Perdimos juntos la virginidad
Pero particularmente me llamo la atención una compañera llamada Lupita. No muy alta con un rostro bonito, morena apiñonada y un cuerpo que era la envidia de todas las compañeras del grupo. Se puede decir que tenía las medidas perfectas.
Perdimos juntos la virginidad
Esta es una historia que me gustaría compartir con ustedes. Fue en mis tiempos de estudiante universitario en México. Yo contaba con 23 años cuando ingrese a la Facultad de arquitectura en la UNAM. Ahí conocí a varias compañeras que tenían un poco de menos edad que yo, pero que físicamente representaban más.
Pero particularmente me llamo la atención una compañera llamada Lupita. No muy alta con un rostro bonito, morena apiñonada y un cuerpo que era la envidia de todas las compañeras del grupo. Se puede decir que tenía las medidas perfectas. Su forma de ser y su forma de arreglarse la hacían atractiva a casi todos los chavos y en particular a mí.
Tímido como siempre había sido, me costo trabajo acercarme ya que creía que yo no podía tener una amistad con ella y menos un noviazgo pues yo era muy tímido para los asuntos del amor. Pero oh sorpresa fue ella la que se acerco a mí para hacer platica. Después de varios meses de amistad me di cuenta que cada vez era mas sincera su platica y me confió muchas cosas de su pasado dentro de las cuales salio de las desilusiones amorosas que había tenido en su pasado y que la hacían que no cualquier hombre la mereciera. Paso el tiempo y nuestra amistad creció y creció y por fin pude hacerla mi novia. Su renuencia a mis torpes caricias la hacían reírse y yo inocente seguía con el juego pero la verdad yo ya quería que ese hermoso cuerpo fuera explorado de norte a sur. Se dio la oportunidad de viajar a Villahermosa provincia de México y ahí llegamos a la casa de un compañero. Nos trasladamos a una casa de playa en donde nos quedamos todos los que íbamos (7 mujeres y 5 hombres). Pasamos unos días inolvidables. Ella llevaba un bikini blanco que la hacían verse espectacular y que muy a pesar de todos los varones que estábamos ahí no se transparentaba. Unos senos perfectos, una cintura muy breve y espectaculares caderas. La parte de abajo del bikini parecía que no soportaría toda esa carne que contenía y ahí me di cuenta de que ella contaba con un pubis muy particular pues sobresalía mucho de su plano vientre y parecía que apuntaba hacia delante ofreciéndose a las caricias y además se hacia mas evidente porque tenia abundante vello, cosa que a mi me éxito bastante pues a mi me gustan las mujeres naturales sin rasurar. No pudimos tener un acercamiento más íntimo.
Al regresar a la capital sabíamos que éramos el uno para el otro y yo cada día me asombraba de su forma de seducirme con su forma de vestir. Se ponía ropa muy entallada que casi no dejaba nada a la imaginación y yo tenia el recuerdo de ella con ese bikini blanco de la playa. Ella decía que si tenía paciencia todo sería para mí, pero yo ya no aguantaba mas.
Y así fue, en unas vacaciones de verano nos fuimos los dos solos a un hotel rústico al lado de una laguna. Las habitaciones solo contaban con dos camas matrimoniales y su baño. No había ni radio ni TV. Nos cambiamos y nos fuimos a disfrutar de la alberca y del lago. Ella nuevamente espectacular con su bikini blanco y cada día más hermosa y embarnecida, convirtiéndose plenamente en una mujer. Por fin llego la noche y llego la hora que había soñado. Después de cenar ligero nos fuimos a nuestra cabaña rustica y nos empezamos a besar y poco a poco nos fuimos quitando la ropa que llevábamos puesta ella a mí y yo a ella. Quedamos en ropa interior y ella se alejo de mí para mostrarme su fina corsetería. Tenía puesto un conjunto en color durazno con un sostén que apenas contenía sus grandes senos y que se transparentaban dejando ver una aureola y pezones ligeramente cafés. La tanga semitransparente deja ver esa gran mata de vellos castaño oscuro en plenitud. Esa vista me puso muy excitado, pues aunque no yo me entretenía viendo mujeres en revistas de adultos, no se comparaba con lo que estaba observando.
