Pergamino
Leeerlo
Sonjay se levantó, se inclinó hacia Amy, le tomo la cara y la beso, luego le tomo la mano, ‘’yo prefiero la cama, vienes’’ dijo Sonjay mirándola. Amy se levantó pegándola contra la pared y le susurro al odio ‘’te quiero dar, pero no precisamente consejos’’
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Capítulo 10 (Parte I)
Subieron al cuarto y después de hacerlo durante horas se quedaron profundamente dormidas, al día siguiente Sonjay se levantó temprano y salió de la casa dejando a Amy completamente desnuda en cama.
Al levantarse tomo la sabana y se enrollo en ella, salió hacia la cocina y encontró unas panquecas con una nota ´´vuelvo pronto´´ miro el reloj y ya iban hacer la 1:00 de la tarde cuando se disponía a morder el panqueque abren la puerta de la entrada , entra Micko corriendo, Amy que de un salto se montó en la mesa.
Sonjay entro con unas bolsas cerró la puerta y las arrojo al suelo
-¿Qué haces? bájate de la mesa-
-esa estúpida bola de pelo quiere mis panqueques lo se, lo se,, lo veo en sus ojos, solo míralo como me ve y saca su lengua, es como si se burlara de mí, NO TENDRAS MIS PANQUEQUES, ¿ME OYES?
-Amy por última vez bájate de la mesa-
-peroo-
-bájate vale, la vas a dañar-
-¡No, hasta que termine de comer!-
- ¿es enserio?-
-¿te parece que juego?
-rallos-
Sonjay se acercó para bajarla y termino quitándole la sabana dejándola sin ropa sobre la mesa.
Sonjay: ¿por qué no tienes ropa interior?
Amy: porque no sé dónde la tiraste anoche.
Sonjay: (se sonroja y la mira) bájate de la mesa.
Amy: ya me baje, ¿ feliz?
Sonjay: No sabes cuanto.
Amy:¿ por qué me miras así?
Sonjay: como así
Amy: con cara de quesua.
Sonjay: cla-claro que no, te miro normal.
Amy: (ríe) mis ojos están más arriba chica rara.
Sonjay: ay, ya déjame. Ponte algo de ropa, eres un exhibicionista de lo peor.
Amy: (ríe) vale, vale.
Amy subio al cuarto busco su ropa se ducho y se vistió poco tiempo después reviso su teléfono y había un mensaje por correo. Era de la universidad
‘’ Buenos días señorita Villanueva. Le escribimos para informarle que usted ha sido seleccionada de la lista de espera para ser integrante de nuestra distinguida universidad. Esta selección ha sido por la buena calificación obtenidas en las pruebas que usted presento, le invitamos a acercarse al plantel para su inscripción el día martes 25
Sin más que decir le deseamos un hermoso día’’
Amy (salió corriendo hacia donde Sonjay la abrazo y le dio un gran beso) Soy una puta VAGINA, soy el mejor, soy un huevito arrechísimo nojodas mírame mundo MIRAME (rie)
Sonjay: ¿qué te pasa?
Amy: ve esto.
Sonjay (toma el teléfono y le mira) déjame explicarte algo, acá la VAGINA soy yo, ya que yo fui la que te ayudo a estudiar y por lo visto lo hice muy bien (le da el teléfono) Bien por mí. Ah, por cierto felicitaciones, (guiñe un ojo y se va)
Amy: VANIDOSA.
A trascurrir la tarde Amy se fue a casa y le conto a su mamá lo de la universidad. Ana salto de alegría y la abrazo apretándole los cachetes. Poco tiempo después tocaron la puerta –estas esperando a alguien Ana- pregunto Amy –No- dijo Ana
Amy camino hacia la puerta volvieron a tocar el timbre no sabe por qué pero los segundos que tardo en caminar entre la sala hasta la puerta pasaron de forma muy lenta podía oír los pasos, coloco las manos en la manilla, abrió la puerta, y alzo la mirada.
