Perdiendo el control,mordendo un cinturón de cuero
Vamos a jugar un pequeño juego para ver que tan macho eres
En los vestidores para varones.
“Nos están viendo”… pensaba mientras se estremecía al recordar lo que Car le había contestado… “ eso es exactamente lo que quiero, que nos vean” si… esas habían sido sus palabras, tan ciertas como que en ese momento le lamia el cuello disfrutando de su estremecimiento...
El espacio dentro del cubículo del baño de los vestidores era reducido pero eso lo hacía más excitante, Javier sonreía mientras besaba lentamente el cuello de Car deleitándose con la vena que se marcaba con su respiración, mientras disfrutaba de las manos de car que bajaban por su espalda presionando lentamente para atraerlo hacia él. El sentirse cada vez mas pegado a él le provocaban unas ganas deliciosas de abandonarse al placer sin importar que se encontraran en riesgo de ser descubiertos. La mano derecha de car bajaba dentro del pantalón de Javi palpándole la carne de las nalgas, apretándolas con firmeza, Javier trataba de controlar su respiración, quería gemir… moría de ganas de gemir.
Car había dejado de besarle el cuello para comenzar a lamerle la manzana de Adán, dejando que su lengua baje cada vez más hacia el pecho erizado y firme que se movía al compas de la muy agitada respiración de javi que se esforzaba en esconder gemidos. Javi miro hacia la pared y sintió un extraño dèjá vu entonces recordó que semanas antes en ese mismo cubículo había llorado creyendo que aquel fornido gladiador que le lamia con avidez las tetillas nunca le correspondería… como daba vueltas la vida.
Car miraba el cuerpo delgado y atlético de Javier apretándose contra él, pensaba en aquel beso que se dieron frente a todos, estaba demasiado caliente para pensar con claridad, lo había hecho en un impulso y el resultado había sido una llamarada de excitación, de necesidad de sexo, lo había calentado desentumiendo los músculos helados por el silencio y el miedo dejando solo el agradable calor del cuerpo de Javier, tenía el corazón completamente desbocado de emociones, se había hecho novio de Javier y había salido del closet casi en el mismo instante; le aterraba lo que pudiera pasar después, pero estaba completamente seguro de si no daba ese paso las cosas no podrían funcionar a plenitud, además Javier estaría a su lado para pasar los momentos difíciles tomados de la mano… Sin él nunca habría dado ese paso y algún día le agradecería por ese fuego que iluminaba las sombras haciendo que caminara hacia la luz. Aunque que mejor forma de agradecerle que follandole hasta se le fuera el aliento. Ahí mismo, en ese instante sin importar nada mas.
Ahí ocultos dentro de uno de los cubículos a salvo de las miradas de sus compañeros Javier se quitó la camisa facilitándole el trabajo a car de jugar con sus tetillas mientras él le besaba el cuello lamiendo aquellas hendiduras deliciosas donde se le marcaban las venas. Pasó sus manos por su espalda aferrándose a él pegándolo contra la pared mientras luchaba intentando bajarse el pantalón. Javier tenía las manos contra la pared, respirando entre cortadamente con el cabello rubio cayéndole sobre la cara, Car se quito el pantalón y se bajo el slip hasta las rodillas mientras Javi acercaba sus labios a su piel, besando cada centímetro de la piel de su abdomen, recorriendo aquel camino hacia sus caderas ligeramente cubiertas con vello, su lengua busco aquel glande que moría de ganas de ser saboreado, car respiro hondo estremeciéndose al sentir como Javi metía poco a poco ese delicioso mástil en su boca. Car empujo intentando meterla hasta el fondo de su garganta, sujetando con una mano el cabello de Javi, este se excito mas al sentir las manos presionándolo para que se la metiera completa.
Car se movía como una maquina bombeando como un poseído follándole la boca a Javier que respiraba con dificultad, con unas gruesas lagrimas saliendo de sus ojos por el esfuerzo pero sin hacer ademan de detenerse, faltaba muy poco para venirse pero no quería terminar así, quería fundirse en uno con él, quería hacerle el amor, saco su enorme miembro de la boca de Javi y él entendió con solo una mirada lo que su novio quería, se puso de pie volteándose para quedar de espaldas desabrochando su cinturón bajándose la ropa y preparándose para recibir aquel delicioso miembro, car acaricio sus nalgas besando lentamente su cuello y su hombro besándolo con lujuria, Javi le deslizo un condón y justo cuando se disponía a abrirlo los dos se sobresaltaron con el ruido de la puerta abriendose.
El entrenador de educación física abrió de golpe estrellando la puerta principal con la pared mientras entraban los chicos que terminaban la practica al vestidor, aun que ellos estaban en un cubículo, Car se subió rápidamente los pantalones con el corazón latiéndole a punto de infarto, al mismo tiempo que Javier se ponía la camisa y se acomodaba la ropa para salir.
- Carajo… ¿tan pronto termino el periodo libre?, no puedo creerlo.
- Deja salgo yo primero Javi, tratare de entretener al entrenador en la parte de atrás diciéndole algo sobre las prácticas de futbol, para que puedas salir sin problemas – por toda respuesta Javier le dio un beso corto y tierno en los labios – pero ni creas que me voy a quedar así, me dejaste mas excitado que nunca.
Car salió del cubículo tratando de disimular la erección que aun se marcaba en sus pantalones, camino hasta Luis, el entrenador, y comenzó a hacerle una serie de preguntas para distraerlo mientras Javier salía furtivamente de los vestidores rumbo al pasillo creyó ver a Adrian sentado en el despacho de Luis pero no le dio importancia y se escabullo entre la gente que entraba tratando de no ser visto, los pocos minutos salió Car con una sonrisa tímida en los labios sintiendo las miradas curiosas que arrebataba al pasar, al parecer a ese punto ya toda la escuela sabia que Javier y el eran pareja.
