Perra sumisa atendiendo a mi dueño... y sus amigos
Cuando se demuestra de muchas maneras que le pertenezco a mi marido y puede hacer de mi lo que le plazca... hasta compartirme y convertirme en su perra!!
Nuestro matrimonio iba de mal en peor.... en el trabajo me ascendían, ganaba más que mi marido pero eso empezó a afectar la vida sexual, decía que se sentía humillado y que de seguir sintiéndose así no le interesaba seguir conmigo, el había sido el único hombre en mi vida, me desvirgó a las 14 años y hasta ese momento mi cuerpo solo había sido suyo, pensarme sin él era el fin de mi felicidad... estaba dispuesta a hacer todo para retenerlo a mi lado.
Atravesábamos esa crisis y al tratar de resolverlo me dijo que lo único que el quería era saber que yo era suya, que le pertenecía y que seguía siendo la mujercita sumisa que el conoció, le respondí que sí, que era solo suya y que si me habían promovido no era por otra cosa más que mi desarrollo profesional, que no me había acostado con nadie para escalar peldaños y que mi cuerpo había sido solo suyo, él entre dientes murmuró... "hasta ahora".... y le dije que así sería siempre, que le pertenecía y que haría lo que fuera para demostrarselo.
Asi transcurrieron los días con una extraña y tensa paz... hasta que me dijo que ya sabía cómo iba a probarle que le pertenecía sin restricciones pero que yo lo descubriría hasta el momento oportuno.
Llegó el viernes de esa semana, me habló por teléfono en la tarde para avisarme que tendríamos visitas, que era una noche muy especial y que al llegar a casa me cambiara por la ropa que estaba en X lugar, hasta ese momento no me parecía sospechoso, solía llevarme regalos y este me parecía uno más de ellos y una muestra de que quería resolver las cosas... y en efecto.. era lo necesario.
Al abrir la caja encontré un vestido sumamente corto, con la espalda desnuda y un pronunciado escote en V, negro y de seda... me lo probé y se ajustaba perfecto a mis 95 cms de pecho, y apenas y cubría mis grandes nalgas y caderas pronunciadas, lo acompañaba una diminuta tanga y unas zapatillas de unos 12 cms.... yo mido 1.56, tengo piel morena clara, cabello lacio a media espalda y 101 cm de cadera, cintura estrecha y piernas torneadas por el ejercicio practicado por años. Le hablé a mi marido y le dije que gracias por el regalo, que si ese lo iba a usar después de que se fueran las visitas y me dijo que no, que me lo pusiera de inmediato y que me arreglara... Obedecí sin tener muy claro lo que pasaba, ya no pedí más explicaciones, finalmente le dije que haría lo que fuera para salvar nuestro matrimonio no?
Empezaron a llegar sus amigos aún antes que él, a dos de ellos ya los conocía y empecé a servirles copas y comportarme como una buena anfitriona, aunque me sentía incómoda porque al menor movimiento se alzaba el vestido y dejaba ver el inicio de mis nalgas, y al siquiera voltearme sentía que el escote iba a revelar de más, eso fue excitandome, ya que sus miradas eran cada vez menos discretas y yo intentaba hacer la platica para esperar a mi esposo y que el ambiente se relajara, hablabamos de trivialidades, el trabajo y de pronto uno de ellos me dijo que mi marido era un hombre tan afortunado de poseer una hembra como yo... eso me desconcertó porque nunca me habían hablado así y menos un amigo de mi marido!! afortunadamente en ese momento la puerta se abrió y era él, fui a saludarlo, me abrazó pero subió ligeramente mi vestido, intenté bajarlo y solo me susurró... acuérdate que eres mía y puedo hacer contigo lo que quiera, entendiste!! yo solo atiné a darle un beso y decirle que si, que así era. Transcurrió la velada entre copas y llegadas de amigos, y me resultaba extraño que ninguno venía con sus esposas o novias, se lo comenté y me dijo que así estaba planeado, que ya entendería la razón. Mi marido puso música para bailar y yo me sentía demasiado observada ya que cada vuelta el vestido volaba y dejaba al descubierto esa tanguita diminuta, de pronto le dijo a uno de los 7 amigos que integraban la reunión que se le notaba que tenía ganas de bailar, así que literalmente me entregó en sus brazos, estuvimos bailando pero cada