Perdiendo el control por aquellos ojos negros (9)
Car le susurro al oído, no puedo esperar más, muero por volver a hacerte mío mientras javier alucinada de placer con el morbo de ser descubiertos.
- ¿Sabes que me encantaría desayunar?
- ¿Qué te encantaría desayunar?
- Tu lechita…
Car se acerco y le dio un largo beso mientras lo abrasaba pegándolo a él y pasaba sus fuertes manos aquella blanca piel. Recorría con las manos su espalda y las bajaba hasta tomar entre sus manos sus nalgas.
- Me encantaría darte mi lechita pero… mi madre entrara en cualquier momento a levantarnos. Mejor hoy en la tarde… te prometo nos vamos a algún lugar muy especial.
Se bañaron y se vistieron rápidamente preparándose para salir a la escuela, caminaron juntos hasta la parada de autobuses y llegaron juntos a la escuela, Javier y Car se veían felices y pasaron el día en compañía de sus compañeros y amigos, caminaron de regreso cada quien a sus casas y Javier se sentía feliz pero… extraño, Car no había hablando de nada de lo sucedido. Ni miradas de complicidad ni intento de tocarlo ni nada… incluso Javier se había demorado más de lo esperado en las duchas con la firme intención de que Car se acercara aprovechando que no quedaba nadie, pero nada. .. En el almuerzo se había ido a comer con la porrista rubia que tenia por compañera de química y no lo vio hasta el último periodo donde hablaron de cosas de la escuela y Javier no se animó a decirle nada más. Mientras caminaban a cada paso que daban crecían sus inseguridades, para él la noche anterior había significado todo. Y temía que para Car no hubiese sido más que una noche más. De pronto Car se paró en seco y jalo del brazo a Javier, entraron por un callejón hasta una pared pegada a los contenedores de basura, entonces lo pego contra la pared quedando frente a frente. Javier tenía la respiración muy agitada.
- He deseado todo el día poder hacer esto Javi
Dijo car mientras le plantaba un beso desesperado y le desabrochaba rápidamente la camisa, bajo besándolo desde los labios hasta el cuello y luego hacia su pecho y se detuvo a chupar una de sus tetillas… Javier se aferraba a los fuertes brazos de Car.
- No sabes cómo te desee todo el día Javi
Le repetía una y otra vez mientras se lo comía a besos y aprisionaba su cuerpo contra la pared pegándole sus caderas a las suyas para que sintiera su poderosa erección que traía en los pantalones.
- Car aquí nos van a ver…
- Nadie tiene porque vernos, ven rápido. Quiero penetrarte
- ¿Qué? ¿aquí?
- Si, rápido aquí nunca pasa nadie.
Haciendo gala de su fuerza car le bajo rápidamente los pantalones dejando el culito de javi al aire, humedeció dos dedos y comenzó a metérselos suavemente por el ano, intentando hacer que se preparara para que se la metiera.
Javier se retorcía de placer al sentir los dedos de car explorando en aquel sitio tan sensible entrando y saliendo, Car le susurro al oído, “no puedo esperar más muero por volver a hacerte mío”. Y diciendo esto lo cargo tomando sus piernas con ambos brazos haciendo que su culito se abriera directo hacia su pene, coloco la puntita en la entrada de su ano y lo penetró de una sola estocada Javier se aferraba a los hombros de car abrasado a él mientras era embestido una y otra vez. Car bombeaba con sus caderas metiendo y sacando su pene salvajemente, cada embestida era más fuerte que la anterior. Y la gravedad hacia el resto haciendo que se la metiera hasta lo mas profundo. Siguió así dándole lo más duro que podía hasta que no aguanto más y se vino llenando el culito de Javier con su leche tibia. Pero ahí no había terminado, bajó a Javier dejando que se pusiera de pie en el suelo dándose cuenta que aun tenía una erección car se puso de rodillas y comenzó a chuparlo lentamente. Lamia la punta como si en ello se le fuera la vida, mientras que con una de sus manotas lo masturbaba, Javier veía estrellas con aquella colosal mamada. Car chupaba golosamente el glande y luego trataba de meterse toda la polla de Javier en la boca. Javier sentía como la sangre le latía en las venas con el suspenso de que alguien los fuera a ver teniendo sexo en un callejón y con la boca de car comiéndoselo de esa forma tan rica e inesperada, mientras con sus manos acariciaba sus testículos o le metía un dedo o dos… lamia como loco chupando y recorriendo todo el largo con los dientes, eso fue lo más… Javier no pudo resistir que Car rozara sus dientes con las venas brotadas de su pene. Mientras una mano le tocaba los testículos y otra le metiera el dedo, sin poder resistirlo mas se vino llenando la boca de Car de semen. Aquella imagen lo excito muchísimo. Ver la cara de car manchada de sus fluidos.
