Perdiendo el Control: Recuerdos que Queman

Los recuerdos muy intensos terminan grabandose a fuego en el alma, tanto los buenos... como los malos

Un gran saludo a todos, disculpen por haber dejado tanto tiempo sin publicar la continuación gracias a todos los lectores y por favor no duden en poner sus comentarios y sugerencias y darle estrellitas si les gusta el relato.  Saludos Lousion gracias por tu apoyo y muchos saludos a Andareloj que espia los relatos y luego me reclama que no esten completos. Sin mas preambulo les dejo con el relato

Una hora antes de salir de clases.

Luis  se había tomado más tiempo del que había esperado revisando sus papeles, cuando levanto la mirada se sobresalto al ver a Adrian sentado en la silla, no recordaba haberlo escuchado entrar ni tampoco el timbre de su voz llamándole.

-        Cuanto tiempo llevas ahí?

-        Poco más de 5 minutos

-        Perdona, no te vi entrar estaba un poco ocupado con esto.

-        No te preocupes me gusta verte cuando estas concentrado

Adrian sonrió y asintió con la cabeza, estiro sus brazos hacia atrás  para tronarse la espalda y se aclaro la garganta antes de hablar, no sabía bien como decirle la mentirita.

-        Quería avisarte que este fin de semana me quedare en casa de Javier.

-        ¿Todo el fin de semana? Es por un trabajo o algo?

-        Si…  bueno aunque  también ya sabes aprovecharemos para jugar en la consola y salir el sábado…

-        Mmm adrian no sé si sea buena idea, después de todo tiene mucho que no pasamos tiempo juntos….

-        Quiero ir ... también estarán ahí Car y Nina…

Luis vio como bajaba su carita y  un fuerte rezago de culpa lo invadió, se sentía como un vulgar ladrón robándole parte de su juventud a Adrian, el  había jurado cuidarlo y eso no incluía en ningún momento volverlo su amante, atándolo a él solo le quitaba la oportunidad de tener una adolescencia feliz relacionándose con chicos de su edad y viviendo experiencias de acuerdo a su tiempo

-        Pues … claro que puedes ir. ¿Necesitas dinero o algo?

-        Ah… este... mmm no, no te preocupes me las arreglare

-        Toma peque.

Luis le extendió un billete y al entregárselo le acaricio la mano, Adrian sonrió  y un rezago de culpa atravesó por su corazón, que demonios estaba haciendo, porque le mentía a Luis.  El no se merecía esto, a Luis  le debía su vida, su cordura, su cariño.  No podía hacerle eso. Le sujeto la mano entrelazando sus dedos con los de él.

-        Quieres… - las palabras le dolían – ¿quieres que lo cancele? Podemos pasarnos el fin de semana juntos, podría dormir en tu casa y rentar unas pelis para verlas acostaditos…

Luis lo miro intrigado, veía cierta confusión en sus ojos, veía la necesidad de complacerlo, de darle gusto aun pese a sus deseos de salir con sus amigos, le dolió que Adrian considerara anteponer sus deseos a los suyos, no por haber salvado su vida ahora era el dueño de ella.

-        Emm suena muy tentador pero tengo trabajo, y no quiero que te quedes encerrado por mi culpa,  mejor ve pequeño. Y dame un beso antes de irte, uno que me dure por todo el fin de semana.

Adrian se acerco para besarlo y Luis  acariciándole el cuello lo acerco hasta sus labios, comenzó lentamente mordiéndole los labios, besándole lentamente introduciendo poco a poco su lengua. Abrió los ojos cuando lo besaba y disfruto de ver la cara de adrian  con los ojos cerrados besándole.  Le dio varios besos en la nariz y en la frente.

-        Te quiero peque… diviértete mucho.

