Persiguiendo a mi hermana (3)

Pero en el momento más inoportuno sonaron unas llaves abriendo la puerta.

PERSIGUIENDO A MI HERMANA (3)

Esta historia es totalmente verdadera.Este relato es la continuación de mis experiencias con mi hermana.

Como ya conté en los anteriores relatos sobre mi hermana, me amenazó con contarselo todo a mis padres en cuanto llegaran de su viaje. Yo estaba confundido, porque aunque al principio se negaba, siempre acababa disfrutando conmigo.

Llegó el día de la vuelta de mis padres, yo estaba muy nervioso me temía lo peor.Pasó el primer día y al parecer no les contó nada, pensé que lo haría cuando llegara el momento oportuno. Pero tras 4 dias, me dí cuenta que no tenía ninguna intención de contarlo, pero había conseguido lo que quería, que ya no la acosara más, ni intentara nada con ella, pero ella seguia evitándome y sin hablarme, enfadada como siempre.

Acepté aquella situación, a pesar, que cada vez que la veía me hervía la sangre. Decidí que lo mejor era olvidarme, y el único remedio era pajearme, pensando en ella y en los polvos que habíamos echado.

Pero cuando ya lo tenía asumido, pasó algo que volvió a descolocarme las ideas:

Una noche que mis padres habían salido a cenar, me quedé solo en casa, ya que mi hermana cenaba en casa de su novio Joaquín. Me senté en el salón y me puse a ver la tele. En eso que escuché la puerta. Era mi hermana. Fue al lavabo, y por los ruidos del agua, noté que se estaba dando una ducha. Terminó, y entró en su habitación. Pensé que se iría a dormir. Pero me equivoqué, a los minutos salió de su habitación, y fue hacia el sillón. Iba vestida, con un conjunto rosa muy provocativo, que se pone para dormir. La parte de arriba, con unos tirancitos muy finos, y el pantaloncito muy corto. Lo que más me sorprendía era que dejara verla así, porque desde mi primer polvo con ella, no dejaba verse con poca ropa. Pero sabía que yo ,ya no intentaría nada, por miedo a que me delatara.

Se sentó a mi lado y puso los pies sobre la mesa. Y miraba la pelicula. Todo esto sin mirarme a la cara, y sin dirigirme la palabra, y muy seria.

Estaba muy sexy así vestida, pero ya no me atrevía a intentar nada, después de su última amenaza. Intenté olvidarla, y continué con la peli. Empezó una escena un poco subida de tono, donde los protagonistas se besaban y se tocaban por todo el cuerpo, y comenzaban a follar violentamente.

Yo, que llevaba puesto un pantalón de deporte sin calzoncillos, noté que mi polla comenzaba a aumentar su volumen, y se veía el bulto con total claridad en mis pantalones. Tuve miedo que mi hermana al verlo se enfadara conmigo, pero al mirarla, vi que estaba muy metida en la peli. Su conjunto, era tan fino, que en la parte de arriba se le marcaban todos sus pezones. ¡ Estaba cachonda! . Pero yo no iba a hacer nada, su amenaza seguía todavía en mi cabeza. Entonces me fijé en sus pantaloncitos, y estaban mojaditos por su rajita, y dejaba transparentar los pelitos de su coño.

Mi bulto crecía cada vez más, y pensé: a tomar por culo sus amenazas, y jugándomela, alargué mi mano y la puse sobre su pierna, y sin dejar que reaccionara la dirigí a su coño, reaccionó, pero no como yo esperaba, sino que se abrió de piernas para darme más facilidades. No iba a impedirmelo. Tocaba su pantaloncito mojado, era tan fino que notaba los pelitos de su coño. Entonces noté como su mano me acariciaba la polla por encima del pantalón, no me atrevía a decir nada, por miedo a estropear aquel momento. Me bajó los pantalones, y me acariciaba la polla, subiendo y bajando su mano, con movimientos muy lentos. Ya no pude más, y me salió sin querer: -Déjame comerte el coño, Mari-. Cuando esperaba lo peor, se quitó los pantaloncitos, y se tumbó en el sillón , con su coñito mirando hacia mi. Sin pensarlo dos veces, mi lengua ya estaba lamiendo su rajita, y ella apretando mi cabeza llevándola hacia ella-. –uuuuuummm-. Esa noche iba a ser mi noche.

