Perdiendo el Control: Placeres Culposos
- T. E. A. M. O. pronuncio lenta y juguetonamente y si me amas tu a mi dejemos de pensar en las cosas que no pudieron ser y démonos la oportunidad de estar juntos
Luis recorrió con los dedos la piel erizada la deliciosa espalda del joven que se encontraba recuperando la respiración luego del poderoso orgasmo que habían tenido, respiro hondo llenando sus pulmones de aire y repasó en su mente lo sucedido: nunca antes había disfrutado tanto haciéndole el amor a un chico, incluso el sexo con Adrian era bueno, pero aquello había sido extraordinario … miró hacia la puerta y noto que posiblemente Adrian llegaría ahí en cualquier minuto, y sintió enojado consigo mismo ¿con que cara le reclamaría a Adrian si llegaba a ser verdad su infidelidad?Si él había hecho lo mismo…
El guapo desconocido suspiró removiéndose y le dedico una sonrisa arrebatadoramente sensual, ¿ que más da…? Pensó Luis y le paso el brazo por la espalda abrazándolo para que se pegara aun mas a él, acariciando lentamente su espalda con las yemas de los dedos, suave y tersa piel juvenil, respiro hondo y se deleito con aquel aroma entre perfume y sudor, recorrió con la mano su espalda acariciándola lentamente, pegó sus labios a ese musculoso hombro besándolo y mordiéndolo de forma cariñosa, cayendo en cuenta que nunca había disfrutado tanto el follar con un chico, y que había algo en ese abrazo que le proporcionaba cierta paz.
Le permitía alejar el dolor de sentir que cada vez perdía más a Adrian y que no podía hacer gran cosa para remediarlo, aun sabiendo que era cuestión de tiempo para que el dolor regresara decidió abandonarse al placer que le proporcionaba el chico que tenía entre sus brazos. Giro la cara para besarlo de nuevo acercando sus labios mientras lo miraba y con la mano le acariciaba una mejilla.
Robín sentía su corazón latir como nunca antes, abriendo sus labios para dejar que Luis introdujera su lengua lentamente acariciando la suya. Por un instante Luis había perdido completamente la noción de lo que estaba haciendo ahí, había olvidado porque estaba en esa fiesta y cuál era su propósito.
Lo único en el mundo parecía ser lamer hasta la última miel de esos deliciosos labios. En los brazos de aquel desconocido enmascarado había olvidado todo… desconocido … aunque había algo familiar en el, abrió los ojos y miro su reflejo en unos impresionantes ojos aceitunados que por primera vez en muchísimos años miraban con sincera ternura.
¡Un momento! ESOS OJOS. El conocía esos ojos… Luis levanto la mano que acariciaba la espalda de robín hasta la parte de atrás de la cabeza donde descansaba el listón que mantenía puesto el antifaz que resguardaba la respuesta a sus interrogantes sintiendo su corazón latir a mil por hora, un instante antes de que robín pudiera reaccionar sus hábiles dedos deshicieron el lazo quitándole la máscara… fue como si el invierno asolara de pronto su cuerpo. Se había quedado helado al mirar de frente a… Robín.
La cara de Robín quedo frente a él con los labios entre abiertos en un gesto de genuino espanto al sentir como quedaba su rostro expuesto, intento volver a ponerse la máscara, pero ya no tenía caso… el corazón le palpitaba angustiado sin saber cuál sería la reacción de Luis que por unos instantes parecía haberse vuelto de piedra, lo había reconocido al instante y lo miraba echando fuego por los ojos. Robín sabía lo que vendría, estaba consiente desde que lo había besado minutos antes en el salón. Tengo que tratar de calmarlo, después de todo no me rechazo cuando no sabía que era yo… y para nada le fue desagradable… tal vez … solo tal vez me elija a mi… pero necesito pensar rápidamente, las siguientes palabras que le diga ahora que sabe que soy yo, serán las que salven o condenen esta relación. Luis…
Luis estaba con la boca seca y los ojos llenos de preguntas que parecían un fuego cruzado. ¡CARAJO! En un gesto instintivo se limpio la boca con la mano como si estuviera asqueado , Robín… porque carajos… de todas las personas del mundo con las que pude haber perdido el control, fue con robín ¿¡porque tu robín!? Repetía en su mente, tratando de encontrar algo que decir. Robín cerró los ojos con fuerza cuando vio como se limpiaba la boca. Había genuino dolor en su mirada, la rabia contenida por tantos años nacida de un amor fallido lo hizo hablar con odio sin pensar.