Luis retorno la vista al escritorio y volvió a volcar su atención en los papeles. Adrian bajo la cabeza y dio media vuelta saliendo rumbo al pasillo, se sentía muy culpable, tomo el móvil entre sus manos dispuesto a cancelarle a Gustavo. Como había demasiado ruido decidió entrar a los baños para hacer la llamada, justo cuando iba a entrar del baño salió furioso Javier, tenía los ojos sosteniendo lagrimas que aun no habían salido, Adrian lo tomo por el brazo tiernamente y lo miro con los ojos llenos de preguntas. Javier se limpio las lagrimas y sonrió forzadamente.

-        Javi… que gusto me da verte… tenía varios días sin saber de ti

-        Si… bueno me la he pasado un poco difícil…  y no estaba de humor para nada pero, ya todo está bien ahora.

-        Sé que no estás de humor pero… necesito pedirte un favor ENORME.

-        Oh no te preocupes esto… emm no es nada, he decidido pasar de Car… después de todo hay muchos otros peces en el mar, si lo que quiere es verme triste o llorando se equivoca.  Paso de él.

-        Javi… estoy seguro que tienes una buena razón pero los sentimientos no son algo que se quite y se ponga a voluntad.

-        Mejor dime que favor necesitas…

-        Ah… si  es que este fin voy a… bueno es que… si alguien te pregunta, y cuando digo a alguien me refiero a Luis  puedes decirles que estoy en tu casa?

-        Si… pero… ¿dónde te vas?

-        Amm estaré con un amigo, creo que saldremos de la ciudad pero por favor no digas nada…

Javier sonrió asintiendo y antes que pudiera preguntarle algo más fueron interrumpidos por el timbre y tuvieron que correr a clase. Para adrian la clase le pareció eterna.  Cuando por fin salió camino hasta la entrada  frente al estacionamiento esperando ver a Gustavo. El corazón le latía furioso en el pecho.  Gustavo asomo con su camioneta en el estacionamiento de la escuela. Se  bajo entusiasta y fue directo hasta Adrian besándolo en los labios frente a todos, adrian se perdió en el beso durante unos momentos, entonces recordó. Estaba en la puerta de la escuela y Luis podría enterarse de todo si no tenia cuidado. Abrió los ojos y entro a la camioneta, le esperaba un fin de semana maravilloso.

En un café a pocos metros de ahí

Robín miraba por la ventana viendo como Adrian subía a la camioneta, tomo un pequeño sorbo de su café y desde su ipad entro a su cuenta bancaria viendo como la transferencia no dejaba lugar a dudas, la comisión que cobraba por cada salida de Gustavo con Adrian le estaba dejando una suma bastante considerable en su cuenta de banco.  La camioneta paso frente a la ventana de la cafetería pero ninguno de los dos se percato de su presencia. Un par de chicos  pasaron frente a la cafetería y al mirarlos se dio cuenta que llevaban el mismo uniforme de su ligue de la noche anterior, sonrió con picardía sabía perfectamente aun sin tener que preguntarlo que el guapo rubio con el que se había acostado tenia flagelada el alma por un rechazo, así como a él…  antes de seguir recordando, tomo el resto de su café, era hora de irse… ya casi había llegado a la puerta cuando se quedo helado, cruzando la calle hacia la cafetería estaba Luis.

Maldito perro faldero tienes que estar cerca de él hasta en sus horas de clase, cual será tu necesidad de seguirlo a todos los malditos lados, claro… no te es suficiente con tenerlo de puta en las tardes, también checas que esté controlado en las mañanas. Estúpido si tan solo supieras que se revuelca con otro tan pronto te das la espalda. Pensaba robín  que se había quedado estático mirando hacia la ventana. Sintió una presión en el pecho al creer que entraría a la cafetería  pero este siguió de largo, Robín soltó el aire aliviado no le convenía que  Luis lo viera, no aun… desaparecería nuevamente con Adrian… y el no podía permitir eso.

En la camioneta de Gustavo

-        Pero yo  no traigo conmigo ropa, ni nada Tavo y a decir verdad ni siquiera sé que puedo llevar

-        El vuelo sale en 3 horas, nos da tiempo de ir a tu casa a buscarlas y no te preocupes por  si algo que necesitas no lo tienes a la mano porque lo podemos comprar ahí.

