Periodista

Según mi madre es un trabajo de charlatanes y entrometidos, siempre me está repitiendo que ‘en dos días terminaré presentando algún programa del corazón’…Sí ya, más quisiera yo, al menos saldría por la tele, aunque lo que de verdad me gusta es escribir, y por esa razón se supone que he acabado aquí

Llevaba bastante tiempo trabajando aquí, dos años, quizá tres, pero conforme estaban las cosas ya era bastante…Aún así me sentía como el primer día, parecía el chico de los recados. Hasta la grapadora que había encima de la mesa había ascendido más que yo, ella al menos había pasado del cajón al escritorio, yo, ni eso.

La verdad es que no lo entendía, me habían contratado como a cualquier otro, tenía buenas recomendaciones por las prácticas que había hecho anteriormente y la nota media de la carrera era cuanto menos aceptable, ¿y para qué?...Para servir el puñetero café a los gilipollas que rondaban como zombies en la redacción.

Exacto, soy ‘periodista’, según mi madre es un trabajo de charlatanes y entrometidos, siempre me está repitiendo que ‘en dos días terminaré presentando algún programa del corazón’…Sí ya, más quisiera yo, al menos saldría por la tele, aunque lo que de verdad me gusta es escribir, y por esa razón se supone que he acabado aquí….Encerrado en un periodicucho de mala muerte.

¿Sabéis cuántos artículos he escrito? ¡Tres! Y uno era sobre una mujer gorda que se había quedado atascada en un agujero del suelo. Casualmente pasaba por allí y mi ‘brillante artículo’ sirvió para rellenar un hueco en la sección de Sociedad… ¡Joder! Y por un par de risas que se me escaparon mientras la sacaban del agujero casi me despiden, sin contar el bolsazo que me llevé cuando la tía salió de allí.

Eso sí, antes de irme le dije con saña ‘Si lo sé empujo con el pié hacia bajo’. Luego huí a toda prisa de la escena escuchando sus improperios mientras me descojonaba de risa. Se lo había ganado, por vaca-burra.

¿Los otros dos artículos que he escrito? Bueno, mejor ni recordarlos, no quiero seguir ‘cubriéndome de gloria’.

La cuestión es que como cada día llegué a mi pulcro y cómodo lugar de trabajo, que traducido quería decir, cuchitril oscuro lleno de mierda en donde se acumulaban cajas de polvo. Y es que claro ¿podía esperar menos que aquello? No, claro que no, yo era el periodista estrella de la redacción…Bueno, estrella-do, en todo caso.

Sin embargo aquella mañana todo cambió, ¡tenían un trabajo de investigación para mí! no podía creerlo, estaba eufórico, ¡por fin había llegado mi momento!

Entré en el despacho del Director con mi cara de felicidad, es decir, de gilipollas, y esperé a que mi jefe… Un tío de 44 años, que cabe destacar, estaba para follárselo, me dijera de qué iba el reportaje.

Ah, lo olvidaba, me gustan los maduritos interesantes, pero sobre todo me gusta él, joder que si me gusta, ahora viene el momento de desvariar un rato… Y es que poseía unos hermosos cabellos negros salpicados armoniosamente con alguna que otra canita que centelleaba en aquel pétreo mar oscuro, unos ojos de color carbón, una sonrisa torcida y todo el porte altivo de un ejecutivo digno de ser plasmado por el propio Miguel Ángel…Bueno no que está muerto, otro escultor de los de ahora.

¡A la mierda las descripciones de ensueño! Lo que a mí me ponía era su cuerpo, sus fuertes manos, su espalda ancha, su culito, seguro que bastante prieto, he oído por ahí que está casado, pero si tengo un poco de suerte no se ha jodido la vida todavía, y por último ese paquete…Dios, siempre que lo veo me doy cuenta, primero pasa el paquete y luego le sigue él…Joder. Seguro que usa unos boxers de los que marcan todo. Ya estoy desvariando otra vez, y eso que sólo ha sido un momento de despiste de mi pequeño cubículo a su despacho.

