Perfectamente imperfecta (vii)
Nuestra primer noche de pasión...
Allí estaba de nuevo, en ese cuarto que no conocía, siendo observada por aquella hermosa mujer a la cual jamás lograba verle la cara, voltee a ver mis manos y estaban atadas a la cabecera de la cama, la mujer a la cual solo podría llamar diosa por la perfección de su voz y de figura, se acercaba, y lentamente se subía, se colocaba sobre mío y comenzaba a acariciar mi rostro para luego besarme mientras tocaba suavemente mis senos, mis pezones se endurecían por el contacto de la piel desnuda de aquella mujer sobre mi cuerpo, bajó y aprisiono uno de mis senos en su boca, lamiéndolo lentamente y con una delicadeza desesperante y sensual, los besos y caricias bajaron hasta mi abdomen, donde se detuvo un momento, bajo su mano y acaricio mi sexo que estaba ya demasiado húmedo en ese momento, un gemido escapo de mi boca, y cambiando drásticamente la mítica de aquel encuentro introdujo con brusquedad dos de sus dedos en mi vagina, beso mi clítoris mientras me penetraba como controlada por un sentimiento de odio y pasión, sus dedos entraban y salían de mí, mientras que los arqueaba un poco dentro mío ella sabía exactamente donde tocarme para hacerme explotar, aquello me estaba volviendo loca, cuando estaba a punto de correrme, ella se detuvo de golpe, saco sus dedos y se dispuso a decirme algo, entonces desperté.
De nuevo todo había sido un sueño…
- Pasa algo amor? – preguntaba Paula que había sido despertada por mi brusco salto de la cama .
- No amor, solo otra pesadilla – mentí, jamás quise contarle la verdad .
- Bueno, anda y vuelve a dormir que mañana debes madrugar, todo está bien – me abrazo y apretó contra su cuerpo, me quede dormida entre sus caricias .
Con Paula todo andaba bien, llevábamos ya siete meses saliendo, la relación era toda una fantasía, andábamos saliendo a todos sitios, playas, balnearios, restaurantes, cine, etc, ella era bastante cariñosa y admito paciente, siempre se andaba preocupando por mí, era simplemente perfecta.
Si bien nos quedábamos a dormir juntas con frecuencia, aun no habíamos tenido relaciones sexuales, si se preguntan el por qué, pues es muy simple, ella quería que yo estuviera segura de lo que iba a hacer, dijo que la primera vez era algo importante y demás, así que esperaba una confirmación que a ciencia cierta yo no sabía dar, pero el 2012 estaba por terminar y había decidido comenzar el 2013 de la mejor manera posible, quería demostrarle a Paula que en verdad iba en serio con ella.
Llego el gran día, y le dije a Paula que si podíamos pasar fin de año juntas, a lo que ella acepto, sería el primer fin de año que compartiríamos, a mi madre no le importo mucho, además ya le había contado sobre Paula, solo que obvio ella asumía que ya habíamos intimado, así que me trataba como si fuese una adulta y solo me dijo que debía llamarla a las 12, ella siempre confío mucho en mi buen juicio.
31 de Diciembre del 2012, Llego el gran día, y si no mal recuerdo fue algo así…
- Linda pero que son todas esas bolsas? – pregunto mientras las colocaba en la parte trasera del auto .
- Bueno, es que como es fin de año, he pensado que podríamos cocinar la cena juntas, así que he pasado por el súper.
- Jajaja, ya sabes que eso de estar juntas en la cocina nunca termina bien…
- Si lo sé, pero esta vez tendremos que esforzarnos por ir a la cocina a cocinar jajaja – dije haciendo énfasis en lo de cocinar, y es que siempre terminábamos dejando quemar todo porque nos fuimos al cuarto a besarnos y tal .
- Bueno, está bien, lo intentare, pero es que te ves muy sexy en la cocina jajaja – dijo dándome un beso .
Con algo de fuerza de voluntad logramos terminar la cena, así que nos dispusimos a bañarnos, Paula sugirió que nos bañáramos juntas lo que me puso algo nerviosa ya que sería la primera vez que estuviésemos completamente desnudas, pero igual no me lo pensé demasiado y acepte.
Nos desvestimos, y entramos a la ducha, ella abrió la regadera y el agua fría cubrió nuestros cuerpos, de hecho todo iba bien hasta que ella me pidió que le ayudase a tallar su espalda, cogí un poco de jabón en mis manos y lo esparcí por su espalda, no pude evitar convertir aquello en caricias, mis manos iban lentamente de sus hombros a sus caderas, ella rio y se volteo…
- Venga, date vuelta te ayudo a ti – dijo mientras me colocaba de cara hacia la pared cerrando la regadera .
Comenzó a acariciarme la espalda, haciendo lo mismo que yo hice antes, era una especie de venganza, coloco su mano en mi vientre y me presiono contra su cuerpo, se acercó a mi oído y me dijo…
- Sabes, tienes un bonito trasero, tienes un cuerpo perfecto.