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- Aun no puedo creer lo que hiciste hace rato… besarme frente a todos, se que dijiste que no importaba pero… tengo que preguntarte ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué saliste del closet así? ¿y si tus padres se enteran? – car lo miró bajando ligeramente la cara, como un niño que sabe que tiene que confesar que rompió el florero.
- Bueno… lo hice por… tú culpa. No sé cómo demonios empezó esto…supongo que desde que nos peleamos en el gimnasio, me di cuenta de que tú no tienes miedo de que te vean porque a final de cuentas esto no tiene nada de malo y si a los demás no les gusta se pueden ir al carajo, además mientras yo solucionaba mis quebraderos de cabeza intentando que me perdonaras, en algún lado mi mejor amigo dulce y tímido se esfumó, dejando a alguien distinto en su lugar - Javier abrió la boca intentando protestar pero Car siguió hablando indicándole que no habia concluido lo que queria decirle - No me malinterpretes, me encanta esta chico que tengo frente a mi porque tiene una seguridad en sí mismo que se contagia. Y por ello no sería justo pedirte que te escondas para estar conmigo… y otra razón aun más fuerte, la primera vez jodí las cosas por negarte delante de Male, no volveré a cometer ese mismo error, quiero que sepas que me importas. Y una última razón… pero esto Javi, no quiero que lo tomes a mal no es un reclamo… es que, los días que estuvimos peleados, yo… te he visto con un chico diferente cada día, solo quería… dejar muy en claro que estás conmigo ahora – Javier lo miro asombrado, y se acerco hacia él para que lo abrasara, Car rodeo sus hombros con su brazo y lo pego hacia él, la gente los miro y murmuraron e incluso se oyeron algunas risitas, pero ninguno de los dos le tomo importancia. A final de cuentas se tenían el uno al otro.
- Car solo quiero decirte que me da gusto que lo hayas hecho, pero quiero que sepas que… no necesitas ponerme letreros en la frente marcando tu propiedad, eres la única persona con la que quiero estar, puedes estar seguro de eso – Car sonrió y deslizo su mano hasta la de Javier acercando sus dedos a los suyos, Javi entendió de inmediato tomándolo de la mano y entrelazando sus dedos con los de él – No quiero entrar a clase, quiero pasar tiempo contigo.
- Yo tampoco pero, tienes demasiadas faltas en todas las materias Javi, no creo que debamos…
- Me recuperare… solo por hoy, vallamos a mi casa, quiero terminar lo que empezamos.
Car lo miro asintiendo, el también moría en deseos de continuar lo que habían dejado pendiente. Llegaron a la puerta y salieron caminando hacia la casa de Javier nunca antes se había sentido tan amado, tan seguro de sí mismo y tan agradecido con el destino, Javier cerró los ojos sintiendo el aire en su cara y no pudo evitar sonreír, se sentía completamente feliz por primera vez en toda su vida, la emoción de escapar de clases y la firmeza de estar tomado de la mano con la persona que amaba, era como si el cielo se hubiese abierto derramando luz sobre su corazón. Miro de reojo a car y se le veía tranquilo y meditabundo, al verlo Javier entendió por fin lo que quería decir Robín que el había malinterpretado, Ser inteligentemente egoísta es dejar que el mundo diga lo que se le pegue la gana preocupándose solo por lo que piensen los demás compartiendo tus pensamientos y tus emociones solo con aquellos pocos que lo merezcan y teniendo cerca a quien te inspira a seguir adelante sabiendo que podemos contra el mundo, un paso a la vez. Javi sabía que lo de la escuela sería complicado al inicio pero que después de unas semanas seria una noticia vieja, además Car con lo fuerte y alto que se veía era poco probable que quisieran meterse con él… Javier sonrío pensando si se relaja todo saldrá a pedir de boca, todo lo que necesita es soltarse un poco… y yo se exactamente como hacer que se relaje…
Llegaron y no se molestaron siquiera en llegar a la habitación pues a media sala habían dejado casi toda la ropa, en un intento de quitarse el pantalón de un solo tirón Javier había caído de bruces en el piso de la cocina, car conteniendo la risa se sentó en bóxer a horcajadas en una silla de madera de la cocina con el respaldo hacia al frente en una pose típica de macho rebelde, Javier se deshizo por fin del pantalón y poniéndose de rodillas de frente a car buscó sus labios cerrando los ojos, se besaron durante un momento.
- Tengo ganas de algo – dijo Javier mirando pícaramente a Car – tengo ganas de comerte…
Car sonrió mientras hacía ademan de sentarse correctamente en la silla para que Javier pudiera hacerle sexo oral, entonces la voz de Javi soltó un “no” de una forma tierna pero bastante autoritaria, Car lo miro extrañado y sorprendido.
- Te quiero como estabas pero… flexiona una rodilla como si fueras a hincarte en la silla y la otra pierna déjala extendida – Car lo miró serio pero obedeció sin poder quitar de sus labios una sonrisa nerviosa, Javier tomó del piso su cinturón negro y se lo extendió en las manos a Car – vamos a jugar un pequeño juego para ver que tan macho eres… yo voy a comerte el culo haciendo todo lo posible por lograr que sueltes un gemido o un grito, puedes morder el cinturón con fuerza si quieres para ayudarte a no gritar, entonces si yo gano y consigo que grites o empieces a gemir seré yo quien te penetre, el juego termina cuando te vengas – Car abrió los ojos sorprendido mirando el cinturón que tenía en las manos, la idea de ser pasivo no le agradaba mucho, además que moría de ganas de sentir como la carne del culo de Javi se devoraba estrecha y firma su verga palpitante. Levantó la mirada y miro directamente a los ojos a Javier retándolo de forma juguetona
- ¿Y si yo gano…?