Entonces me senté en la silla y le miré con atención. Él me dedicó una sonrisa devastadora, de anuncio, Consecuencia: Me dio una descarga en toda la polla provocando que me empalmara. Vale, ahora estaba con una erección mientras asentía a sus palabras como un imbécil.

Crucé las piernas para disimular la tienda de campaña mientras me acercaba más al escritorio.

-Bueno David aquí tienes todos los informes.-Me dijo mientras hundía sus dedos entre los cabellos, peinándolos un poco, aunque eran revoltosos, sus ojos me miraban con tanta fijeza que me quedé mirándole sin más.

-¿No vas a leerlos?-Insistió ladeando levemente el cuello, abriéndose por inercia un poco la camisa que tenía tres botones sin abrochar, y lo que había debajo me dejó sin aliento, juraría que había visto el inicio de un tatuaje y prometía ser enorme, tan enorme como su p…Bueno, la cuestión es que entonces volví a la tierra y cogí los papeles asintiendo como cinco o seis veces extra. Creo que se percató de que le estaba mirando y quizá también de que parecía sufrir algún tipo de retraso mental, porque esa cara de tonto que estaba poniéndole no era normal.

-Sí, claro…-Pude decir al final revolviéndome un poco en el asiento mordiéndome los labios.-Joder…-Murmuré por lo bajo poniendo los papeles en toda mi cara para que no me viera.

La suave risa, profunda y a la vez varonil me hizo apartar los papeles para mirarle. -¿Pasa algo?-Le pregunté.

-No, nada…-Aseguró tecleando algo en el ordenador, entonces se alzó y percibí su fragancia con ese simple movimiento. Caminó despacio hacia mí, que forma de moverse, igual que un depredador acechando…Se colocó detrás de mi espalda, apoyando los fuertes brazos a los lados de la silla y de mi cuerpo…Empezó ha hablarme desde atrás, sentía su aliento rozar mi cuello, se me erizó el bello de la nuca, un poco más y suelto un gemido, su voz me derretía, casi podía escuchar su corazón palpitar tras de mí, pero eso no era lo peor, porque no dejaba de imaginarme como sería acariciar aquel marmóreo torso, dorado por el sol, tumbarle sobre la cama y jugar con él hasta cansarme...

-Mira, tienes que centrarte en estos temas, ¿de acuerdo?..-Me preguntó mientras nuestros perfiles casi se rozaban al haberse inclinado, y cuando giré el rostro nuestras respiraciones se entremezclaron, me raspó levemente con la barba de dos días por la cercanía…En los temas que él me decía seguro que no pensaba.

-Vale…-Balbucee con dificultad, carraspeando para mirar otra vez los papeles quedándome petrificado. Dios tenía un atractivo y una voz excitante y unos labios llenos y jugosos. Otra corriente me sacudió y me hizo vibrar.

-Veo que lo has entendido…-Sentí sus fuertes dedos apretarse bajo mi hombro, dejando una caricia cuando se fueron y sus labios rozaron mi oreja, según creí yo de forma accidental.

Se apartó justo a tiempo, de haber tardado un poco más no sé que hubiera hecho.

Se sentó de nuevo y pude observar su ancha espalda, perdiéndome con una insolente mirada por las curvas de sus perfectos y marcados músculos, sintiendo una tensión abordarme con intensidad.

Apreté la mandíbula al mismo tiempo que varios grados más atravesaron mi cuerpo torturándome.-Bueno entonces me voy.-Dije de forma automática alzándome para irme, y cuando por fin iba a cruzar la puerta con aire triunfal

-David…Los papeles-De nuevo esa sonrisa que podría derretir los polos me atacó y esa voz me nubló.

Giré el rostro. Gilipollas, imbécil, en un par de segundos solté mi lista de insultos favoritos dirigidos hacía mi persona y tuve que pensar rápido, ¿cómo coño iba a coger los papeles sin que viera mi entrepierna en ese estado?, como no hiciera algo iba a mojar hasta los pantalones.