-        Pero …  tavo yo no tengo mucho dinero

-        Adri… por favor, dame la oportunidad de consentirte- dijo Tavo acariciándole lentamente la mejilla, esperaron al próximo semáforo para besarse más apasionadamente.-

-        Solo quiero que me regales unas sonrisas, solo con eso tengo  más de lo que necesito.

Adrian no tenía mucha ropa que empacar para la ocasión, tomo la ropa que Robín le había dado  y sus objetos personales metiéndolos en una pequeña mochila, Tavo lo espero en la camioneta y aunque él no tardo mucho, para el impaciente Gustavo era como si los minutos atentaran contra su cordura alargándose lo más posible para torturarlo.

Llegaron al aeropuerto con tiempo suficiente para comer algo antes de que saliera el avión, después de documentar las maletas, caminaron recorriendo las tiendas que se encontraban dentro en busca de algo para comer, caminaron hasta llegar a una gran tienda de artículos variados con una extensa sección de  libros y revistas,  Adrian se dirigió directamente hacia la sección libros mientras Tavo compraba chicles y refrescos, antes de dirigirse a la caja se acerco nuevamente a Adrian para preguntarle si quería comprar algo, en las manos leyendo la contraportada tenía el libro de Sangre y Oro de Anne Rice.  Volvió a colocarlo en el stand y sonriendo acompaño a Gustavo a pagar a la caja.

Tomaron el avión  al llegar a sus asientos Adrian se sentó a lado de la ventanilla y sonrió viendo hacia afuera, tavo se sentó a un costado suyo y rodeo los hombros de Adrian con los brazos pegándolo a él, Gustavo se acomodo poniendo su cabeza en el hombro de Adrian y a pocos minutos del despegue ya estaba durmiendo, adrian observo sus facciones mientras dormía, le beso la sien despacio y  poco después cayó dormido, cuando abrió los ojos la sobre cargo anunciaba el próximo aterrizaje invitándolos a ponerse el cinturón de seguridad, cuidadosamente Adrian levanto a Gustavo que seguía dormido para decirle que estaban iniciando el aterrizaje,  llegaron en la noche al Aeroporto Internazionale Marco Polo.  Después de buscar las maletas Gustavo hizo unas llamadas, mientras lo esperaba  Adrian sentía un cosquilleo extraño en el estomago, más que emoción era una sensación de euforia, el transporte privado llego por ellos y e los dejo frente al palacio Ducale.

Desde el palacio ducale caminaron tomados de la mano, Gustavo acomodo la mochila de Adrian sobre la pequeña maleta que él llevaba de tal manera que con una mano cargaba el equipaje y con la otra entrelazaba sus dedos con Adrian, le miraba de reojo mientras caminaban  y sonreía cuando veía su carita emocionada con la belleza abrumadora de la arquitectura, llegaron al hotel Danieli a pocos metros de la plaza san marcos. Antes de entrar Gustavo abrazo tiernamente a Adrian y desde el momento en el que cruzaron el lobbie parecían haber sido transportados a otro mundo, un sitio de lujo y belleza. Mientras Gustavo arreglaba el check in  Adrian le tomaba fotos al hotel con la cámara del móvil, tenía una sonrisa de oreja a oreja, Tavo lo llamo para que se acercara y casi en un susurro le dijo:

-        Solo reserve una habitación – le beso la mejilla y continuo – pero quiero que sepas que no pasara nada si tu así lo decides, y a mí en realidad lo que mas ilusión me causa es poder despertar a tu lado, para darte un beso en la mañana. – Gustavo miro a los ojos a Adrian y le dio un tierno beso en los labios.

-        No te preocupes, por ello, a mí también me hace mucha ilusión dormir abrazado a ti, despertar por la mañana y darte muchos besos.

-        Porque esperar hasta la mañana

Gustavo tomo el rostro de Adrian colocando cada mano en sus mejillas y acerco su rostro al suyo besando lentamente sus labios, introduciendo despacio su lengua, mordiéndolo de forma juguetona sin importar tiempo ni lugar. Se separo lentamente de él sosteniéndole la mirada y ambos siguieron al encargado que los  llevo hacia su habitación.