- Si tu ganas… tomaras el cinturón que tienes en la boca y dejare que me azotes las nalgas con él mientras me follas con toda la bestialidad que solo tú puedes tener – la imagen mental de la blanca piel de Javier cruzada de rojo con cada azote hizo que se le pusiera la piel erizada y que su verga palpitada de excitación
- Ok… tenemos un trato – dijo car al tiempo que se ponía el cinturón en la boca y lo acomodaba sujetándolo con sus dientes.
En la oficina de Luis
Adrian entro despacio hasta sentía que el corazón le latía en las orejas dándole un suave mareo desde que entro a la oficina, Luis lo miraba fijamente con una sonrisa resignada y conciliadora intentando extraer la verdad examinando su rostro, se le veía cansado y no tan energético como siempre, habían un par de ojeras que marcaban su cara, lo cual indicaba que no había dormido mucho ese fin de semana. Adrian se miró las manos avergonzado, el había dormido perfectamente en brazos de alguien más, era tan injusto, Luis no merecía nada de eso, deseó mentir pero sabía que no podía seguir haciéndolo, nada cambiaría el hecho de que había mentido y traicionado a la persona que lo había cuidado y protegido, sus brazos se aferraron a los brazos de la silla que se encontraba frente a él, Luis lo miraba desde una esquina sentado sobre el escritorio como si fuera un chiquillo, Adrian se fijó en la puerta cerrada, y sintió unas ganas de salir corriendo, de escapar de ese silencio, de esa culpa. Al final Luis lo miró y comenzó a hablar despacio.
- Tengo que hablar contigo de algo muy importante peque – Adrian sintió una punzada de culpabilidad cuando escucho como Luis le hablaba con cariño. ¿ Me seguirías hablando con tanta dulzura si supieras los horrores que he cometido? Pensaba Adrian mientras Luis miraba hacia el suelo sin saber como continuar.
- Yo… yo también tengo cosas que decirte Luis, no quiero que te pongas mal, quiero decirte… hay una persona que… estos días, es que yo Luis, yo – Adrian intentaba explicar el mar de emociones que se aglomeraban impidiéndole hablar con claridad. Luis respiró hondo asintiendo con la cabeza, cerró los ojos un momento y al abrirlos casi se podían ver la tristeza que se ocultaba bajo su rostro sereno, Luis siguió hablando al ver que Adrian luchaba por ordenar sus ideas.
- Estas saliendo con alguien más… ¿es eso? – Adrian sintió un mini infarto en su corazón al escuchar esas palabras pero no lo interrumpió dejando que continuara – lo sé, me di cuenta hace poco. No te voy a hacer una escena, era algo que yo sabía que podía pasar, más que nada por la diferencia de edad y las ultimas fricciones que tuvimos.
- Luis… perdóname, te juro que todo esto paso yo no…
- Adri… no pasa nada, ¿sí? eso no lo que quería decirte aunque si quieres podemos hablar de ello luego – Luis tragó saliva, le estaba costando un mundo reprimir todo lo que sentía, pero necesitaba tener el dominio de esa situación – Peque, Robín nos ha encontrado, no sé que pretenda pero si él lo sabe es cuestión de tiempo de que Gian también lo sepa. Yo… encontré una invitación dentro de tu mochila, ( el mismo día que vi una foto tuya con alguien más en el facebook de uno de tus compañeros pensó) , reconozco que no estuvo bien pero tome la invitación y fui para verte ahí, al llegar Robín me vio y se acerco a buscarme, me reconoció con mucha facilidad ya que yo no tenía mascara, yo tarde un poco más en darme cuenta de quién era por su maldito antifaz pero cuando le vi los ojos supe que era él… y me fui lo más pronto que pude, el no ha hecho nada por buscarme en este momento, pero eso no garantiza que podamos estar seguros tal vez deberíamos irnos de este lugar.
- Irnos… pero qué hay de la escuela, de Javier y car, de Nina y de… de
- ¿De Gustavo Oliveri? – adrian miro a Luis sintiendo un hueco en el pecho – adrian se que en este momento opinaras lo contrario pero si Gian nos pilla después de habernos escapado, las cosas se pueden poner feas, ningún romancito vale la pena como para arriesgar nuestras vidas.
- ¿Co… como sabes el nombre de Gustavo? ¿¡Robín! Dime Luis fue Robín el que te habló de Gustavo? – Le había gritado Adrian, tenía la piel completamente erizada y temblaba esperando una respuesta.
- No me lo dijo robín, a decir verdad… el enterarme fue pura coincidencia… las redes sociales son un arma de doble filo, Mira Adrian, estoy un poco mayorcito para los dramas de esta naturaleza no quiero una telenovela entiendelo, me importa que estés a salvo. Pase lo que pase entre nosotros yo voy a cumplir mi promesa de protegerte. Voy a intentar hablar con Robín, ganar tiempo pero… si las cosas no resultan lo mejor será irnos de aquí.
Adrian asintió con la cabeza cruzando los brazos tratando de no llorar y sintiéndose muy culpable por no haber sido sincero con él desde el principio, con respecto a Robín también le aterraba que le mostrara el video o que le hablara de cómo conoció a Gustavo, ojala tuviera la fuerza para hablar con tavo con absoluta sinceridad y también necesitaba hablar con robín ya que en la fiesta solo lo había visto desde lejos, Luis percibió la tristeza que había en la mirada de su peque y extendió sus fuertes brazos por el delgado cuerpo de adrian dándole un fuerte y cálido abrazo, adrian se pegó a su pecho levantando el rostro para mirarle.
- No tengas miedo por lo de Robín... yo me encargare de él. Y lo de Gustavo, me hubiese gustado que me dijeras las cosas de frente sin mentiras, intuyo el porqué no lo hiciste y me duele que no hayas confiado en mí, nos tenemos el uno al otro para cuidarnos, pero no puedo cuidarte si me ocultas las cosas, respóndeme una cosa ¿lo quieres?
