Pero bueno vamos al tema, hace algunos días Andrés me dijo que si había algún inconveniente en escribir un relato sobre lo que había pasado entre nosotros( como nos conocimos y demás), yo le dije que ninguno, pensé que no lo haría, al comprobarlo, decidí contar mi propia versión de los hechos y aquí la tienen.

Hace un año; mis días eran muy rutinarios, asistía a clase, hacia mis ejercicios en los circuitos dispuestos en la institución o charlaba con alguna muchacha, volvía a clase y me largaba para la casa, con el tiempo la gente que abordaba la ruta se me hacia familiar, es más abordaba la ruta tras los que yo ya reconocía sin ni siquiera cerciorarme de que fuese mi ruta.

Durante mis ejercicios en las barras y las paralelas asistía mucha gente, no por verme a mí, sino porque al lado de los mismos hay una cafetería en donde venden almuerzos, y esa es precisamente la hora en la cual me dedico a mi cuerpo, por lo cual no me extrañaba que una que otra pelada me mirara, y más cuando me quitaba la camisa; lo que si se me hacia raro era un joven (a quien reconocía haber visto en algún lado) que miraba hacia mí como ensimismado, a veces parecía mirando a lo lejos, pensando o meditando, otras, me asustaba pensar que me estuviera observando a mí, a demás tenia un aspecto misterioso, como de psicópata. Así paso el semestre ahora se sumaba alguien más a mi rutina un extraño que acudía sin falta a mis ejercicios, no se si por ese motivo o por mis ocupaciones deje de asistir un largo tiempo del otro semestre a mi rutina de ejercicio, en uno de esos días una compañera bromeo con lo gordo que me ponía, así que, por vanidad, retome mi rutina de ejercicios.

Creo que era martes por la tarde, ese no había sido uno de mis mejores días, estaba agotado como nunca primero baloncesto, luego una prueba de resistencia en atletismo y por ultimo un examen de fisiología, como era de esperarse al terminar la jornada yo ya estaba agotado y quería llegar a casa cuanto antes, así que al salir aborde la primera ruta de mi bus que pasó, y como era obvio esta se lleno en cuestión de segundos, estaba de pie y algo desesperado y para colmo ese petardo obstruyendo el paso, lo mire y el entendió y sin más se corrió; quedamos en la misma fila y constantemente rozaba su brazo con el mío, al principio pensé que era normal, estábamos muy juntos y el bus se movía mucho, así que me olvide de ello y empecé a auto-castigarme por lo bruto que había sido al no contestar unas preguntas del examen que ahora se me hacían demasiado obvias; en esas estaba cuando el bus dio un frenó en seco y el petardo que ya mencione se me vino encima literalmente, aunque el pobre intento en vano sostenerse de las barras lo tuve que recibir en mis manos para que no cayera, aunque les he de confesar que me hubiese alegrado el día si se hubiese caído. Él se disculpo pero yo le dije casi en tono de burla: " Descuide mijo, pero espabile"

El man en cuestión se bajo y yo seguí como si nada con mi ruta, llegue a casa me duche, llame a mí novia hablamos de cosas inaportantes(para ustedes), comí y me acosté.

Los días pasaron y allí estaba ese joven, no me quitaba la mirada de encima y yo por angustia tampoco alejaba la mía de él, hasta que por fin reconocí aquel joven que me encontraba "coincidencialmente" casi siempre al hacer ejercicios, era el mismo que tomaba la ruta del bus y el que se había caído sobre mí, ahora ya no estaba tan seguro de que todo fuesen simples coincidencias; y se despertó en mí ese exhibicionista que todos tenemos dentro, y ahora me ejercitaba justo al frente de él, no les he de negar que me ponía nervioso y que además me excitaba ( no entendía como pero la verdad sea dicha) intentaba reprimirlo pero no lo podía lograr; incluso lo consulte con mi hermano, claro omitiendo un pequeño detalle (que mi causa era otro hombre), la respuesta de él fue sabía y certera: "Pues Jean, se es sabido por todos los tiempos que reprimir los deseos solo causa frustración y complejos, además yo no veo nada de malo que te excites exhibiéndote frente a una pelada; y si ella lo disfruta como vos lo decís, no perdas tiempo y cáele".

Termino el semestre y aquel man parecía mi sombra, me lo encontraba por todos lados, aunque creo que era más un complejo de persecución.