- ¿Por qué te limpias la boca? ¿Tanto asco te produce saber que follaste conmigo? Hijo de puta, pues no parecía eso hace rato
- ¡Tú! … ¿Qué carajos haces TÚ aquí? ¿Qué es esto Robín? No te cansas de jodernos la vida… La invitación… Tú querías que adrian viniera a la fiesta, por eso le mandaste la invitación… aléjate de nosotros maldito enfermo – dijo Luis levantándose de la cama veloz como el rayo se deshizo del condón al tiempo que se medio ponía la ropa para salir de ahí.
- Luis… ¡no!… no es así, la invitación … espérate carajo, déjame explicarte
Robín arrastraba las palabras, a punto de soltar las lágrimas, el sueño dorado de su vida se había transformado en pesadilla. Se vistió rápidamente para salir tras él. Si tan solo lo escuchara, pero no había palabras que pudieran justificar sus acciones, sabía perfectamente de lo que era responsable… desde antes de la muerte de Adriana había tantas cosas que no se habían dicho, tantas cosa que pudieron ser diferentes… salió de la habitación rumbo al ruido de la fiesta persiguiendo a Luis , y casi al instante una hermosa joven castaña que mostraba sus grandes pechos vistiendo solamente un bóxer negro, con la cara oculta bajo un antifaz dorado, se le acerco, tomándolo por el brazo.
Disculpa Robín, Gian ha llegado, está esperando en el salón VIP y ha preguntado por ti
¿Demonios porque ahora? pensó Robín mientras se frenaba en seco, necesitaba hablar urgentemente con Luis pero no podía dejar esperando a Gian, asintió con un movimiento de frente y aun dudando se dirigió hacia el salón vip.
Luis corrió a la salida, tenía que advertirle a Adrian que Robín estaba cerca tenían que huir de nuevo, no podía permitir que le hiciera daño, el tenia una promesa que cumplir y no pretendía romperla…
Salió de la fiesta y subió a su camioneta para ir por adrian, metió la llave para arrancar pero una vez encendido el motor espero antes de poner el carro en marcha, se dio cuenta no podía manejar, las manos le temblaban, cerró los ojos para controlarse y sintió como el beso de robín le latía en los labios, escuchando sus palabras en la mente, estas vibraban con un eco como si fueran truenos “ asco” no… no le daba asco, no era asco… era miedo ¿ por qué robín?… ¿Por qué?… ¿Por qué con él?, porque se excitaba solo de recordar como esa lengua le había hecho delirar de placer humedeciéndolo mientras lo recorría completo, DEMONIOS de nuevo tenía una erección, escuchaba en su mente los gemidos de robín con cada embestida, y sintió su polla dura contra el pantalón y deseó con todas sus fuerzas volver a follarlo… ¡PERO QUE CARAJOS ESTABA PENSANDO, ES ROBÍN! ¡ES EL MAL PARIDO DE ROBÍN! Por qué robín, por qué había encontrado un narcótico placer en besarlo, en lamer y besar su piel gitana, se excitaba de nuevo al recordarlo ahí sobre la cama estremeciéndose y erizándose de placer con esos ojos aceitunados mirándolo con deseo, y se odiaba a sí mismo por haberlo disfrutado tanto. ¿Por qué de todas las personas en el mundo tuvo que ser con Robín?
Comenzó a sobarse por encima del pantalón con el recuerdo de los gemidos de robín al ser embestido, o su sonrisa cuando llegaron al orgasmo y ese beso… ¡que beso! su mano subía y bajaba acariciándose con movimientos rítmicos y poco a poco sentía como su respiración iba en aumento, el corazón había empezado a latirle con furia sintiendo como aquellas caricias auto producidas le proporcionaban placer, un placer que era completamente nuevo para el.
Un placer sucio, pensó Luis como podía excitarme tanto, como pudo hacer que me viniera de aquella forma, como es posible que… que … recorrió sus labios con sus dedos acariciándolos su beso… dios que beso nunca me habían besado así…nadie ni siquiera ella.