En frete de la puerta estaba de espaldas un señor alto, de piel blanca, cabello rubio claro, ojos grises y contextura normal perecía perdidos en el horizonte como mirando al pasado. El señor volteo lentamente hasta coincidir las miradas
Amy se quedó sin habla, mientras empezó a temblar y sin más empezó a quedarse sin respiración su corazón se aceleró y se le hizo un nudo en la garganta y sin más se le escapo un susurro Jonathan.
Jonathan: (dijo con una voz muy gruesa) ¿la conozco señorita?
Amy le dio una mirada lacerar y corrió hacía su cuarto dejándolo en la puerta. Ana salió de la cocina gritando su nombre, cuando de pronto voltio vio a Jonathan viéndole fijamente con sus ojos grises. Ana se sorprendió y le respondió la mirada
Jonathan: ¿Puedo pasar?
Ana: ¿Para qué me preguntas? Si siempre terminaras haciendo lo que te plazca.
Jonathan: sigues igual de prepotente y hermosa
Ana: ¿Qué haces aquí?
Jonathan: Pues aunque ahora te parezca desagradable tenemos un hijo en común.
Ana: No Jonathan, tus eres el desagradable. Sebastián es lo más hermoso que me pudiste dar.
Jonathan: ¿Dónde está Sebastián?
Ana: ¿te importa?
Jonathan: Nunca me dejo de importar.
Ana: pues nos demostrarte lo contario.
Jonathan: era joven y un imbécil.
Ana: No culpes a tu falta de experiencia hay algo que se llama ´´sentido común´´ y tu nunca lo tuviste y lamentablemente yo tampoco.
Jonathan: Quiero verlo Ana.
Ana: ¿Que? ¿Es un capricho? ¿Quién te crees que eres Jonathan? ¿Por qué volviste? Después de tanto tiempo. ¿por qué remover el pasado? Vete de mi casa.
Jonathan: por favor Ana.
Ana: VETE.
Jonathan: Entiendo. Aquí es donde me estoy quedando, Feliz noche.
Ana: Adiós Jonathan.
Jonathan salió y cerró la puerta. Ana se quedó en la sala viendo hacia la ventana, suspiro y se sentó en el sofá mientras mirabas sus manos. Se acordó de tomo lo que había pasado entre ello, más no añoraba el pasado. Solo lo recordaba como una simple experiencia y allí en aquel lugar, en medio de objetos, se dio cuenta que el olvido está lleno de memoria.
Subió a donde estaba Amy pero ya estaba dormida y en el piso estaba los afiches de futbol que le había dado Jonathan junto con las estrellas que él alguna vez le había pegado en el techo. Ana la arropo y apago luz. Fue a su cuarto apago la luz y encendió su lámpara de noche, se colocó a leer un libro y poco tiempo después se quedó profundamente dormida.
Una semana después
Era una mañana nublada, las calles y callejones se veían oscuros y lúgubres más sin embargo había algo de belleza en esto.
Sonjay se dirigió a casa de Ana y toco la puerta tiempo después salió Ana. Ese día no había ido a trabajar porque se sentía mal más sin embargo se mostró muy amable la hizo pasar y le dio café con leche. Sonjay se sentó y miro el café, Ana se sentó delante de ella y la miro
Ana: Amy no está.
Sonjay: Ya- ya pude notarlo, es solo que tengo tiempo sin saber de ella, no responde mis mensajes y estoy algo confundida
Ana: Nada es por ti.
Sonjay: ¿qué le pasa?
Ana: No habla conmigo.
Sonjay: entiendo, ya debo irme.
Ana: espera
Sonjay: ¿si?
Ana: ¿Tus ojos siempre fueron claros?
Sonjay: No, cambian una vez al mes. Es algo raro.
Ana: mmm, cuida de mi bebe.
Sonjay: (se sonroja) claro.
Sonjay tomo una camioneta hacia la cancha de la universidad, se bajó y fue corriendo hacia la cancha de futbol ahí se yacía Amy pateando los balones hacia la red una y otra vez luego se loco a trotar por toda la cancha, Sonjay bajo hasta donde estaba ella, Amy cargaba unos audífonos y parecía perdida del mundo. Sonjay se sentó solo a mirarle. Luego de un tiempo Amy noto la presencia de Sonjay corrió hacia ella se tiro a su lado, se quitó la camisa quedándose en top.
