Persecucion Inesperada

Un trio de amigos tras una persecucion inesperada encontraran el placer y el deseo desenfrenado, Ana, Alejandro y Andrés, viviran la mas frenetica de sus fantasias.

-Corre Ana, corre!!

Los dos chicos la tomaron de la mano, huyendo esa lluviosa tarde de aquellos hombres que intentaban asaltarles.

Se dirigieron por las calles de esa zona, hasta encontrar un pequeño callejón, en el cual se metieron y a lo lejos pudieron ver como aquella palomilla seguía de largo.

Esta tarde definitivamente sería algo especial para ese trío de amigos de tantos años.

Ana, se detuvo entre Alejandro y Andrés. Ella, una mujer de mas de 35 años, con su melena rubia lacia, ojos miel, labios gruesos y un cuerpo perfectamente cuidado para su edad, senos redondos y firmes, enmarcados por unos pezones ligeramente oscuros y que al endurecerse bajo un ceñido vestido veraniego, de tirantes delgados, sin brassier y con la transpiración y la lluvia parecían frutillas... una cola redonda y firme envuelta por esa vestido a medio muslo, que permitía ver esos muslos que daban inicio a unas piernas largas y bien formadas.

Alejandro estaba tan cerca de su rostro, que de pronto algo ocurrió, algo que lo llevo a mirar a Ana como nunca la había visto. Su mirada recorrió el rostro y el cuerpo de su amiga, desde sus piernas, pasando por sus hermosos senos y deteniéndose en su boca.

La mirada de Alejandro excito tanto a Ana que de momento no supo reaccionar cuando él acercando su rostro al de ella, la beso, introduciendo de golpe su lengua en su boca y ella respondió abriendo mas su boca y entrelazando la suya, en un baile de deseo y sensualidad.

Andrés al observar la escena sintió como una excitación recorría su entrepierna y se acerco por detrás a Ana, quien pudo sentir claramente la polla enhiesta de su amigo frotarse en su cola.

Alejandro deslizo los tirantes del vestido de Ana y pudo admirar sus hermosos y duros senos, bajando su boca hacia ellos y lamiéndolos lenta y profundamente, los lamía en círculos, rodeando las aureolas de los peozones y pasando lentamente su lengua sobre ellos. Ella tomo su cabello entre sus manos y gimiendo les dijo...

-Quiero ser suya, soy su puta, háganme suya ... deseo sus pijas duras dentro de mi....

La reacción no se hizo esperar, Andrés levantola falda del vestido y frotaba su dura carne contra la tanga de Ana, separando la tela de su vagina para meter sus dedos y sentir como ella, levantaba su culo en pompa para permitir que el le metiera no uno, sino dos y hasta tres dedos en esa mojada vagina.

Ella se agacho, desabrochando el pantalón de Alejandro, y masturbándole mirándole a los ojos, sonriendo y gimiendo del placer que Andrés le proporcionaba... sin pensarlo dos veces, paso su lengua sobre el glande de su amigo de la infancia, lamiendo ese tronco por los costados, por arriaba, por abajo, pasando la lengua por el ojillo de esa pija que más de una noche había soñado. Sus manos acariciaban sus testículos mientras ella abría la boca a horcajadas para meter todo ese objeto de deseo en su boca.

Andrés quito el tanga y de un solo movimiento fue introduciendo su verga en la vagina de Ana, quien gustosa abrió las piernas para facilitar su penetración, acariciando con sus manos su clítoris mientras la penetró. El vaivén de esa situación hacia acompasada la mamada que le brindaba a Alejandro quien disfrutaba el ver como su amiga tragaba su carne y su amigo de tantas correrías la penetraba a la vez... Al no poder ver bien, dirigió su mano hacia el trasero de su amiga, y pudo sentir el borde de la pija de su amigo entrando y saliendo de esa mojada vagina... introduciendo un dedo a la vez de esa pija lo cual arrancó un gemido largo de su amiga, quien se dedicó a mamar y succionar con mayor deseo... ella solo pensaba en sentir esa leche escurrir por su garganta y hacia todo para conseguirlo.