En la puerta de casa de Car una hora antes de media noche.
Era muy tarde o muy temprano depende de cómo se vea, y Javier caminaba tambaleante hacia la puerta de Car, casi como en un sueño hablando consigo mismo, Desde el encuentro que habíamos tenido en el gimnasio no había vuelto a hablar con él, yo había huido, como un cobarde, pero ¿qué otra cosa podía hacer? ¿Cómo no caer ante él? Si lo que sentía era mucho más poderoso que yo mismo.
Car siempre había sido el fuerte, y el se sentía tan débil en esos momentos, no tenía la fortaleza para superar ese dolor, había actuado como un cobarde silenciando las voces en su cabeza con ayuda de robín y su eterna fiesta, dejándose llevar, el había curado ese dolor lamiendo la piel de otros cuerpos, perdiéndose en oleadas de placer que no ayudaban en nada, era como lamer sal para calmar la sed. Era cavar su propia tumba. Y ahora se sentía sucio. Quería quitarse ese sentimiento de soledad, ese vacío que solo podía ser llenado con él con Car. Quería sentirse completo de nuevo.
Llego a la puerta de casa de Car y tocó el timbre, esperó a que le abrieran la puerta con las manos en los bolsillos apoyándose en el marco de la puerta, tenía que verlo y sabia queél estaba ahí, solo unas palabras mi amor, solo un beso mi amor y luego no te molestare más, solo quiero decirte lo mucho que te amo. Pensaba mientras respiraba hondo, envuelto entre espirales de alcohol, sintiéndose envalentonado por aquel entumecimiento. Que fácil era ver el fondo de una botella y junto con tu conciencia perder la noción del dolor. Al fin la puerta se abrió
Car abrió la puerta un tanto sorprendido de ver a Javier tambaleante en la puerta con la espalda apoyada en el marco, Javier intento dar un paso hacia el sintiendo como el piso se movía bajo sus pies. Car lo rodeo con su brazo por la cintura para evitar que se cayera en el inútil intento de caminar en ese estado. Javier al sentirlo así de cerca pego sus labios a su fuerte cuello besándolo apasionadamente, te amo tanto idiota. Pronunció en un susurro que lo hizo estremecer.
Car lo ayudo a subir rápidamente a su recamara para que nadie lo viera, rodeando fuertemente su cintura con su poderoso brazo que se marcaba musculoso al hacer fuerza para aguantar el peso de Javier. Al subir cada escalón Javier se pegaba más y mas susurrándole palabras tiernas al oído que erizaban la piel de Car logrando que su pene poco a poco se elevara en un estado de deliciosa semi erección.
Javier apenas podía caminar así que tan pronto entraron al cuarto Car lo levanto en brazos como si fuera un niño pequeño, este pego su cabeza a su pecho y respiro hondo aquel delicioso aroma a colonia tan característico en él. Car disfruto de aquel instante en el que al tenerlo en brazos volvía por un segundo a ser el cariñoso y dulce Javier que él conocía y amaba, en lugar de aquel chico cínico que había estado jugando con sus nervios los últimos días, poniéndolo celoso a grados inimaginables.
Y aun amándolo a Car le daba un poco de miedo estar con alguien que fuera tan… volátil, era como si existiera un demonio y un ángel en el. Uno le había proporcionado desde chico los momentos más felices de su vida y el otro seductoramente lo había sumido en el mismísimo infierno castigándolo por sus pecados. El ángel o el demonio, pensó mientras lo llevaba en brazos a la cama.
Javier pegó su mano en el pectoral de Car acariciándolo con nada más que ternura. Car lo recostó en su cama sentándose a un costado de él, le quito lentamente los zapatos y los calcetines acariciando al hacerlo sus pantorrillas duras y cubiertas de una fina capa de vellos que se asomaban bajo unos jeans que resaltaban notoriamente su trasero, siguió con la mirada hasta donde sus manos no se atrevieron, mirando disimuladamente la entrepierna de Javier ya que el bulto en sus pantalones era más que llamativo, luego continuo acariciándole las piernas sobre la tela del pantalón deleitándose con cada centímetro de su dureza. Mientras Javier con los ojos cerrados se dejaba hacer, gimiendo muy suave de forma casi inaudible
- ¿Puedo pasar la noche aquí? – preguntó con un hilito de voz, como si no se atreviera a pronunciar esas palabras. Car lo miro sorprendido y asintió con la cabeza mientras decía
- Si… claro que sí.