- Si… aunque lo conozco poco… comienzo a quererlo
- Y… ¿el te quiere a ti?
- Si – respondió adrian bajando la mirada, visiblemente apenado
- Entonces yo no tengo porque enojarme, si lo que me hace más feliz a mi es verte feliz a ti, y posiblemente es lo que tu madre hubiese querido.
Luis ocultó su tristeza y su soledad tras una cálida sonrisa, nunca antes se había sentido tan solo. Ese era un paso que sabía que era cuestión de tiempo, adrian terminaria independizándose y alejándose de su lado tarde o temprano. Luis sintió la devastación de una verdad absoluta y helada <<él no tenía nada ni a nadie>> respiró hondo tratando de gobernar sus emociones y se sorprendió recordando a Robín gimiendo y retorciéndose de placer, acurrucado entre sus brazos, para después recordarlo también mirándolo con furia, moviendo su rostro cínico en un gesto airado, Luis abrió los ojos y miró el papel que había en su escritorio, en el se encontraba la dirección del sitio donde se hospedaba Robín, había pasado todo el sábado y el domingo localizándolo, y ahora solo era cuestión de decidirse a ir, sabía que tenía que hacerlo, no porque lo deseara, si no por Adrian que seguía llorando abrazado a su pecho.
En la cocina de casa de Javier
Las manos de car se aferraban con fuerza al respaldo de la silla que tenía contra su pecho, había empezado a sudar desde el primer instante en que Javier comenzó a acariciarlo, era un sentimiento extraño como si unas extrañas cosquillas lo invadieran, un delirante contrapunto de placer, tenía el corazón acelerado y sentía que le palpitaba el sexo. Intento relajar el cuerpo inhalando lentamente. Se sentía expuesto, Javier se había puesto de pie a su lado lo observaba, se sentía incapaz de mover las manos, aunque no se las había amarrado, Javier lo miró y se acerco a darle un suave beso en la nuca, bajando despacio por su espalda, siguiendo el camino de su espina dorsal con besos húmedos y lentos, car había iniciado a estremecerse lo notaba en su piel. Su lengua quería llegar a ese delicioso trasero expuesto solo para su deleite.
Llego a su encuentro después de recorrerle poco a poco la espalda, se tomó un instante para contemplar su perfecto trasero de deportista, luego sin pensarlo le mordió ligeramente uno de los glúteos, car dio un respingo de sorpresa pero no grito ni soltó ningún gemido, Javier sonrió al sentirlo y depositó un suave beso en el lugar de la mordida entonces su mano llego al ataque sujetándole los testículos con fuerza pero sin lastimarlo mientras su lengua daba círculos juguetones alrededor de su ano, seguida por sus dientes que acariciaban el lado interior de sus cachetes provocándole un estremecimiento tan grande que car aguantaba la respiración mordiendo con fuerza el cinturón para no gritar como un loco. Javier movió poco a poco su mano de los testículos para estimularlo con de forma doble subiendo y bajando su mano por su pene con rápidos movimientos, mientras su lengua lamia desde su ano hasta los testículos subiendo y bajando hasta encontrarse de nuevo con su indefenso agujero, Javier jugaba sujetándole con fuerza, dándole dulces lametones, poniendo su lengua dura para penetrar ese estrecho agujero, mientras Car temblaba con cada lamida mordiendo con furia el cinturón paladeando el sabor del cuero en su boca, no podía resistir por mucho tiempo aquella comida de culo.
Javier bajo el ritmo de la mano al masturbarlo para que no se viniera tan pronto, car le quito la mano y siguió masturbándose el mismo, con las manos libres Javier sujeto con firmeza ambos cachetes para facilitarle paso a su lengua, hacia pequeños movimientos en círculos de forma lenta como moviéndose en espiral, de afuera hacia adentro repitiéndolo una y otra vez para luego penetrar suavemente el ano con su lengua. Javier tenia la verga más dura que nunca entre todas las cosas amaba poder darle placer oral y estaba deseoso de que car gritara para poder follarlo, escuchaba su respiración agitadísima no faltaría mucho para que inundara la habitación con sus gritos, mientras tanto penetraba a lametones su ano, subiendo y bajando sin prisas su lengua desde sus testículos hasta su agujero, sonrió para si mismo y entonces comenzó a besarlo con verdadera furia como si fuera la primera vez que besara y sus labios quisieran saborearlo todo, sus dientes lo acariciaban y sus labios se aferraban a darle placer como nunca antes lo habían hecho. Besándolo y aferrándose en un increíble beso que culminaba penetrando su trasero con la lengua saboreándolo todo una y otra y otra vez. Car temblaba sin poder contenerse más enterró los dientes en el cinturón con toda la fuerza de sus mandíbulas mientras se corría abundantemente, poco a poco Javier se detuvo mirándolo sorprendido… como carajos había logrado reprimirse los gemidos pensaba… si con menos que eso había logrado que otros chicos gritaran hasta quedar sin voz.
Car lo miró desafiante sacándose el cinturón de la boca el cual tenía bien grabadas las marcas de sus dientes, voy a amar usar ese cinturón, lo usare diario… pensó Javier mirando como sus dientes casi habían roto el cuero de tan fuerte que lo habían mordido.
- Creo que gane limpiamente así que ahora quiero cobrar mi premio
Medio día en la habitación de Robín.