Estaba toda empañada de sudor y se podía ver como su pecho bajaba y subió tenía, los ojos cerrados y respiraba por la boca. Luego los abrió y la miro fijamente – lindos ojos claros. Chica rara- dijo con voz entre cortada.
Sonjay: ¿siempre será asi?
Amy: ¿a qué te refieres?
Sonjay: a que si te vas a perder todo el tiempo.
Amy: No es por ti.
Sonjay: sé que no es por mí. Pero aun así te vas.
Amy: No sé, creo que bastas con tus problemas para agregarte los míos.
Sonjay: Un problema más un problema menos.
Amy; Mi papá volvió.
Sonjay: ¿cómo?
Amy: vino hace una semana, quise partirle la cara.
Sonjay: entiendo.
Amy: no sé, fueron demasiados sentimientos reencontrados.
Sonjay: No puedes aislarte de esa forma, Ana está preocupada y me imagino que igual o peor que tú.
Amy: estaba tan bien.
Sonjay: ¿Y por qué dejar de estarlo?
Amy: porque me molesta el hecho de que se haya ido y luego que venga con su cara lavada como si nada.
Sonjay: Amy, habla con tu papá te sentirás mejor y…
Amy: (le coloca el dedo índice entre sus labios) Cállate y bésame.
Sonjay: Simplemente no te mereces que te bese, ya debo irme. Cuídate mucho, necesitaba verte.
Amy: No te vayas.
Sonjay: Si no me buscaste antes, es porque precisabas de soledad. Así que eso te daré. Hasta pronto Amy.
Amy la siguió con la mirada hasta perdérsele de vista, se acostó mientras gotas muy finas empezaron a caerle en la cara, eran frías como el hielo pero exquisitamente refrescantes. Amy se levantó y corrió hasta alcanzar a Sonjay, la abrazo por la espalda y dijo a vivas vos -realmente quiero que te quedes- Sonjay respiro profundo y sonrió se voltio y la abrazo.
De pronto las gotas de lluvia se hicieron más fuertes empapando toda la cancha y a ellas, Amy tomo a Sonjay por la mano haciéndola correr hacia la red para recoger el bolso y fueron corriendo al cuarto del conserje, el cual siempre estaba abierto. Entraron y se resguardaron de la lluvia.
Sonjay se sienta encima del escritorio mientras exprimía y batía su cabello, Amy se yacía parada en la puerta inclinada sacudiendo su larga cabellera y empezo a peinarla con las manos.
Amy: esta enredado.
Sonjay: ven te hare una trenza
Amy camino hasta Sonjay y se recostó de la mesas, Sonjay empezó a peinarla con sus manos, -ayyyyy me estas halando- grito Amy –quédate quieta- dijo sonjay. Le tejió una trenza que le quedo más arriba de las caderas, al terminar la lanzo para colocársela de lado y por accidente se la pego en los ojos. Amy se quejó y empezó a sobarse, Sonjay la tomo por los hombros y la voltio dándole besos y soplándolo
Sonjay: ay, disculpa. ¿Estás bien?
Amy: si, solo me pica un poco.
Sonjay: Ouch, lo siento.
Amy: tranquila.
Sonjay la recorrió con la mirada a Amy y sonrio,
Amy: ¿Qué?
Sonjay: ¿Te puedo preguntar algo?
Amy: claro.
Sonjay: ¿tienes frio?
Amy: ¿ah?
Sonjay miro hacia el top y levanto la ceja, Amy bajo la mirada y noto que sus pezones estaban completamente erguidos, la miro y se tapó.
Sonjay: (rio)
Amy: eres una pervertida.
Sonjay: ¿Yo?
Amy: si
Sonjay se bajó de la mesa y fue esta ella, tocando el pezón con su dedo índice, alzo la mirada y la miro a la cara –sí que me gustes es ser pervertida, entonces sí. Soy una gran pervertida- le tomo la cara y la le da un beso.
Pasaron varias horas y aun la lluvia no cesaba se podía ver la neblina afuera y hacia un frio que helaba los huesos
Amy se sentó en el piso y Sonjay se acostó en sus piernas.