Adrian se le corto la respiración al ver la belleza abrumadora del cuarto, era amplio iluminado por unas finas lámparas y los muebles estilo aristocráticos, la cama con una cabecera de madera decorada con motivos dorados era una invitación a realizar en ella los placeres mas suculentos. Tavo acomodo las maletas mientras Adrian tomaba algunas fotos con la cámara del móvil.  Frente a un gran espejo que en su reflejo dejaba verse la habitación se tomo un par de fotos, tavo sonreía viéndolo  y  se acerco lentamente viéndolo  y  se acerco lentamente abrasándolo por la espalda.

-        Si no nos damos prisa, vamos a llegar tarde

-        Tarde?

-        Si… tenemos una cita

-        ¿Una cita? ¿Dónde?

-        En la Scuola Grande di San Teodoro

-        Tu solo ponte más guapo de lo que ya estas, si?  Me daré una ducha rápida o ¿prefieres bañarte tu primero?

-        Ve tu primero

Gustavo entro a la regadera dejando la puerta ligeramente abierta a propósito, adrian estuvo tentado de entrar bañarse a su lado y recorrer su cuerpo con el jabón lentamente, pero en lugar de eso saco su ropa cuidando que no se arrugara. Gustavo salió de la ducha enrollado en la toalla  y con el cabello mojado pegado a su rostro, adrian tenia la boca seca con solo verlo así, se metió a bañar y trato de calmarse con el agua fría, tan pronto entro en el baño noto que por el vapor todo el cuarto de baño estaba impregnado con el olor del perfume de Gustavo. Respiro hondo disfrutando de ese aroma varonil. Se baño y vistió lo más rápido que pudo cuando salió del baño Tavo  ya estaba bien arreglado y listo para salir. El transporte no tardo mucho en llegar por ellos, los dejo frente la Scuola Grande di San Teodoro  donde entraron a un espectáculo de música, Adrian tenía tiempo sin oír música clásica, la música le transportaba a otras épocas, sintiendo su corazón brincar con cada nota, Gustavo lo abraso durante todo el concierto pasando su brazo sobre sus hombros, y tamboriteando los dedos  al compas de las canciones, adrian pegaba su cabeza a su cuello dándole tiernos y rápidos besitos en el cuello. Cuando termino el concierto fueron a cenar a un exquisito restaurante con vista al gran canal, en la cena hablaron de la música del arte, Gustavo era un chico inteligente y muy elocuente al expresarse, disfrutaron de una cena exquisita y bebieron una botella de vino afrutado, el vino después de la cena les asentó el cansancio producido por las emociones del día. Llegaron al hotel pasadas la media noche  y  después de besarse largo  rato en la silenciosa quietud de la habitación, Gustavo programo la alarma a las 5  de la mañana.  Adrian lo miro intrigado.

-        Tavo no se si logre levantarme a esa hora – comento bromeando Adrian

-        Yo tampoco estoy muy seguro de hacerlo, si te levantas tu por favor despiértame, no quiero quedarme dormido.

-        Pero no preferirías que nos quedáramos mas tiempo en la cama,  quiero decir levantarnos un poco más tarde?

-        Quiero que veamos  algo y para eso tiene que ser a esa hora… te prometo que valdrá la pena despertarse temprano.

Gustavo se quito la ropa rápidamente y quedándose solo en bóxer se metió a la cama y  quito las sabanas invitando a Adrian a acostarse a su lado, Adrian se desvistió y se acomodo a lado de Gustavo. Tavo lo abraso  pegando su pecho a la espalda de Adrian, acariciando su espalda y su abdomen, quedaron dormidos abrazados.

Viernes 1 hora antes de la media noche

Javier se encontraba de pie frente a la entrada de casa de Nina, en una mochila llevaba su ropa porque supuestamente pasaría la noche en casa de Adrian. Toco el timbre varias veces hasta que salió su amiga, llevaba un bello vestido rojo cortito y se había maquillado, lucia verdaderamente hermosa.