- Vamos… Javier… yo… uff. Esto ha estado delicioso, y quería decirte que… me encanto lo de ayer.
- Car… también a mí, me fascinó, me gustaría repetirlo
- ¡si! Igual a mi, pero… hoy en la tarde, hagamos algo especial, tengo algo planeado te veo a las 6 en la parada de autobús, no llegues tarde. Mejor me adelanto tengo que ver algunas cosas.
Car arranco a correr en dirección a su casa y Javier se quedo de pie en el callejón con una sonrisa boba y el corazón acelerado. Se sentía un tonto por preocuparse por nada, si era evidente que Car sentía algo muy especial por el
____________________ Ese mismo día en la mañana_____________________
Adrian se levanto moviendo ligeramente a Luis que lo abrasaba tiernamente al dormir, se separó cuidando de no levantarlo y se metió al baño, se duchó rápidamente lavándose exhaustivamente el trasero que aun le dolía ligeramente, salió y mientras se secaba se detuvo en el espejo para mirar su cuerpo, algunas marcas resultado del agitado día anterior se mostraban ligeramente rojas, se puso desodorante, un tenue y fresco perfume y se vistió lentamente, le dolían tanto los brazos por el tiempo que paso esposado en una posición tan incómoda, tomo su ropa y se puso primero el bóxer luego la ropa del bachillerato y salió del cuarto, no sin antes darle un beso en los labios a Luis que seguía dormido, era su día libre y no quiso levantarlo. Se despidió susurrando a su oído:
- Te amo.
Se dirigió rumbo a la escuela y se sentó en la misma parada de autobús donde había encontrado a Robín, este no tardo en aparecer conduciendo a toda velocidad, adrian se subió y noto que el asiento de atrás tenía un gran número de paquetes pero no pregunto nada porque se imaginaba la respuesta.
- Atrás hay ropa y zapatos para que te quites esa ropa de escuincle de bachillerato.
- Que tiene de malo mi ropa…
Robín no contesto pero soltó una pequeña risa que dijo mucho. Manejo hasta salir de la ciudad rumbo al muelle norte donde había un club de yates muy exclusivo. Se detuvieron en la carretera en unos servicios públicos donde Adrian se cambio de ropa, vestía ahora unos zapatos azul marino tipo mocasines muy casuales, con una camisa azul clara con jeans ajustados y sobre la camisa un saco azul marino de corte deportivo que le daba un aire de niño consentido, tomo de su mochila un poco de perfume y se puso un poco para quitar el olor de ropa nueva que tanto le desagradaba. Tenía que darse cuenta que pese a todo Robín tenía un gusto exquisito todo lo que había elegido era fantástica y le quedaba de maravilla, la armonía de colores, todo era perfecto.
Llegaron al club y antes de bajar, Robín le entregó una pequeña maleta deportiva.
- Todo lo que necesitas se encuentra ahí…
- Que quieres decir…
- Hay traje de baño, otra muda de ropa, zapatos, cepillo peine pasta de dientes, todo…
- Que… cuando se supone que voy a regresar
- Jajajaja hoy mismo tonto, pasare por ti a las 5pm. Te puse extra lubricante, y… una pastilla de viagra, porque la necesitaras para excitarte con Oliveri es tan rico como asqueroso. Pero suerte, si pudiste con Heinrich puedes con él.