Entonces lo supe aquel era el momento, me voltee la tome por la cintura y comencé a besarla, abrí la regadera para quitarnos el jabón que aun teníamos encima a punta de caricias, ella solo cerro los ojos, la tome de la mano y la lleve hasta la recamara, observe su cuerpo por un momento, ella hizo lo mismo, nos besamos, mis manos estaban es su espalda haciendo presión, sentir sus senos contra los míos era simplemente excitante, ella se separó un momento me observo como buscando algo en mi mirada, y acto seguido me levanto y coloco en la cama.
Nos acostamos juntas, seguimos besándonos, esa mujer me estaba volviendo loca, así que tome la iniciativa, pase mi mano desde su muslo hasta sus hombros para luego colocarla en sus hermosos y perfectos senos, comencé a acariciarlos y ella dejo escapar un débil gemido, aquel sonido me estremeció el cuerpo entero, quería escucharla más.
Me coloque sobre ella y puse mi muslo entre sus piernas sobre su sexo, en ese momento no me importo no saber qué carajo debía hacer, solo sabía que deseaba estar con aquella mujer, comencé a moverme lentamente presionando sus sexo mientras la besaba con locura, ella comenzó a gemir me tomo por la cintura guiando mis movimientos, que se volvieron más rápidos y bruscos, baje hasta sus senos y tome uno con mis labios, comencé a lamerlo, ella solo gemía mas, tome sus manos y las puse sobre su cabeza, ella intento devolverlas a mis caderas pero luego se dio cuenta que yo era más fuerte, deje sus manos allí, y comencé mi descenso de besos.
Bese su boca, sus senos, su abdomen, su vientre, hasta llegar a mi destino, coloque mis manos bajo sus piernas abrazando sus caderas, observe como cerro sus ojos, deje salir un poco de aliento esto le erizo la piel, luego pase mi lengua lentamente por todo su sexo, soltó un gemido más fuerte, escucharla me ponía a mil, así que comencé a lamer sus labios menores, mientras que con mi pulgar acariciaba en círculos su clítoris, moví mi lengua más rápido y penetraba un poco su vagina con ella, Paula solo apretaba la cabecera de la cama, su cuerpo comenzó a moverse al ritmo de mis movimientos, quite mi mano de su clítoris y comencé a lamerlo, pase dos de mis dedos por la entrada de su vagina y apenas los introducía, ella se movía intentando profundizar la penetración…
- Amor por favor, hazlo ya – dijo entre gemidos y movimientos .
Al escuchar aquello introduje de golpe mis dedos hasta el fondo de su vagina, ella soltó un gemido casi un grito, e intensifico sus movimientos, comencé a sacar y meter mis dedos cada vez más rápido y con más fuerza, mi boca no abandono su clítoris en ningún momento, sentí como los músculos de su vagina se tensaron y supuse que estaba a punto de correrse, así que deje mis dedos dentro y comencé a arquearlos, de inmediato di con su punto G, retome la penetración dirigida hacia ese lugar, de pronto sus piernas se tensaron, sus gemidos se volvieron gritos, y su cuerpo entero se estremeció, para luego caer rendido sobre la cama, el orgasmo había llegado, subí y la bese con ternura mientras acariciaba su vientre…
- Pero que no se supone que nunca habías estado con una mujer? – dijo entre jadeos .
- Y es cierto hermosa, eso no quiere decir que no supiera como era – sonreí y la bese .
- Anda ven aquí – dijo colocándose sobre mí .
- Espera, que tenemos toda la noche vale, además creo que deberías descansar tu pierna aún está temblando jajaja
Y si fue, esa noche no dormimos en absoluto, pasamos la mejor velada posible, hablamos, comimos, vimos algo de televisión, reímos, y claro la mayor parte del tiempo estábamos dándonos placer mutuamente, aquella mujer era perfecta, y ella me veía de la misma manera, recibimos el 2013 entre las sabanas de su cama, escuchando gemidos en lugar de fuegos artificiales, y múltiples orgasmos en lugar del abrazo de año nuevo.
Era algo raro saben, eso de estar con alguien que parece simplemente perfecta, pero tener ese lejano sentimiento de temor, quizá era temor a perderla, o a que me lastimara, pero decidí no permitir que sombras del pasado atenuaran la felicidad que ella me daba, ella por su parte me expreso en reiteradas ocasiones que temía que yo la fuese a cambiar por alguien de mi edad, siempre pensé que era una tonta por pensar eso, nadie podría darme la felicidad que ella me daba.
Por mi parte sabía que sería algo difícil, eso de ver como otros alumnos y alumnas le coqueteaban, pero también sabía que no me engañaría, y que allí se pondría a prueba mi madurez sentimental.
Yo le escribí muchos poemas, y ella me compuso muchas canciones en el piano, juntas practicamos mucho, pero algo me molestaba, como podía estar tan feliz con alguien y seguir soñando con aquella mujer noche tras noche, como podía amar tanto a alguien y sin embargo dedicarle más de algún verso entre mis poemas a esa desconocida, me preguntaba cómo podía sentirme tan bien tocando el piano junto a Paula y por las noches ser invadida por una profunda tristeza al contacto de mis dedos con las blancas teclas de mi propio piano, jamás logre alejar de mi esas inquietudes, jamás logre responder ninguna de estas preguntas.
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De nuevo disculpen la demora, prometo normalizarme a partir de hoy, como siempre espero que vaya siendo de su agrado...