Amy: cuando volverán tus ojos oscuros.
Sonjay: mañana supongo.
Amy: ¿tienes marcas nuevas?
Sonjay: siempre tendré marcas nuevas.
Amy: ¿en tus muñecas? ¿En la nuca?
Sonjay: No. ¿Por qué?
Amy: Solo pregunto.
Sonjay: se hace tarde.
Amy: ¿nos vamos?
Sonjay: No me gustaría ir tan tarde por esta zona
Amy: vámonos pues.
Amy se colocó su camisa que estaba aún mojada, tomo la mano de Sonjay y caminaron hacia el metro, estaba oscuro al punto de caer la noche, asi que era algo tarde para esperar una camioneta o para ir caminando. Pero les pareció más factible irse a pie. Caminaron una cuadra y media, y aun les faltaba una cuadra y media más, Amy iba delante. Aun lloviznaba, andaban lo más rápido posible, cuando de pronto alguien hala a Sonjay por la camisa, era un muchacho con cara de pocos amigos, cargaba un bolso de lado. La tomo por el cuello y miro a Amy mientras lanzaba una sonrisa lúgubre – Que bellas- dijo con una voz muy áspera. Amy se acercó hacia él, cuando de pronto saco una navaja de su bolso y se la coloco en el cuello a Sonjay. –No te acerques, mira que estoy loco y nervioso- dijo entre risas. –Ten mi bolso, déjala ir- Dijo Amy con firmeza. El chico tomo el bolso y se lo guindó encima- gracias, eres muy amable. Pero me siento solito en ocasiones, tu panita parece dar una excelente compañía- dijo lamiendo a Sonjay.
Sonjay se movía de un lado a otro tratando de zafarse, pero era complicado aquel muchacho infringía una gran presión, sin mencionar lo nerviosa que estaba ¿y quién no? Con una navaja casi lacerando su cuello, Sonjay miro a Amy a los ojos como si le hablara y en efecto eso hacía, le pedía a gritos que mantuviera la calma, que no hiciera nada impulsivo como cosa característica del hombre que lleva dentro. El muchacho tomo a Sonjay con más fuerza mientras retrocedía poco a poco- Amy se intentaba acercar, pero cada vez que lo hacia el chico la amenazaba. Asi que tenia que quedarse estática.
Los minutos parecían pasar con enorme lentitud, mientras que la llovizna se transformaba en gotas cada vez más gruesas, mientras que la oscuridad se iba comiendo los callejones, no había ni un alma por aquel lugar - eres un maldito, desgraciado. ¿Qué? ¿Sólo te metes con mujeres? Dijo Amy – Claro, por eso tengo un gran semental entre mis piernas- insinuó el sujeto, mientras se lo agarraba por encima del pantalón. Amy se echó a reír y lo miro – eso me hace pensar que deseas probar- dijo entusiasmado – Imbécil, lo que tú no haces con ese pene. Lo hago yo con esta lengua.
El chico lanzo a Sonjay hacia unos contenedores de basura y tomo a Amy por el cuello. –entonces te quedaras sin ella- dijo sin bacilar, cuando se disponía a clavarle la navaja Sonjay pego un grito y el collar de su cuello empezó a brillar, este brillo cubrió completamente Amy y sin más Sebastián apareció, tomo la mano del sujeto quitándole el cuchillo, lo golpeó en la cara dejándolo tirado en el piso. Fue hasta Sonjay y la levanto.
Sebastián: ¿te hiciste daño?
Sonjay: ¿Có-como es que?
Sebastián: No lo se.
Sonjay: No importa, vámonos a casa.
Sebastián: pero ando sin ropa.
Sonjay: Bueno tapate tu coso con mi sweater.
Sebastián: Claro, y que mis nalgas queden al aire. Literalmente hace mucho frio.
Sonjay: deja de quejarte.
Ambos caminaron hacia la salida del callejón, cuando de pronto un trueno alumbro todo y un rastro de sangre mancho el piso, el muchacho se había levantado cortando a Sebastián por un costado. Sebastián lo tomo por la camisa lo golpeo en el estómago y lo noqueo. Coloco las manos en la herida y callo arrodillado en el piso.