Luis se acercó a la puerta mirando a ambos lados, se sentía inseguro y acorralado pues aun no tenia en claro exactamente qué era lo que le diría, tocó la puerta con insistencia apretando con furia los puños, tenía la mandíbula tensa y una sensación extraña en el estomago producida por los nervios. Estuvo a punto de dar media vuelta e irse a casa, toco una vez más y escucho un murmullo en el interior lo cual indicaba que estaba ahí adentro, Luis trago saliva y giro el pomo de la cerradura abriendo con cuidado la puerta para no hacer ruido. La habitación estaba en penumbras pese a ser medio día ya que las cortinas permanecían cerradas, la poca luz y los murmullos provenían de la televisión que había quedado encendida, robín dormía con el rostro sereno, abrazando la almohada con el cabello castaño cayendo sobre su frente bronceada. Al mirarlo Luis no pudo evitar pensar ¿ cómo puede un ser tan despreciable como tu dormir tan tranquilamente como si fuera un niño inocente? luego miro en la mesita de noche un frasco de pastillas sin etiqueta y movió la cabeza en gesto de reproche… si drogándose.¿Drogándote olvidas todo lo que has hecho? ¿Te drogas para perdonarte todas tus acciones? Luis respiro hondo y avanzó sigilosamente.
Recorrió la habitación con la mirada, todo parecía limpio y ordenado, había dos sillas y una pequeña mesita, un ipad en ella justo al lado de su teléfono celular... Caminó hacia ellos cuidando de no hacer ruido, había una conversación en skype con Gian de hacia unos cuatro días donde hablaban de los detalles de la fiesta con respecto a varios clientes
Tomo el ipad en las manos y comenzó a revisar el historial y las conversaciones anteriores con Gian buscando referencias de su ubicación y de Adrian, la tarea no resultaba demasiado facil ya que Robín tenía una compulsión casi obsesiva con la limpieza y el orden y gracias a ello tenía su historial archivado en carpetas. Comenzó a pasar el historial de un mes atrás leyendo cuidadosamente los nombres y las fechas, casi todo eran detalles de la toma de decisiones de algunas operaciones efectuadas, detalle de gastos y charlas en general típicas. Miraba de reojo a aquel diablo dormido en la cama temeroso de que levantara en cualquier momento, nada de ellos, nada de su paradero continuo pasando las conversaciones… principios del mes. Sus ojos leyeron cada palabra con detenimiento y… Luis ahogo un grito, su corazón y su estomago se fundieron en uno haciendo que perdiera el aire por completo, se acercó el ipad a la cara un poco como si las mentiras que acaba de leer fueran un problema de visión, releyó cada palabra intentando encontrar una explicación que no existía, las manos le temblaban y temió dejar caer el ipad así que lo coloco de nuevo en la mesa. ¿Qué son estas mentiras? ¿Por qué? ¿A dónde quieres llegar con todo esto Robín?
Luis se quedó mirándolo dormir por un segundo y bajo la cabeza llevándose las manos a la cabeza, la habitación parecía dar rápidas vueltas, se sentía mareado y le invadieron unas profundas ganas de vomitar nacidas de un vértigo que lo atenazaba impidiéndole respirar. Boqueo en busca de aire mientras cerraba los ojos, mientras las palabras flotaban en su mente, claras, nítidas, terriblemente extrañas. ¿Qué demonios significa todo esto? La pregunta salía sobrando… el mensaje no dejaba ninguna duda.
Robín: Ayer desayune con Damián y Luis las cosas van mejor de lo que te podría describir, Luis se lució con los contratos que se firmaron con la compañía Oliveri, aunque Damián fue quien sedujo al nuevo heredero es Luis quien orquesto todo el numero con la nueva junta directiva, con un desempeño que debo describir como su mejor trabajo, se que al principio te pareció muy extraño esto del viaje, pero ya ves que todo ha rendido mas frutos que los que hubiésemos esperado desde la casa principal. Las comisiones son más grandes ahora y el mercado se ha expandido de forma impresionante.
Gian: si en los últimos dos años las comisiones que han mandado por los servicios de Luis y Damián han sido excelentes, pero sigue sin convencerme que estén tan lejos pregúntales si vendrán para la junta anual este fin de año, y tienes razón es mejor que Luis te reporte directamente a ti. Me alegra haberme deslindado de ese asunto y veo que tu lo manejas con mas tacto del que yo hubiese podido tener.
Robín: Mi sobrino es testarudo pero Luis sabe gobernarlo mejor que nadie y sin la presión de estar en la casa principal han logrado mejorar las relaciones sin verlo como una obligación. Ahora mismo creo que cederé a Luis la comisión de cerrar los tratos con los palestinos, se le dan mejor que a mí. Cualquier detalle más especifico puedes marcarme al móvil, cambiaremos de móvil de nuevo tan pronto tenga el numero nuevo te lo envío. Hoy cenaremos los tres les mandare tus saludos.
Gian nunca se enteró que nos fuimos huyendo de él, robín se guardó la verdad e invento una serie de mentiras para cubrirnos y ha estado depositando las comisiones a nombre nuestro … la verdadera pregunta era ¿Por qué? Se puso de pie nuevamente acercándose hasta la cama. Esta es tu última oportunidad de decirme la verdad, tu última oportunidad de recuperar nuestra amistad de ser los hermanos que antes fuimos pero esta vez no saldrás corriendo, y yo no me voy a ir de aquí hasta que me digas la verdad. Luis se acercó a la cama estirando su brazo hasta tocar el hombro de Robín sacudiéndolo con fuerza, Robín se removió en la cama como un niño pequeño y entreabrió los ojos poco a poco hasta que por fin enfocó el rostro de Luis, al ver su silueta frente a el se incorporo de un brinco sentándose espantado en la cama.
- ¿Qué carajos haces aquí? ¡¿Cómo entraste?!
- Vine a hablar contigo – Luis respiro hondo intentando controlar sus latidos que se habían desbocado cuando su mirada recorrió de arriba a abajo el pecho desnudo de robín – Quiero que me digas toda la verdad Robín de que es lo que estás haciendo aquí y esta vez no me iré, no sin respuestas.
