Perdiendo la virginidad
Sucedió algo que jamas penso poder suceder
Era una noche como cualquier otra de verano, estaba en mi habitación pensando en que ponerme para conseguir llevar alguna tía a la cama puesto que este fin de semana disponía de la casa para mi solo.
La noche empezó como cualquier otra, a las 11:30 en la esquina del parque y de allí irnos al bar de las esquina a tomar unas cervecitas para ir calentando la noche y así esperar que estuviéramos todos, puesto que la puntualidad para algunos es algo inexistente.
Eran ya cera de las 4 de la mañana y seguía sin conseguir engañar a ninguna mujer para llevármela a mi casa, eso si los cubatas, chupitos y todo tipo de "cigarros" empezaban a nublar mi criterio de belleza, pero aun y así nada, era una de esas jodidas noches en la que nada sale bien.
En uno de mis muchos viajes al baño mientras estaba concentrado en mear en su sitio sin mancharme ( en esas circunstancias no es tan fácil como parece) vi a mi lado a un hombre, me llamo la atención porque parecía mayor, y cuando digo mayor no me refiero a los treinta sino que mas bien a los cuarenta o cincuenta. Y claro en mi estado la discreción no es una opción, simplemente es algo inexistente, y le dije algo así- joder tío que estas buscando a tu hija porque debes de tener uf o más de años- y el muy simpático me sonrió y se fue, vamos que me vaciló en toda la cara me hizo quedar como un puto borracho, y eso me toco las narices.
La noche pasaba y yo ya no es que no ligara con ninguna es que ya había perdido hasta a mis amigos, así que puesto que serían sobre las cinco de la madrugada y estaba claro que esa noche no iba a mojar el churro me fui al parking porque suponía que estarían allí esperándome, esos cabrones que me habían abandonado. Pero no, no estaban ayi o por lo menos no los vi , pero al que si que vi fue a ese hombre del baño, y puesto que estaba solo y el tío parecía simpático empezamos a hablar y al rato ya dijo que se marchaba y yo no tenia ganas de andar y el se ofreció a llevarme. Tenía el coche a las afueras casi del polígono y nos tocó andar un buen trozo. Al llegar al coche se sacó un par de cigarrillos para fumárnoslos antes de irnos. Parecía mentira la tranquilidad y silencio que había, hasta nosotros dejamos de hablar solo dábamos caladas a un cigarrito de la risa. Al cabo de unos minutos la distancia entre nosotros se había acortado tanto que era inexistente, incluso era capaz de oír su respiración y como cada vez sus miradas eran como mas intensas y de repente notaba como pasaba su mano por mi pierna, y yo permanecía inmóvil, incapaz de reaccionar ante una situación tan rara e inexplicable. Cuando de repente me cogió con fuerza con una mano el culo y acercó sus labios a mi oreja y me susurró - lo vamos a pasar bien, ¿te apetece?- a lo que yo no supe reaccionar y solo podía permanecer inmóvil con la vista perdida en el infinito mientras el acariciaba mi culo, y de momento me planto un beso, pero no un beso cualquiera, su lengua entro en mi boca dispuesta a registrar cada uno de sus rincones y yo seguía inmóvil dejándome hacer. Tras el beso abrió la puerta del coche y sin decirme nada directamente entre, no se porque hice tal cosa simplemente mi cabeza estaba anulada no reaccionaba a ningún estimulo lógico.
Estábamos los dos en el asiento trasero del coche, al final del polígono solo estábamos nosotros aparcados pero pasaban coches por la carretera de vez en cuando, pero las ventanas estaban tintadas y era de noche, por lo que teníamos cierta intimidad. Otro beso apasionado pero esta vez no se porqué pero mi lengua también participó, me apartó y se dispuso a quitarse los pantalones y sin pensarlo yo hice lo mismo, salvo que sin explicación alguna los tire por la ventanilla delantera. Agarró mi mano y la llevo hasta su pene, mientras acariciaba su pene el no apartaba la mirada de mi cara, como si quisiera hipnotizarme. La cosa empezó aponerse dura y tras cruzarnos las mirados durante unos segundos cogiéndome con ambas manos llevó mi cabeza hasta su duro y grande pene, empece a notarlo en mis labios pasado unos segundos abrí la boca y lo lamia como si de un helado se tratara, parecía gustarle, sus suspiros así me lo hacían ver, pero parecía no ser suficiente. Mientras yo se la chupaba el acariciaba mi culo y jugaba con su dedo en mi abujerito anal, algo que me aceleraba el corazón.
