Perra, puta y zorra en el extranjero 3
Un viaje a México me permite disfrutar de una lujuriosa experiencia sexual
Llegue al DF. Viaje de descanso, una amiga me recogía en el aeropuerto, fuimos a su casa, descanse y en la noche salimos a conocer su nuevo novio.
Nos reunimos en un bar de la ciudad, era una reunión de compañeros de trabajo y sus parejas, como era nueva y estaba sola me presentaron a Camilo, un norteño de 40 años, guapo y muy buen conversador. Él estaba de paso y no tenía compañía para esa noche.
Camilo paso toda la noche a mi lado seduciéndome, hablándome, no paraba de halagarme y decirme lo que guapa que estaba. Seguía su juego pero no le permitía avanzar, no lo deje dar un paso de más en todo la noche.
Al día siguiente, Camilo me llamó, me invito a tomar unos tragos, acepte. En su auto comenzó su ataque frontal. Se notaba caliente, arrecho, sus palabras alborotaban la puta que llevo dentro, este hombre comenzó a gustarme y ni modo, pronto caeríamos en un juego de perversión, estaba fuera de Cali y no tenía nada que perder.
Fuimos a un bar de la ciudad, estratégicamente pidió uno de los reservados, empezamos a beber y a platicar. La conversación fue llegando a los temas sexuales, me pidio que le contara una experiencia muy cachonda.
Le conté que en mi juventud conocí un hombre mayor que me daba única y exclusivamente por el culo, después invito a otro amigo y luego al tercero, me pasaba el día entero comiéndome a los tres.
Los detalles lo calentaron, me calentaron, el licor y la charla acabaron de alborotar mi puteria.
Camilo no dudo, empezó a manosearme, a tocarme las tetas, a pellizcarme los pezones. Me beso, me metió la lengua y en medio del beso, su mano llego a mi vagina, le encanto mi húmeda, estaba encharcada.
Me metió los dedos. Me bajo los calzones y me chupo el coño, mientras me dada dedo.
Se puso de pie y me mostro su verga, un pene grande y grueso, duro, me encanto. Lo masturbe mientras Camilo me mamaba las tetas, me mordía los pezones. Pidio la cuenta y fuimos a un motel.
Se la mame en el carro, una vez entramos a la habitación, me puso de espaldas contra la pared y me chupo el coño con los calzones puestos, me los quito y me chupo el ano, me metió la lengua en el culo y me arreche mucho más.
Me arrodillé, saque su vergota y me la trague, la sentí en la garganta, en me follaba por mis boca, no aguante y me corrí. Me puse de pie, estaba muy arrecha, lo acosté en la cama, quería sentir esa polla partiéndome en dos, me la metí sin condón, me senté encima y cabalgué hasta venirme otra vez, me corrí cuando sentí su leche llenándome el chocho.
Me dormí, desperté cuando sentí sus dedos jugando con mi culo, lo acariciaba, luego metió una de sus falanges, después me puso lubricante del condón y me ensarto con dos de sus dedos. Mientras tanto me besaba y me decía que era una colombiana muy puta, muy arrecha.
Me puso en cuatro, se forro en el condón y me clavo lento por el culo, no pensé que le entrara toda la polla pero me la comí toda, le dije que estaba rica, que me diera pinche cabrón, me ensarto duro y empezó a darme nalgadas.
Gemí y grite, le pedí más verga, dame polla cabrón, dame verga piche mexicano… mis palabras lo pusieron como un animal, me grito puta, alabo mi deliciosos culo. Le pedí que lo sacara y metiera rápido duro, para venirme. Me agarró el pelo y tiraba de él mientras me daba y me daba verga delicioso hasta que gritando nos vinimos los dos.
Al día siguiente me llamo, iba a llevar a un amigo a una fiesta, me recogió, pasamos por su amigo, el tipo me gusto, también era norteño, estaba bueno y no paro de mirarme las tetas y las piernas, ese día andaba super escotada y con un vestido corto.
Dejamos al amigo en la fiesta, seguimos íbamos a un motel, Camilo me preguntó, te gustó? Porque tú le gustaste a él, vi cómo te comía con la mirada. Es mi amigo, no hay pedo si quieres cogértelo, antes me gustaría… pues lo llamó a su cel y regresamos por él.
Nos metimos a una habitación amplia, empezamos a beber y a platicar. Era una charla nerviosa, de estudio, ninguno daba el paso. El licor hizo el resto, una vez nos entonamos y bailamos un poco camilo le dijo a su amigo que yo era una flaca muy caliente, que por eso lo había invitado, para que le ayudara a darme verga.
Camilo me saco me saco las tetas y empezó a chuparlas, su amiga me preguntó qué era lo que más me gustaba. Le dije todo: que me manoseen y metan dedos y la lengua, que me pongan a mamar y me llenen de leche, que me la metan por delante y me hagan venir y luego me culeen.
El amigo de Camilo sacó su verga, parada, y me puso a mamár, jadebaba, me decía que era una colombiana mamadora, una pera traga vergas, que me la quería meter solo por el culo.
Mientras tanto, Camilo me metía los dedos en la chocha, me daba nalgadas. Saco su vergota y se las mame a los dos.
Su amigo me levantó la faldita, me bajo los calzones, le puse el culo en la cara, empezó a meterme la lengua y a darme dedo, me lubricó y me metió su grande y gorda polla. Su verga entro en mi ano sin mucho esfuerzo, me hizo mover y me besaba, pasaba su lengua por mi cuello y me embestía muy rico, me abría y hacia gozar con cada ensartada.
Camilo, me empezó a tocar, metió sus dedos en mi chocha y me hizo venir de la masturbada que me pegó. Le pido a su amigo que me la sacara, me sentó en una mesa, me abrió las piernas y me clavo por delante. Estaba mojadísima y eso lo pone a volar, me apretó las tetas y me las chupó mientras me daba verga.
Me hizo voltear, quede de espaldas, me enculo, me agaché hasta donde estaba su amigo sentado y se la empecé a mamar. Camilo me culiaba fuerte, me gritaba perra, colombiana puta, traga vergas, y me apretaba los pezones.
Su amigo mientras se la mamaba le dijo a Camilo que quería acabar, que me quería meter leche en mi culo, me la saco, me sentó en su polla, mientras su amigo se ponía otro condón. Se acercó y me la metió fuerte y empezó a bombear rápido uff! Yo jadeaba del placer, no se demoró más y cuando se estaba viniendo, me la sacó y me regó su leche por mis nalgas, mientras disfrutaba de la verga de Camilo en mi vagina.
Camilo me la saco, me puso en cuatro y me la ensarto de nuevo en mi ano, empezó a darme durísimo, a decirme putica rica, perra rica. Cuando menos lo esperaba me clavo por delante, me tomo de la cintura y me la clavo con todo, su gran polla me abría, hacía sonar mi chocha con cada embestida, no resistió más y me lleno de leche.
Regrese a casa de mi amiga en la madrugada, al otro día me ofreció un gran desayuno y me invito a pasear por la ciudad. Me pido que le contara con detalles. Sonreí, le dije que si, siempre y cuando me platicara como cogía con su nuevo novio. Fue un resto de día de conversaciones calientes.