-Ah sí Jajaja.-Sí, ríete so gilipollas, mira lo que has conseguido, olvidar los putos papeles.

Lo que estaba a punto de hacer era ridículo, pero ya puestos.

-Ostias! Me ha dado un tirón en la pierna, mira ya vengo luego a por eso, ¿eh?…Uff no puedo casi ni andar, ahh…-Qué tú te puedes preguntar querido lector ¿Cómo me va a dar un tirón cuando estoy más inerte que un cactus en mitad del desierto? Era una excusa como cualquier otra, yo que sé.

Entonces vi como mi jefe se levantó y me arrinconó de repente contra la pared ante mi atónita mirada, jadeándome en el oído. Sentí toda su erección impactar contra mi culo cuando me empujó.

-¿Ah sí? ¿Un tirón?...-Preguntó entre malicioso y divertido lamiéndome el contorno de la mejilla deteniéndose en la oreja. ¿Aquí?...-Y deslizó su mano para agarrar mi polla, entonces gemí con fuerza.

-Sí, ahí…-Jadee…-Que considerado ¿me vas a curar el tirón?...-A pesar de estar en una situación un poco extraña seguía con mis tonterías, no sabía ni que decir. Era mucho más alto que yo y su cuerpo el doble que el mío, yo siempre había sido más bien tirando a normal.

-No soy médico, pero te voy a poner una inyección bastante gorda, te aseguro que te va a dejar muy relajado, ya verás…Se te va a quitar toda la tontería- Aseguró de modo persuasivo… ¿¡Qué!? Estaba alucinando con lo que me decía. Pero no podía pensar mucho, por que los papeles ya estaban en el suelo y nosotros besándonos como dos animales furiosos, jadeando boca con boca, mordiéndonos los labios intensamente mientras nuestras salivas se mezclaban…Normalmente me gustaba más joder, pero haría una excepción….Mis manos le agarraban ansiosamente y bajaban por sus bien formados brazos, tenía un cuerpo hecho para disfrutar, él me apretaba las nalgas con fuerza , el bestia me había metido la ropa interior por el culo y nuestras erecciones se encontraban frotándose con fuerza.

-Joder, eres un animal…-Me quejé gimiendo y pegándome más a él cuando clavó sus dientes en mi cuello como si pretendiera devorarme.

-Ahh…-Grité como una nenaza, pero coño es que parecía un salvaje.

Cuando me di cuenta estaba encima de la mesa, había tirado algunas cosas al suelo…-Aún no has visto nada…-Aquellas palabras me pusieron muy caliente y tiré del borde de su camisa mirándole a escasos centímetros.

-¿Y a qué esperas?…-Le pregunté agarrando sus caderas para que quedaran encajadas entre mis piernas y nuestras erecciones chocaran de frente.

-MMh…-Gemí largamente como si me estuviera follando sin dejar de sujetarle-Ahh sí…Ahh!-…Creo que aquello fue un detonante, porque me tumbó de golpe contra la mesa y se subió sobre mí, me aplastó con su peso el muy hijo de puta y me sacó la camiseta lanzándola por ahí, de un tirón me bajó los pantalones hasta las rodillas y me hizo temblar, estaba sudando y sentía el ambiente asfixiante.

Le clavé la mano en el pecho, abriendo un par de botones, sí, tenía un tatuaje enorme, pero sus pectorales eran más llamativos…Le bajé la cremallera de los pantalones, haciendo hueco entre sus boxers, efectivamente eran boxers, y entonces pude ver su enorme estaca que parecía amenazarme…Estaba completamente erecta, brillante y pulsaba sobre mis dedos cuando la cogí

-Pedazo de p…-Pero no me dio tiempo a decir nada más, por que había tirado de mi pelo y me estaba follando la boca con fuerza mientras me miraba con arrogancia y diversión.