Ella me pregunto si me gustaba su ropa interior. Yo estaba tan azorado que solo logre asentir con la cabeza. Ella se empezó a reír y yo no podía casi articular palabra. Me indico que me recostara en la cama y así lo hice. Vi que apagaría la luz y yo le dije que no lo hiciera y solo bajo la intensidad. Le dije que fuera quitándose la ropa muy despacio, que casi fuera un striptase, y así lo hizo bailando al ritmo de una canción que solo ella tarareaba se quito el sostén y dejo al descubierto sus hermosos senos y su diminuta tanga la dejo puesta a media nalga. Yo ya estaba con mi miembro con una tremenda erección y aunque solo tiene 15 cm de largo lo compenso con el grosor que era fuera de lo común teniendo una circunferencia de 7cm y la cabeza de casi 9cm . Ella se acerco a la cama se me hecho encima y nos besamos apasionadamente mis manos al fin disfrutaban de esa hermosa textura de su piel. Poco a poco sentí como se excitaba y su cuerpo se calentaba y sudaba común olor agradable mezcla de un exquisito perfume y de cremas perfumadas.
Fui haciendo ese momento lo mas prolongado posible. Luego la puse de espaldas a la cama y empecé a besar todo su cuerpo, ella se estremecía con cada una de mis caricias y besos. Fui besando sus senos uno por uno llegando a su vientre bese su diminuto y bien formado ombligo sintiendo una ligera vellosidad en su vientre como si fuera una cáscara de durazno. Seguí bajando y bese su abultado y especial pubis por encima de su tanga, ella solo suspiraba y me tenía tomado del cabello. Fui bajando con los dientes aquel pequeño triangulo de tanga que cubría su pubis y lo que mire fue realmente especial. Tenía un pubis muy abultado una perfecta almohadilla cubierta de largos vellos cálculo de unos 7 a 9 cm de largos. Empecé a besar aquella gran mata de vellos y poco a poco fue abriendo sus hermosas y bien formadas piernas. Llegué a su clítoris y lo empecé a besar con delicadeza y vi como se humedecía y excitaba aun más. Fue tal su excitación que no pudo contener su emoción y tuvo su primer orgasmo dejando salir un gritito. Seguí con mi labor (que por cierto solo la había leído en libros) y empecé a besar sus labios vaginales los cuales empezaron a crecer y crecer conforme los succionaba. Al apartarme un poco de su vulva pude ver un par de labios menores que eran enormes cálculo de casi 6 cm de largos o más y sus carnosos labios mayores, que hacían estrecho su orificio vaginal aun así pude observar que tenía su himen intacto con solo algunos pequeños orificios. Ella era virgen y al igual que yo nunca habíamos tenido relaciones sexuales. Los dos perderíamos nuestra "virginidad"
Ella se incorporó y me dijo que ahora le tocaba a ella. Me puso de espaldas a la cama y se montó sobre mí, me quito la pequeña truza que llevaba puesta y no pudo contener su cara de sorpresa al ver mi pene. Lo empezó a acariciar y a besarlo y comentó que ella los había visto en películas y revistas porno de tamaños muy largos pero no con el grosor que tenia el mío. Ella mas que darle miedo le dio emoción y continuo besándolo y succionándolo hasta casi llevarme al orgasmo. Le retire su cabeza de mi miembro, que ya no aguantaba más y lo hice para recuperar el control de la eyaculación que ya sentía próxima. Seguí besándola en la boca, hasta que sentí que se me pasaba un poco la excitación, luego ella se puso encima de mí colocando sus largos labios vaginales en la punta de mi pene casi envolviéndolo por completo. Fue una sensación fantástica el sentir el calor que emanaba de tremendos grandes labios vaginales Empezó a escurrirle sus jugos lubricantes, los cuales mojaron todo mi pene y mis vellos púbicos. Ella empezó a intentar introducirse mi grueso pene relajándose lo más posible. Empezó a bajar su cadera pero el dolor que sentía era mucho yo pienso por la forma de su himen. Ese primer intento no lo pudimos conseguir, se detuvo y me dijo:
-Me duele mucho, pero lo quiero dentro de mí solo espera un poco.
