Perfidia.9 : desamor

¿ Porqué será que me inquieta tu risa, nena ?, quizá por que veo malicia en ella. Entérate, niña, a pesar de la cláusula que voy a firmar de no casarme ni quedar embarazada durante mi contrato, éste señor ya es mi esposo, mi marido y el padre del hijo que tendremos.

El lunes, tras desayunar juntos nos marchamos, cada uno a lo suyo, Gloria al Instituto, Berto a su oficina, yo, cómo siempre, al Congreso, pero hoy iba a ser un día especial, a las 10 debía estar en la CBS y en la tarde tenía el asunto de los padres de Gloria, -  buuuffff, bufé  -  los últimos días habían sido deliciosos, pero hoy toca poner los pies en la tierra.

A las 10, me recibió Mr. Kimble:  -  Welcome, Noelia  - me pidió que utilizásemos el inglés en nuestra conversación.

-   ¿ Estudió la propuesta que le envié el pasado sábado, Noelia  ?.

-   Sí, Mr. Kimble, la he leído a fondo y hay algunos puntos que quiero comentar con usted, el más importante, mi absoluta disponibilidad para viajar a cualquier destino que CBS considere oportuno.

-   Su destino es Bruselas, cómo queda expuesto en la propuesta, y España por supuesto.  No obstante, en situaciones especiales, deberá cubrir ciertos acontecimientos que puedan producirse en cualquier otro país, pero estos casos serían excepcionales.  Le recuerdo que CBS tiene corresponsales en todas las áreas geográficas del mundo.  Y llámeme Kent, por favor.

-   Voy a ser muy sincera contigo, Kent, vuestra propuesta es ilusionante para mi, incluso que nuestro contrato se rija por las leyes U.S.A. y no las de mi país, pero mis eventuales destinos a otros países quiero que, además de ser excepcionales, sean limitados en el tiempo, por ejemplo, no más de cinco días.  No me veo viviendo en Teherán o Caracas, por citar un ejemplo.  -  respondí.

-   Mira, Noelia, puedo asegurarte que éstos ejemplos que citas no se van a producir, es más, estoy dispuesto a reflejarlo en tu contrato, pero lo de las leyes USA, es incuestionable.  Más concesiones, no vamos a hacer.   Hemos seleccionado tu candidatura, entre muchas otras, por tu experiencia profesional y por venir avalada por uno de nuestros principales accionistas en Europa.

-   Entonces Kent, estoy a vuestra disposición, no me tomes por una indecisa, es simplemente que las personas que me importan están aquí y no quiero perderlas.    ¿ Cuándo debo incorporarme a CBS  ?.  -  sonreí ilusionada.

-   Sólo una pregunta más, Noelia.  ¿ Tienes intención de casarte o quedar embarazada en los próximos dos años  ?, puedes pensar que soy machista si quieres, pero si ocurre cualquiera de estos casos, el contrato se cancelará.   Esto también estará en el contrato.  – me observó serio.

-   Ni lo tengo previsto, ni ocurrirá.  – respondí contundente.

-   En ese caso, Noelia, mañana a las 10 firmarás el contrato con CBS, ésta misma tarde lo recibirás por email y en 15 días te incorporarás al trabajo.

Nos despedimos y salí.  Ya en la calle, comencé a dar saltitos, como siempre hacía mi niña cuándo era feliz.  Mañana lo comunicaría a mi empresa, tras la firma del contrato, pero antes he de hablar con Alberto y Gloria, ¡ a ver cómo se lo toman !, sobre todo mi mujercita, porque lo de hablar con sus padres, tendrá que esperar.  Llamé al móvil de mi marido.

-   ¡ Berto, mañana firmo con CBS  !, necesito contártelo, mi vida,  ¿ podemos almorzar juntos, en casa  ?........... vale, a las 1,30, yo pido al chino y tú llama a Gloria, por si puede acompañarnos, o mejor yo la llamo....., chao amor.

-   Dime, mami,  - respondió tras varios timbrazos  -  estaba en clase y he tenido que pedir permiso para salir, ¿ ocurre algo  ?.

-   Ocurren muchas cosas, cielo, pero todas buenas, o eso creo.  Papi y yo, vamos a almorzar en casa a la 1,30,  ¿ puedes venir  ?.

-   He quedado con mis padres a la 1 para comer, ya están en casa y quería ir hablándoles de lo nuestro, para prepararlos.  – titubeó.

-   Gloria, pon alguna excusa, que tienes un examen o lo que sea.  Necesito hablar con vosotros, que estéis a mi lado y hoy no podemos hablar con tus padres, cielo. – dije con voz suplicante.

-   Ya estamos cómo siempre, Noelia,  - respondió con voz excitada  -  habíamos quedado en que hoy les declararíamos nuestro amor, que me iba con mi mujer, con mi amor.  Voy a hacerlo, Noelia, contigo o sin ti, les voy a decir que estoy enamorada, que no puedo vivir sin mi mujer, sin ti, que necesito estar entre tus brazos cada minuto del día, tendrán que aceptarlo o echarme de casa, así que no me esperéis a almorzar. Que os aproveche.   -  colgó.