A comienzos de este año apareció de nuevo, ahora me miraba más intrigante que nunca, parecía como si me fuese hablar y eso esperaba, pero de un momento a otro se levantaba y se iba; hubo un tiempo que los perjuicios se apoderaron de mí y deje de hacer ejercicio al lado de la cafetería; pero no podía evitar tomar la misma ruta que él, además era la misma mía, creo que fue a principios de semana, que estaba sentado en la parte de atrás cuando él abordo el bus y me miro, yo por simple cortesía sonreí, siempre lo hago por educación frente a quien busca en mí un saludo, seguí normal y de vez en cuando miraba a ese joven tan misterioso, de 1.78 de estatura, delgado, cuajito (tal vez hacia un poco de ejercicio), pelo negro al igual que sus ojos, unos ojos penetrantes e inquisidores; no me di ni cuenta cuando se bajo, solo al momento de yo hacerlo me percaté de ello. Al llegar a mi casa me encontraba turbado, un hombre me estaba debilitando emocionalmente, hasta ahora solo las muchachas 90’ 60’ 90’ eran mi causa pero ahora lo hacia un joven; mi cuerpo comenzó a responder al cuerpo de aquel personaje, pero mi razón acudía insofacto a recordarme los prejuicios de la sociedad antioqueña, mi hermano, que era como mi conciencia me decía: No le des más larga a esa pollita, que se te aparece otro más gallo y la coge para su gallinero.

Al jueves de esa semana, cuando estaba esperando el bus me percate que él estaba allí vi que me iba a preguntar algo pero el bus se acercaba y sin más lo aborde, me senté adelante y él lo hizo tras de mí. Como estaba solo en la silla puse mi mano a lo largo del espaldar de la misma, por comodidad y sin doble intención ( como lo cita Andrés en su versión), claro como era de esperarse un muchacho ocupo el espacio restante y me tuve que reacomodar( en verdad tuve que tomar la posición correcta que debía haber tomado antes), estaba casi adormilado cuando sentí que tocaron mi hombro, me volteo y aquel hombre por primera vez se dirigió a mí, pero como regañándome: "La próxima vez tenga más cuidado con ese brazo", quién no se sorprende, se aterroriza, se asusta, se angustia, e incluso se desconcierta, cuando un personaje como este te saca de tus pensamientos y te reprende y tú no sabes el por que; solo logre preguntar ¿Qué?, iluso, tú solo me repetiste la frase, cuando yo quería saber a que te referías; no imagino mi cara en aquel instante, solo te seguí con la mirada sin comprender lo que me habías dicho, durante el resto del recorrido me pase mirando mi mano buscando algo, e incluso pensé que te había golpeado o algo por el estilo, durante todo el fin de semana intente buscar respuesta a aquella frase, al lunes de la semana siguiente decidí enfrentarlo y fui a la cafetería contigua a las barras pero no lo encontré allí, cuando salía de la U vi que abordaba el bus así que corrí y lo alcance; sin perder tiempo lo aborde: Oiga hermano, que es lo que le pasa conmigo, acaso fue que lo golpee o que?. Nos sentamos y el utilizo un argumento algo extraño algo así como: lo que pasa es que vi como su generaba una cierta deformidad, en la parte del acromion y la apófisis coracoides en contacto con el humero, que se debía quizás a una fuerza mal hecha sobre el del deltoides o los músculos de su alrededor. Le comente que realmente s era poco lo que calentaba esta parte, empecé a hablarme de mi rutina de ejercicios, creo que no me entendía, lo digo porque puso una cara de ternero enclaustrado, la que cambió a sorpresa cuando me subí la manga mi camisa y puse mi mano en disposición de pulsar algo así como una "V" de esa manera se destacarían más mis músculos (me la iba a jugar), así que con la otra cogí su mano y la puse sobre mi brazo y le dije: Entonces ahora que dice del calentamiento. Se sorprendió tanto por mi acción como por mi pregunta y solo respondió que en estas cuestiones el experto era yo.

El resto del viaje lo pasamos charlando cosas inaportantes y normales entre recién conocidos, así me entere que se llamaba Andrés, estudiaba algo referido con el agro.

Los días siguientes me sorprendía al ver que al llegar él estaba hay como esperando a alguien, a al menos eso decía pero ese alguien nunca llegaba, y se me hizo que ese "alguien" era yo; y comencé a hacerle bromas diciéndole: "Se ve que ese alguien a quien esperas es importante, pero mira ya ha llegado", " no hay que esperar más estoy aquí", "gracias por esperarme".

Un día conversábamos en el bus y al ver una chica empezamos a hablar de los gustos en cuanto a chicas y sexo y decidí entrar a un tema que quizás me sacaría de dudas y en tono de broma le dije: que había tres tipos de maricas el que gusta de las mujeres, el que gusta de los hombres, y el que gusta de ambos; que yo me acomodaba en el primero y que el estaría entre el segundo y el tercero. Me miro muy serio, se paro y se despidió de mí de un apretón de manos, pero algo más duradero de lo normal. Se que el comentario había sido fuerte, pero no creía que fuese a reaccionar de ese modo, y mucho menos tenia que bajarse del bus. Seguí algo arrepentido de mi comentario pues Andrés me había caído bien, al llegar a mi casa mi madre me dijo que llamara a Carlos, un viejo amigo del colegio que también estudiaba en mi instituto.