-        ¿Lista?

-        Si… Javi no sé si esto sea una buena idea.

-        Nina… lo prometiste.

-        Si… ya estoy.

Salieron de la casa, Javier metió su mochila en la cajuela y se dirigieron rumbo a cierto club nocturno, durante el camino Nina intento preguntarle por Car, pero Javier se negó a decirle nada, después de largo rato sin obtener información optaron por cambiar la plática, tardaron poco en llegar pues por la hora era poco el trafico, encontraron estacionamiento rápido y se apresuraron a bajar.

(Les tengo una sugerencia de audio para esta sección del relato ) http://www.youtube.com/watch?v=bBOYR9cs0Gc

Atravesando las puertas de entrada los ojos de los presentes se voltearon a mirar a la atractiva pareja que acaba de entrar.  Javier bajaba las escaleras para ingresar al club pisando con seguridad y una confianza arrebatadora, vistiendo una camisa sin mangas negras y unos jeans entallados que dejaban ver un suculento trasero, su cabello rubio ligeramente desordenado le daba un aire de niño rebelde que  había logrado causar las risitas coquetas y miradas de todos aquellos quienes se lo cruzaban en el camino rumbo a la barra.  Pidió dos caballitos de tequila y el y Nina se los bebieron de un trago.

El club donde se encontraban era famoso entre la comunidad gay, un sitio exótico de desenfreno que también era  frecuentado por heterosexuales que gustaban del ambiente hedonista, no tardo mucho para que llegaran prospectos interesados tanto en Nina como en Javier.

Robín lo reconoció  desde que entro, el se encontraba en una sala VIP desde donde se podía ver todo el lugar sin ser visto, sentada entre sus piernas había una hermosa rubia de cabello corto a la que le besaba los senos una jamaiquina de grandes nalgas.   Y aferrado por llamar su atención un negro se desvivía en atenciones para con Robín, pero el tenia los ojos fijos en el rubio de la barra.

Se levanto dejando a la rubia con la jamaiquina y se dirigió al guardia que cuidaba la sala. Le dio especificas indicaciones de que invitara en su nombre a Javier y a la hermosa chica que lo acompañaba para que subieran al exclusivo salón VIP. 10 minutos más tarde Javier se encontraba en el salón VIP besando desenfrenadamente a Robín.

-        Que hot te vez así vestido… casi no te reconocí – robín le decía casi a gritos opacado  por la fuerte música que sonaba.

-        Gracias… ando de paso con una amiga, aunque no se… me siento inseguro, creo que estoy fuera de lugar.

Robín se levanto  y jalo a Javier para que se parara frente al cristal donde se veía a los sudorosos cuerpos bailando en la disco

-        Ves a todos ellos, míralos bien, pues no hay uno que no mataría por poder tener esto – dijo apretando fuertemente una de las nalgas de Javier,  sin disculpas ni remordimientos chaval. Tienes todo para comerte al mundo, solo falta saber si tendrás los cojones para hacerlo. – diciendo esto se puso una pastilla de éxtasis en la lengua y besando fuertemente a Javier se la paso haciendo que se la tragara.

El efecto amplificado con el alcohol borro las inseguridades de su mente. Mientras Nina  se había vuelto el centro de atención entre las lesbianas que la querían devorar como a un caramelo Javier  acompañado por Robín bajaba de nuevo a la pista y movido por el efecto de la pastilla comenzaron a bailar al ritmo de la música provocando que los chicos a su alrededor lo miraran con deseo.  Javier miro hacia la barra y su mirada se cruzo con la de un chico que lo miraba como si fuera el dulce que siempre hubiese deseado comer. Una sonrisa picara cruzo la cara de robín al darse cuenta y le susurro: ve por él, tigre…

Javier se acerco tal y como Robín había dicho parecía un tigre dispuesto a cazar a su presa, el chico que no le quitaba los ojos de enzima tenia el cabello rubio ligeramente húmedo por el sudor  y unos bellos ojos azules, era delgado casi sin musculatura y su piel de durazno invitaba a comerlo se apoyaba a la barra y sonreía de forma tímida.