Volví a llamar a su móvil, pero estaba desconectado.  “ Dios mío “  - pensé angustiada  “ debo hablar con ella, me voy a volver loca “. Miré el móvil, eran las 11,45, paré un taxi y le di la dirección del Instituto y esperé en la puerta, ya empezaban a salir las alumnas, diez minutos después la vi, sola y triste.

Corrí hacia ella y la abracé, acaricié su pelo, la besé mil veces, pero no respondió a mi abrazo.

-   Amor mío, sentémonos en ese banco,  - dije señalando uno vacío -  habla conmigo, joder, que me estás rompiendo el alma

La cogí de la mano y nos sentamos.  -  Gloria, te lo pido por favor, escúchame  he hablado con la CBS y mañana firmamos el contrato, en 15 días me incorporo, han aceptado mis condiciones, quiero que me comprendas... ¡  no llores, cariño mío !,  -  besé su cara llena de lágrimas  -  cuándo esté en Bruselas, veré la situación y las dos, tu y yo, decidiremos lo que hacer. Yo también quiero tenerte cada noche entre mis brazos,   ¿ vale mi niña ?.

-   Vale mami, soy una estúpida y sé cuánto me quieres,  - me sonrió con dulzura   - espera, llamo a mis padres y les digo lo del examen.

Llamó y habló con Laura, discutieron y colgó.

-   Ya está, mami, almuerzo con vosotros.  Mi madre, se va mañana a Milán con su amante, quiero que abuses de mi cada día, hasta que me dejes.  -  me abrazó.

Pedimos comida al chino, eligiendo entre las dos, la risa de la nena volvía a ser luminosa y me contagió su alegría.  Sobre la 1,30 llegó Berto, pocos minutos después, nos sirvieron la comida del restaurante chino.  Les conté con detalle mi conversación con Ken Kimble, mientras comíamos.

-   Esta tarde, recibiré por mail el contrato y quiero que lo estudiemos bien Berto y mañana lo firmo, necesito que me apoyéis los dos, estoy ilusionada.  – dije.

-   También lo estamos nosotros, Noelia,  - me miró sonriente Berto  - vas a dar un gran salto en tu carrera, te veremos cada día en la tele y nos sentiremos muy orgullosos de nuestra famosa mujer, ¿ verdad Gloria  ?.

-   Si papi, la veremos juntos cada día, porque yo voy a vivir contigo mientras mamá arregla las cosas en Bruselas. -  dijo la nena  -  Mi madre se va a Milán mañana, con el italiano, y mi padre, seguro que se va a Sevilla o a cualquier otro sitio con alguna de sus amantes.

-   Gloria, cariño,  - la miré tomando su mano  -  todavía nos quedan 15 días para estar juntos los tres y durante ese tiempo, planearemos los pasos a dar, ya dije a Ken que dejaba aquí a las personas más queridas.

-   Mamá,  - me respondió Gloria.  -  los tres sabemos que ésta va a ser una separación larga, que yo voy a empezar la Universidad en pocos meses y que tengo que cuidar de Alberto y él de mi y te aseguro que lo haremos con mucho cariño.  Papá, ¿ puedo vivir contigo, desde mañana mismo  ?.

-   Sí cielo,  -  respondió mi marido, con una sonrisa feliz  -  al menos cuidaré de una de las dos mujeres de mi vida, pero, guapita, la cena la harás tu, bueno, o entre los dos.

-   Vale, ya veo que vais a cuidaros bien,  -  fruncí mi entrecejo   -  pero no os olvidéis que estaré con vosotros cada fin de semana.

-   Noelia, haré lo imposible para que mi marido reciba de mí cada día, lo que le dábamos las dos, nuestro amor y nuestra entrega total, de eso puedes estar segura, así que puedes irte tranquila.  -  dijo con una alegre risa.

-   ¿ Porqué será que me inquieta tu risa, nena  ?, quizás por que veo malicia en ella.  Entérate, niña, a pesar de la cláusula que voy a firmar de no casarme ni quedar embarazada durante mi contrato, éste señor ya es mi esposo, mi marido y el padre del hijo que tendremos.      -  grité furiosa.

-   A ver, mis mujercitas,  -  terció Alberto  -  me parece absurdo, que discutáis,  que os enfadéis, de esto ya hemos hablado anteriormente.  Noelia, lo que dices es cierto, soy tu esposo y espero ser el padre de nuestro hijo, aunque no sé cuándo, y Gloria, también es mi mujer, y en su día, la madre de mi hija, pero tú te vas y ella se queda a mi lado, cuidaremos el uno de la otra, nos amaremos cada día.

Las lágrimas brotaron de mis ojos, resbalaban por mis mejillas.  Sollozando dije con voz entrecortada:

-   Alberto, sé que es la segunda vez que te dejo, que me separo de ti.  He entendido perfectamente tus palabras, y las de tu mujer; no seré un obstáculo para vuestro amor, así que llamaré esta misma tarde a CBS y me pondré a su disposición desde mañana mismo.  En realidad, yo me lo he buscado y tengo que apechar con las consecuencias de mis actos.

Preparé mi equipaje, bajé con una de las maletas y les dije que ya pasaría alguien a recoger el resto.  Al día siguiente, firmé el contrato con CBS y esa misma tarde, volé hacia Bruselas, empezaba una nueva vida y me prometí a mí misma que nada ni nadie volvería a romperme el corazón.