Perfil de una adicta al sexo

Exacto eso soy, una adicata al sexo pero no me da pena decirlo, al contrario, les contare lo que yo mas disfruto.

Hola lectores empezar a escribir es una tarea ardua, lo que yo les escribiré esta echo y dedicado completamente a su entretenimiento, espero que disfruten leyéndolo tanto como yo lo disfruto escribiendo. Primero quiero decirles que estuve leyendo algunas historias muy buenas y que me di cuenta que la gente a veces exige el realismo pero yo no consigo entender como dar completo realismo en mis historias.

Si es verdad que mis historias estarán basadas en hechos que en realidad me pasaron a mi pero llenare los huecos que la memoria no puede y adornare los momentos que me hayan gustado más eludiendo algunos que prefiero no contar, todo esto para hacer más bonita la historia y que se pueda disfrutar pero quiero decir que si contare una hecho real diré que es un hecho real y si cuento una fantasía diré que cuento una fantasía, no tengo porque mentirles.

Ahora cambiemos de tema a mí, yo soy una joven de 23 años, estudio medicina en un buen instituto y trabajo para un buen doctor por las tardes, para mí el trabajo es un templo, un lugar donde soy profesional y dedicada, con una coleta en la cabeza y las manos en su lugar pero fuera de ello (y dentro de la universidad me temo) soy solo una mujer como todas las demás.

A mis 23 años mi cuerpo ya se ah desarrollado como mujer, nunca fui la más alta pero tampoco soy chaparra, mi cuerpo es esbelto gracias a una rutina echa por mis amigas de nutrición, no muy agradable a veces pero es bueno para la salud y para atraer chicos, mi cabello color café claro es largo hasta los hombros y lacio, mis ojos grandes y color miel contrastan con mi piel cobriza y tersa. Muy bien me gusta dar una bonita descripción de mí y podría seguir diciendo lo esbelto de mis piernas torneadas etc. Pero creo que ustedes quieren llegar a otra parte.

Una vez conocí a un hombre en un bar, su nombre era Juan algo y me abordo mientras estaba con una amiga, el coqueteo se convirtió en seducción lo que nos llevo a la habitación de un hotel, yo llevaba mi típico vestido de fiestas, un traje rojo pegado con un escote increíble y que dejaba mi espalda libre, el con su camisa y sus vaqueros era lo único que necesitaba.

Lo primero que me llamo la atención cuando se quito la camisa fue el hecho que estaba depilado, que un hombre se depile el pecho es señal de que cuida mucho de sí mismo y por mí no hay problema, en si no me disgusta pero no entiendo el porqué estar lleno de bellos es tan común entre los hombres. En el momento en el que terminó sin camisa yo ya me había quitado los tacones y me lance sobre de él en la cama, sus besos eran tiernos y seductores y su lengua se movía en mi boca como un poseso, su olor a hombre me volvía loca, movía mis manos entre sus cortos cabellos negros mientras el exploraba mi cuerpo sobre el vestido.

Empecé a recorrerme hacia abajo con mis labios y lengua explorando su piel, su piel clara y salina me sabia a gloria mientras mis manos ibas de su abdomen con poca grasa hasta sus caderas, me detuve unos segundos en uno de su pezones dando vueltas con la punta de mi lengua y dando pequeños mordiscos. Muchos hombres no lo admiten pero a ellos como a nosotros los pezones nos matan de placer, la sensación de la tímida lengua sobre las aureolas y en la punta nos da una descarga de placer como electricidad.

Seguí bajando hasta llegar a sus pantalones los cuales quite con furia, baje su cremallera y se los quite de unos cuantos tirones para ver lo que me esperaba, su miembro potente se erguía bajo sus bóxers, no diré que tenía un tamaño impresionante pero en el momento en que lo desnude me di cuenta que también estaba depilado, esto me hizo usar una mano para acariciarle las bolas mientras recorría la punta con la lengua.

El secreto en una buena mamada es el saber ciertos puntos en la anatomía del miembro masculino, eso y saber que hacer una sola cosa muchas veces en un mismo punto es aburrido, yo disfruto de las mamadas, el olor y el sabor me hinchan de gozo mientras mi lengua pasa de arriba abajo por el cuello del miembro, una zona muy erógena es la base que delimita la punta del cuello, hay un lugar donde se forma una pequeña V y con la punta de la lengua pasas de abajo hacia arriba en un simple lengüetazo cálido, esa técnica ah hecho que muchos hombres se vengan en ese mismo instante pero Juan resistió esa prueba.

Otra técnica para que los hombres duren más es dar pausas entre un acto sexual y el otro, una mamada seguida de una pausa y luego la penetración y si quieres puedes alargarlo aun mas. Esta vez yo me levante y me gire como quien no quiere la cosa, me baje el cierre del vestido y me lo quite con lentitud y soltura, debajo solo traía un par de bragas negras de diseñador, de esas que enloquecen a los hombres.

El estaba medio recargado viendo mi silueta desde atrás y no noto el momento en que me puse el condón femenino, después de cierto tiempo y varias discusiones incomodas descubrí que para ciertos hombres el usar condón a veces es una ofensa a su masculinidad, por esa razón me protejo siempre que puedo aunque ellos no lo noten, algunos se dan cuenta durante la penetración y otros exigen el condón así que les cuento la verdad pero prefiero hacer eso a perder una buena dosis de sexo por una discusión tan tonta.