Lo llame y el me invito a una finca en santa fe de Antioquia, que iban a ir unas "viejas" como a mi me gustaban y una que otra que se las daba de niña buena, pero que esas eran las más PUTAS, me hablo de licor, le dije que lo ultimo no me interesaba pero que contara conmigo. El sábado por la mañana nos encontramos en su casa, compramos comida, licor y claro "Condones" por si las moscas, recuerden que este implemento ya ha de ser parte de la canasta familiar, dentro de los productos de primera necesidad.

Llegamos a la finca me presentó, solo recuerdo a algunos(Mónica, Sara, Diego, Sebastián, Camila) por sucesos que ya deben conocer o de lo contrario, más adelante conocerán. Con todos simpatice en el acto, solo con Sebastián se hizo una barrera que aun hoy no se por que la creo, me saludó solo por cortesía; eran como medió día, yo había salido de la piscina y estaba ayudando en la cocina junto a una tal María ( Que de hecho no esta como dios manda, sino como quiere; unas tetas, un culo, una cara, y una....), cuando Carlos a gritos me llamaba, acudí algo molesto y lo que me encontré fue con Andrés que estaba vestido con una pantaloneta roja, una camisa azul clara, alpargatas, traía su casco en una mano y en la otra una mochila, al verme se sorprendió, al igual que yo. Lo salude de la forma más normal del mundo, pero hubo algo en el que me alerto que algo andaba mal.

Yo- Hey Andrés que coincidencia encontrarnos en esta situación y aquí.

En ese momento un tal Diego interrumpió: Es que acaso ustedes ya se conocían

Estaba apunto de responder cuando Andrés se me adelantó, y dijo que lamentablemente si, y siguió su recorrido dejándonos a Diego y a mí parados, y atónitos por lo infantil que había sido Andrés. Durante el día lo busque para intentar aclarar las cosas, pues comprendo que no había la suficiente confianza entre ambos para el comentario que le había hecho, pero cuando intentaba hablarle se iba o simplemente empezaba una conversación con otra persona, resignado me fui para un quiosco a comerme una carne asada; ya bien entrada la noche escuche una discusión en un lugar que hacia de parqueadero; allí vi a una muchacha y a Andrés en su moto, que estaban discutiendo, intuí que era por mi culpa por que constantemente me miraba con algo de rencor. En un momento dado la joven le ofreció un trago no se de que, y Andrés se bajo de la moto y le quito la botella en lugar de recibir el vaso; yo no podía permitir que se creara un sinsabor en la atmósfera, así que salí del quiosco y llegue al paradero.

Yo-Se les ofrece algo( me refería a comida o a licor)

Andrés- Sí, cállate... marica, ,me dio un golpe en el abdomen que me tomo por sorpresa, el mimo que me tiro al piso.

Al ponerme de pie y sin comprender aun lo que pasaba le pregunto: Hey que pasa, solo/ no me dejo terminar, se abalanzó sobre mí, lo esquive y él cayo al piso, la muchacha salió asustada llamando a los demás: muchachos, vengan, Andrés esta paliando con Jean. Pero antes de que llegaran los demás Andrés se paró y me atacó con algo sentí como sobre mi brazo se derramaba algo, por reflejo y defensa cogí a Andrés de la cintura lo levante y lo tire al pasto, en ese instante llegaron los demás lo atendieron, pero no reaccionaba, aún así Juliana dijo que estaba inconsciente por el golpe; recuerdo además que Sebastián me miro de una forma casi ordenándome que me fuera luego junto a Alejandro alzaron a Andrés y se lo llevaron, tras el corrió Mónica y Camila. Diego, Sara, Juliana, Carlos y Maria intentaban aclarar las cosas, hay fue cuando supe que estaba herido.

Diego: Hermano, como se hizo esa herida, con que se corto.

Mire a donde señalaba Diego y me encontré con una mancha de sangre, es sabido que esta es escandalosa, quizás fue ese el motivo por el cual Juliana se desmayo y Maria me cogió el hombro y salió corriendo conmigo para la cocina( al llegar allí descubrí que también mi rodilla se había resentido, unos días antes me había lesionado jugando fútbol y quizás me había dado algún golpe que me agudizo el dolor), tomo un algodón lo baño en alcohol y lo paso sobre la herida, me ardió un poco pero resistí,. Luego mientras iba para el cuarto me encontré con que todos estaban afrente de una puerta discutiendo sobre lo que había acabado de suceder, me disculpe, y pregunte como estaba Andrés, me dijeron que algo mareado, con uno que otro moretón pero que bien, entonces les dije que no se preocuparan que a la mañana me iría, me despedí subí unas escaleras entre al cuarto me quite la ropa, me duche me puse unos bóxer, me cubrí las piernas con una sabana, apague la luz y comencé a meditar, pensaba en pedirle disculpas a Andrés pues lo había herido moralmente, pues el golpe, el mismo se lo busco; en esas estaba cuando escuche que abrían lentamente la puerta, mire la cara de la persona y me sorprendió que fuera Andrés, se quedo mirándome como un zombi, luego simplemente entro a la pieza cerró la cortina y ya se iba a marchar y yo prendí la luz, y él se asustó y me miro, yo le sostuve la mirada, se acerco y me ofreció sus disculpas.