Javier se quito la camisa para dormir mostrando su delgado cuerpo, Car recorrió con la mirada su cuello y su fuerte espalda, su piel blanca, sus músculos que se tensaban en cada flexión entonces llamaron su atención unas finas marcas rojas que habían en su cuello, parecían chupetones aunque hechos con tan poca fuerza que apenas y le dejarían una marca, car sintió una dolorosa presión en el pecho se negó a sí mismo el placer de seguir mirándolo, no quería encontrar más huellas de otras personas en él, y poniendo de pretexto el darle privacidad para que se cambiara, bajo a la recamara de su madre avisándole que Javier se quedaría a dormir esa noche, después de hablar con ella tomo el móvil y mando un mensaje de texto fingiendo ser Javier para avisarle a su madre que se que pasaría la noche en su casa, para que no se preocuparan y también no podía permitir que lo vieran llegar cayéndose de borracho.
Cuando car entro de nuevo a la habitación Javier respiraba acompasadamente con los ojos cerrados abrazando una almohada, como me gustaría ser yo a quien abrasaras . Se quito rápidamente la ropa y se puso el pantalón del pijama, dejo su torso desnudo, sonrío al verse de reojo al espejo, el ejercicio le había dado como recompensa un cuerpo fuerte y marcado por suntuosos músculos que lo hacían parecer un gladiador. Se metió en la cama cuidando de no despertar a Javier, pero este tan pronto sintió la presencia de Car a su lado, abrió los ojos y lo miro con una sonrisa tierna, girándose para quedar ambos frente a frente acostados en la cama.
- Gracias… sé que no me corresponde estar aquí, pero necesitaba verte
- N. no me des las gracias, no sé que seamos en este momento pero éramos los mejores amigos, casi hermanos y me gustaría que eso no cambiara.
- Carajo, no te das cuenta que yo no quiero ser tu amigo, ni mucho menos tu hermano – grito Javier con la imprudencia típica de los borrachos. – yo te quiero a mi lado… como…
- ¿novio? Ay Javier – car respiro hondo, pensando desearía no haber ido nunca a la playa, llevamos semanas peleando… y todo por mi maldita culpa.
- ¿Ay Javier que…? – Javier se levanto de golpe – si no me querías de esa forma como tú “pareja” o lo que sea porque me dejaste que me ilusionara, porque me cogiste aquí, en esta misma cama, ¡joder! ¿Porque me llevaste a la playa para ver cómo te besaba Malena? ¿por qué me negaste delante de ella? – Javier tenía los ojos llenos de dolorosas lágrimas respirando lentamente para no dejarlas salir.
- Yo si… yo si te quiero de… de esa forma. Nunca quise besar a Malena, y con todas las cosas que empezó a decir, no supe que hacer, se que estuvo mal, pero yo te lleve a la playa para pedirte que seas mi pareja, y escogí ese lugar por los recuerdos, no tenía la menor idea de que ellas estarían ahí. Fue mi error aceptar ir con ellas en primer lugar, unirnos a su patética fiesta y te pido perdón por todo eso. Tenias razón… fui un maldito cobarde. Pero te juro que nunca tuve intenciones de lastimarte o ilusionarte para jugar contigo, te dije que no estaba seguro desde el primer momento, pero siento algo aquí – señalo su pecho – que solo vibra cuando estoy a tu lado.
- Car yo sentí lo mismo cuando estuvimos juntos en el gimnasio… pero estaba muy dolido… necesitaba pensar por eso me fui, tenia demasiadas ideas en la cabeza y yo bueno… conocí a alguien que…
- Si ya sé que te has estado cogiendo todo lo que se mueve – dijo car furioso sentándose en la cama al tiempo que apretaba las manos formando puños.
