Persiguiendo a mi hermana (4)
Transcurría la noche como siempre, bebiendo, bailando y riendo con los amigos, hasta que...
PERSIGUIENDO A MI HERMANA (4)
Sigue mi historia con mi hermana. Después de hablar y llegar a un acuerdo, yo en cada ocasión que tengo, intento tener de nuevo sexo con mi hermana, pero ella no está dispuesta siempre a entregarse a mis deseos.
En muchas ocasiones, me deja tan caliente, que tengo que acabar haciéndome una paja, o en ocasiones que ella no tiene ganas, para que la deje, me la hace ella misma, o me hace una mamada rápida.
Pero en las ocasiones que esta caliente, se comporta como una puta:
Durante estas vacaciones de Semana Santa, como siempre, nos vamos a una casa que tenemos en un pueblo. Vinieron mis padres y mi hermana, pero su novio no, porque tenia que trabajar.
Llegamos al mediodia, así que después de saludar a todos los conocidos, comimos. Estaba muy cansado por el viaje, así que decidí ir a mi habitación a dormir un rato. No tardé mucho en caer. Cuando desperté, miré el reloj y vi que había dormido un par de horas. Medio adormilado, fui al baño a mojarme la cara y despejarme.
No había nadie en casa, pensé que mis padres salieron a pasear, y mi hermana se habría marchado con sus amigas, que llevaba tiempo sin ver.
Pero al pasar por la habitación de mi hermana, escuché música. Abrí la puerta, y mi hermana estaba allí. Tumbada boca abajo, con la cabeza en los pies de la cama, leyendo un libro. Llevaba una camiseta que le llegaba a media espalda, y dejaba ver sus braguitas negras, que tapaban parte de su culo.
-Hola, no te fuiste con tus amigas?-.
-No que va, estoy cansada-.
Entré en su habitación, y me tumbé a su lado. Sin decir nada, empecé a pasar mi mano por su espalda, la pasé por debajo de su camiseta y descubrí que no llevaba sostén. Seguía haciéndole un pequeño masaje con mi mano derecha,mientras ella seguía leyendo como si nada. Cada vez, acercaba más mi mano al borde de sus bragas, hasta que ya estaba sobando su culo, por encima de las braguitas. Al mismo tiempo, besaba su hombro, y su cuello, ella me lo facilitaba echando hacia un lado su cara.
Cuando ella notó que mi mano comenzaba a bajar por la raja de su culo, abrió sus piernas, y sus braguitas se metieron entre sus nalgas, dejando casi todo su culo a mi vista. Acariciaba el agujero de su culito, e iba más allá y pasaba mis dedos por su coñito.
-Pueden llegar papá y mamá-. Pero lo dijo con tan poca convicción, que no hice caso, y seguí con mis manoseos. Ella cada vez tenía más abiertas sus piernas, mi dedo ya había evitado sus braguitas y le acariciaba su coñito. Cuando noté mis dedos mojados, me los pasé por la boca, que sabor tan bueno... Seguí acariciando su coño y su culo, mi hermana ya había girado su cabeza hacía mi, y nos estabamos besando, jugando con nuestras lenguas. Alargó una mano y bajando mi cremallera, me sacó la polla, comenzando a acariciarla. Empezó a hacerme una paja, justo cuando noté en mis dedos su corrida. Aceleró los movimientos de su mano, quería que me corriera y así terminar pronto, pero esa vez no me iba a conformar.
Así que, aparté sus manos, y me quité los pantalones. Me puse de rodillas entre sus piernas. Notó cual era mi intención: - Pueden llegar en cualquier momento-.me dijo.
Que pasa, que no quieres que te folle?-.