Yo- No, no acepto tus disculpas, porque aquí el único que se debe disculpar soy yo, no debí haberte tratado como te trate.

Andrés- No entiendo, me decía mientras se sentaba en la cama, mira como te volví, me decía mientras cogía mí hombro como si fueses un bebe, me estaba examinado cuando lo interrumpí con un acento algo tímido.

Yo- Ya entiendo a que te referías el otro día con que tuviera cuidado con mis manos.

Nos miramos y nos reímos, ese fue la autorización que necesitaba lo tome de la cadera y le dije:

Yo- Pero creo que debía era tener más cuidado es con

Andrés- - Con que?

Yo- Contigo

Lo tire hacia mí y le bese, al principio tenia temor, y al ver que no respondía me estaba retractando, pero de un momento a otro, se monto sobre mi y tomo el control de la situación.

Andrés- Claro que te disculpo, es más ahora veras. Se quito la camisa dejándome ver así un torso fibrado, se le notaban los músculos, pero no tanto como a mí; se abalanzó sobre mis pectorales quienes fueron bendecidos por la incesantes lamidas de se lengua y los mordiscos de sus dientes, recorría cada centímetro, me los mamaba como ninguna lo ha de hacer, parecía un lactante prendido de mi pecho, Fue en ese momento cuando decidí gozarme aquello y comencé por sobar la espalda de Andrés, me sorprendió cuando se paro, y mucho más cuando con las sabanas me sujeto a las esquinas de la cama, mi angustia se debió reflejar debido a su comentario.

Andrés- no te preocupes hoy te haré ver la gloria , y volvió a su trabajo esta vez en mi brazo, me chupaba desde los dedos, hasta el hombro, al llegar a mí cuello lo rozaba con la lengua y soplando por la nariz, se me acercaba al me mordió , y me dijo: Y tu a que grupo es al que pertenecías, intenté responderle, pero me calle con un dedo.

Andrés- Déjate llevar

Al igual que había subido ahora descendía, y a la altura de mi nuca me mordía, me chupaba, para luego recorrer todo mi antebrazo hasta llegar a la herida y comenzó a chapármela, gemía de dolor en un principio, pero después la sensación producía en mí una extraña excitación, el se paro y se acomodo encima de mí pene, que aun estaba entre las sabanas, que se refrescaba y agrandaba con el contacto de sus glúteos, se estrujaba sobre mí, nos besábamos, bocas, barbillas, cuellos, ninguno quedo a salvo de nuestras lenguas, me besaba el pecho, me abrazada fuertemente, luego bajo hasta mi ombligo y comenzó a introducir aquel apéndice bucal en él, lo retorcía y me lamía y luego me miraba directamente y se reía cual niño es descubierto haciendo una travesura, yo no pedía evitar sentir placer, y mucho menos aplacar las expresiones que este producía en mí.

Luego fue bajando por un camino tácito que conducía hacia mi endurecido miembro, recorría con se lengua sobre la sabana los pliegues que dibujaba mi sexo sobre esta y después con su boca retiro la sabana, me miro como pidiendo permiso y yo asentí; humedeció sus labios, entre abrió su boca y se acercaba muy lentamente a mi verga, podia sentir su respiración, la mía e incluso mi corazón o mi verga ya no sabia que, que latía a mil por hora. Realmente me torturaba, mientras me observaba, rozaba mi sexo con su lengua, se dirigía a la base, me mordía suavemente y allí se quedaba como si estuviese lamiendo los bordes de un helado, yo estaba a reventar. Entre tanto una de sus mano se ocupo de mis testículos, las apretaba ligeramente( un dolor intenso me hacia gemir).Se deslizó suavemente, me estaba relajando, por los bordes de mi ano, intente alejarme, pero no puedo negar que su boca era experta y lentamente me iba abandonando a sus deseos. Estaba desesperado, angustiado e incluso algo frustrado, me retorcía de excitación, pero no toleraría más aquella situación, creo que él lo comprendió, pues comenzó a subir hasta la cabeza de mi verga y comenzó a taladrar con su lengua entrando en mi ser. Sentí como una de sus manos apretaba sobre la base de mi pene y comenzó a brotar liquido preseminal, lo tomo con su lengua y lo esparció sobre sus labios, como quien prueba una deliciosa crema, aprovechaba que estaba ocupado y con gran sutileza me libere de las amarras de mis manos que me sujetaban a la cabecera de la cama, fue en ese instante cuando sentí como todo mi miembro era devorado por su boca, y no pude evitar gemir y coger su cabeza, pidiéndole más acción, me miro algo asombrado y algo molesto pero no interrumpió su trabajo yo, todo lo contrario, comenzó a bajar y subir más rápido, al principio se resistía a que yo lo guiara, pero luego siguió mi ritmo, parecía que me ordeñaba, hasta que llego el momento en el cual en medio de gritos y gemidos le decía: Me vengo, me corro. Pero Andrés me reclamó