Sonjay: ¡SEBASTIAN!
Sebastián: No grites chica rara, despertaras a los gatos.
Sonjay: ¡o por dios! ¡o por dios! Estas perdiendo mucha sangre.
Sebastián: Mira que lindos ojos oscuros.
Sonjay: ¿Qué? ¡claro! Eso es (coloco sus manos en la herida)
Sebastián: No funciona, No decides a quien revivir. Ahora entiendo porque.
Sonjay: ¿Qué?
Sebastián: dejarías de revivir a alguien que merece una segunda oportunidad, por alguien que tu crees que merece esa segunda oportunidad. Que contradictorio ¿no? ( cae al piso)
Sonjay: SEBASTIAN, que-quédate conmigo.
Luego de unos instantes el collar de Sonjay se deshizo y Sebastián volvió hacer Amy. Sonjay empezó a acaricia la larga cabellera de Amy mientras sus lágrimas se confundía con las gotas de lluvia.
-Debe ser muy frustrante para ti ver morir a alguien que quieres, y más teniendo semejante don-
Al voltear miro a Mónica.
-Sonjay: ¿Qué haces aca?
-Mónica: Observo
Camino hacia Amy, y le tomo el pulso –es leve, pero con eso me basta- coloco ambas manos en la herida y salió una luz roja y en poco minutos la herida se cerró. –listo, soy un éxito-
Sonjay: También eres enviada de RA.
Mónica: Si, en parte.
Sonjay: ¿Qué?
Mónica: Si me dio mi don, pero a diferencia de ti. Solo puedo curar, más no revivir.
Sonjay: ¿Curas a quien te plazca?
Mónica: sí.
Sonjay: ¿por qué Sebastián?
Mónica: No me importa Sebastián.
Sonjay: Pero Amy si.
Mónica: exacto. ¿Vamos a mi auto? o ¿prefieres que muera de un resfriado?
Se montaron en el auto, al llegar la metieron en la cama y bajaron hasta la sala. Mónica camino hasta la alacena y saco galletas dulces
-¿Cómo sabes que tendría dulce?-
-A los enviado de RA nos encanta los dulces. tú eres una subordinada ¿o me equivoco?
-¿Subordinada?
-déjame ver tus marcas-
Sonjay se levantó la camisa y se colocó de espaldas mostrándole las marcas de sus espalda
-Eres de los subordinados-
-¿a qué te refieres?-
-Cuando RA nos creó, no lo hizo de un solo golpe. Primero creo a los ‘’rebeldes’’ individuos capaces de usar el don con su propia voluntad, pero claro que esto fue una mala idea. Luego a los subordinados, los cuales están atados a animales. En si, el don lo lleva el animal, ustedes son solo el medio de conducción, asi RA tendría más control de estos dones, ¿Es que no lo entiendes? Eres una simple marioneta, yo también lo soy. Pero a diferencia de ti, yo no uso hilos. Por eso tus marcas son enredaderas, las mías son más figuras entrelazadas de color negra. Y no se ven, a menos que yo así lo quiera. (sonríe) Deberías averiguar más de tu procedencia-
-¿cómo sabias que Sebastián estaba mal?-
-A ti te avisa tu animalito, a mí la naturaleza-
- El trueno-
-Eso, eres muy inteligente-
- eres un prepotente, pero igual te agradezco-
-Soy la mejor, y bueno. ¿Qué se puede esperar de los subordinados? Hasta la próxima, Sonjay-
Mónica salió y se perdió en medio de la lluvia con su auto y su impresionante ego. Sonjay subió a su habitación y se metió en la ducha, sus manos estabas manchadas con la sangre de Amy, se le había olvidado por completo empezó a lavarlas en la regadera mientras que la sangre corría por sus pies hasta desaparecer en el desagüe, tomo el bajón, empezó a pasarlo por todo su cuerpo y estrujo su cuello justo en la parte donde la había lamido aquel sujeto. Se metió de lleno en la regadera dejando que la mojaran por completo, cerro sus ojos y levanto la cara. Tiempo después sale de la ducha y se sienta en la cama,
Cuando de pronto sintió unas manos pasar por su abdomen, se dio la vuelta y era frete a ella estaba Amy. Estaba más pálida de lo normal y muy fría.