¡Perfecto! Pensó Adrian otro viejo mañoso que muere por los jovencitos… Salieron y robín lo condujo hasta el yate donde habían acordado la cita, un mozo se asomó en el yate y ayudo a subir a Adrian. Este estaba sorprendido ya que el yate era más grande que una casa, con una pequeña plataforma para tomar el sol en la segunda planta, Dentro había una habitación completamente lujosa, y tras una puerta un baño esplendido con un pequeño jacuzzi, Adrian nunca había estado en un sitio tan lujoso, girando hacia la otra puesta había un pequeño comedor y una puerta para bajar pero no le dejaron entrar diciendo que era exclusivo para la gente de servicio y mantenimiento. El mismo mozo le dijo con voz monótona, esto fue dejado aquí para usted Sr Tavalas.
Mi muy estimado Damián:
Sé que la hora acordada era a las 10 pero un asunto urgente ocasionará mi retraso por aproximadamente una hora, acepta mis sinceras disculpas y por favor espérame mientras llego. Mis empleados te atenderán en todo lo que desees y has uso de las instalaciones a tu placer. Siéntete como en tu casa, ponte cómodo olvidemos las formalidades por un rato y trata de disfrutar el momento.
G. Oliveri.
Leyó la nota como 3 veces haciendo hincapié en “ponte cómodo olvidemos las formalidades” y por alguna razón sintió que lo que en realidad quería decir era… ¿espérame desnudo? No, parecía demasiado amable y educado. Recordó a Heinrich y sintió un pequeño respingo de asco... regreso a la gran habitación en la que había una exquisita cama circular, repleta de almohadas. Asentó su pequeña maletita y comenzó a sacar el contenido para ver todo lo que Robín había metido. Encontró condones, un bañador, unos jeans rotos muy a la moda, una playera azul marino Óscar de la Renta, una camiseta polo color verde tenue, peine, cepillo y pasta de dientes. Al igual que unos zapatos de corte ligeramente deportivos, además de la ropa encontró desodorantes perfume crema, lubricante, una toalla, y un teléfono celular con un único numero grabado, por supuesto el de Robín. Adrian rió se sentía ridículo, volvió a guardar todo como estaba y permaneció sentado sin tocar nada. Hasta que una chica regordeta que se veía más o menos de la misma edad que adrian toco en la habitación solicitando su permiso para entrar. Venia cargando una canasta de frutas que dejo en la mesita frente a la cama, adrian vio las uvas y no dudo en tomar una… eran sus frutas favoritas. Antes de retirarse la chica muy amablemente comentó.
- El señor Oliveri llegara en cualquier instante, ya entro en el club.
Se despidió con una sonrisa y salió rápidamente de la habitación para seguir con sus labores… adrian respiro hondo y dejo de pensar en ello, decidió simplemente cerrar los ojos y dejar que las cosas pasaran… todo sea por Luis.
Siguió comiendo uvas y al morder una chorreo completamente su camisa dejando una mancha bastante visible, se apresuro a quitarse la camisa y agradeció muchísimo que robín le hubiese metido una extra pero antes de que pudiera ponerse la otra un chico alto y ligeramente bronceado con cabello castaño oscuro y unos increíbles ojos verdes, se encontraba en buena forma y debía estar a mediados de los veintitantos, apareció abriendo de golpe la habitación seguido por un viejo decrepito muy feo. Adrian sonrió tímidamente… valla manera de dar una primera impresión sin camisa y manchado de uvas. El viejo decrepito se dirigió al muchacho alto
- Este encantador joven que nos acompaña es Damián Tavalas, está aquí para entretenerte en lo que dura el recorrido en tu nuevo bote. Damián este es mi sobrino Gustavo confió en ti para hacer su estancia muy placentera.
- Yo me retiro, cualquier cosa ya sabes, llámame.
- Si tío, no te preocupes. Y muchas gracias por el detalle
Adrian sonrió lo mejor que pudo pero se sentía muy avergonzado, el señor mayor se retiro dejando a Gustavo en la habitación con Adrian. Tan pronto su tío se fue Gustavo comenzó a dar vueltas alrededor de damian mirándolo de arriba abajo con gesto divertido ante la cara de incertidumbre de Adrian.
- Oye siento que tengas que estar en esa posición, de verdad no necesito nada y mucho menos una pareja, estoy bien gracias si lo deseas puedes retirarte no quiero hacerte perder el tiempo. Y si no te importa claro puedes quedarte… tomar el sol. O no sé lo que quieras… no me gusta la idea de comprarte como si fueras una propiedad y menos para entretenerme.