- Si bueno… ¿la verdad?… claro la verdad es que el viernes te drogaste con el chocolate de bienvenida y cogiste conmigo hasta llenarme de semen, luego saliste corriendo como la maldita cenicienta fin de la historia ¿omití algo? – robín se puso de pie furioso empujando a Luis a la salida – Ahora si no te importa tengo mejores cosas que hacer que estar soportando tus embrollos mentales así que lárgate.
- ¡Se perfectamente lo que hicimos el viernes! – le contestó Luis tomándolo del brazo de forma tosca perdiendo el control sobre sus bien escondidas emociones – quiero decir ESO, dime la verdad Robín que significa todo eso que le dijiste a Gian– le gritó señalando hacia el ipad – Robín lo miro con un dejo de temor en sus ojos aceitunados, soltó su brazo con un movimiento airado haciéndose el desentendido y empujándolo con más fuerza hacia la salida
- No sé de qué carajos me hablas, quien te crees de venir a darme ordenes – Robín lo empujó con más fuerza y Luis uso esa fuerza para desviar el empujón contra el mismo robín haciéndolo caer al piso, Luis miro con detenimiento su espalda notando la herida producida por el grifo de agua que empezaba a cicatrizar, por su estado parecía no tener más de dos días parecía ser del viernes o el sábado, no la tenias cuando estuvimos juntos… ¿cuántas personas más hay ahí queriendo hacerte daño? ¿y de cuantas lo mereces? Robín se puso de pie tirando chispas por los ojos en una mezcla de rabia y cansancio, cerró las manos en puños tensando las venas de su cuello, Luis le detuvo los brazos sosteniéndolo por las muñecas pegándose a él y matando la distancia que los separaba, pegando su rostro al de él.
- ¡Lárgate de aquí! – le grito Robín sosteniéndole la mirada de forma frívola y altanera.
- ¡Quiero la verdad! – Le grito Luis al unísono
En la camioneta de Gustavo después de clases.
- Adri…¿me vas a decir que te pasa, o tendré que sacártelo a besos? – bromeó Gustavo acariciándole de forma cálida la bronceada mejilla- Has estado muy callado desde que te subiste al coche…
Adrian se removió en el asiento observando a Tavo que sonreía con ternura mientras manejaba rumbo a su departamento, se aferró al asiento bajando la cabeza y abriendo los labios sin saber cómo empezar
- Necesito… que me escuches… y antes de que digas cualquier cosa, quiero que sepas que todo lo que siento por ti siempre ha sido honesto, que te amo…
- Sin importar lo que pase, sabes que estoy enamorado de ti
Gustavo lo miro de reojo mientras tomaba la entrada al estacionamiento del edificio donde estaba su departamento, Adrian guardo silencio mientras Gustavo se estacionaba y cuando este apago el motor, adrian estiró su mano hasta la palanca para entrelazar sus dedos con los de Tavo. Bajaron del coche y caminaron hasta el elevador. Adrian buscaba las palabras adecuadas para iniciar a hablar como si sus zapatos tuvieran el poder de susurrarle las palabras pues no podía dejar de verlos.
- Subamos al departamento, hablemos con calma ahí – dijo tavo rodeando a Adrian con su brazo para tranquilizarlo.
Al llegar se sentaron en la salita uno frente al otro mirándose sin pronunciar palabras, Tavo sentía una extraña necesidad de sincerarse al cien por ciento con Adri, de decirle lo del trato que tenia con Robín y tantas otras cosas.
- Tavo… antes de conocerte yo tenía una pareja, más o menos formal con la que tenía una relación un poco extraña – Adrian tomo aire para agarrar valor y empezó a contarle todo a Tavo – déjame iniciar por el principio. Cuando yo nací mi madre murió y antes de morir le hizo prometer a Luis que cuidaría de mi desde eso ha permanecido a mi lado, mi madre era una adolescente al igual que Robín cuando yo nací por lo que quede bajo la tutela legal de su padrino, él para decirlo en palabras cortas no es una buena persona, tiene dinero y control sobre muchas cosas, tanto poder lo hacen verdaderamente peligroso, Robín por ser mi tío y el único familiar que tengo con vida quedo inmediatamente encargado de cuidarme y educarme para que en un futuro también formara parte de los negocios, nunca Sali de la mansión, todo ese tiempo me sentía terriblemente solo excepto cuando estaba con Luis…
Adrian se tomo una pausa para respirar y Tavo se acercó tomando su mano cariñosamente mirándole a los ojos y diciendo sin palabras que todo estaba bien.
- Luis el chico que juro a mi madre cuidarme, permaneció a mi lado siempre, era creo yo, la única persona que hablaba conmigo, que me escuchaba y que parecía importarle mi bienestar, él y mi tío peleaban constantemente y por lo general casi no se hablaban, aunque todos dicen que solían ser muy amigos hasta que mi madre Salió embarazada y robín le dio la espalda, Luis no se lo perdonó, Luis estaba muy enamorado de mi madre.
- ¿Entonces Luis es tu papa?
- No… al menos no que yo sepa. Pues el tiempo paso… en ese tiempo vivíamos en Italia, Luis viajaba constantemente a Ravena y en muchas ocasiones yo iba con él y pasábamos mucho tiempo juntos, las cosas cambiaron antes de cumplir los 14 años, como te imaginaras yo me sentía completamente atraído hacia Luis.
- Las hormonas…
Dijo tavo con una media sonrisa en su rostro, escuchando atentamente sin dejar de mirar a adrian y de sujetarle la mano, esforzándose por comprender todos los detalles.
