Perfidia.Parte 2: entre dos aguas
Llegó la hora de la verdad, tomar decisiones que cambiarían nuestras vidas. El negro y el pelirrojo habían abusado de nuestros cuerpos y querían seguir haciéndolo, ellos y muchos otros.
Capítulo 5.
Inquieta y alarmada por la desaparición de mi chica, traté de escabullirme del abrazo de Thomas, escupí la polla de mi boca, intenté juntar las piernas, pero él tenía la cara buceando en el fondo del coño – entre dos aguas – así qué, no tuve más remedio que arrearle una patada en la cabeza. Me alcé de la cama y grité:
-¡Gloria, cariño! ¿dónde estás? – realmente estaba aterrorizada, temiendo que la niña se hubiese largado, celosa de los achuchones que el moreno me daba. Solo veía a Glenn tumbado boca abajo y a Kate arrodillada con los muslos bien abiertos cerca de la cabeza del pelirrojo. De pronto apareció la cabecita de mi niña asomada por el hombro de Glenn.
-Est..oy aquí ... mami – jadeaba enterrada bajo la mole del macho, su lengua también apareció y se introdujo entre los labios mayores de Kate, lamiendo la jugosa raja.
No podéis imaginar el alivio que sentí al ver el goce de Gloria, anudada como una perrita en celo a la polla de Glenn, que no paraba de darle arreones entre los tiernos muslos, al tiempo que Kate se balanceaba en la boca de la nena restregando la abierta vagina en su cara. Mas cuándo escuché el alarido de la niña y los jadeos y gruñidos de los tres, los cuerpos enredados como un ovillo convulsionado, comprendí que compartían clamorosos orgasmos, seguidos e interminables. Ahí fue cuando mi alivio se transformó en un cabreo monumental, le di un puntapié al costado de Glenn descabalgándolo del cuerpo de Gloria a quien cubrí con el mío.
-¡Me la vais a matar!. ¡Mi chica no está habituada a vuestra brutalidad! – exclamé mirando furiosa al pelirrojo primero y después a Kate. Protegía con mi cuerpo el de Gloria acariciando su carita, a la vez que ella me abrazaba y me daba cientos de besos en el rostro.
-Noe, de veras que estoy bien. En realidad, estoy súper bien, pero te echaba de menos, cariño – habló la niña con una sonrisa feliz. Justo en ese momento unos poderosos brazos agarraron mi cintura, alzaron mi cuerpo y lo depositaron, boca abajo sobre el de Kate que me esperaba tumbada en la cama con las piernas abiertas, de tal modo que mi boca aterrizó en su entre muslo.
Me di cuenta que aquello era una encerrona, además premeditada, pues Glenn se colocó tras de mí, agarró mis caderas y de un empujón clavó la polla hasta lo más profundo de mi coño aprovechando que mis piernas estaban separadas acogiendo la cabeza de Kate quien hundió la lengua en el hueco que quedaba libre de la vulva, justo en el clítoris.
Giré la cabeza preocupada por Gloria, nuestros ojos se encontraron, pero ella los tenía abiertos como platos pues el hermano moreno entraba en ella que estaba de perrito con la cabeza apoyada en los brazos y el culito en pompa; me horroricé al pensar en los destrozos que la polla negra iba a hacer en la tierna vagina, porque, aunque por ahí había salido su preciosa hija, no es lo mismo salir que entrar. Para mi sorpresa Gloria no solo aguantaba los embates del negro como una campeona, arqueaba la cintura y con sus manitas abría aún más los pliegues del coñito que era invadido por la bola negra.
-¡Métela toda, Tom! ¡Hasta el fondo, negrazo! – gritaba ella entre fuertes convulsiones, a la vez que daba sentones sobre la tranca – ¿Eso es todo lo que tienes?
-¡No zorra! ¡También tengo esto! – el moreno sacó la polla del coño de Gloria, apuntó al esfínter del culo y de un trompazo la metió toda, porque estaba muy lubricada por los abundantes jugos que manaban de la vulva de la nena y escurrían por los muslos. Me dejó sorda el alarido que surgió de su garganta cuando la polla alcanzó los intestinos en un frenético mete saca.