Yo asentí con la cabeza, pero en realidad yo ya estaba pensando que no iba a ser posible la culminación de nuestra relación. Ella estaba sudando a cantaros quizá por la excitación o por el esfuerzo que esta realizando para poder introducir mi grueso pene.
Volvimos a los besos y caricias y de nuevo intentó introducirlo, ella ya no podía más, estaba super excitada. Volvió a montarme y nuevamente puso la punta de mi pene entre sus labios vaginales, los cuales ya estaban mas largos y grandes que nunca pues alcancé a ver que envolvían mas de mí pene. Empezó a bajar sus grandes caderas y poco a poco fue sediendo aquella pequeña y delicada tela que cerraba su entrada vaginal. Sudaba a más no poder pero gracias a nuestros abundantes jugos lubricantes fue cediendo paso a la cabeza de mi pene. Ahí se detuvo, suspiro y dejo caer su peso sobre todo mi miembro, que a estas alturas sentía que reventaba. Al sentir que toda su vagina estaba llena se detuvo gozando del momento y yo sintiendo las palpitaciones dentro de su apretada vagina. Me indico que no me moviera y ella inicio una serie de movimientos circulares que hicieron que sintiera el golpe de sus grandes labios vaginales y que al parecer esa acción le provocaba mucha excitación y a mí ya podrán imaginárselo.
Yo estaba gozando cada momento, cada movimiento, el cual cada vez era mas rápido. Empezó a subir y bajar sobre mi pene, casi hacia que se saliera y lo volvía a introducir en cada arremetida salía cada vez mas lubricación de su vagina y provocaba un sonido muy peculiar. Yo sujetaba con delicadeza sus senos que, aunque eran firmes, no podían soportar tanto movimiento. Lo que estaba viviendo no era nada parecido a lo que se ve en películas porno, esto era real la sensación de ese pubis y labios vaginales tan especiales que tenia chocando contra mi pubis es indescriptible.
Yo no podía soportar mas, sentía que de un momento a otro estallaría dentro de ella. Pero nuevamente me sorprendió deteniéndose por completo. Empezó a temblar tomo mis manos y las apretó con fuerza. Cerro los ojos y empezó a fluir una gran cantidad de liquido de su vagina con cada espasmo que tenia. Estaba teniendo un sensacional orgasmo. Entre suspiros me pidió que no me moviera, yo así lo hice. Sentía cada contracción de su vagina en mi pene, era fabuloso sentir tantas nuevas sensaciones.
Al detenerse ese par de minutos, provoco que mi excitación bajara un poco, lo que permitió retrasar mi eyaculación. Volvió a iniciar el movimiento de sube y baja muy despacio y fue incrementando su velocidad poco a poco. Ya teníamos más de 40 minutos y ya no soporte más. Tuvimos un gran orgasmo sentí como llenaba su vagina de semen calido que se mezcló con otra gran cantidad de liquido vaginal que volvió a expulsar esta gran mujer.
Todavía con mi pene un poco flácido dentro de ella sentía como palpitaba su apretada vagina. Nos acostamos uno al lado de otros exhaustos, sudorosos y con una gran sonrisa de felicidad y satisfacción nos besamos y dormimos, por fin logramos nuestra unión en cuerpo y alma.
Aun recuerdo a aquella gran mujer, su cuerpo perfecto y su especial vulva y pubis, al final de la carrera universitaria nos separamos y nunca más volví a saber de ella. Donde quiera que este espero que se encuentre bien. Creo que nunca encontrare alguien como ella.