- Si… creo yo que fue por la cercanía, pues desde niño me había dado cuenta perfectamente que no me atraían las chicas y cuando mi tío robín me descubrió una erección en la mañana al ir a despertarme, dijo que tal vez era hora de que me llevara a conocer otras secciones del negocio. Entenderás que inocentemente yo ignoraba que entre muchas cosas ellos manejaban una amplia red de comercio sexual, quedo de llevarme un martes que era el día más tranquilo en “la casa”, pero su constante interés en mi era tan grande que se olvido de ello por completo. Eso me aterrorizó, si me llevaba a la casa y pretendía que me acostara con alguna de aquellas chicas las cosas podrían ponerse feas, pensé que en cualquier momento Robín se daría cuenta que yo era homosexual y me molería a golpes. Al final las cosas fueron mucho peor de lo que imagine. El día de mi cumpleaños como todos los años Luis me llevaba un pequeño pastel y subíamos a comerlo a la terraza, al soplar las velitas desee con toda mi fuerza que Luis sintiera lo mismo que yo sentía por él, platicamos un rato y antes de que se fuera lo abrase con fuerza y poniéndome de puntitas le robe un beso. Luis me miro con ternura y me abrazo entonces intente decirle que sentía algo especial por él, que estaba enamorado, Luis se limito a abrazarme sin responderme sin decir nada, entonces se separo de mi y miro hacia la puerta, Robín estaba saliendo a la terraza a fumar un cigarro justo cuando inicie mi confesión de amor y obviamente lo había escuchado todo.
- Me imagino que se puso furioso…
- Mas o menos en realidad me miro muy fríamente, tiró su cigarro y lo pisó para apagarlo, dio media vuelta y se fue… a los pocos días entro en mi habitación y me dijo que era mi día de suerte sin decirme nada más me llevo a “la casa”, pensé que me llevaría a coger con alguna chica para que se me quitara lo homosexual yo ya habia hasta planeado que le diría pero primero me dejó en una sala de aseos donde me bañaron, me cortaron las uñas, me arreglaron el cabello y me pusieron cremas, luego me dieron una bata roja y me llevaron a una biblioteca donde se encontraba Robín leyendo, cuando me miró, sonrió y dijo “es impresionante lo mucho que te pareces a tu madre, bueno sobrino, hoy es tu día de suerte” yo permanecí callado intentando ignorar el tono burlón de su voz. “me hubieses dicho desde antes que te gustaban los hombres… hubiésemos podido sacar mucho provecho de algunos clientes desde hace mucho, por cierto espero que cuando entre el cliente des algo de batalla, me dijo que le gustan con carácter” y se rio con sorna entonces entendí lo equivocado que había estado… yo era la prostituta que iban a vender.
Tavo tensaba los brazos y su semblante estaba bastante tenso, era evidente que estaba furioso. Adrian se tomo un momento para dejar caer una lagrima que recorrió su mejilla aterrizando en la mano que sostenía Tavo, este se puso de pie sentándose a su lado, y rodeándole los hombros con su brazo.
- Te podrás imaginar que estaba aterrado y por primera vez sentí un odio espantoso hacia Robín, siempre le había tenido miedo, pero ahora… no solo era miedo si no era odio. Me dejó en la biblioteca mientras iba a recibir al cliente y a supervisar que la habitación estuviera lista, fueron unos instantes pero los sentí como horas, hasta que la puerta se abrió y Luis entró arrojándome un pantalón y una camisa me indico que guardara silencio, salimos de la biblioteca y nos fuimos por la puerta de atrás, nos subimos a su coche, yo no deje de llorar en todo el camino hasta que llegamos a un motel que se encontraba en la autopista a pocos kilómetros del aeropuerto, nos registramos y Luis pagó con su tarjeta de crédito y comenzó a hablar conmigo en voz alta diciendo que iríamos hacia Alemania y otros detalles… me sentía muy nervioso al hablar de eso, solo quería entrar al cuarto y dormir, tan pronto nos dieron la llave Luis entro a la habitación desordeno a propósito la cama y volvimos a salir. No nos quedamos en la habitación esa noche y por supuesto tampoco fuimos a Alemania, dimos vuelta en dirección opuesta, Luis solo quería que nos viera la chica por si nos buscaban los enviara a otro lado. Viajamos casi durante un año dejando pistas por aquí y por allá aunque me daba miedo que nos encontrara robín debo confesar que era muy feliz de estar con Luis.
En ese año que pasamos viajando juntos un día mientras Luis dormí lo bese de nuevo, el abrió los ojos y me sonrío, desde ese día casi siempre antes de dormir lo besaba en los labios, con el paso de las semanas poco a poco fuimos teniendo más intimidad vivíamos como una pareja podría decirse, yo estaba completamente enamorado de él.
Llegamos a España y me dejó con una familia que eran amigos suyos de confianza durante 3 días, casi me vuelvo loco pensando que me había abandonado, pero cuando regresó, traía consigo unos documentos falsos para ambos, para mezclarnos en la ciudad el buscó un trabajo como entrenador de deportes, que es lo que mejor se le da y me inscribió en la escuela decidió que no era prudente vivir juntos y me quede a vivir con sus amigos como si ellos fueran mis tíos. Paso mucho tiempo antes de que hiciera amigos en la escuela nunca había convivido con chicos de mi edad y era bastante tímido, hasta que conocí a Javier y nos hicimos muy amigos, Luis cada vez se distancio mas de mi… aunque él nunca fue muy efusivo y casi nunca salíamos, siempre he creído que todo era solo para darme gusto pero que en realidad el no estaba enamorado de mi.
- Creo que te quiere a su manera, si no, no hubiese hecho todo eso por protegerte.
- Hace unos meses Robín me encontró y… me amenazo con decirle a mi padrino donde estamos me subió a su coche y me llevo a un asqueroso motel y me… me golpeó y me forzó y nosotros, el me hizo… yo estaba aterrado y después… eso no fue todo, después el… me obligo a ir… el
Adrian cerró los ojos un momento y soltó su mano de la de tavo poniéndose de pie y caminando un momento para despejarse, tavo lo seguía con la mirada sin decir nada. Esperando que se tranquilizara para que pudiera seguir con la historia.