-Sonjay-
-¿sí?-
-Muero de hambre-
Sonjay sonríe, hala a Amy y la abraza con fuerza –No quiero perderte-
Amy la mira algo confusa, toca su cabeza –me duele mucho la cabeza. ¡Espera! ¿Dónde está el collar?
-(No debe recordar nada) es que nos fuimos a rumbear y tomaste más de la cuenta-
-¿Qué? Pero no recuerdo un coño-
-exacto, tomaste demasiado. Y bueno, se que callo, espero no te molestes-
-mmm estás bien. Entonces tengo resaca. ¿Y por qué estoy sin ropa?
-y-yo abuse de ti-
-(ríe y mira el reloj) ¿Que haces duchándote a las 3:00 AM?
-¡ay! haces muchas preguntas, (se le acerca) mejor ahora abusa tú de mi- lanza la toalla al suelo.
-umm, muero de hambre-
-Dos semanas después-
Casa de Ana
Enrique: ANA, ¿HAREMOS PASTA O PIZZA?
Amy: ¿Cocinaras hoy?
Enrique: si
Amy: estupendo.
Enrique: ¿te esperamos a cenar?
Amy: no me lo perdería, nos vemos ahora. ADIOS ANA.
Enrique: cuídate.
Ana: AMY ESPERAA
Enrique: ya se fue, demasiado tarde.
Ana: siempre anda corriendo.
Enrique: si hasta parece a los ratoncitos eso que han estado jodiendo por ahí.
Ana: si, compre esta pega.
Enrique: bueno vamos a colocarla.
Ana: (rie) a por ellos.
Enrique: Amy ha estado más condescendiente.
Ana: si, pero suenas preocupado ¿estás bien?
Enrique: No sé cómo ser papá y menos de una adolecente casi mujer.
Ana: Enrique, con ser tu basta, además eres una hermosa persona. El tiempo dirá, ahora ven álzame, sé que pasan por acá. Esos desgraciados.
Enrique: yo te alzo cuantas veces desees. (Sonríe)
Amy corría a la universidad pues le tocaba inscribirse, tomo su bici y pedaleo. Al llegar la encadeno a las barras y llevo sus papeles ya inscripción no duro mucho, empezaba a clases dentro de una semana por cual debía, comprar cuadernos lo antes posible. Tomo su plan de estudio, alió de la universidad y camino a la cancha. Ahí estaban todos sus viejos amigos, con los cuales solía joder, ir de rumba y ligar. Todo se veía como si jamás fuese sido de tal forma. Bajo y cruzo hacia la salida cuando de pronto alguien la tomo del hombro.
Al voltear noto que era miguel.
Miguel: Epale
Amy: hola.
Miguel: pensé que no te volvería a ver.
Amy: pues aquí estoy.
Miguel: eso me alegra (arquea una ceja) ten.
Amy: ¿Qué es eso?
Miguel: Son la audiciones para el equipo de futbol.
Amy: Es dentro de dos semanas.
Miguel: si, la harás ¿no?
Amy: claro.
Miguel: genial. Hasta entonces.
Amy: estaré ahí.
Miguel: Un consejo. Deberías rebajar un poco tu cabello, es decir, así no te estorba.
Amy: (toma su cabello)
Camino hasta la salida, tomo su bici y pedaleo hasta su casa, tiro la bici y entro.
Su mamá estaba cocinando con enrique.
Ana: llegaste temprano
Amy: si, mamá ¿me haces un favor?
Ana: claro
Amy: corta mi cabello.
Ana: ¿te has vuelto loca?
Enrique: hazlo Ana, eso es lo que quiere.
Ana: p-pero.
Amy: Mamá, solo es cabello.
Ana: es un hermoso cabello.
Amy: Maaa.
Ana: está bien, esta bien. Si eso quieres.