Justo atravesando la puerta de entrada Malena traía casi a rastras a Car mientras Sonia caminaba acomodándose la falda demasiado corta para su gusto, y miraba a todos lados sintiéndose incomoda de hacer mal tercio, fue entonces cuando miro a la barra y lo vio.

Javier solo tuvo que sonreír con cierta chulería para lograr que el chico se derritiera por él, sin perder un segundo se acerco acariciándole  el brazo sugestivamente, el chico se erizo y con la voz temblorosa le pregunto.

-        ¿Te… te gustaría algo  de tomar? – Javier sonrió y acercándose a su oído lamiendo su lóbulo le contesto.

-        Si a decir verdad si…  me gustaría tomarte a ti… olvida el trago vamos a la pista

Javier tomándolo del cinturón lo condujo a la pista, una vez en ella le cruzo el brazo izquierdo para abrazarle la cintura, mientras con la mano derecha le sujetaba el cuello  y lo besaba introduciendo su lengua. Movían las caderas al ritmo de la música calentándose  y respirando agitadamente, la música les permitía movimientos sensuales, tocarse mientras bailaban e incluso Javier nalgueaba al chico disfrutando de aquel trasero. Cada vez estaba más excitado, moría por pasar la lengua sobre la piel empapada de sudor del rubio por sentir su boca aprisionando su glande, por sentir sus manos haciéndole una paja y un fuego interno le ordenaba transportándolo a un eden rojo, veía la noche a través de un caleidoscopio. Sígueme le dijo Javier y el chico sin pronunciar palabra fue tras él. Robín los siguió también a pocos pasos con la bebida en la mano.

Javier llego al baño que se encontraba lleno de gente, detrás  de ellos entro Robín que simulando saludarlo le dio un condón discretamente,   muchos de los que estaban en el baño se encontraban  en previo calentamiento para devorarse las carnes por lo que no fue raro verlos entrar a un cubículo, no tenia seguro pero de poco importo en el momento, la puerta quedaba entre abierta por lo que desde la puerta podía verse perfectamente lo que estaba pasando ahí dentro. Una vez dentro comenzaron a besarse, sin más preámbulo Javier desenfundo su verga dura y con un solo movimiento bajo los jeans del chico rubio, se puso el condón y lo penetro sin darle más contemplaciones al asunto, el chico rubio tubo que morderse la mano para no gritar, Javier lo embestía con furia, marcando el bombeo que se sincronizaba con su acelerado pulso, el chico rubio se estremecía mientras con la otra mano se masturbaba. Javier le susurraba palabras sucias al oído y lo nalgueaba una tras otra vez, llevaban algunos minutos y  había comenzado a jadear, era la primera vez que hacía de activo y le estaba encantando, Robín  los veía a través de   la puerta entreabierta del cubículo mientras simulaba lavarse las manos, se estaba poniendo muy caliente de verlos.

Sonia Malena y Car se encontraban en la barra, Car comenzaba a hartarse  de las dos chicas  con sus pláticas superficiales, voy al baño… regreso en un momento.

Javier movía sus caderas penetrándolo cada vez más duro, el chico jadeaba y se encontraba bañado de sudor, con los ojos cerrados fuertemente masturbándose cada vez mas rápido, el chico rubio se vino dejando la huella de su semen en la pared del cubículo, al escuchar su orgasmo uso toda la energía que le quedaba en las piernas para embestirlo mas rápido y mas duro moviendo sus caderas hasta llegar a ese punto sin retorno, se vino descargando toda su corrida en el condón, Car entro al baño y observo horrorizado como Javier  se aferraba a las caderas del rubio en pleno orgasmo.

Javier volteo hacia a fuera  y choco con la mirada de Car que echaba humo de la rabia. Se quito el condón le hizo un nudo y salió del cubículo seguido por el chico que apenas comenzaba a recuperar el aliento.