- Yo… no me refiero a eso, se llama Robín, y dios las palabras que dice, sus ideas, Car tienes que conocer a Robín, hay algo en el que es simplemente maravilloso me ha enseñado muchas cosas y algunas de las frases que me dijo parecen que fueron grabadas con fuego en mi memoria: “se inteligentemente egoísta”tu única responsabilidad es para contigo mismo, no seas tan pendejo como hacer responsables a otros de tu placer o tu dolor, porque eres el único que puede proporcionártelos . – Recito como un niño chico que dice de memoria una lección. – creo que sin él estos días me hubiese sumido en la desesperación tienes que conocerlo es una persona simplemente sorprendente.
- Javi… lo que dijo me parece muy guay pero eso no se traduce en cojerte lo primero que aparezca como has estado haciendo hasta ahora, perdóname por agarrarte a golpes el otro día pero no sabes cómo me ardió la sangre de verte con ese tipo. ¿Y todo porque? ¿por demostrar que no te duele, que no significa nada? No le encuentro el placer a hacerle daño a quien te quiere.
- Lo… siento.
Javier se pego a él buscando calor, como una silenciosa forma de pedir perdón rodeándole el cuello con los brazos abrazándose a él. Car correspondió el abraso besándole lentamente la frente, teniéndolo así de cerca podía oler perfectamente su aliento con aquel timbre de alcohol pero no le importo, era su Javi. el Javi cariñoso que lo amaba y que era el Javier a quien por mas que se resistía no podía dejar de amar.
- Entonces… Javi – pregunto car extendiendo su mano por la barbilla de Javier para que este levantara la cara y se quedara mirándolo a los ojos – esto… ¿significa que tu y yo estamos juntos de nuevo?
La pregunta era una invitación a olvidar todo y empezar de nuevo, car respiro hondo y frunció ligeramente el ceño en espera de una respuesta, veía ciertas dudas en Javier y eso no le gustaba, lo miro con atención dándose cuenta que podía ser tan dulce como acido, y que eso mismo lo hacía irresistiblemente atractivo. El silencio de Javier estaba terminando por desesperarlo y cerrando los ojos se acerco para besarlo, Javier lo miro con una tímida sonrisa y lo freno poniendo una mano en su pecho para impedirlo. Car bajo la cabeza sintiéndose por un momento derrotado.
- Solo por favor primero respóndeme una cosa – preguntó Javier mirándolo directamente a los ojos – ¿Me amas? – Car levanto la mirada y sonrió con un dejo de nostalgia
- ¿Lo dudas acaso?
- Yo… solo quiero escuchar que tu lo digas
- T. E. A. M. O. – pronuncio lenta y juguetonamente – y si me amas tu a mi dejemos de pensar en las cosas que no pudieron ser y démonos la oportunidad de estar juntos… ah… quiero decir… ¿quieres… ser mi novio?
Javier asintió sonriendo de oreja a oreja, al fin la frase que tanto tiempo había esperado oír, al fin después de amarlo tanto tiempo, se sentía plenamente correspondido. Se sintió tan feliz que tuvo miedo de estar soñando. Car lo pego mas a él besándolo lentamente en el cabello y bajando por su frente hasta sus mejillas depositando pequeños y cortos besos de aquella forma tierna y tosca que lo caracterizaba, hinchando los músculos de sus brazos al abrasarlo con fuerza.
Javier se separo solo un poco para mirarlo, solo contigo me siento completo pensó mientras se estremecía en ese abrazo, el verde intenso de sus ojos reflejaban la imagen de car que lo miraba con ternura como quien protege a un niño indefenso. Tradujo de esa mirada todo el cariño que sentía por él, comenzaron a acariciarse, Car le miraba recorriendo con las manos el delicioso camino de sus piernas, y luego sujetó el pantalón del pijama por los bajos jalándolo despacito sin dejar de mirarlo dejándolo en bóxer admiro sus piernas juveniles cubiertas por una fina capa de vellos castaños, las acaricio con las manos deleitándose con su tacto, subiendo hacia su entrepierna.
- Espera – dijo Javier de pronto interrumpiendo a Car y sentándose en la orilla de la cama, la sonrisa se había borrado y miraba hacia el piso ligeramente sonrojado
- Que pasa… eh… si no quieres no hay problema – le dijo car y aunque trataba de ser cariñoso y no presionar la situación se sentía verdaderamente desconcertado al ser interrumpido de forma tan tajante.
