Perfectamente imperfecta (vi)
Y luego mi maestra...
2012, este sería el gran año, eso me decía siempre, y es que bien pudo haberlo sido, este año dejaría de ser compañera de Daniela, aunque seguiríamos estudiando en el mismo colegio, así que ya podría dar por olvidado aquel capitulo, cumpliría 15 años, y era una nueva Onice lista para conquistar a la vida misma.
Claro que como ya deben haberlo notado las cosas no siempre salían como yo pensaba, y este año el destino tenía planes un poco más grandes que los míos.
Era marzo y habían llegado un grupo de practicantes de español, todas muy hermosas, la que nos asignaron al curso la más bella de todas, 25 años, blanca, alta, elegante, pelo largo negro y liso, unos hermosos ojos azules, y un cuerpo espectacular, no está de más decir que era bastante inteligente e interesante claro que esto lo llegue a saber hasta después, Paula Lizeth así se llamaba.
En el curso destacábamos dos chicas, Yuri Damary y su servidora, no solo por ser las más bonitas físicamente, ni por ser las de las mejores notas, sino por ser el “Dúo L” como nos habían llamado en el colegio, y es que si ambas éramos lesbiana y lo éramos abiertamente, todo el colegio lo sabía, así que era algo que llamaba un poco la atención, pero Paula fue el muro entre las dos, ambas sabíamos que era alguien imposible pero como nos esforzábamos por impresionarla, todo cuanto ella pedía lo hacíamos como si de eso dependiera la nota completa de la clase, claro que éramos muy buenas amigas pero de alguna manera aquello se convirtió en algo personal, Yuri era una chica hermosa no le quitare merito, algo parecida a mi físicamente pero con un tono de piel más bronceado que el mío, en lo que éramos completamente diferentes era en el estilo, ella era bastante femenina, del tipo tacones, faldas, vestidos, carteras y demás, siempre bien maquillada y meticulosamente arreglada, yo por mi parte algo más varonil, tenis, jeans, camisetas, nada de maquillaje, y siempre nítida pero a mi peculiar manera.
Luego de un mes intentando llamar la atención de Paula nos fuimos dando por vencidas, y fue así como en un lluvioso día en el que había decidido dar un paseo por el centro ya que mi familia no estaba en casa…
- Piip piip – sonó la bocina de un auto, voltee a ver y allí estaba Paula haciéndome señas .
- Hola Licenciada que tal esta?
- Pues mucho más seca que tú por lo que veo, vamos sube que te vas a enfermar.
- Subí, en realidad si estabaempapada – Lo lamento voy a mojarle el auto.
- Eso no importa, pero que haces aquí con esta lluvia?
- Es que no hay nadie en casa, regresaran hasta la noche y perdí las llaves así que tenía que venir a algún lugar, no parecía que iba a llover.
- Bueno mi casa no queda muy lejos de aquí, puedes ir a secarte y luego te llevo a tu casa.
- Que? claro que no que pena, solo déjeme en algún lugar donde pueda esperar que pase un poco la lluvia.
- Es que no ha sido una pregunta, no puedo dejar a una estudiante sola a esta hora en medio de la calle.
- Solo guarde silencio, la verdad estaba bastante apenada, así que solo me puse el cinturón de seguridad mientras ella arrancaba el auto, durante el trayecto no hablamos demasiado .
- Onice puedo preguntarte algo, hice algo que te desilusionara?
- La observe algo confundida, no sabía que decir ni a que se refería concretamente .
- No creas que no me di cuenta como se esforzaban por impresionarme con Damary, y hace unos días de pronto solo es una clase más para ambas, hice algo que las desilusionara?
- Hee… no es solo que, bueno sabemos cuándo rendirnos supongo.
- Es una pena, en verdad me gustaba ese espíritu de una de ustedes – dijo desviando un momento la vista del camino y frenado unos minutos después para entrar al estacionamiento de una casa .
Entramos a una casa amplia y bastante bonita, en una residencial algo apartada, Paula me sirvió algo de café y me llevo unas toallas, me indico donde estaba el baño y me dio una camiseta enorme que me llegaba a mitad del muslo, dijo que pondría a secar mi ropa, me seque puse la camiseta y salí a la sala, ella también se había puesto una camiseta claro que le quedaba algo más corta que a mí, tome asiento y ambas tomábamos el café, ninguna decía nada, luego ella se recostó en el sofá que estaba frente al mío, encendió el estéreo, sonaba música de Mago de Oz…
- Onice te hago una pregunta…
- Si claro dígame…
- Bueno pero primero tratame de vos, que estas en mi casa y me haces sentir vieja con el usted… - tomo un sorbo de café, volteo a verme y pregunto – yo te gusto o solo competías con Damary?