Se quedó unos segundos quieta, y sin decir nada, se puso a cuatro patas, y se bajó las braguitas hasta las rodillas. Veo que a pesar de todo sigues siendo una puta-.,le dije y sin tiempo que perder (porque tenía razón, y en cualquier momento podrían llegar mis padres), coloqué mi polla en la entrada de su coño, y la penetré de un solo golpe, la agarré de la cintura y empecé a penetrarla en golpes secos, al poco tiempo ya no tenía que moverme, ella misma movía sus caderas, haciendo que mi polla entrara y saliera de su coñito, que a esas alturas, estaba muy mojado.
-Que puta eres, Mari-., ella no contestaba, estaba muy concentrada en sus movimientos, que hacían que su culo chocara contra mi cuerpo, de vez en cuando se le escapaban palabras sueltas: -si,si, follame-.
Noté que volvió a correrse: -uuuuuummmm-, y aceleró sus movimientos, la agarré de la cintura y seguí el ritmo de sus movimientos. Te gusta que te follen eh?-.
-si,si, me gusta que me follen, soy una puta-.
Estaba a punto de correrme, la saqué de su coñito, giré a mi hermana hacia arriba, y me corrí en su vientre, llegando a manchar su camiseta, mientras ella mojaba sus manos de semen, y se chupaba los dedos. Agarré sus bragas y acabé de limpiarme toda la polla, y le puse de nuevo las bragas: -Toma puta, así sentiras mi leche en tu coñito-.
Me quedé con las ganas de follarle el culo, pero era peligroso y habría tiempo durante los días que nos quedaban de vacaciones.
Pasó el día, y por la noche, quedamos en salir de marcha con nuestros amigos, son un grupo de amigos con los que siempre nos juntamos todos los años , que tambien pasan allí las vacaciones.
Fuimos a una discoteca pequeña, en la que casi todos nos conocemos, de años anteriores. Transcurría la noche como siempre, bebiendo, bailando y riendo con los amigos., hasta que un amigo se me acercó y al oido me dijo: -Tu hermana está muy buena-.
-Ya, pero lo tienes difícil, porque tiene novio-, le dije. La verdad es que tenía razón, mi hermana se había puesto un vestido muy ajustado y corto, y mientras bailaba en la pista, los chicos se la acercaban y se la comian con los ojos. Pensando en que todos aquellos tios, querían follarse a mi hermana, me ponía muy caliente. Pero mi hermana no se daba ni cuenta de lo que pasaba a su alrededor, seguía bailando como si nada.
Pasó la noche, mi hermana ya había tenido que rechazar varias propuestas, de algunos chicos del pueblo, era ya tarde, decidimos marcharnos todos. En el coche nos sentamos mi amigo y yo, y mi hermana quedó en medio, en los asientos delanteros, una pareja amiga nuestra. Durante el viaje, noté como mi amigo (el que me había comentado lo buena que estaba mi hermana), acercó su mano a las piernas de mi hermana, ella rápidamente las apartó, pero él seguía con insistencia.
Debería haber hecho algo, pero ver aquello me calentaba mucho. Mi hermana estaba muy enfadada con mi amigo, y le dio un par de golpes, dejándole claro que no iba a dejar que la manoseara.
Llegamos a mi casa, mi hermana y yo bajamos del coche. Al bajar mi hermana, mi amigo no dejó escapar la oportunidad de tocar su culo, pero mi hermana no pudo evitarlo, y salió del coche cabreada.
Al entrar a casa, se me acercó: -Tu amigo es un cerdo, me ha intentado meter mano, y tu no has hecho nada-.
No dije nada, y me fui a mi habitación, estaba cansado. Me puse unos pantalones cortos para dormir, y me eché sobre la cama, cuando se abrió la puerta de mi habitación y entro mi hermana. Todavía llevaba el vestido puesto, sin decir nada se acercó a mi cama, me bajó los pantalones, y empezó a juguetear con mi polla, hasta que se puso dura, y comenzó a metersela en la boca.