Andrés- Ah no, aun no, me sujeto mi verga con las manos, y siguió mamando, sentía como bajo a la altura de sus puños mi semen se acumulaba y represaba, me causaba un hormigueo molesto, intente apartar sus manos , pero me mordió suavemente dándome a entender que desistiera, la tortura duro unos segundos más, hasta que me soltó y un torrente de semen salió disparado justo a sus labios, se retiro y se hizo un gracioso puente colgante de semen entre su boca y mi verga, Andrés subió sobre mi pecho, y luego llego a mi boca para besarme, fue hay en donde probé por primera vez el extraño sabor del semen. Andrés estaba desesperado, se estaba quitando su pantaloneta e intentaba besarme, pero yo no respondía, intento reclamarme, pero lo detuve.

Yo- Mira, le dije mirando hacia la puerta

Se reincorporo, se acomodo la pantaloneta, se limpio todo rastro de semen en su rostro y con cara de preocupado me dijo

Andrés- Será que nos descubrieron, y luego sonriendo me dijo: con el ruido que haces no me extrañaría.

oímos unos pasos de alguien.

?- - Hey Sebastián, deja descansar a Jean, mira que esta herido.

Es Juliana, y Sebastián, será que él vio algo

Yo- No, no creo nos hubiese interrumpido( aunque en verdad yo lo había visto unos instantes antes asomarse por la puerta)

Esta vez hablo fue Sebastián: Descansar, si; aunque lo de herido, no me lo creo

Mientras ellos se alejaban ambos nos miramos, nos reincorporamos, le di un beso en la frente y me metí a la ducha, Andrés intento meterse conmigo, me estaba sobando la espalda, pero lo detuve y le dije que no, que era mejor que volviéramos con sus amigos para no levantar sospechas.

Me ayudo a vestir y me paso una mano por la espalda y yo puse la mía sobre su hombro, salimos de la pieza y posteriormente de la casa.

Al salir Carlos y lo demás se pusieron de pie, a la expectativa, quizás pensaban que nos habíamos peleado, pero al acercarse Diego, Sara y Maria, les dije, mientras miraba riéndome a Andrés, estos hombres han arreglado sus diferencias como caballeros y ahora somos una especie de amigos, verdad que sí, Andrés, le dije mientras le palmeaba la espalda.

Andrés: Es más somos muy buenos amigos

De inmediato apareció Sebastián con un sarcasmo: Pero de que forma arreglaron sus diferencias, para terminar tan "buenos amigos"... si hasta parecen pareja.

Creo que fue Alejandro quien agudizo el comentario: Pues mirándolo bien, es verdad, y por ello le damos la habitación para ustedes "solos"

Todos nos reímos y Andrés me miraba, al igual que Sebastián, de nuevo volvió todo al ámbito normal, trago por aquí, trago por allá, y como yo no tomo licor, gaseosas y jugos para acá; solo probé algo que me pasaron, el sabor fue insípido lo iba a escupir pero una de las niñas se monto en mis piernas, alzó mi cabeza y me obligo a tomarme todo un vaso de 9onzas casi de una sola vez.

Carlos: Pues no es más has pasado la prueba, te has tomado nuestro elixir: Cerveza, guaro, ron, algo de tequila y sangría, cinco en uno.