- Pues, me gusta cómo puede gustarle una mujer tan hermosa a alguien jajaja – estaba tan nerviosa por la pregunta que no supe que más contestar .
- Se levantó y sentó al lado mío, y me clavo una mirada fija – sabes que aquí no eres más mi alumna – dijo esto mientras se acercaba a mi acomodando un mechón de mi cabello tras mi oreja, quito mis lentes y los coloco en la mesa de al lado .
Yo estaba estática, no sabía qué hacer, no pasaba nada por mi cabeza en ese momento, solo pensaba que aquella mi maestra estaba allí tan cerca mío, termino de acercarse como esperando que yo dijera algo, pero mi silencio fue tomado como una aceptación e inclinándose hacia mí me beso, coloco su mano sobre mi mejilla acariciándola y fue profundizando poco a poco aquel beso casi pidiendo permiso para cada movimiento, tomo una de mis manos y la coloco en su cintura, se separó de mí y espero a que yo tuviera algún tipo de reacción, sabía que en verdad quería besarla, así que me acerque a ella cerré mis ojos y la bese, esta vez con más pasión, ella me tomo por la cintura y sentó sobre sus piernas quedando en medio de las mías, nunca imagine que fuera tan fuerte, coloco sus manos rodeando mi cintura y las mías fueron a parar sobre sus hombros, estuvimos besándonos unos minutos, hasta que mi teléfono sonó, era mi madre avisando que ya estaba en casa, ella coloco mis lentes de nuevo, y me llevo a casa…
- Estas bien?
- Si claro, por qué no habría de estarlo? – pregunte sabiendo exactamente a que se refería .
- No te ha incomodado lo de antes, es decir no volverá a suceder si así lo quieres, tú me gustas y mucho es primera vez que me involucro con una estudiante, no sé qué me pasa contigo, pero respetare si decides que no quieres nada conmigo o si tienes pareja ya.
- No tengo pareja, y aunque ha sido algo repentino no es que me disgustara, ya te he dicho que en verdad me gustas.
- Bueno, entonces veamos hasta donde nos lleva esto – sonrió se acercó a mí y me beso en la frente .
- Bueno buenas noches, te veré mañana en el colegio.
- Si claro que nos veremos – dijo en un tono algo seductor .
Esa noche a penas y logre conciliar el sueño, el sabor de sus labios estaba dando vueltas por mi cabeza, no podía dejar de pensar en ella y su perfecta figura, no podía creer que yo le gustara, y mucho menos que esa tarde me haya besado, tanto que fantasee con eso durante el mes anterior y ahora en verdad había sucedido.
La mañana siguiente estaba ansiosa por ir al colegio, pero sobre todo por ir a la clase de español, era la primer clase del día, llegue un poco tarde, y cuando entre al salón todos dirigieron las miradas hacia mí, Paula estaba parada a frente dando la clase, ese día llevaba un hermoso traje gris, pantalón al cuerpo, saco gris y una blusa blanca, se veía hermosa, pero lo curioso eran mis compañeros que aún no dejaban de verme, cuando me dirigí a mi asiento supe el por qué.
Había una hermosa rosa roja en el brazo de la silla, con un chocolate, nadie supo quién la coloco allí, me senté y abrí una nota que estaba con la rosa, solo decía “Pensando en ti – Mago de Oz” de inmediato supe que había sido Paula, ya que esa era justo la canción que sonaba de fondo la tarde anterior mientras nos besábamos.
Supongo que me ruborice, así que intente disimular un poco y deje la rosa de lado, la clase continuo, no sin los típicos comentarios, y una que otra risa de mis compañeros, se me hizo un poco difícil ese día concentrarme en la clase, y es que no podía ver a Paula y no pensar en sus besos.
Al salir del colegio allí estaba ella, unas calles después esperando que pasara, me dijo que me llevaría a comer y luego a casa, así que acepte, asumí que esa tampoco era una pregunta y además quería pasar tiempo con ella…
- Hola tierna, has estado muy distraída el día de hoy en clase, debe haber sido la rosa, ten cuidado con esas cosas olvide comentarte que soy celosa – dijo en tono de burla y coquetería .
No sabía en qué me estaba metiendo, pero estaba decidida a vivir aquella aventura…
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Disculpen la tardanza pero el trabajo me ha tenido algo agobiada, y revivir tantos recuerdos no siempre es algo rapido... Espero que les guste este segmento de mi vida... Att. Onyx