Esta situación no duro mucho tiempo pues ambos machos descargaron su semen dentro de las cavidades de esta hembra que parecía animal en celo, deseosa y ansiosa de que esto no terminara.

Lentamente ella giró hacia Andrés, besando sus labios con sabor aun al semen de su amigo, esta situación esta tarde los convertiría en mas que solo amigos...

Alejandro se agacho y paso su lengua entre las firmes nalgas de su amiga, y metiendo los dedos en su vagina, los lleno de esa mezcla de jugos y semen que lentamente esparció en ese ano que comenzaba a dilatarse.

Ana no espero mas, y bajo a comerse ese pedazo de carne que tanto placer le había dado, chupando primero sus testículos para después iniciar una maravillosa labor de succión.

Alejandro mientras tanto, separo las nalgas de su amiga e introdujo su pija lentamente en ese culo estrecho que se abria poco a poco para el.

La imagen era mas que erótica y los tres jadeaban y gemían sin parar, disfrutando a plenitud sus deseos, sus sueños, sus fantasías... y sobre todo, la realidad que vivían.

La corrida no se hizo esperar, Alejandro lleno los intestinos de su amiga con su semen, mientras por la boca de Ana escurría un pequeño hilo de semen el cual rápidamente limpio con su lengua.

Ana no quería que esto terminara y le pidió a Alejandro que lamiera su vagina, y el se hincó frente a ella para pasar su lengua lentamente sobre su clítoris duro y firme, lamiéndolo, succionándolo y mordiéndolo con calma.

Andrés se paro detrás de ella y froto sus senos por la espalda, mientras ella echaba hacia atrás su rostro para besarlo mientras su mano pasaba a su pija para masturbarlo, sintiendo como cobraba vida de nuevo con sus experimentadas caricias.

La lengua de Alejandro lentamente recorría su clítoris como si escribiera un poema erótico con la punta sobre su sensible botón de placer. Ella gemía y un grito se desprendió de su garganta mientras jalaba la cabeza de su amigo para sentir su lengua con mas fuerza, y sus dedos la tocaban dentro de su vagina.

Ella se hincó entre ambos, decidida a demostrarles su agradecimiento una vez mas, y mientras con cada mano tomaba una pija, su boca recorría alternadamente una y otra verga, lamiéndolas y chupándolas alternadamente.

Sus manos apretaban los testículos y su boca era una verdadera aspiradora, sus ojos se clavaban en los de sus amantes furtivos y demostraban el placer que sentía al ver esos rostros desencajados.

Alejandro pasó una pierna entre los muslos de su amiga, y ella frotaba su humedad con ella. Masturbándose a placer mientras seguía brindándoles la mejor mamada de su vida a sus "casi hermanos" de tantos años.

Se levanto un poco, pasando las pijas por sus senos, frotando sus pezones con ellas, para después bajar de nuevo y meterlas en su boca, hasta que pudo ver en sus ojos que estaban por terminar, y abrió su boca para recibir esas descargas de leche que llenaron su rostro, su boca y escurrían sobre sus firmes senos.

Ella se levanto, ambos la acariciaban por todos lados, embarrando el semen por su cuerpo, ella los beso uno a uno, y lentamente cubrieron sus cuerpos con sus ropas, mojadas, y tomando a ambos de las manos salieron caminando, al despedirse Andrés, ella beso lentamente a Alejandro, mientras acaricio su entrepierna diciendo

  • Me acompañas a casa?, aun tengo... miedo.

Espero sus comentarios a rodin1791@hotmail.com , si desean contactarme a su messenger serán bien recibidas sus ideas e historias sobre como esta historia podría continuar... Cielo, gracias por compartir esta fantasía.