- Gracias eres muy amable, yo… bueno no m importaría quedarme, estoy completamente fascinado con el yate. Y si ay algo que me encantaría hacer… pero… me da mucha vergüenza.
- Oh sin pena dime que es lo que quieres… de todos modos ya te hicieron venir aquí a perder tu tiempo con un loco romántico empedernido.
- Jajaja, bueno… lo entiendo yo también soy un romántico empedernido y bueno la vida a veces da demasiadas vueltas y queda uno boca abajo… así me siento como si estuviera de cabeza y estoy tan cansado, solo pude dormir 2 hrs.
- Ah ya… lo que quieres es… dormir… claro adelante con confianza
La carita de adrian era de ternura extrema, su delgado cuerpo y aquellos ojos negros tan impactantes hicieron que a Gustavo le saliera una sonrisa
- Muchas gracias, en serio… ¿no es molestia?
- Claro que no. Con confianza, descansa, espera déjame ayudarte
Diciendo esto levanto el edredón de la cama y cerro las persianas de la habitación saliendo y dejando que adrian se durmiera, había algo en aquel chico que intrigaba a Gustavo, tenía una sonrisa adorable pero sus ojos… esos ojos negros guardaban un sin número de preguntas y tristezas. Cerró los ojos y recordó aquel vistazo de su cuerpo cuando dormía, esas facciones dulces y los labios, su cuerpo juvenil acomodándose en la cama, su mejilla acariciando la suave seda de la funda de las almohadas. Pasaron casi dos horas en los que adrian descansó sin sueños, reponiendo las energías que le habían sido robadas, hasta que una ligera caricia en la mejilla lo levanto a la realidad. Era Gustavo que amablemente le despertaba para que comieran algo, en la mesa había toda una variedad de platillos todos sumamente apetitosos. Comieron juntos y se la pasaron hablando de una variedad de libros y películas, de las malas adaptaciones de cine de muchos best sellers y de su afición por las películas sobrenaturales. Las horas se les fueron hablando de tantos temas hasta que las preguntas que adrian odiaba hicieron su aparición… el porque hacia esto… el paradero de sus padres etc… lo cual sin necesidad de que adrian dijiera nada hizo comprender a Gustavo que de alguna forma Adrian era explotado por su “negociador” y sintió deseos de partirle la cara. Antes de que lo notaran ya estaban llegando al muelle. Ambos se prepararon para bajar y adrian se quedo pensando largo rato que había algo en Gustavo, tal vez su cordialidad y carisma que habían logrado que Adrian se sintiera cómodo, en confianza como si se tratara de un viejo amigo. Pero pensó en sus manos, si algo le atraían de los hombres eran los brazos y las manos las manos se le veían fuertes como si hiciera ejercicio o trabajo rudo, al igual que sus brazos donde se marcaban unos músculos bien formados. Y así como adrian observaba a Gustavo, este miraba a adrian pensando en sus ojos y sus labios, recordó como al levantarlo se removía en la almohada y deseo poder ver esas facciones de nuevo, Gustavo era una persona aventurera e indómita, acostumbrado a conseguir lo que se proponía y no podía dejar que adrian se fuera sin probar esos labios, así que antes de que bajara le tomo de la mano y le hizo que se sentara en la cama y mirando aquellos ojos negros, acercó su rostro al suyo poniendo ambas manos en sus mejillas y le dio un tierno beso en los labios, se separo por un momento para volver a mirarlo en los ojos y lo volvió a besar, adrian correspondía sus besos con ternura abrasando el cuello de Gustavo con sus brazos mientras sus lenguas se fundían lentamente besando y mordiendo, cada vez el beso se ponía mas cálido y los dos comenzaban a agitarse con solo sentir la proximidad de sus cuerpos se acostaron en la cama sin dejar de besarse y Gustavo se acomodo sobre el presionando su cuerpo contra el de adrian, este parecía disfrutar sentirse aprisionado por su cuerpo preso de sus besos. Gustavo fue quien se separo y le acaricio la mejilla dándole otro beso pero esta vez uno más corto y dulce.