vez el toqueteo a mis nalgas era evidente y se notaba a leguas que iba provocándole una erección, así mi marido me fue indicando con quien me tocada bailar y cada vez los movimientos eran más rápidos y bruscos, como para provocar que el vestido revelara más y más de mi cuerpo, hasta que volvió a tocar el turno de mi marido que sin miramientos me subió el vestido y les dijo a todos: "¿les gusta mi mujer? Miren que ricas nalgas tiene!! y un culito bien apretadito!!" yo solo me recargué en su pecho dejando que el siguiera hablando y sin inmutarme, me volteó y me abrió el vestido dejando mis pechos al descubierto y dijo "y que tal estas tetas? redondas y duritas!!" yo tenía los pezones erectos del nerviosisimo y extraña excitación de estar siendo exhibida de esa manera, me dirigí a el y le dije que se detuviera, que ya estaba tomado y que me estaba humillando... me dijo que apenas estabamos empezando que no me atreviera a contradecirlo o a negarme a nada o en ese momento se iba de la casa... así que callé y baje la cara, acto seguido les dijo "les tengo un regalito muchachos, quien quiere cogerse a mi perra?" nadie dijo nada, todos estaban excitados y con sendas erecciones, pero nadie se atrevía a decir "Yo" me dio la vuelta enfrente de ellos diciendo que estaba deliciosa , se puso en frente de uno de ellos y poniendo mis nalgas hacia el me dijo inclinate perra, así quedó mi culo a su disposición, mi marido que estaba a mi lado hizo de lado la tanga y dijo miren que rico y apretadito está, al tiempo que se chupaba un dedo y me lo introducía en el ano... yo quise levantarme pero me tenía sujetada por la cintura y me lo impidió y dijo aaahhh a esta perrita le hace falta algo para saber su lugar!! sacó su dedo de dentro de mi y me llevó hacia el centro de la sala, me ordenó que me desnudara ahi mismo cosa que hice de inmediato por temor a su reacción, ya que me tuvo desnuda sacó de una bolsa de papel un collar con una correa que colocó en mi cuello... las lagrimas mezcladas con excitación rodaban por mis mejillas, tenía miedo pero no quería perder a mi marido, asi que no objeté ninguna de sus órdenes, ya con la correa colocada me dijo, asume tu lugar de perra y arrodillate!! una vez que me tuvo en el suelo me dio una vuelta por la sala, exhibiendome así ante los presentes, cada vez se atrevían a tocame más mientras él decía, cosoas como "esta perra es mía y se las voy a prestar", "gozen de tocarla" "miren que rico culito" "que delicia de nalgas vamos a darnos esta noche todos" me indicó que me subiera a la mesa de centro y obedecí sin tardanza, cada vez jalaba con más fuerza el collar obligándome a seguir sus órdenes... me puso su pene que ya tenía una enorme erección frente a mi cara y me la metió en la boca, solo dijo "ah que rico me la está mamando mi perrita" mientras tenía su pene en la boca sentí que sus amigos empezaban a levantarse y cada vez estaban más cerca de mi, yo solo oía cinturones que se abrían, pantalones que caían al suelo y frases como "que rica está tu puta amigo" "pero si bien escondidito que te lo tenías" "con perra en casa y sin compartir!! que mal amigooo!!" sentía manos que me tocaban todo el cuerpo, y mi marido les dijo que sacaran el lubricante que estaba en la misma bolsa de papel, lo sacaron y empecé a sentir dedos por mi vagina y por mi culo al mismo tiempo, uno de ellos el que imagino que estaba metiendome el dedo en el culo le dijo "si puedo cogerme a tu perra verdad?" y el respondió lo que ya se adivinaba... "ESTA PERRA VA A SER DE TODOS HOY", eso lo excitó tanto que se vino en mi boca y me ordenó tragarme su semen mientras sentía como ponían más lubricante en mi culito y poco a poco mi cuerpo comenzaba a responder pese a las lagrimas que corrían por mi cara, mi culo estaba más que dilatado y ansioso por ser penetrado, no se quien fue el que me la metió, pero estaba muuuy rico, me tomaba por la cintura y me embestía con fuerza y hasta el fondo, mientras mi marido decía a sus amigos que quien quería una mamada, al que dijo "YO" le dio la correa y dijo les presto a mi perrita, hagan con la puta lo que les plazca que para eso está, para satisfacernos hasta morir...