Amy: ¡si¡
Ana busco unas tijeras y sentó Amy en una silla -¿Que tan corto lo quieres?-. -lo más corto posible- dijo Amy sin vacilar. Ana hizo una cola de caballo y paso la tijera de un solos golpe, la cola de caballo cayó al piso –eso irá a los niños con cáncer- dijo Ana sonriente, empezó a cortar hasta dejarlo completamente corto. – ¡Listo! Afirmo Ana, -déjame ver- dijo Amy ansiosa.
Corrió hacia el baño y se miró detenidamente y empezó a peinar su cabello con las manos, cuando entra su madre y la toma por los hombros.
-¿sabes a quien te pareces?
- ¿A quién? Ana-
-Hazel Grace-
-¿Quién es esa?-
-la chica esta, de bajo la misma estrella-
-¿Quién?-
-(Ríe) Bueno. La cuestión es que, te sienta muy bien ese corte-
-Gracias Ana, me gusta más así-
Ana besa a Amy en la frente, vuelven a donde Enrique para terminar de cocinar. Enrique se encontraba masajeando la masa para la pizza.
-Enrique: Vaya, pensé que lo tendría que hacer todo yo solo-
-Ana: Ay amor que exagerado-
-Enrique: ¡Wow! Mira que preciosa Amy-
-Amy: Gracias Enrique. ¿Dónde aprendiste hacer esto?
-Enrique: veras, mi abuelo tenía un restaurante de comida italiana. Mi padre trabaja allí, yo iba todos los días después de la escuela. En lo particular siempre me gusto la cocina de todo tipo, veía a mi padre hacer estas comidas y con el pasar de los años fui aprendiendo de todo un poco. Lo primero que aprendí fue esto, la pizza (la tira la masa de la pizza)
-Amy: ¿Qué paso luego?
-Enrique: Mi abuelo tuvo que cerrar, tenía el vicio de las apuestas. Termino dando las escrituras del restaurante como forma de pago, perdió y bueno, desalojamos el local. Mi padre y yo nos mudamos a Mérida, estudie, me gradué y bueno heme acá en caracas, lo demás es otra historia. – ¿Quieres agregar los ingredientes?
-Amy: Claro. Le echaré mucho, mucho, mucho queso-
-Ana: Espera. También échale mucho, mucho, mucho, Jamón-
-Enrique: y mucho, mucho, mucho, maíz-
- Amy: (ríe) está bien, le echare mucho de todo-
Una vez lista la pizza, se sentaron en la mesa y tomaron las rebanadas
-Amy: te quedo excelente
-Enrique: Gracias, a todas estas ¿Por qué cortaste tu cabello? Es decir, ustedes las mujeres son bien delicadas con eso.
Amy: Hare una prueba para entrar a un equipo de futbol
Enrique: Yo amo el futbol ¿Cuándo es?
Amy: dentro de una semana.
Enrique: Déjame entrenarte.
Amy: ¿tu? (ríe)
Enrique: ¿crees que no puedo?
Amy: No te ofendas, pero puedes dislocarte la cadera.
Enrique: ¿sí? Apuesto a que no puedes quitarme la pelota.
Amy: adelante.
Ana: ok, pero primero terminen de comer y fregar los platos. (Ríe)
Amy: está bien maaa.
Enrique: si amor.
Unas horas más tarde enrique y Amy estaban en la cera uno frete al otro, Enrique tenía la pelota de futbol.
Enrique: ten, para darte ventaja.
Amy: Que considerado.
Enrique le hace un pase Amy y esta o recibe –Ven por ella, exclama Amy. Enrique se echó a corres tras Amy pero no podía alcanzarla –eres muy lento- dijo entre risas. Enrique se quedó parado en la cera, mientras Amy aun corría, al percatarse se paró – ya gane- dijo mirándolo. Enrique negó con la cabeza mientras sonreía. Se agacho alzo su mono y se sacó dos pulseras que tenía en los tubillos y las hizo a un lado, dio dos brinco, miro a Amy y articulo un –corre- Amy lo miro con cara de confundida.