- Esto… si quiero, pero… ¿me dejas darme una ducha antes? Apesto a alcohol
- A mí no me importa, podemos ducharnos luego juntos
Dijo car mirándolo de forma muy sugerente mientras le deslizaba las manos por la cadera sintiendo su fuerza en ella, bajando poco a poco por sus nalgas, las cuales apretó con gusto. Javier sonrío dejándose sobar por aquellas manos tan fuertes, pero de nuevo aquel pequeño aguijoncito de incomodidad lo pico .
- Car… espera… de verdad, me siento incomodo, me quiero bañar. Siento que huelo a alcohol y a sudor…
Car lo miro casi al instante recordó las marcas en su cuello, sin duda Javier había estado con alguien más hacia muy poco posiblemente horas antes, y quizá por eso tenía la necesidad de bañarse antes de hacer el amor. Javier se levanto sentándose en el borde de la cama, sonrió ligeramente apenado y se encamino al baño.
Car lo siguió con la mirada sin decidirse a ir tras él o no, para mi eres el único… joder. ¿Y tú… podrás decir lo mismo? Podía perdonarle los miedos e inseguridades pero los celos crecían en sus entrañas quemando a su paso todo. Escucho la llave abriéndose dejando a su paso el inconfundible sonido del agua cayendo. Imaginó la espalda de Javier húmeda con la espuma resbalando, trago saliva y respiro hondo, poniéndose de pie se desnudó y lo siguió al baño.
Cuando entro la imagen que vio lo hizo tener una erección de inmediato Javier tenía los ojos cerrados disfrutando del agua, con la cabeza ligeramente hacia atrás y el agua recorriendo su espalda, bajando hasta su bien formado culito con piel de durazno, mientras él con sus manos distribuía la espuma del jabón por su cuerpo sin abrir los ojos.
Sin pensarlo me metió con él a la ducha, tomo el jabón de las manos de Javier y comenzó a recorrer su piel paso por sus pectorales disfrutando de la dureza de sus músculos bajo sus manos por su abdomen dejando la espuma correr con el chorro del agua al tiempo que le rodeaba con sus fuertes brazos besándolo y mordiéndole los labios, car se separo ligeramente de él y sonriéndole con picardía pego a Javier de frente a la húmeda pared y pasando sus manos por su espalda llegando hasta sus torneados glúteos y dándole un par de nalgadas, luego con la mano derecha acaricio sus muslos hasta llegar a aquella deliciosa y húmeda erección pajeandola lentamente, escuchando como Javier gemía al sentir el glande descubierto al ritmo que marcaban las manos de Car. Con aquella tosca rudeza que excitaba a Javier haciendo que se aferrara a la pared del baño con las manos. Car movía su mano cada vez más rápido, y Javier se estremecía mordiéndose los labios para no gemir, sintiendo como le untaban en el culo aquella maciza erección amenazando con entrar con la fricción que permitía el agua de la regadera
- Ah… si sigues así me voy a correr.
- Aun no…
Dijo bajando la intensidad con que lo pajeaba y cerrando la llave de la regadera, le abrazo acariciando su cabello sin dejar de besarlo, que delicioso era poder comerle la boca con toda la calma del mundo. Sabiendo que tendría toda la noche para tenerlo entre sus brazos. Se abrazo a su cuerpo húmedo con fuerza pegando su erección a la de el y dejando que la fricción los pajeara un poco, luego lo hizo doblarse para que quedara como una L apoyado con los brazos en la pared de tal manera que su culito quedara directamente bajo el corro del agua, Car tomo con ambas manos las nalgas de Javier separándolas para que quedara completamente expuesto, Javi sentía el agua, un chorro ligeramente fuerte impactando entre sus nalgas estremeciéndolo, y no pudo comenzar a gemir cuando se dio cuenta que los labios de car comenzaban a morder y lamer su culo.
Estaba tan excitado que sentía la sangre llenando su miembro haciéndolo palpitar y dejándolo más duro que nunca, la lengua de Car siguió traviesamente lamiendo la parte interior de sus nalgas sin tocar el agujerito cosa que estaba volviendo loco a Javier. Car la pasaba de arriba abajo hasta llegar casi hasta sus huevos, succionándolos y rozándolos con sus dientes, provocando que le temblaran las piernas a Javier que no paraba de gemir.