Pasado unos minutos apartó mi cabeza de su pene y se colocó un preservativo, y hay estaba yo mirando pasmado como se lo ponía. Me colocó de rodillas medio ladeado, y empece anotar su capullo como quería entrar dentro de mí, el me azotaba con la mano y restregaba sus enorme pene por mi culo algo que debería haberme hecho huir o evitarlo, pero sucedía todo lo contrario cada vez estaba mas excitado... hasta que lo consiguió y se me escapó un sordo gemido mientras el echaba su aliento en mi nuca. Empezó a moverlo dentro de mi despacito, sentía cada uno de sus movimientos por minúsculos que fueran sentía dolor, pero en ningún momento le pedí que la sacara, me dolía pero quería seguir sintiéndolo, no se porque pero no quería que parara. Cuando empezaba a asimilarlo el ritmo empezó a subir, yo gemía y el también, hacia mucho calor y abrió la puerta, mis gemidos parecían cada vez fuertes, de repente me la sacó, note como si un huracán entrara por mi culo, salió fuera del coche y me agarró por la cintura y me sacó de un salto fuera del coche. Yo tenia las dos piernas fuera del coche y me incline hacia dentro del coche el cuerpo y el desnudo de cintura para abajo empezó a metermela de nuevo, las embestidas cada vez eran mas fuertes, sudaba , gemía cada vez más fuerte, sentía una sensación nueva para mi... dolor y placer al mismo tiempo, jamás había sentido nada igual.
Finalmente la saco y me puso de rodillas delante de él y soltó una enorme corrida en mi cara. Después se arrodillo a mi lado y me dijo - ves te dije que te gustaría-, yo asentí con la cabeza dándole la razón, me sentía como si el fuera mi amo y mi obligación era complacerle.
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Nos vestimos, subimos al coche le indique donde vivía y cogimos rumbo a mi casa. Durante el camino no intercambiamos ni una sola palabra, al llegar a la puerta de mi casa aparcó el coche y se ofreció a acompañarme hasta mi casa, a lo que yo me negué por miedo a que nos viera algún vecino pero el insistió asegurando que estaba borracho y que quería asegurarse que llegará a mi cas en perfectas condiciones y finalmente se salió con la suya.
Llegamos a la puerta de edificio y tenia el pulso tembloroso por lo que me cogió las llaves de la mano abrió la puerta y con su mano izquierda me dio una palmadita en el culo para indicarme que entrara, al oque yo obedecí como si de un perrito se tratara. Subimos hasta la tercera planta que es donde vivo, una vez frente a la puerta de mi casa sacó las llaves y abrió la puerta y se volvió a repetir la misma escena de segundos antes y cuando me quise dar cuenta estábamos dentro, me cogió de la mano y me llevó pasillo adelante hasta llegar al salón, se paró y mirándome me dijo – se que quieres repetir y sabes que yo también quiero hacelo otra vez – y yo permanecí mudo de nuevo.
Hay estaba otra vez frente a él desnudándome lentamente como me había pedido mientras el acariciaba su pene y se mordía el labio inferior, finalmente me arrodille frente a el y comencé a lamer de nuevo su pene. Pasaban los minutos y seguía lamiendo ese enorme pene y no me daba opciones a parar, hasta que pasado un buen rato me mandó parar ponerme de pie y me llevo hasta mi habitación, me tumbó en la cama boca arriba y el se colocó a mi pies, separó mis piernas y acercó su polla hasta mi culo, notaba como su capullo chocaba contra mis huevos y buscaba mi culo, pasado unos segundos agarró un cojín y lo metió bajo de mi para que mi culo quedara en alto y así poder penetrarlo mejor. Y así fue eran sacudidas lentas pero profundas podía notar como sus huevos golpeaban en mi culo indicándome que la tenia toda su polla dentro de mi, luchaba por no gemir pero no podía evitarlo... seguía sin decir nada me había convertido en su perro y el en mi amo y él lo sabia.
Sacó su polla de mi culo,me susurró que me pusiera en pie y me arrodillara delante de el y se la mamara y así hice, estaba preparado para su corrida pero el todavía no estaba dispuesto a terminar, me puso en pie y me tiró a la cama y me puse a cuatro patas y de nuevo su polla entro dentro de mi dolorido culo. Pasaban los minutos y seguía encima mía penetrando con mayor intensidad cada vez, me encontraba a límite no podía más me iba a destrozar el culo, cuando de repente empece a notar como su respiración se aceleraba y su cuerpo se convulsionaba …. se iba a correr …. aaaaaahhh!!! pegó un gran gemido se había corrido y para mi sorpresa notaba toda su lefa como se derramaba dentro de mi culo, no se había puesto condón. Se tumbó encima de mi podía sentir el latido de su corazón como golpeaba contra mi espalda.
Quedé tumbado inmóvil en la cama, notando como su lefa brotaba de mi culo, estaba agotado, cuando volvió del aseo y se bestia frente a mi me hizo una pregunta, - Dime, ¿no sabes quién soy? -
Me quede perplejo ese tío parecía conocerme -no- conteste, se echó a reír y dijo – soy Paco, trabajo de cocinero en el restaurante de tu madre – Me quede atónito, tumbado desnudo encima la cama.