-¿Si verdad? Cómetela, que es toda para ti.-Envistió mi boca y casi me atraganto con aquel falo que entraba y salía friccionándose contra mis labios, sintiendo cada vena de la verga con mi lengua, que la chupaba con succiones certeras…El trozo caliente de carne se clavaba en mi boca repetidamente y yo jugaba con sus testículos masajeándolos mientras me deleitaba con su sabor….

Mi pene también estaba erecto, pero no era como el suyo, que va, su tamaño era colosal, no, mejor dicho, era el Coloso y pronto estaría el llamas

-Mmh…-Gemí sin dejar de tragármelo, pero entonces me apartó por el pecho de un empujón mirándome de un modo perverso.

Tenía el culo ardiendo y deseoso por recibir aquello en mi ano. Prácticamente me hizo contorsionarme y le abrí las piernas, exponiendo la entrada mientras veía mis piernas una a cada lado quedando muy abierto. Le miré con inocencia un instante, una que no tenía claro.

Entonces me apuntó con su herramienta y se enterró en mi cuerpo mientras sentía cada centímetro de él dentro de mí…Gemí con fuerza apretando los ojos, y también mi entrada, era enorme, me había llenado hasta llegar al fondo de mis entrañas, tocando fondo de un solo golpe, me tapó la boca con su mano para que no nos oyeran y se inclinó sobre mí mirándome desafiante

-¿No querrás dar un espectáculo verdad? -Sentí su respiración agitada pasar por los huecos de los dedos que cubrían mis labios cuando me susurró aquello. Negué despacio y apartó la mano.

-Puto bestia…-Gemí cuando recupere el aliento y terminé por reírme aún con la respiración entrecortada.

-Pero bien que gimes…Como una perra en celo…-Y me dio otra fuerte estocada jadeando sobre mis labios, pellizcando mis pezones mientras sus caderas se hundían con fuerza hasta que sus testículos dieron directamente contra mi trasero.

Cada vez se enterraba más, se contoneaba contra mí y yo contraía el recto para sentir su extensión llenarme sin poder quejarme.-Oh joderr ahh!!! Sí asíi mmghh…Ohh!-Me movía como un poseído contra él, arqueándome y dando bocanadas del gusto…Él se movía al contrario que yo y atacaba mi próstata con cierto salvajismo.

-Másss máss…-Pedí apretando sus brazos sintiendo como me alzaba prácticamente de la mesa por las duras embestidas, escuchaba la madera crujir bajo nuestros cuerpos.

Apretó mis nalgas alrededor de su hombría masajeándolas con un ritmo frenético y loco.

Entonces me corrí manchando su abdomen con un gritó…-Mhhggg!!!.- Pero lo acalló nuevamente metiéndome los dedos en la boca, los cuales lamí y mordí sintiendo fuertes oleadas de placer y una corriente que me sacudió de la cabeza a los pies. Se inclinó más sobre mí, aplastándome y siguió alargando mi sensación hasta que su pene explotó también y se corrió llenándome con su semen, jadeando roncamente mientras me besaba, ahogando los gemidos para no hacer mucho más ruido

La verdad es que tenía razón…Sí, me había dejado relajado el polvo, cuando se separó y recuperé el aire le solté una tontería de las mías…-Estás hecho todo un Doctor… ¿eh?...-Aún me quedaban ganas de bromear.-Si fuera siempre así no me importaría ir al médico…-

Se rió al escuchar mis palabras y salió de mi culo arreglando el desperfecto que habíamos formado. Me vestí intentando que pareciera que en verdad había estado hablando de algo relacionado con el trabajo.

Hice una mueca cuando me puse en pie.-Pff…-Refunfuñé con cierta molestia ahí abajo.

-Bueno, pero siempre puedes venir a verme cuando tengas otro tirón…-Me dijo y tuve que reírme sin poder evitarlo.

-Sí claro…-No sé si me había dejado peor que al principio, pero era evidente, me había gustado...

-Lo tendré en cuenta…-

Visto así tampoco estaba tan mal mi trabajo…De repente tenía unas ganas enormes de hacer algún viaje de empresa lejos de allí