- El te forzó a tener relaciones con él – dijo Tavo mirándolo con los ojos inundados en lagrimas. Intentando contener la rabia que sentía
- Si… y eso no fue todo yo no sé como paso, me llevo a una casa y estoy seguro que pusieron algo en mi bebida, porque me sentí mareado y Heinrich deje que… yo lo deje creo que yo también quería no sé, el caso es que Robín lo filmo todo. todo lo que paso con Heinrich…
- Y te siguió chantajeando… ahora con el vídeo
- Si… me dijo que se lo mostraría a Luis, yo sé que si Robín le dijera todo eso a Luis él jamás lo creería sin pruebas… pero el vídeo es tan… explícito y tan horroroso que no hay forma de que Luis no lo crea. Entonces prometí hacer lo que él me dijera y fui a la cita donde me contrató tu tío.
- Los golpes que traías ese día… fueron de Robín y del tal… Heinrich
- Si... No t imaginas después de todo eso lo que fue para mí conocerte, salir contigo...enamorarme de ti… las cosas cambiaron desde que empecé a salir contigo, y que tu no fueras como los demás significo todo para mi, y sé que no estuvo bien mentirle a Luis. Ocultarle lo que robín me había hecho, pero no quería lastimarlo después de lo mucho que se esforzó en protegerme. No tengo forma de explicar ese maldito video… por eso le oculte todo.
- Pero ocultarle algo tan importante es lo peor que pudiste haber hecho, es deshonrar el esfuerzo que pone el en protegerte
- Si… pero eso se acabo te lo juro ¡ni una mentira más! Luis sabe que te quiero y que me quieres… Hoy habló conmigo, vio nuestra foto en el facebook y vio la invitación a la fiesta de Robín… fue a la fiesta creo que no nos vio juntos pero se encontró con Robín y se espantó mucho, cree que vino por orden de mi padrino a buscarnos… yo estoy seguro que no es así, si quisiera delatarnos lo habría hecho desde hace mucho. No sabes lo mucho que me dolió que Luis se enterara de esa forma, debí haber sido sincero con el… cuando habló conmigo me aseguró que si no lograba convencer a Robín de dejarnos tranquilos, nos tendríamos que ir a otro sitio… no quiero irme pero no podría abandonar a Luis, no después de lo mucho que lo he lastimado al mentirle, no sé que hacer. Todo esto, es como un laberinto sin salida
Gustavo se quedo un momento en silencio mirando hacia la puerta se veía irritado y tenía las manos crispadas se las miro por un instante y termino cruzando los brazos, respiró un momento y siguió hablando con una aparente calma
– Adrian, respóndeme algo… ¿tu seguiste andando con Luis a pesar de estar conmigo? ¿Te seguías acostando con él mientras estabas conmigo…?
- Yo…
- Contesta sí o no…
- Si… pero Tavo te juro que estoy enamorado de ti y entiende por favor que yo no pensé enamorarme de ti, yo hasta hace unos meses la única pareja que conocía era él, y cuando te conocí nunca hubiese imaginado que me terminaría enamorando y si no dije nada fue por temor a lastimarlo Luis no se lo…
- ¿Luis no se lo merece? ¿Es eso? ¿Y yo si me lo merezco?
Tavo se puso de pie llevándose las manos a la cabeza y pasándose ambas por el cabello, respiro hondo intentando ordenar sus ideas. Dio un par de pasos hacia la puerta para luego dar media vuelta y rodear la sala caminando en círculos sin prestar atención de Adrian que tenía la cabeza baja en un gesto de completa sumisión. Al sentir su silencio como un yunque tavo continúo hablando.
- Yo también te mentí… pero no por razones cobardes y egoístas como las tuyas… y ahora no sé exactamente si valió la pena – dijo sentándose en el sofá – no sé si valió la pena.
- De que hablas…
- Desde la primera vez que te vi sentí algo muy especial y distinto a lo que había sentido por cualquier otra persona, sentí un deseo profundo por cuidarte y no soportaba verte todo lastimado, así que le pedí a Robín que no volviera a ponerte a disposición de ningún cliente, por supuesto tuve que darle una fuerte suma… mas una pensión mensual para verte diario. No quise que te dijera nada para que no estuvieses conmigo por obligación, dios… que estúpido soy, y Robín sabiendo que estabas con alguien no perdió oportunidad para embolsarse el dinero, son tal para cual, yo no puedo con todo esto es mas sabes adrian creo que deberías ir a tu casa, no sé, pídele perdón a Luis, habla con el seguro te entenderá. Es lo correcto.
- Pero… espera un momento hablar con Luis... ¿Me estas pidiendo que me valla?
- Todo esto… es demasiado para mi
- ¿Cómo puedes decirme que me valla? Después de todo lo que te he contado…
- Adrian por favor, que conclusión sacas de lo que ha pasado, de todo lo que me has contado… esto que tenemos está construido a base de mentiras, incluso lo que sientes, tus mismos sentimientos hacia a mi están llenos de culpas y remordimientos por todo lo que te callaste, así no se puede tener una relación
- Dijiste que me amabas… sin importar lo que pase. Porque yo te amo, sin dudas… sin importar lo que haya pasado.
- Y te amo… pero… no te puedo pedir que elijas entre Luis y yo. Si te tienes que ir, competir contra Luis me será imposible… no puedo ganar contra él.
- Tú ganaste esa batalla desde la primera vez que me besaste…
Adrian se acerco a Gustavo rodeándole el cuello con los brazos e hincándose frente al sofá donde estaba sentado para poder abrasarlo con fuerza, busco sus labios y los acaricio con la lengua con mucha ternura, para después besarlo lentamente con los ojos cerrados, sintiendo como el alma se llenaba de luz blanca, limpia y pura, sin tiempo ni espacio… solo luz cálida luz.
En la cocina de Javier
Car lo miraba pegado a uno de los muros Javier había retrocedido varios pasos hasta que su espalda había chocado con la pared
continua...