Car subió su lengua de nuevo acariciarle ese delicioso y pequeño agujero, amenazando con penetrarlo con la lengua, Javier gemía y luchaba para mantenerse de pie porque le temblaban tanto las piernas por el placer que sintió que dejarían de responderle en cualquier minuto, car empezó a penetrarlo con la lengua suave y cadenciosamente, recorriendo con ella cada rincón de entre sus nalgas en una placentera tortura. Las rodillas de Javier flaquearon por un momento y no cayo gracias a que car le sujetaba con fuerza las nalgas. Se rieron un momento y sin necesidad de palabras cerraron la llave del agua.
Car con una sonrisa ligeramente de lado, salió de la regadera tomando a Javier de la mano para que lo siguiera, tomo una toalla y con ella recorrió el cuerpo de Javier secándolo detalladamente, acariciándole las nalgas y envolviendo su cuerpo con sus brazos, después se seco él y salieron al cuarto, el aire fresco les erizo la piel y se metieron rápidamente a la cama, se miraron y sonrieron alegremente, tumbándose entre risas y besos, Javier se acostó frente al paquete de Car y comenzó a lamerle los huevos pausadamente, luego subió poco a poco hasta su capullo lamiéndolo lentamente como un helado, para luego subir de nuevo, tragándose poco a poco todo el miembro, subiendo y bajando, lamiéndolo sin parar. Muriendo por sentirlo dentro.
Car se aferraba a las sabanas respirando agitadamente, sin poder aguantar más se incorporo abrasando a Javier, lo miro y le acaricio el rostro con las yemas de los dedos recorriendo sus finas facciones mientras besaba tiernamente sus labios, el corazón de Javier brincaba locamente en su pecho, ya que era la primera vez que Car se portaba tan tierno con él. Se acostaron frente a frente de nuevo Car deslizo sus dedos hasta su entre pierna estremeciéndolo poco a poco, masturbándolo con una mano y pellizcándole los pezones con la otra, usando su lengua para torturarlo subiendo y bajando de su cuello a su oreja.
Javi se retorcía al sentir como car le metía primero un dedo haciendo movimientos circulares para dilatarlo, y luego más moviéndose haciéndolo gemir al sentir como giraban y luego uno mas… ahora sentía como los 3 dedos en conjunto le masajeaban la próstata haciendo que reprimiera sus ganas de gritar cada vez que estos entraban y salían, girando, invadiendo y acariciándolo. Mientras se masturbaba tratando de variar el ritmo para no venirse demasiado pronto.
Car respiro y retiro sus dedos notando como había logrado dilatarlo lo suficiente, lo beso lentamente en los labios y cariñosamente lo giro dejando ante su mirada aquella desnuda espalda que descendía en caricias hasta esas paraditas nalgas juveniles. Car besó el hombro derecho de Javier justo al tiempo en que colocaba su glande en la entrada de su dilatado ano. Comenzó empujando poco a poco su miembro hasta que logro meterla completa quedándose inmóvil durante unos 2 segundos para luego ir y venir con poderosas embestidas que tomaron una velocidad asombrosa en un instante, sus testículos golpeaban rítmicamente con los de Javier con cada embestida, y este se masturbaba lentamente aunque cada vez car embestía más rápido sosteniendo a Javier por la cadera con ambas manos
- Duro… car… quiero sentirte duro y adentro
- Dios … Javi… que delicia estar por fin a tu lado
Siguió cual semental bombeando incansablemente taladrándolo hasta lo más profundo dejándole unos segundos para que sintiera su delicioso pene invadiéndole hasta lo más hondo, para las manos de javi era un festín, acariciaban abrasaban se aferraban a car
- Que delicia… no te detengas estoy por correrme y quiero hacerlo dentro
- Córrete dentro por favor te quiero sentir así… siendo uno solo
Car cerró los ojos con fuerza y casi en un hilito de voz susurro un “Te amo” mientras descargaba su leche entera y pegajosa en las entrañas de Javi, que al sentir como aquel semen espeso lo inundaba se corrió también tratando de aferrarse a Car. Se besaron hasta quedar dormidos abrazados y soñando con una relación que los dos soñaban con que fuera el inicio de su felicidad.
Continuara :D