Me tranquilizó el placer que, sin duda, disfrutaba mi nena; ella seguía a lo suyo y yo me concentré en lo mío que no era otra cosa que hundir los labios en la húmeda vagina de Kate, quién seguía haciendo diabluras con la lengua en mi clítoris, sorbiendo mis secreciones, al tiempo que el pelirrojo descerrajaba mi coño. La polla no era tan gorda como la de su hermano, pero era más larga y él la usaba con maestría, tanto que, empecé a retorcerme al notar la estaca alojada en mi vientre. La lengua de Kate, la tranca de su cuñado y el jugoso coño que me comía, arrancaron un furioso orgasmo que me salió del alma, aunque mi orgasmo se extendió cuándo noté la convulsión de Kate y los chorros lechosos de Glenn.
No pude evitar pensar cómo sería follar con los tres a la vez, pero alejé ese pensamiento, de momento, cuándo Glenn sacó la polla y la alojó en mi culo que la tragó sin reparo alguno, quedando mi coño a la entera disposición de la lengua de Kate. Si por detrás volví a sentir esa delicia tan especial de ser empalada, porque hace ya tiempo que nada entraba por ahí, los labios de Kate me trasladaron a un mundo de fantasía, sabía lamer como nadie cada rincón de la flor del placer de una mujer y el sabor y el aroma del flujo que llenaban mi boca nos volvieron locas a las dos; nos entregamos con pasión desmedida, con una conexión mágica que, definitivamente, me convenció de que nada es comparable al cuerpo de una mujer entregada al amor lésbico. Sí, sé que Luis y Berto también despertaron mi lado femenino de chica heterosexual, que esta misma noche estaba utilizando los miembros de los dos hermanos para correrme como una yegua bien montada, pero también me corro con mi consolador y eso no es amor. Nada que ver con lo que me hacen sentir los besos y caricias de Gloria, Alicia, Melisa o Kate.
¡¡Joder, soy lesbiana!!, concluí absolutamente convencida.
Glenn seguía aporreándome el culo y descargó en los intestinos un par de raciones de leche que lo dejó bien contento. La sacó del culo y fue a ayudar al hermano en sus quehaceres con Gloria, quien ahora montaba a Tom como una amazona. La niña había tomado el mando.
Yo seguía con mis reflexiones y con el fabuloso 69 al que Kate me sometía, pues, aunque mi experiencia con mujeres no era escasa, comprobé que la de ella era muy superior a la mía; se había adueñado de mi cuerpo y me hizo sentir como un pelele entre sus brazos, con la cabeza entre mis piernas, ya sin la atadura de los dos machos, supo encontrar mis puntos vulnerables. Se descabalgó de mí y sus labios buscaron mi boca que los acogió de tal modo que la lujuria nos atropelló, sorbíamos con deleite el coctel de líquidos que permanecían en nuestros paladares, su saliva tenía un sabor increíble: una mezcla de los labios de Gloria, mis propios flujos y un revuelto del esperma de su marido y su cuñado que aún permanecían en el fondo de mi coño. Supongo que mi lengua y saliva sabían a lo mismo, aunque con el añadido de los dulces jugos de Kate, porque por mucho que digan que los flujos de la mujer tienen un sabor amargo o insípido, según los casos, os puedo asegurar que no es verdad. Los fluidos vaginales de Kate, saben a canela; los de Gloria a frambuesa, los de Alicia a flores silvestres y los de Melisa ... bueno, en su caso depende de su ciclo menstrual: cuando está en sus días saben a sangre, es obvio, pero en los días fértiles, saben a claveles rojos. Os lo digo porque los he probado todos y los voy a seguir lamiendo, conste. Esos y muchos otros.
Pero, volvamos a lo nuestro. Al presente. Kate deslizó la lengua por mi cuello hasta llegar a la oreja.
-Nena, esta noche se ha cumplido uno de mis sueños ... – susurró al tiempo que su muslo separaba mis piernas apretando lo que había entre ellas.
-¿Cuál es? – inquirí mientras mis manos acariciaban sus glúteos.
-Comer el coñito de la orgullosa Noelia. La chica deseada por hombres y mujeres, pero yo sabía que, tarde o temprano, me lo entregarías.
-Pues mira Kate, cuando te conocí en Londres me pareciste una golfa heterosexual. Nunca imaginé que te gustasen las chicas; tus ojos revelaban que eras una mujer bien follada. – sonreí – Y ¿tu otro sueño?
-¡Ser puta!
Quedé boquiabierta, porque si esa es su vocación ¿a santo de qué había aceptado el puesto que le ofrecí en CBS?