No podíamos hacer ruido, al otro lado del pasillo, estaban mis padres durmiendo. Parece que todos aquellos chicos y mi amigo, habían conseguido que se excitara aquella noche. Llevaba unos minutos chupandomela, se levantó y sin quitarse el vestido, se lo subió hasta la cintura y se quitó el tanga que llevaba. Se puso de rodillas dejando mi cabeza entre sus piernas, comence unas caricias suaves, rozando su clítoris con la punta de mi lengua, mientras sobaba su culo. Pasaba mi lengua por su rajita, haciendo el amago de penetrarla, pero no lo hacía. meteme la lengua, fóllame con tu lengua, vamos, quiero sentirla dentro-. Seguía jugando con su coñito, pero sin penetrarla, ya no pudo más, y agachó más su cuerpo dejando su coñito pegado a mi boca.
-Venga cabrón, me tienes cachonda, metemela-. No la hice esperar, y la penetré con mi lengua, la metía y la sacaba, saboreando todos sus jugos. En unos minutos, se corrió llenandome toda la boca, y no dudé en tragarlo todo.
Mirándome de cara, se sentó sobre mi polla, lentamente. Una vez le había entrado toda, bajaba y subía muy lentamente, no me pude resistir, y le baje la parte de arriba del vestido, dejándole todo el vestido enrollado en su vientre. No llevaba sostén y empecé a acariciar sus pechos con fuerza, sus pezones estaban durísimos.
Se le escapaban gemidos, pero intentaba reprimirlos, porque no queríamos despertar a nuestros padres. mmmmmmm-., mientras se mordia los labios para ahogar sus jadeos. Ella misma se acariciaba los pezones, su orgasmo no tardó en llegar.
Sin llegar a correrme, me la quité de encima. Qué haces, quiero más, quiero que me sigas follando-, me lo decía en voz baja, estaba muy cachonda.
La cogí fuerte y la eché contra la cama, cara abajo, tirando de sus piernas la acerqué hacia mi, y la puse de rodillas en el suelo, dejando mitad de su cuerpo sobre la cama, lo que me dejaba todo su culo para mi.
Me acerqué a su oido: -No querías que te follara? Pues te voy a follar el culo-.
-follame el culo cabrón-. Me asusté, porque gritó un poco. Pero seguí con lo mio, así que eché todo mi cuerpo contra su culo, para ayudarme a penetrarla. La metí entera en tres embestidas, en cada una de ellas, mi hermana que tenía las manos sobre la cama, agarraba con más fuerza la manta, aguantando el dolor como podía.
En poco tiempo, ya la penetraba más suavemente, y ella comenzaba a disfrutar, arqueaba más su cuerpo, para facilitarme el trabajo. Has visto como te quería follar toda la discoteca?-. No me contestaba. Te han puesto cachonda eh?, en el fondo eres una puta, y te hubiera gustado follar con todos-.
-Cállate, cabrón-. Al parecer, no le gustaban mis comentarios, seguramente porque yo tenía razón, pero no quería reconocerlo.
-Eres tan puta que te follarías a cualquiera de ellos-.se quejó de nuevo: -he dicho que te calles-, se hubiera marchado en aquel momento, pero estaba tan cachonda, que meneaba su culo, al ritmo de mis embestidas, cada vez más fuertes por mi excitación.
Eché toda mi leche dentro de su culo, tuve que aguantarme mucho para no chillar del placer. Nos quedamos echados en la cama unos minutos.
-Esta noche estabas muy caliente, mi amigo te ha puesto cachonda eh?-.
Se giró hacía mi, muy seria, y me dijo que no volviera a hacer comentarios de ese tipo, o no follaría más conmigo. Le dije que no volvería a hacerlo.
Así he pasado las vacaciones, follando con mi hermana, aprovechando que su novio no estaba. Seguiré contando mis experiencias, si alguien quiere darme su opinión sobre el tema, o tiene alguna experiencia similar, puede escribirme a mi correo. Gracias a todos aquellos que ya lo han hecho.