Pero en el momento más inoportuno sonaron unas llaves abriendo la puerta, eran mis padres que llegaban del restaurante. En el tiempo que llegaban al salón, nos vestimos lo más rápido que pudimos. Agarré un cojin, y me lo puse sobre la entrepierna, para tapar mi erección.

-Vaya, aquí estan los dos, sentaditos y sin discutir , que raro-, dijo mi padre. No se dieron cuenta de nada. Mi hermana se levantó y dijo que se iba a dormir, que estaba agotada. –Yo también, hasta mañana-. Dije, y me fui a mi habitación, y calmé mi excitación haciéndome una paja, pensando que mi hermana también estaría masturbándose en su habitación

Ya no sabía que pensar, lo de aquella noche me había desconcertado., porque esta vez no había intentado resistirse, se me entregó sin oponerse. Imaginé que aquello me daba luz verde para follar otra vez con ella.

Me levanté al día siguiente, estaba muy contento, en cuanto me quedara a solas con mi hermana, seguiríamos lo que dejamos sin acabar la noche anterior. Cuando salió de su habitación, la miré sonriendo: -Buenos días Mari-. Pero ni siquiera me contestó, me miró a la cara con desprecio y se fue a la cocina a desayunar.

Qué significaba eso? Es que se había olvidado de lo de anoche? Aunque intenté hablar con ella durante todo el día, estaba como siempre, enfadada conmigo, sin hablarme. No comprendía su comportamiento.

Definitivamente, aquella tarde hablaría con ella. Nos habíamos quedado solos en casa,y fui a su habitación muy decidido, me iba a escuchar quisiera o no. Abrí la puerta de su habitación, estaba asomada a la ventana, apoyada con los codos sobre ella, y al ser una ventana un poco baja, semiagachada, dejando su culo hacia atrás.

Llevaba un pantalón largo, muy ajustado, que marcaban la forma tan perfecta de su culo, y un top ajustado que dejaba su ombligo al aire.

Tuve que resistir la tentación de abalanzarme sobre ella, pero podía empeorar la situación. –Mari tenemos que hablar-. Pero me ignoraba, no me hizo caso.

-Mari, he dicho que tenemos que hablar-. Seguía sin hacerme caso, ni siquiera me miraba. Me puse justo detrás de ella. La tentación aumentaba, pero me resistía.

-Me tienes que explicar que pasa, anoche....-. y sin dejarme acabar, arqueó más su cuerpo, hasta que su culo llegó a tocar mi polla, y empezó a mover su culo de arriba abajo, frotándolo contra mi polla. Cuando noté que ya estaba empalmado, la agarré por la cintura, y la apreté más fuerte contra mi polla, restregándola con más fuerza por su culo.

Ella se giró, se quedó cara a cara delante de mí. –Mari, quería decirte que...-, y otra vez sin dejarme terminar, me metió la lengua en la boca, dándome un beso muy húmedo, al que contesté con mi lengua.

Me cogío de la mano y me llevo a su cama,- Túmbate-., por fin habló,le hice caso. Se quitó el top, y dejo libre sus hermosos pechos, perfectos, en los que resaltaban sus pezones duros, luego se bajó los pantalones coqueteando, hasta quitárselos del todo. Sin quitarse las braguitas negras que llevaba, se acercó a mí, y me bajó mis pantalones, mientras yo me sacaba la camiseta. Agarró mi polla, y empezó a pasar su mano sobre ella, se agachó y se la metió en la boca. Que bien me la chupaba, era la mejor mamada que me hacían en mi vida, y lo estaba haciendo mi propia hermana. –Sigue Mari, sigue-. Parece que le gustaban mis comentarios, y cada vez se la metía más en la boca, ayudandose con sus manos, cuando estaba a punto de correrme paró de golpe, -. Qué haces, Mari?, no pares, chupame la polla, sigue-. En unos segundos volvió a metersela en la boca, y siguió chupando mi polla, cuando estaba a punto de correrme otra vez, volvió a parar, dejándome al borde de la eyaculación. –No pares joder, sigue chupando puta-. Le dije cabreado, pero lo que quería era calentarme hasta el límite, y la verdad es que lo estaba consiguiendo. Volvió a metérsela en la boca, y esta vez la chupaba con más fuerza y rápidez que antes, sentía que mi polla iba a estallar en cualquier momento, y así lo hice, descargando toda mi leche en su boca. –aaaaah-.

