Persiguiendo a mi hermana
Me acerqué a ella, sin hacer ruido, estaba tan cerca que empecé a excitarme y mi verga comenzaba a crecer.
Tras haber sido un asiduo lector de relatos, de todorelatos.com, al final me he decidido a enviar mis propias experiencias, para compartirlas con todos vosotros.
Tengo 25 años, vivo con mis padres y mi hermana, la llamaremos Mari. Ella es cuatro años menor que yo, mide 1.70, es morena con melena larga, un gran cuerpo y un buen par de tetas, pero lo mejor de todo, es su culo. Nunca me habia fijado en ella sexualmente hablando, hasta que cumplió los 17 años, cuando ya empezó a ser una mujer. De todas formas , nunca me había atrevido a hacer nada, entre otras cosas porque siempre he tenido novias y siempre he ido bien servido.
Todo esto empezó hace 1 año, cuando yo ya llevaba 3 o 4 meses sin novia, y empezaba a notarme muy caliente, pero me tenia que conformar con aliviarme haciendome pajas. A partir de ese momento empecé a fijarme, más de lo normal en mi hermana. Ella desde los 16 años tiene el mismo novio, y me consta que no es virgen.
Comencé a fijarme en la ropa que llevaba,y con ese cuerpo que tiene, todo lo que se pone le queda perfecto, también me fijaba en sus movimientos, pero ella jamás sospecharía que la empezaba a mirar con otros ojos. Me imaginaba follándomela, y acababa en el lavabo haciéndome unas pajas increíbles. Me las ingeniaba, para poder verla cambiándose, o duchándose, pero siempre sin que ella se diera cuenta, si lo hiciera seguro que lo contaria todo a mis padres.
Un fin de semana, que quedamos solos en casa, yo no salí de marcha, y me fui a dormir pronto. A las 4 de la mañana, escuché la puerta, me asomé al pasillo y ví que era mi hermana, un poco bebida. Pasado un rato, al no escuchar ningún ruido, me acerqué sigilosamente a su habitación. Había dejado la puerta abierta, al llegar bebida se había quitado solo la blusa, y se había echado a dormir boca abajo con el sujetador puesto, y con la falda puesta. Me acerqué a ella, sin hacer ruido, estaba tan cerca que empecé a excitarme y mi verga comenzaba a crecer. No sabía si tocarla, le levanté un poco la falda y vi su hermoso culo, con las bragas metidas entre la raja. Acerqué mi mano al culo, pero sin llegar a tocarlo, porque de repente se movió y me asusté tanto, que decidí irme a mi habitación. Y acabé haciéndome una paja imaginandome su culo.
A partir de ese día , la excitación era cada vez mayor. Un mes más tarde, mis padres decidieron hacer un viaje, y pasarían una semana fuera de casa. A mí ese fin de semana, me salieron unos planes con unos amigos, iríamos a pasar el fin de semana fuera de la ciudad. Llegó el día en que yo me tenía que marchar, pero llegamos a la estación del tren, y por problemas, el tren no salió , así que no pudimos marcharnos de fin de semana. Ya eran las doce de la noche, y decidí volver a mi casa. Llegué abrí la puerta, y entonces escuché la voz de mi hermana:
-Hola cariño, ya estás aquí?
Me callé y me asomé al salón, allí estaba mi hermana, preparando la mesa para la cena-
Cariño? La cena ya está, en cuanto prepare la mesa, cenamos!!
Mi hermana había preparado una noche a solas con su novio, y se pensaba que el que había entrado era él. Habían preparado una noche de lujuria, ya que mi hermana llevaba puesto un vestido negro, muy ajustado. Tenía que pensar con rapidez, no se me podía escapar esta oportunidad. Al estar de espaldas a mí, le veía su culo, y sin pensarlo me acerqué y saqué de mi mochila una camiseta negra, al acercarme a ella, le susurré al oido: sssssssssssss... En ese momento cogí la camiseta negra, y utilizándola como venda le tapé los ojos, y la anudé por detrás.- Así que quieres jugar,eh?- dijo ella.
Le volví a repetir: sssssssssss....
Pasé mis manos por delante, y comencé a masajearle los pechos, noté que no llevaba sostén, y sus pezones comenzaron a marcarse en el vestido ajustado. Me agaché y empecé a besarle el culo, mientras subía su vestido poco a poco, llevaba puesto un tanga rojo, diminuto. Le besaba el culo y mordía el tanga, estaba gimiendo de placer y eso me ponía a mil: -si, cariño, sigue ,mmmmmmm.... La giré, le besaba su coño por encima del tanga, hasta que lo eché a un lado y ya estaba chupando su coñito, que ya estaba mojado por la excitación, le lamia el clítoris y le metia la lengua en su rajita. Cada vez gemía más alto:
-Chúpamelo así, que bien,ahhh,- A mi cada palabra que salía de sus labios me ponía mas caliente. Estaba excitado pero a la vez nervioso, su novio podía llegar en cualquier momento, o ella podía descubrirme si se quitaba la camiseta de sus ojos. Así que decidí acelerar un poco, le bajé el tanga, mientras seguía chupando su sexo, del que cada vez salían más jugos. La volví a dar la vuelta de espaldas a mi y la hice reposar sobre la mesa.