Mis ánimos cambiaron y me torne efusivo, aunque no tome un trago más unas horas después, algo me decía que debía acostarme, así que sin despedirme me fui a dormir, al acercarme a la puerta escuche un grito, de inmediato la abrí, entré y cerré casi instantáneamente, cual fue mi sorpresa al encontrar a Andrés siendo violado por Sebastián, Andrés estaba amarrado de sus muñecas, y sobre su cuerpo estaba Sebastián que acababa de dar un grito de placer, y de victoria, había sometido analmente a Andrés, el mismo que lloraba, una ira intensa recorrió mi cuerpo, y la fuerza acudió a mí no se de donde agarre a Sebastián por las caderas, lo saque de un solo tirón de Andrés, y lo arroje al piso en el centro de la habitación, me quite la correa y mi camisa y sin darle tiempo a reaccionar me tiré sobre él, lo inmovilicé de pies y manos; y aunque Andrés intento persuadirme de lastimarlo, mi ira, mi rencor y por que no, los celos pudieron más que él, le di una patada en el estomago, lo tome entre mis brazos, mire a mí Andrés y arroje a Sebastián sobre una de las camas, me hice justo al frente de la cara de Sebastián sin ninguna intención en un principio, pero el ver a Andrés desnudo, y la situación en la que me encontraba me excite, y pense que Sebastián debia pagarme el haber abusado de Andrés asi que: me baje la cremallera, mire a Sebastián y le dije: Me pagarasa a mí y a Andres lo que le has hecho y si lo que querias jugar, pues mira este juegute tan singular, me desabroche el botón de mi pantalón y este cayó, luego me baje los boxer, y alli apareció mi gran aliado, que lentamenrte se ponia en forma, se lo pase por los labios como un lapiz labial, y por si intentaba hacer algo contra mí le dije: Ni se te ocurra morderme o hacer algo contra mí, entendiste, le decía mientras sujetaba con una mano la cara de Sebastían y con la otra apretaba ligeramente sus testículos, le abrí la boca y metí mis 19x6cm de carne cañon, mire a Andrés con algo de lujeria, y me rei, no pude evitar sentir culpa, pues en su rostro pedía clemencia por su amigo. Aunque no era el único que la pedía, Sebastián, también lo hacia con su mirada

El salvaje que tengo adentro me hizo coger a Sebastián por el pelo y comenzar a penetrarlo oralmente según yo quisiera, le ordenaba que mamara más rápido, que no se me hiciese el inocente, que sabia muy bien que no hacía su mejor esfuerzo, al ver que las palabras no me funcionaron, agarre la base del pene de Sebastián el mismo que se surco de venas y palpitaba como con vida propia, Sebastián abrió los ojos de par en par y resistió el dolor, no se si fue verse derrotado o por que lo disfrutaba pero se dedico a obedecer, empezó a poner de su parte, mis gemidos no se hicieron esperar, me relamía los labios, y deje de apretar el pene de Sebastián y para masturbarlo, mire a Sebastián y luego ambos miramos con una cara de morbo a Andrés, mientras Sebastián me hacia una espectacular mamada, yo lo solté de las amarras, pues estaba seguro que no haría nada para escapar, después de soltarlo, le comencé a sobar la mandíbula, y el se sonreía, a la vez me apartaba de la cama hacia el centro de la habitación, y el me seguía aun con mi miembro dentro de su boca, al llegar al centro, yo me quede parado sobandole la cabeza y pellizcándole las tetillas a Sebastián, mientras que el me mamaba, me masajeaba los testículos, y los pectorales.

Cuando sentí que ya estaba a punto aprete fuertemente los pectorales de Sebastián con una mano, y con la otra clave su cabeza en mi verga, Sebastián intensifico su trabajo hasta que me vine como un endemoniado, rugia como un léon, él recibio su recompensa y yo simplemente me aparte y me senté junto a Andrés, desnudo y con mi miembro morcillon y babeante; Sebastián por su parte seguía en la misma posición, cogió una sabana se limpio; se puso de pie recogió sus cosas y comenzó a vestirse, se acercó a nosotros mirándonos fijamente, estaba desconcertado, intento decirle algo andres pero yo lo interrumpí:

Ni una sola palabra de lo que ha ocurrido aquí y recuerda que le debes una a Andrés,

Sebastián se marcho cual perro regañado, tras cerrar la puerta yo dese a Andrés, el se paro, y se fue al baño, en donde se encerro. Llevaba mucho tiempo allí y ya empesaba a angustiarme, y más cuando no respondia a mis llamados, asi que empece a golpear la puerta, y ya me disponia a derribar la puerta, cogi impulso y me tire sobre ella, la puerta se abrió sin ningún problema y yo ací sobre Andrpes, lo mire fijamente a los ojos, e intente besarlo pero me rechazo, se apartó me miro de tal forma que sentí un gran dolor, pues parecía como si hubiese perdido algo demasiado importante; intente detenerlo e incluso le hable.

Yo- Disculpame, me llene de rabia al entrar y verlos a ambos, y más al ver que te violaba, quería ser yo quien te hubiese penetrado por primera vez, de una forma menos salvaje, en un lugar distinto y de mutuo consentimiento. Bueno pero el caso fue que al principio solo quería golpearlo, pero al ver a Sebastián, un hombre fuerte como yo o quizás más, derribado indefenso, y que te había ultrajado, decidí hacerle lo mismo, lo lleve a la cama y lo obligue a que me lo mamara, cuando te vi, pensé que te gustaba lo que hacia, o tu cuerpo al menos eso decía, estabas agitado y totalmente empalmado, por eso lo libere y lo conduje al centro del cuarto, cuando me vine y te mire, vi en ti una gran incertidumbre, por eso abandone mi plan, que era sodomizarlo hasta cansarme; y me acosté a tu lado, no te desamarre en ese instante por que temí que salieras corriendo tras él , pues vi en tus ojos algo que sientes hacia él, y cuando por fin te solté, lo comprobé, pues te metiste al baño sin pronunciar palabra, al ver que llevabas más de media hora sin salir me preocupe y pensó o pienso que ahora me odias.