Mi hermana se relamía, limpiando los restos de semen que quedaban en su labios. Me levanté y la tumbé, abrí sus piernas y me preparé, dispuesto a devolverle el placer que acababa de darme. Pasaba mi lengua por sus braguitas, con dos dedos aparté a un lado sus bragas, y pasé mi lengua directamente a su rajita, besaba su coñito, que dejaba mis labios mojados por su excitación. Detuve mi lengua en su clítoris, y dediqué unos segundos a jugar con él, acariciándolo con delicadeza. –UUUUummmmm-., pareció gustarle, así que seguí un poco más, en unos segundos llenó mi boca y mi lengua con una gran corrida:

-Muy bien hermanito, que bueno,mmmmmmm-.

Ahora me centraba en meter mi lengua por su coñito, le metía toda mi lengua todo lo que podía, que sabor más rico, me estaba comiendo el chochito de mi hermana. Ella se retorcía sobre la cama, acariciando sus pezones. –si,si,simmmm, me estas poniendo muy cachonda,mmmm-. Mi polla ya estaba otra vez preparada, pero seguía dándole placer con mi lengua.

-Arráncame las bragas y fóllame de una vez-. Sus deseos eran ordenes para mí, así que no la hice esperar, le di un tirón y la deje sin bragas, y la penetré con la punta, pero paré: -Quieres que te folle?

-Si, Si vamos fóllame,no te pares cabronazo!!!-.

Así que empujé con todas mis ganas, llegando hasta el fondo de su coño, casi no la había penetrado, y tuvo otro orgasmo,- uuummmmm,-. Continué mi penetración, con cada golpe de cadera que daba, sus pechos se sacudían de arriba abajo, al compás de mis embestidas.

-Para un momento-., no estaba dispuesto a hacerle caso,-. Pero, que dices Mari, ahora no-. Pero consiguió sacar mi polla de su coñito, se giró hacia abajo ofreciéndome su culo, me quedé parado. –A qué esperas, vamos fóllame por el culo, es que no quieres?-. Me tumbé sobre ella, y apretando su agujerito, conseguí meter media polla, y en la siguiente embestida la metí entera, que gusto, sentía mi polla muy caliente en su culo.

La follaba por el culo con fuerza, hundiéndola contra la cama, mi hermana echaba su cara hacía el lado, para poder respirar, -Si,si,Reviéntame,-.

Antes de soltar mi semen, se la saqué del culo, y derramé sobre su espalda, echó la mano hacia atrás como podía y mojaba sus dedos con mi leche, y luego se los pasaba por la boca.

Creí que , como las otras veces, ahora se marcharía y me amenazaría, pero siguió sorprendiéndome. –Te ha gustado?-.

-Claro que sí, ha sido el mejor polvo de mi vida. Estás buenísima Mari -.

Estuvimos hablando de todo lo que había pasado anteriormente, me dijo que en todas, disfrutó teniendo sexo conmigo, pero aquello estaba mal, porque yo era su hermano, y que ella quería mucho a su novio.

Tras hablar tranquilamente, llegamos a un acuerdo. Seguiremos cada uno nuestra vida normal, ella está muy enamorada de su novio. Pero cuando nos apetezca tendremos sexo. Tenemos muy claro que disfrutamos mucho follando.

Y esta es la historia de sexo con mi hermana, ella no sabe que yo escribo todo lo que hacemos, si se diera cuenta me mataría, no quiere que nadie sepa lo nuestro. Yo seguiré escribiendo los encuentros que tenga a partir de ahora con ella, es como desahogarse.

Me gustaría que si alguien ha tenido una experiencia parecida, o está en esta situación o alguna similar, me escribiera a mi correo y me explicara como lo lleva, porque yo me siento muy extraño teniendo sexo con mi hermana, y supongo que ella también siente lo mismo que yo.