Juan no pareció darse cuenta ni tampoco dijo nada mientras yo me quitaba las bragas aun dándole la espalda, el me miraba con lujuria y cuando me acuclillé en la cama sobre de él empezó a besar mis desnudos pechos mientras yo jugueteaba con su cabello. Sus manos recorrieron mis pechos y abdomen a su antojo mientras yo con una mano guiaba su miembro hacia mi vagina, entro suave y placentero mientras los esfínteres de mi vagina se cerraban sobre el haciéndome dar un gemido de placer.

El momento de la penetración es para mí como una liberación, te descarga toda esa deliciosa tensión sexual que se acumula entre los dos durante el juego previo y el coqueteo, mis esfínteres se relajaban y apretaban conforme el suave y lento contoneo de mi cuerpo iba de arriba abajo, los dos respirábamos fuertemente mientras su boca recorría la estructura de mis senos y la memorizaba con su lengua.

El sexo es un juego de dar y recibir, no importa si es placer o algo mas, siempre se da y se recibe cuando hay sexo por medio, y yo me tomo eso muy en serio, aunque a mí el tomármelo lento y suave me parece mas excitante se que los hombres quieren un poco de sexo alocado y salvaje así que si después de cierto tiempo de recibir no tengo el famoso súper orgasmo entonces es hora de dar.

Para mí el orgasmo es la consumación del acto mas no el final, el acto en si es lo que quiero y no solo el premio, esa vez Juan se había portado bien yendo a mi pase y dándome lo que yo quería así que decidí alocarme para él. Con un leve empujón lo tire a la cama y me monte como a un caballo con ambas manos levantadas tomándome el pelo en una cola, esta posición les da una increíble vista de tu cuerpo y al mismo tiempo te hace ver delgada y esbelta así que lo disfrutan mas.

Empecé a dar pequeños brincos mientras mis senos rebotaban, pude ver la grata sonrisa en su cara mientras el mete y saca se volvía cada vez más intenso, me mordí los labios con fuerza mientras jadeaba fuertemente mas por exhibición que por necesidad, la velocidad se volvió más de la necesaria y paso más a volverse como una película porno donde es mas exhibición que placer pero eso les encanta a los hombres y como ya eh dicho era el momento de dar.

Llego el momento donde tuve que soltar el cabello y me recargue sobre sus pectorales para solo mover la cadera de arriba para abajo, el secreto en esta parte es el verlo directo a los ojos y mostrare con la mirada cuanto lo disfrutas. El me tomo por la espalda mientras sentí los primeros espasmos de su miembro, en ese momento aminore el paso hasta casi estar detenidos y gemí mientras él se venía dentro de mí, su rostro era el vivo retrato del éxtasis mientras yo sonreía con mi misión cumplida.

Nos recostamos uno al lado del otro mientras yo lo abrazaba y empezamos a platicar, me conto de muchas cosas y yo conteste a la mayoría pero hubo una pregunta que me intereso y aun recuerdo esa parte, el tema era sobre si las mujeres o los hombres pensaban mas en sexo en el transcurso del día, recuerdo que pensé que era un idiota al estar hablando sobre algo que podrá terminar en discusión justo después del sexo pero era más como una pregunta de su parte, el quería saber si las mujeres pensamos sobre sexo.

La respuesta era obvia – ¡claro que sí!- yo no conozco mujer que no haya pensado en algún momento sobre el sexo ya sea en el trabajo, la calle o cualquier otro lugar, para las mujeres, o para mí y mis amigas, el sexo es un tema recurrente ya sean fantasías o chismes así que le conteste que sí. Esto llevo a su siguiente pregunta – ¿que tan seguido e importante es el sexo?- otra pregunta idiota por supuesto.

Pero esto me hizo recordar cuando me di cuenta que yo era una adicta al sexo, fue una conversación entre amigas pero me di cuenta que yo no solo era sexualmente activa como todas las demás mujeres sino que el sexo para mí era una experiencia extraordinaria, eso también me hizo pensar en la vez que lo hice con un profesor de la Universidad.

Necesitaba una nota más alta para poder mantener la beca pero no importaba que hiciera no podía subir mi calificación, hasta que su rápida sugerencia de un rapidin llego lo cual al parecer estaba planeando desde el principio. El maestro estaba casado y tenía 2 hijos pero eso no evitaba que tuviera ese deseo de sexo prohibido y por supuesto yo acepte, fue muy fácil.

Solo tuve que bajarme la braga por debajo de la falda y recargarme en el escritorio con las piernas abiertas, mientras tanto el profesor se paro detrás de mí y me penetro de una sola sentada, me tomo de las caderas y empezó a embestir con fuerza. No sé si fue el hecho que era un profesor o que estábamos en pleno salón de clases, aunque no hubiera nadie, pero esa experiencia me éxito de sobremanera y en unos silenciosos gemidos sentí como él se venía dentro de mí.

Yo hubiera preferido que durara mas pero un trato es un trato y no iba a aceptar que estaba recibiendo más de lo dado, así que se salió de mí y mi calificación subió, después tuve que ir rápido al baño de mujeres y limpiar los resto de semen dentro de mí pero eso me recordó el ligero éxtasis loco que sentí por unos segundos. Claro eso solo ocurrió una vez pero para mí el sexo es así, algo loco y explosivo que se puede disfrutar si se tiene cuidado y dedicación.

Bueno hasta aquí queda el primer relato, la verdad que me ah gustado platicarles esto y espero que les haya gustado, si el destino quiere seguiré mandando de vez en cuando alguno que valga la pena contar o una fantasía, por qué no, después de todo esto es para ustedes tanto como para mí. Mucha suerte y disfruten de la vida.