Andrés- Jamás haría tal cosa, y si siento algo muy fuerte por Sebastián, algo que no se puede expresar, y aunque no se como evolucionen las cosas con lo que sucedió, lo seguiré queriendo por que el es más que mi amigo el es/

Yo- Es suficiente, no me des más explicaciones. Eso era suficiente para mí, me levanté y me acoste

Andrés-- Creo que es necesario que lo sepas todo( lo decía mientras se acostaba en otra cama), quiero ser sincero contigo. Desde que murió la hermana de Sebastián, él quedo solo, y busco alivio en el alcohol y no lo encontró, una noche, entre copa y copa me decía que tenia pensado suicidarse, fue ahí en donde yo le cogí la mano y le dije que podía haber perdido a su hermana, pero que me había ganado a mí.... como a un hermano, por eso lo estimo, además se parece mucho a mi, por coincidencias de la vida llevamos la misma sangre A-, la confianza creció entre nosotros e incluso nos la pasábamos semanas enteras en mi casa, el llevaba sus mujeres, y yo a la mía; yo le hacia bromas elogiando su físico, pues me parece de campeonato, nunca supe realmente lo que él sentía por mí, solo hasta hoy me enteré, y de que manera.

Fue él quien nos descubrio mientras tu y yo estabamos juntos, él sentia antipatia contigo por que desde que nos saludamos supo que tu eras un obstáculo para él, cuando nos vio juntos en este cuarto decidió que no aguantaría más y haria lo posible por estar conmigo.

Me pare de mi cama y me dirigi hacia donde estaba él, me sente en el borde de su cama y comense a recorrer con mis manos su cuerpo, pasando por las heridas que horas antes yo mismo le había hecho

Yo- Asi fuese a la fuerza.

Andrés- Correcto, entro después que estaba dormido, creí que eras tú y por eso le segui el juego, pero una luz me dejo ver quien era, intente detenerlo en vano, no to niego que lo disfrutaba, pero se torno salvaje, y me lastimo mucho, tanto que me rompió por dentro, mira ( me mostro su mano con hilillos de sangre) pero lo que me duele no es esto, es la situación, nunca pensé ser violado y mucho menos por Sebas.

Andrés comenzó a sollozar y yo de inmediato tome su cara entre mis brazos, recorrí un acmino salado demarcado por sus lagrímas y luego lo comense a besar, lo abrace fuertemente, sabía que ahor era con quín contaba, por eso le dije que se calmara, que yo lo entendía( aunque muchas cosas en mí mente aun hoy no logro entender).

Andres se acurruco en mí, me conmovío realmente, asi dormimos aquella noche.

Al despertar me aleje con cuidado de no despertar a Andrés, me duche y me puse ropa deportiva para salir a trotar, aunque antes de hacerlo, no se por que se me ocurrio hacerle un desayono muy especial a mí Bebé que constaba de arepa frita,jugo de naranja, huevos revueltos, salchichas rancheras y sándwich (una idea morbosa llego a mí mente, me masturbe y unte ,mis emenb en lugar de mantequilla sobre el sándwich); hice una nota para que mi niño no se preocupara, pues antes le habian dicho que me hiria a la madrugada:

Bebe, te he preparado un desayuno especial, para que no te olvides de mi sasón, no te preocupes no me he ido, tan solo e salido a trotar, no me demoró. Att: Jean.

Subi al cuarto y deje el desayuno junto la carta en la otra cama, cerre muy bien la puerta y baje las escaleras, allí estaban casi todos en la sala unos por que aun no se habían dormido y otros recién levantados, pero una que otra parejita aun no despertaba, me sorprendió fue ver a sebastián al lado de la puerta con sus maletas hablando con los muchachos.

Sebastián- No tranquilos, no me pueden ayudar, además el carro que me lleva al pueblo pasa por aquí cerca.

Yo- Hey, sebastián, que pasa, acaso te vas.

Alejandro- Lastimosamente a Sebastián se le presento un calamidad domestica y se debe marchar del pais.

Yo- Hombre, que pena, pero de seguro que es eso, no valla a ser otra cosa, o acaso es una mujer.

Sebastián- Si es una mujer, pero no es ningun quiebre, es mi Tía.

Yo- Sebas, yo voy a trotar, si queres te acompaño a coger la ruta, porque esta mana de trasnochados y borrachos ya no tienen sujeto.