Con el vestido subido por encima de la cintura, y el tanga por los tobillos, y todo ese culo que tanto había deseado, todo para mí. Deseaba metérsela por el culo, pero no podía perder tiempo, así que me saqué la polla, más tiesa que nunca, y se la metí por su coñito en un movimiento suave.
-Si,si, cabrón, fóllame, no pares-. Sus palabras hicieron acelerar mi ritmo de embestidas, mientras con los dedos le acariciaba sus pezones, que estaban duros como una roca, noté como ella se corrió, pero ella seguía gemiendo: -si,si,mmmmm, como me estás follando, cabrón, sigue,sigue- . Al final llegó un momento en que ya no aguanté más, y dándole cada vez embestidas más fuerte, la llené con mi semen todo su coño, mientras ella volvió a correrse. La deje dentro de su raja, hasta que vacié mi última gota de semen.
Una vez terminado, volví a susurrarle: sssssssss..... Cogí rápido un lápiz,y una hoja, y escribí lo siguiente: TE HA GUSTADO EL JUEGO? PUES SÍGUELO, NO LE DIGAS NADA A TU NOVIO.Y rápidamente cogí mi mochila y me marché. Me quedé en la ventana para ver que pasaba.
A los pocos minutos, llegó su novio, ella al escuchar su llegada, salió a la puerta, y le dijo: - Hola cariño,como has tardado no?- y le guiñó el ojo. Mi hermana seguía pensando que el polvo que acababa de echar, era todo un juego de su novio. Y no le comentó nada de lo sucedido.
A través de la ventana escuché como echaron dos o tres polvos. Cuando ya estaba pensando en irme a dormir a un hotel, escuché como mi hermana se despedía de su novio, que se iba a dormir a su casa. Entonces vi el cielo abierto. Pasado un rato, volví a entrar en casa, silenciosamente. Me acerqué a la habitación de mi hermana, estaba dormida boca abajo con un camisón corto, que dejaba ver sus braguitas. Decidí armarme de valor, y me acerqué poco a poco. Empecé a pasar mis dedos por sus bragas mientras las apartaba para tocar su rajita. Estaba bien dormida, inconscientemente, con el manoseo de su coño, empezó a mojarse. Había llegado el momento, le bajé las bragas poco a poco, le abrí lo suficiente las piernas para poder penetrarle ese culito virgen. Le estaba salibando su agujerito , cuando note que empezaba a despertarse, rápidamente saqué mi pene, y lo puse en la entrada de su culo, al empujar se despertó del todo, pero yo ya no podía parar así que se la metí con violencia.
AAAAAH,-se giró, y al verme comenzó a gritarme: - que haces cabrón ,déjame, por el culo no Pero yo no hacía caso, seguía bombeando con fuerza, hundiendo a mi hermana contra la cama.
- Cabrón,que eres mi hermano, aaah-. Entonces, de repente se calló,y mientras yo seguía penetrándola cada vez más hondo, se le empezaron a escapar gemidos de placer:- mmmmmmm, cabronazo, sigue, fóllame, no pares - y noté como con sus dedos se acariciaba el clítoris. Ya notaba que me corría, así que se la saqué ,la dí la vuelta y se la puse en la boca, ella la cogió y se la metió entera en la boca, chupándola, entonces me corrí en su boca, llenándole toda la cara y el camisón de semen, al mismo tiempo que ella también se corrió.
Acabé agotado, pasaron unos minutos, intentando los dos tomar aire. De repente se levantó muy cabreada, y me dijo : -Eres un cerdo hijo de puta, el de la venda en los ojos, también has sido tu, verdad?. Me echó de la habitación.
Al día siguiente,entró en mi habitación. Seguía cabreada, se sentó a mi lado:
Eres un maldito cabrón, no voy a decir nada a nuestros padres, pero a partir de ahora, no quiero ni que me hables, ya no soy tu hermana.
Ya han pasado unos meses de aquello, y la verdad es que todavía no me ha dirigido la palabra. Gané un buen par de polvos,y perdí una hermana. Pero creo que valió la pena, porque alguna vez tendrá que perdonarme,y quién sabe, a lo mejor algún día volvemos a repetir.