- Gracias, la verdad me la pase muy bien… pocas veces encuentro a un chico como tu tan… elocuente
- El gusto ha sido mío Sr Oliveri
Subieron a cubierta y se dieron la mano. Robín esperaba en el muelle fumando despreocupadamente, una vez que estuvo adrian a su alcance le rodeo los hombros con el brazo y le dijo con actitud paternal.
- Espérame en el carro, enseguida te alcanzo
Tan pronto adrian se alejo, Gustavo se quedo mirando a Robín mientras el hablaba preguntándole como había estado el viaje. Se sentía repugnado por la forma en que robín hablaba de adrian como si se tratara de una mercancía y aunque no acostumbraba pagar por sexo no podía perder la oportunidad de volver a probar esos labios.
- Seré franco contigo Robín. Quiero volverme un cliente… regular y EXCLUSIVO de Adrian.
- Me temo eso es imposible, la exclusividad de Adrian, un chico como él es una mercancía codiciada… pero usted puede ser regular de él en el horario que mejor le convenga claro esta…
- No, usted no está entendiendo. Vera déjeme hablarle en un lenguaje que usted comprenda. ESTOY DISPUESTO A PAGAR LA SUMA QUE USTED DISPONGA POR 6 MESES DE LA EXCLUSIVIDAD DE ADRIAN MAS… UNA SUMA MENSUAL BASTANTE GENEROSA EN PROPORCION A LAS VISITAS QUE EL ME HAGA.
- De… ¿de cuantos ceros estamos hablando?
- ESTAMOS HABLANDO CABALLERO DE 400 000
- 50 000 dólares…
- No, 50 000 euros. Sin contar las bonificaciones mensuales.
Aquello había dejado en shock a Robín, no esperaba para nada una propuesta semejante.
- Suena interesante… pero tendría que discutirlo con Adrian.
- Aaah eso es otra cosa… NO QUIERO QUE ADRIAN SEPA NADA, ADRIAN NO DEBE SABER BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA QUE ESTOY DANDOLE ESA SUMA PARA TENERLO DE FORMA EXCLUSIVA. SI EL SE ENTERA POR BOCA DE USTED, CONSIDERE NUESTRO TRATO INVALIDADO Y EL FIN DE LOS FUTUROS CONTRATOS DE CUALQUIER INDOLE CON CUALQUIERA DE LAS EMPRESAS OLIVERI.
- Entiendo… pues… tenemos un trato pero… ¿cómo arreglaríamos los encuentros de tal manera que adrian no sospeche nada?
- Eso déjemelo a mí, le repito señor robín que cualquier incumplimiento en el contrato, como si me entero que ha roto nuestro pacto de exclusividad, tendrá graves consecuencias.
- Entendido…
Robín se retiro sin salir de su asombro subió al carro y por más que lo intentó no lograba comprender como sin esperarlo acababa de cerrar un extraordinario trato… ¿qué demonios le hizo adrian en ese viaje en bote?...
- Damián… necesito comunicarte algo, durante algún tiempo estaré fuera… saldré de viaje 6 meses, pero… me mantendré por la zona para checarte de forma constante. Tratare de contactarte diario… así que más te vale no huir que siempre puedo cambiar de opinión y mostrarle todo al imbécil de Luis.
- Por mi… te puedes ir al carajo, querido tío
- Y bueno dime que tal estuvo el Sr. Oliveri
- ¿Por qué? ¿qué te dijo?
- Que… le gustaría verte en otra ocasión, al parecer le gustaste mucho
- En serio… ah…
Adrian sentía aun el calor de sus besos, nunca había sentido ese calor con nadie esas ganas de que le comieran la boca, que lo besaran de esa forma caer rendidos en la cama besándose así… era algo increíble… y como llegar con Luis después de haber probado esos labios… hacia unas horas apenas no había nadie en la mente de adrian que no fuera Luis y ahora no podía dejar de pensar en Gustavo.
En esta parte se que tubo pocas escenas calientes en comparacion con otros relatos... pero es porque la siguente parte... estara mucho mas cargada ^^ comenten y pongame sus sugerencias de lo que les gustaria que pase con estas dos parejas: Car y Javi , Adrian y Luis . gracias