Diego- Aproveche a si se hacen compañía los dos.

Algo resignado Sebastián aceptó, y luego de despedirse de todo slos que estaban hay y dejar recado para los demás, comenzamos a caminar; primero la atmósfera era tensa, luego yo le pregunte que era lo que le pasba a su Tia, el me respondio que era el corazón, que moría; el silencio se apoderó de nosotros y solo al llegar a la carretera me pidio perdón a mí y que le entregara una carta a Andrés, le dije que por mí parte no había rencores que todo lo contrario, le ofrecía mi amistad; en ese momento llegaba el chiverito, y en él se monto Sebastián, seguí trotando, y en un momento decidí regresar, al llegar a la casa de la finca me encontré con Andrés, me e dio las gracias por lo de la mañana, y de inmediato me pregunto por Sebastián, de que habíamos hablado o que le había hecho; le dije que solo me pedía perdón a mí y él, y que me dio una carta para que te la entregara.

Andrés la abrió, la leyó, y salió corriendo, yo lo alcancé y lo detuve argumentándole que era inútil, no lo alcanzaría, ya Sebastián había cogido la flota. Andrés se detuvo, se tiro al suelo, lo golpeaba y entre lamentos y quejidos decía su nombre ( a ninguno le llamo la atención, pues todos sabían que Andrés y Sebastián eran como hermanos, y también que Sebastián había dejado muy en claro que no volvería). Lo intento consolar, pero solo recibí sacudidas y golpes de parte de él por haberlo dejado irse; los demás salieron y cogieron a Andrés y lo llevaron a la casa, luego me pidieron disculpas, las mismas que rechace, les dije que no se preocuparan que razones tendría Andrés para comportarse de ese modo.

Luego Andrés nos explico que el no tenia familia por lazos sanguíneos, debido a que su ultimo pariente directo era Valentina , su hermana, que había fallecido hace un año y todos lo sabían. Nos miramos extrañados, y Andrés me dijo que la única explicación era que estaba pasándole algo muy grabe .

Almorzamos y nos fuimos de nuevo a Medellín, a seguir con una rutina de estudio y ejercicio que no vale la pena contar, solo dire que Andrés es muy convencido, creo que acudo a mis ejercicios solo por estar cerca de él, antes lo hacía y no ere precisamente por verlo a él. Mi vida siguió normal y la de él también, yo tengo mí novía y Andrés la suya, ambas se conocen y se hacen amigas; además salgo con una que otra oportunidad que se presente, siempre mujeres claro está, el único hombre con el que he estado es Andrés y por eso tal vez me da algo de celos cuando viene a verme hacer ejercicio, pues no solo me mira a mí he visto como desvia su mirada a más de uno de mis compañeros, pero cuando lo miro solo voltea la mirada y se ríe.

A mitad de semana invité a Andrés a que fueramos juntos al gimnasio de un compañero, y él acepto, al domingo ya estabamos en el gmnasio, estabamos a punto de dejar nuestras cosas en los casilleros cuando Andrés contestó su celular, por su reacción supe que no había pasado nada bueno, pues Andrés hablaba algo angustiado, luego tomo lo que había logrado guardar y salío corriendo, yo lo alcanzé y le pregunte que que pasaba, si lo podía ayudar.

Andrés- Sebastián esta en cuidados intensivos, perdón perro tengo que ir.

Por la situación en la que se encontraba no lo deje ir solo y mucho menos que él conduciera la moto, haci que lo hice yo, al llegar al hospital corrimos a recepción para preguntar en donde estaba internado, y allí nos encontramos con Diego, María y otros amigos de Andrés.

Yo- Que paso, como esta?

María- Esta muy grabe, el golpe fue muy severo , el medico dice que aunque no se comprometieron órganos, ha perdido mucha sangre y aquí en el hospital no hay ese tipo, y no encuentran donantes.

Yo- Pero como fue, que le paso?

Diego-lo que pasa es que él estaba –

Una muchacha lo interrumpió diciendo: Sebastién estaba en la moto y se estrello y se hizo una herida, además se rompió unas costillas.

Yo- Andrés, que tipo de sangre es que sos?

Andrés-A-

Yo- Pero Sebastián no es del mismo tipo?.

Es cierto exclamaron todos al unísono

Y de inmediato Andrés se dispuso a donar su sangre.

Ya han pasado dos semanas desde ese incidente, por fortuna Sebastián ahora esta mejor, nuestra rivalidad poco a poco se ha ido limando, por ahora es todo lo que les puedo contar, pues creo que es importante pedir permiso antes de hacer algo que implique a más personas.

Nota: Si van a comentar sobre el relato, el correo es Roy_salinas01@yahoo.es , pueden escribir lo que quieran, pues con Andrés nos tenemos mucha confianza.