Robín sonreía con complicidad al verlo salir sudado y con la respiración entrecortada, Javier le paso el brazo por los hombros al chico rubio antes de salir, pasando frente a car ignorándolo completamente,  car lo sujetó del brazo  y Javier se pego a él y le con toda la chulería del mundo le dijo al tiempo que sin que Car se diera cuenta le metía algo en el bolsillo del pantalón:

-        Lo siento galán,  hoy tengo la agenda muy cerrada. Y de cualquier forma, no cojo con pendejos.

Javier salió por la puerta del baño. Robín se doblaba de risa, salió tras ellos y Car se quedo dentro, confundido como un toro que solo espera embestir lo primero que se le ponga en frente. Miro dentro de su pantalón y saco con una mueca de asco el condón usado que Javier había puesto ahí. Sintió como dos lagrimas me marcaban la cara pero ni siquiera podía moverse para quitárselas.

Venecia 5 am, sábado en la mañana.

http://www.youtube.com/watch?feature=endscreen&NR=1&v=kheQLHyWHi8 estaes una sugerencia para que la escuchen en la siguiente parte del relato

El sonido de la alarma levanto a Adrian al primer  sonido, sin embargo Gustavo seguía durmiendo como si nada pasara, adrian intento apagarla alarma pero el teléfono estaba bloqueado, el estridente sonido seguía  sonando y Gustavo no se levantaba, con una risita maliciosa Adrian acerco el móvil a Gustavo pero nada…. Rio al ver como seguía durmiendo y pego un poco más el móvil a el pero en esta ocasión a su oído, Gustavo abrió los ojos lentamente tratando de enfocar y con una sonrisa irónica le pregunto:

-        ¿Qué pretendes? – adrian espontáneamente y sin poder reprimir una risilla contesto

-        Despertarte

Ambos estallaron en risas sin saber porque…. Gustavo apago la alarma se besaron durante unos minutos, se levantaron y se vistieron casi a las carreras. Gustavo saco de su maleta un morral  donde guardo su Cámara, un tripie su celular los pasaportes y su cartera.

Salieron del hotel tomados de la mano, afuera aun había oscuridad, caminaron por las calles deleitados con el murmullo de las aguas que golpeaban la piedra,  se besaron entre las callejuelas y pasando por las ventanas, cruzaron dos puentes y tomaron bellísimas fotos de Venecia aun iluminada por las lámparas bajo el amparo de la oscuridad. Usando el temporizador de la  cámara profesional de Gustavo se tomaron una foto juntos donde salían besándose frente a los canales. Digna de una postal.

Pasearon por las plazas desiertas mirando la arquitectura, Gustavo le contaba hablándole al oído la historia de aquellas paredes, pasaron por varias iglesias encantadoras. Caminaban sin rumbo aparente y  se besaban apasionadamente como dos amantes furtivos.  Se reían de tonteras, Gustavo cargaba a Adrian dándole vueltas como si fuera un niño chiquito solo para después estallar en carcajadas, como dos locos enamorados.

Gustavo lo pegaba a las paredes arrinconándolo para besarlo, pegaba su cadera a la entrepierna de Adrian  mientras le besaba el cuello,  y lamia su oreja, adrian rodeaba su cuello con los brazos pegándolo más hacia él.  Gustavo saco nuevamente su cámara y le saco dos o tres fotografías bellísimas a Adrian, luego algunas juntos abrazados, tomándose de la mano, y otras más besándose con el idílico fondo de Venecia,  Tavo miro sorprendido su reloj y con una sonrisa tomo de la mano a Adrian y  lo hizo correr entre las calles y comercios cerrados, hasta llegar a un puente donde se detuvieron, se detuvieron. “es aquí” dijo Gustavo y sacando su cámara del morral junto con un tripie que estirándolo tomo un tamaño considerable, preparo todo para sacar muchas fotografías con el mando a distancia

-        Que esperamos aquí?

-        Ven mira….

