Perfectas - Harry Potter
Ron se había enterado de muy buena fuente, de que Hermione era una experta en mamadas. ¡Él también quería una! Allí, en el vagón del tren de Hogwarts todo puede pasar.
Aclaro: Solo soy una persona con una mente muy pervertida que quiere plasmar sus visiones en historias.
Los personajes no me pertenecen, son de la propiedad de JK Rowling. Hago esto sin fines de lucro, únicamente por mera diversión
“Perfectas”
-¡Oh, vamos Hermione! ¡Una sola vez!-replicó el chico. La castaña negó con la cabeza.
-No Ronald, no lo haré.-dijo ella decidida. Y miró por la ventana, faltaba aún todavía para llegar a Hogwarts y empezar su sexto año. La joven miró al pelirrojo que le miraba con u puchero.
-Oh, vamos Hermione…-insistió él.
-Ron, entiende, no te la voy a mamar-dijo ella frunciendo el ceño. Maldito Harry que andaba diciéndole a su mejor amigo que ella hacía las mejores mamadas que había en Hogwarts. “Imbécil, ya verá cuando nos veamos. Se la cortaré con la varita” pensó algo ofuscada.
-Oh, bien-dijo él algo enojado.- Si no quieres, bien-la castaña le iba a mirar agradecida, pero vio como el se abría el pantalón y bajaba un poco los bóxers para sacar su miembro largo y grueso, con unos cuantos vellos pelirrojos. Y rodeaba su miembro con una mano.
-¡Ron!-le miró ella reprochándole.
-¿Qué? ¡Oh, vamos! Si no me la quieres mamar, al menos déjame masturbarme quieres, que me has dejado con las ganas-dijo él y sin esperar respuesta empezó a masturbarse. La castaña quiso mirar el paisaje y no fijarse en la guarrada que hacía su amigo, pero no podía evitar ver como el miembro de Ron se erguía poderoso en su mano, mientras que el bajaba y subía de forma rítmica su mano, soltando unos graves gemidos.
Se lamió los labios de forma ansiosa.
Oh, no.
Sus bragas ya estaban mojadas, muy mojadas. Se pasó la lengua por los labios, y Ron emitió una sonrisa.
-Vamos Herms-dijo él con la voz ronca-Te mueres por comértela-dijo. Respiró de forma agitada-Vamos, imagíname corriéndome en tu boca-insistió él. A ella le encantaba que se corrieran en su boca.
Saboreó su labio inferior, sintió sus bragas muy húmedas, y miraba de forma hambrienta el miembro erguido de su amigo. Quería probarlo, engullirlo, tragarlo, apretarlo con sus labios y sentir como él se corría en su boca, llenándola de semen, que tanto le gustaba. Sin decir nada, saltó como un resorte, apartó la mano del chico y se engulló la polla de su amigo, quién soltó un gemido.
-¿Y? ¿Cómo sabe?-dijo él acariciando los cabellos de la castaña.
-Deliciosa-dijo separándose un poco de la polla de su amigo, y volvió a atacarla engulléndola por completo. Y no mentía, le sabía exquisitamente deliciosa, sus labios rodeaban el gran miembro de su amigo, la chupaba con necesidad, baboseándola por completo.
-Oh, Hermione…-gimió el chico- Eres perfecta…-Hermione lamía el miembro como la experta que era, había probado muchos, varios se habían corrido en su boca, o en su cara, y todos les gustaban, pero el miembro de Ron, su sabor era excitante, le traía loca, era la polla más rica que había probado hasta el momento “Mucho más rica que la de Bill” pensó la joven al recordar el delicioso miembro del joven Weasley que estaba casado con la francesa. Hermione no pensaba encontrar una polla más deliciosa que ésa, pero estaba equivocada, la de Ron era más deliciosa y excitante, no quería ni pensar en cómo sabría su semen, eso sí que debía ser rico.
Sacó el miembro de su boca y empezó a pasar rápidamente la lengua por la cabeza del chico, concentrándose en la ranura, la envolvió con los labios y apretó levemente, Ron emitió un gemido.
-Oh, sí… Hermione…-decía el joven con la voz ronca, sumamente excitado. Y volvió a rodear todo el miembro del joven con sus labios y a entrarlo, sacarlo, entrarlo, sacarlo y así sin parar, y más rápido, el joven tomó la cabeza de la castaña y empezó a apurarle el ritmo, y más rápido, más rápido-Me voy… a… correr…-dijo el pelirrojo, hundiendo la cabeza de la castaña en su miembro, haciendo que llegara al inicio de la garganta de la chica y empezó a correrse de forma desmesurada.-Oh… Herms…-dijo al sentir como la castaña empezaba a tragarse el delicioso semen de su amigo.
Hermione tragaba de forma desesperada el semen del chico, le gustaba, le fascinaba, si su polla era exquisita, su semen sabía a gloria, no dejo que ninguna gota se le escapara, terminó lamiendo de forma tranquila su miembro, limpiándolo de todo rastro de la corrida excepcional que había tenido uno de sus mejores amigos, le besó tiernamente la cabeza, a lo que Ron carcajeó, guardó su miembro en el bóxer, le subió la bragueta, y le abrochó el pantalón, se alejó tranquilamente y se sentó en el asiento del frente, sacó de su chaqueta un pañuelo y se lo paso por los labios.
-Deliciosa-dijo la joven-La mejor polla que comido hasta ahora-el pelirrojo se sonrojó.
-Supongo que gracias-dijo- Cuando quieras, puedes volver a comértela-la joven le sonrió alegremente- Tú has estado perfecta… Cómo siempre…
-Claro, si soy prefecta me gusta hacer las cosas perfectas-le guiñó un ojo.
Y en eso tenía razón, mucha razón.