Enrique volvió a correr pero esta vez ya estaba frente a Amy le quito la pelota y seguido de largo- estas muy lenta- exclamo, Amy salió tras él a toda prisa pero por más que corría ni se le acercaba, enrique la miro y sonrió –ok, no correré intenta quitármela asi- Amy tomo una gran bocanada de aire e intento robar el balón pero Enrique era muy rápido y tenía un dominio ejemplar, Amy termino sentándose en la acera.
Enrique: ¿te rindes?
Amy: de bolas que si, afs menuda mierda. ¿Cómo es que?
Enrique: esas son pesas de tobillo, cada una pesa 20 kilos, las llevo conmigo todo el tiempo. Me dan agilidad.
Amy: Lo note. ¿Tu papá te enseño?
Enrique: No. Estuve en un equipo.
Amy: ¿sabes qué?
Enrique: ¿Qué?
Amy: tienes que ser mi tutor.
Enrique: (ríe) ahora ¿sí? Ven vamos por agua.
Amy: ¿Cuándo empezamos?
Enrique: ahora el que lo debe pesar soy yo.
Amy: no me joda.
Enrique: tranquila pequeña salta montes.
Por otro lado Sonjay se encontraba en casa preparando todo para volver al instituto, tomo tus nuevas libretas, las identifico y metió en su morral. Miro su móvil no tenía ningún mensaje de Amy -será que yo soy la que piensa en hablarle cada momento- pensó en voz alta, se miró en el espejo u observo el lugar donde solía estar en collar, recordó aquel echo ocurrido y miro sus manos. Volvió alzar la mirada al espejo, tomo sus converse viejas y corrió hasta la tienda del viejo Zu.
Entro y lo encontró tomando una taza de Té.
Viejo zu: quelida sonjay, ¿pol que tanta plisa?
Sonjay: Necesito preguntarle algo.
Viejo zu: Soy todo oídos.
Sonjay: Ese collar, ¿Qué tenía? El que le dio a Sebastián. Como es que pudo convertirlo en hombre y luego mujer ¿así? ¿Sin más?.
Viejo zu: es un collal mágico, esta echo de la necesidad del individuo.
Sonjay: No comprendo.
Viejo zu: ¿Que necesitas pala sel una sándwich?
Sonjay: Pan.
Viejo zu: ¿qué necesita Amy pala salvalte?
Sonjay: Ser, Sebastián.
Viejo zu: sí. Ela un collal comun y coliente, pelo al deseal Amy plotegelte se volvió un collal de luna llena, conviltiendo Amy en Sebastian, la vida buscala la manela.
Sonjay: volvió hacer Amy cuando estuve a salvo.
Viejo zu: exacto. Pelo
Sonjay: ¿pero?
Viejo zu: eso suma una luna, ya que uso la fuente de podel más cercana.
Sonjay: es decir, que ahora le quedan dos
Viejo zu: exacto.
Sonjay: No es justo.
Viejo zu: él así lo quiso, vino aquí lo vio, me plegunto pala que ela y se lo di. Jamás pregunto cómo funcionaba o de que estaba hecho. Solo quelia plotegelte. Tu le das el podel a las cosas pala dañalte o ayudalte.
Sonjay: Tiene que decirme como contrarrestar el hechizo.
Viejo zu: no, no, no. Yo quelida Sonjay, Soy su más fiel y humilde lectol.
De pronto Sonjay se yacía fuera de la tienda, esta estaba cerrada. Sonjay corrió de nuevo, pero esta vez a su casa, subió las escaleras y saco el pergamino, afectivamente estaba tachada otra luna. Se sentó en la cama mientras que Micko la acariciaba con su cabeza, empezó hacerle cariñitos y miraba detenidamente el pergamino.
-Esto no está bien. Cada vez sé más, y entiendo menos. Debe haber una forma, ¿pero cuál? Maldición. Cada vez me siento más culpable. Micko dame amor (se tira en la cama) Ahora como le explico esto a Amy-
Continuara.
-Esto no está bien. Cada vez sé más, y entiendo menos. Debe haber una forma, ¿pero cuál? Maldición. Cada vez me siento más culpable. Micko dame amor (se tira en la cama) Ahora como le explico esto a Amy
Xoxoxoxox besos y abrazos, espero y estén súper. Gracias por leerme y por sus comentarios.