Gustavo abraso a Adrian  por la espalda de tal manera que quedara mirando hacia adelante. Vieron el sol pintar de un tenue azul el cielo, poco a poco los rayos fueron  creciendo  expandiéndose entre los tejados, marcando de bellos tonos los edificios, alzándose triunfal sobre  la bella Venecia. Admiraron la salida del sol en toda su magnificencia. La cámara tomo unas fotos impactantes de Venecia bañada por el sol naciente y de ellos en el pequeño puente que bajo sus pies dejaba correr las aguas que se volvían espejo de caprichosos colores  al ser iluminadas por el sol.

-        Tavo eso ha sido lo más hermoso que he visto en mucho tiempo

-        Lo sé… para mí ha sido lo segundo más hermoso que he visto en mucho tiempo…

-        Has visto algo más hermoso que esto?

-        Si… tu rostro dándome la bienvenida a un nuevo día hoy en la mañana, con esos intensos ojos oscuros como una pantera negra entre la selva, es lo más hermoso que  haya visto en mucho tiempo.

Se besaron largo rato hasta que el sol salió completamente, entonces desmontaron la cámara y caminaron abrazados  por las callecitas que aun estaban desiertas. Desayunaron en un pequeño restaurante donde tomaron un café exquisito. Salieron después de desayunar y dedicaron la mañana a visitar tiendas y museos. Adrian admiraba las obras de arte y se dejaba embelesar con el encanto de las palabras de Gustavo, que entre bromas y palabras tiernas le mostraba una de las ciudades más bellas del mundo.

Regresaron al hotel a la hora del almuerzo, comieron  algo ligero y volvieron a salir a la calle, entraron a una tienda de trajes exclusivos, y Gustavo compro un par de trajes para el, con camisas exquisitas, pañuelos bordados y mancuernas. Adrian por mas que se negó perdió la batalla y termino permitiendo que le comprar un traje exquisito en azul marino  y plata que resaltaba sus rasgos gitanos. Entraron a una tienda de mascaras venecianas, Adrian invirtió todo su dinero en comprar unas mascaras para Javier, Car y Nina en elegantes colones,  además a Nina le compro un exquisito abanico de encaje blanco.  En una lujosa tienda Gustavo compro un par de antifaces uno dorado  con negro  y uno con azul marino y plata.

Por la tarde se subieron a una góndola que les dio un recorrido por los canales, el gondolero cantaba y ellos abrasados disfrutaban de la maravillosa vista,  Se tomaron dos botellas de champagne  durante el recorrido y regresaron al hotel por la noche después de cenar pasta, borrachos de emociones, cantando y medio bailando llegaron a su cuarto.

-        Deberíamos darnos un baño…

-        Adri… te gustaría que nos bañáramos juntos?

Adrian se puso de puntitas y asintiendo rodeo el cuello de Gustavo con sus brazos, este lo cargo con bastante facilidad hasta llevarlo a la bañera. Adrian abrió el grifo  dejando que lentamente se llenara de agua,  Gustavo lo miraba embelesado, con  una sonrisa tierna marcando su rostro.

-        Adrian… no sabes cuantas ganas tengo de robarme tu corazón. De poderte enamorar.

Gustavo se paro frente a él y lentamente le quito la camisa a Adrian, recorrió con sus manos su abdomen,   su pecho y su espalda, beso sus tetillas y lamio su cuello,  recorriendo suavemente con la lengua aquel dulce caminito desde sus hombros hasta su oreja  susurraba tiernamente: estoy enamorándome como un loco, estoy volviéndome tu esclavo, nunca antes me había pasado esto, siento que mi corazón podría estallar de amor. Gustavo se quito la camisa y tomando la mano de Adrian la pego a su pecho, Adri le beso el pecho y se tomo su tiempo antes de separar su mejilla del pecho de tavo. Por favor dime que sientes lo mismo que yo… por favor dime que serás el primero y el único. Adrian no dejaba de besarle el cuello y el pecho.  Gustavo lo miro y tomándolo por la barbilla hizo que adrian lo mirara a los ojos.

Contéstame Adrian, que sientes por mi...?