Así fueron pasando uno a uno, turnándose entre mi inundada vagina y mi ano, poniendome vergas en la boca hasta que empecé a detectar mi propio sabor en ellas, me jalaban la correa cuando querían que cambiara de miembro en mi boca, así era hasta que mi marido reclamó la correo y les dijo que fueran creativos que tenían a una puta enfrente, que no la desperdiciaran, así que se acostó y me ordenó que lo montara y me lo clavara en el culo y que dejara mi clitoris y tetas expuestas así fueron cupandome los senos mientras otros más me tocaban mi vagina que ya estaba tan húmeda entre mis jugos y el semen de todos, ya a ese punto las lágrimas se habían desaparecido, gemía de placer y gritaba que era su perra que me cogieran a placer!! mi marido me volteó para quedar sobre el y me la metió en la vagina, se sentía enorme su miembro de tanta excitación, y se deslizaba delicioso entre tantos liquidos me miró a los ojos y me dijo "te amo" "ya te quedó claro quien es el que manda?" "te queda claro que eres mía, mi perra" y le dije que si, que era suya y que el podía hacer conmigo lo que quisiera, mientras tanto sentía manos en todo mi cuerpo, me metían indistintamente dedos en el culo y otro me chupaba las tetas mientras tenía clavada la verga de mi marido en mi vagina, me acercó a el jalando la correa y me besó al tiempo que abría mis naljas dejano mi culo más expuesto que nunca... alguien puso más lubricante en mi ano y empecé a sentir la punta de su pene que intentaba penetrarme, intenté moverme más la correa con la que me sujetaba mi marido no lo permitió, solo me jaló y me abrazó al tiempo que susurraba "acuerdate eres mía y te tomo como quiera porque me perteneces" y sentí como un enorme pene me penetraba mientras mi marido aún estaba en mi vagina, me embestía con muchisima fuerza provocando que se frotara mi clitoris intensamente, yo gemía y me movía, me había vuelto en una perra cualquiera, gozando de más vergas que la de mi marido, tuve muchos orgasmos que me hicieron gritar de placer y decía "si mi amor, soy tu puta" "hazme tu perra cuando quieras!"eso excitó a mi marido tanto que se corrió dejándome más semen en mi cuerpo, el que me penetraba analmente me sujetaba las nalgas como si quisiera arrancarmelas y tuvo un orgasmo que parecía eterno, dejándome toda su leche en mi culo, cuando pensé que había sido todo, que ya no podía más, mi marido jaló la correa para permitir el paso de otros de sus amigos que reemplazaran a aquellos dos que acababan de dejar se semen dentro de mi, tuvimos así dos cambios más, sintiendo ricas embestidas, vergas unas más grandes que las otras pero sumamente placenteras... yo veía reflejado en los ojos de mi marido tanto placer que me excitaba aún más... ya casi al amanecer en el último cambio, se puso de pie y ya que esos dos me tenían bien ensartada se puso frente a mi y me ordenó que se la mamara, así, tres vergas en mi cuerpo, ya no controlaba yo mis movimientos, era un animal en celo cogiendo sin parar... todos dejaron su semen dentro de mi... el último en correrse fue mi marido... cuando terminó... jaló la corrrea, quitándome a los que aún me tocaban o penetraban y llevándome a gatas a la recámara dijo "mi perrita se va a descansar"...