-Vale Kate, voy a serte sincera, esa ilusión está escondida en todas las mujeres, solteras o casadas, jóvenes o maduras, bien folladas o frustradas y la que lo niegue miente como una bellaca - hablé acariciando sus pechos – Yo misma vivo ese sueño, pero intento ser realista y combinar mi profesión con lo que el cuerpo me exige las veinticuatro horas del día: follar con una mujer como tú, y ... bueno, de vez en cuando algún tío que complete la faena, aunque los hombres son prescindibles, pero no las mujeres ...
-¡Claro, para ti es fácil, Noelia! – se encaró a mí – Sé de tus romances con Alicia, Melisa y tu niña Gloria – ambas giramos la cabeza observando a la nena, que en ese momento estaba emparedada entre los dos hermanos disfrutando de la doble penetración vaginal que le hacían – Míralos como disfrutan, claro, para ellos es carne fresca que es lo que les gusta ...
-Kate, no seas victimista, por favor. Hace un rato te quejabas del destrozo de tus partes nobles, que necesitabas un refuerzo, incluso hablabas de la chica que te auxilió en su momento, sí, la que se largó muy escocida por el maltrato de tus dos amantes. Pero, sé que todo esto responde a una estratagema, burdamente urdida, que lo que realmente buscabais es que Gloria y yo cayésemos en vuestra red. – solté de una tirada.
-Vamos por partes, cielo. Primero: ese par de macarras no son mis amantes, son mis chulos, los proxenetas que cuidan de todas nosotras, también de la chica que nos auxilió, Cecilia, que pasó a formar parte del rebaño y ahora ejerce en París, pues aún sin hablar francés, ni te imaginas lo bien que hace un “francés”, nadie hace las mamadas como ella. – Tomó aire y continuó – Sí, tú eras la siguiente víctima, porque las chicas además de ejercer como esclavas sexuales somos reclutadoras y cuando les enseñé una foto tuya quedaron alucinados con tu culo ...
-Kate, ¿de verdad piensas que la niña y yo vamos a ser putas, así, por la cara?
- Por la cara y el culo, Noelia. Ya ves, la operación enredo ha salido perfecta, porque tu niña es un bombón y los clientes van a hacer cola para follaros – señaló con el dedo una cámara que estaba en la esquina del techo – Claro que tenéis la opción de negaros y ver las imágenes de la noche de lujuria por internet. Quizá ... esta opción sea la más productiva para nosotros, deja que lo piense, nena. Porque ver a la popular presentadora de la tele tomando por el culo una polla negra ...
-¡No! ¡Eso nunca! Sois miserables –exclamé aterrorizada. Miré al otro lado de la cama donde Gloria descansaba con los brazos en cruz y las piernas abiertas. Los chulos habían desaparecido. La visión de mi niña me dio la fuerza para plantar cara – Mira, zorrón, a mí me importa un huevo que saques por internet mis imágenes o la peli entera, porque, vamos a ver ¿vais a descubrir mis habilidades sexuales? ¿Qué soy puta? Eso ya lo saben muchos y muchas, además puede ser una buena campaña publicitaria, porque, cuando me decida a serlo, que no es mala idea, no os necesitaré a vosotros, yo solita me organizaré; clientes y clientas no me van a faltar – hice una pausa y continué – Pero a Gloria ni se os ocurra tocarla, es una inocente niña, qué ...
-Noelia, ¡no intentes venderme la burra! Tu niña ya es una mujer de 23 años y, por lo que he visto, capaz de aguantar y rendir a dos hombres a la vez. Gloria ha nacido para ser puta ...
-¿Qué pasa mami? ¿Habláis de mí? – Gloria se había acercado a mí y aisló mi cintura con sus brazos.
-No pasa nada, nena, estate tranquila. Esta, que pretende que seamos sus putas – señalé a Kate con el índice.
-Yo seré lo que tú quieras, Noe. ¡Siempre juntas! – apretó los brazos todavía más.
Puse los ojos en blanco y Kate estaba con la boca abierta, ante la afirmación de la nena. Necesitaba escucharla de nuevo, pues sus palabras no solo me sorprendieron, sino que me emocionaron a la vez que me inquietaron ¿hasta ese punto había renacido nuestro amor? ¿sería capaz de dedicarse a la prostitución con tal de estar a mi lado? ¿o, tal vez, no me había contado todo de su vida? ¿habían zonas oscuras que yo desconocía?
-Creo que tenemos que hablar. Del presente y de nuestro futuro. – sentencié.