Perdiendo el control en la Regadera
- Perdona si soy brusco gimió Car con la primera embestida aferrándose a su cuello ah pero desde el parque me moría de ganas de estar dentro de ti.
HOLA CHICOS QUE GUSTO! TAL Y COMO HABIA DICHO ANTERIOR MENTE SIN FALTA NI DEMORA ESTOY PUBLICANDO LOS LUNES, AUNQUE EN EL GRUPO DEL FACE, PREGUNTE QUE DIA LES PARECE MEJOR QUE SE PUBLIQUE, ASI TRAERLES EL RELATO DE FORMA SEMANAL :D ¿QUE LES PARECE? BUENO... ESPERO SUS COMENTARIOS Y SUS ESTRELLITAS !! ASI COMO QUEJAS SUJERENCIAS Y RECLAMOS AJAJAJJAA
POR CIERTO (ANTES DE DARLE CLICK EN EL LINK PARA QUE NO LES SAQUE DEL RELATO OPRIMAN LA TECLA CTRL LOS QUE TENGAN TECLADO O ABRAN UNA PESTAÑA APARTE,) DE VERDAD LES RECOMIENDO QUE ESCUCHEN ESA PARTECITA, OJALA LES GUSTE!!!!!
A LOS QUE SOLO QUIERAN LEER LA PARTE HOT ESTA CASI AL FINAL xD LES MANDO MUCHOS BESOS!
A las afueras del departamento de Robín.
El edificio resplandecía con las brillantes luces que a medida que la noche caía, aparecían lentamente. Había pasado la noche anterior en vela y después de dar muchas vueltas en la cama se había resignado a ir al encuentro con la razón de su insomnio. Entró sin decir nada atravesando el vestíbulo en silencio, la lluvia de la tarde había dejado la noche fresca, resplandeciente de espejos de agua en toda la entrada y la encargada de la limpieza lo miró con fría indiferencia, se vió reflejado en el gran espejo del pasillo principal pensando en que no reconocía a la persona que miraba. A la persona que estaba sepultada en dudas, que estaba temblando ante la idea de ir a buscar a Robín. ¿Cómo puedes querer a alguien que sabes que ha hecho mucho daño? Y te aferras a la idea de buscar al alacrán para acariciarlo, Luis suspiró pensando en las pequeñas cosas que pensó que nunca haría, preguntándose en que momento se dejo atrapar en ese problema, Subió uno a uno los peldaños de la escalera, se detuvo frente a su puerta tocando con firmeza una, otra y otra vez sin obtener respuesta hasta que frente al pasillo una mujer mayor con un traje de empleada domestica se asomó visiblemente consternada ante el ruido.
- No quisiera molestarle joven, pero si busca al Sr Tavalas no se encuentra.
- ¿No sabe a que hora regresa?
- Salió de viaje, no se si regrese pronto, la ultima vez tardo varios meses en regresar.
Luis sufrió un pequeño espasmo interno, y agradeciendo la información salió caminando por el pasillo, se detuvo unos instantes frente al espejo murmurando para si mismo, sabes que necesitas hablar con él, mientras marcaba en su móvil el número de Robín; antes de que este timbrara cortó rápidamente la llamada, un sudor frio le resbalaba por la frente, ¿Qué le voy a decir? Aunque intentó convencerse de que solo quería hablar con él estrictamente por aclarar su situación con Adrian, muy dentro sabia que la idea de besarlo de nuevo era tentadora, volvió a tomar el celular, marcando el número respiro hondo y esperó a que sonara un rato hasta que obtuvo respuesta, del otro lado de la línea se escuchaba el fino sonido de música bossa nova, la voz que le contestó sonó dulce, como si fuera de terciopelo, era evidente que no se encontraba solo; habían murmullos y risas, posiblemente con aquel tono quería disimular lo incomodo de contestar su llamada.
- Ro…
- Hola Luis, buenas noches
- Ábreme la puerta – le contestó Luis tragando saliva.
- No estoy en casa – la voz de Robín sonó nostálgica, casi como lamentara no poder verle. Quiso decirle sé que no estás… no me refería a tu casa.
- Dime donde estas y voy por ti, necesito hablar contigo. – te necesito a ti… pensó sin decir una palabra
- Estoy… en México y no puedo hablar ahora, llego en unos días, te aviso cuando este en casa y hablamos. - ¿me extrañas tanto como te extraño yo? Preguntó robín para sus adentros sin atreverse a pronunciarlo en voz alta.
- Si… quedaron cosas pendientes por decir y creo que estoy listo para oírlas. – también creo que te estoy enamorándome de ti maldito infeliz. Le gritó su corazón sin atreverse a sacarlo
- Si… creo que podemos hablar de eso cuando regrese... – si tan solo la verdad no significara perderte…
- Perfecto, eh…algo más… ¿tienes algún lugar donde escuchar música en privado? Quiero que escuches algo… no debe de tomarte demasiado tiempo, es una canción, eh recuerdo que te gustaba ese tipo de música o algo asi eh… te envío el link por whatsapp – Ro si no puedo decírtelo con palabras al menos que sea así… pero tienes que saber como me siento en este momento le decía su corazón, mientras su cabeza gritaba ¡no! No te pongas en evidencia ¡no vale la pena descubrirte delante de alguien como el?
- Eh si… envíalo y lo escuchare cuando tenga tiempo. Debo irme. – Robín cortó la llamada, mientras el corazón de Luis latía impaciente en su pecho, deseó poder mirar su expresión cuando escuchara la canción.
Del otro lado del océano, reclinado fumando en un diván neoclásico a orillas de la piscina se encontraba Robín mirando de forma inexpresiva su teléfono, ¿Por qué tienes que llamar y hacer que desee verte, si estas lejos igual y puedo pensar en algo mas, porque no puedo simplemente ponerle suprimir a esta angustia que me provocas? El teléfono vibró mostrando un mensaje y lo abrió pensando que era Luis, en su lugar apareció un mensaje de Laurita la secretaria de un empresario con quien tenia tratos confirmándole que la cita con la junta directiva se efectuaría el próximo jueves, sonrió mirando su teléfono, deseando aventarlo al agua para no pensar en Luis ni en la platica pendiente; después de todo, bien podría pasarse la vida en aquel cálido paraíso con lo mas parecido que tenia a una familia, podía cumplir con las funciones que le encargaba Gian desde ahí, no tenia ninguna necesidad de torturarse viviendo en el mismo sitio que él. Un par de bracitos color bronce le rozaron el rostro, y sintió como un par de pechos bajo un traje de baño húmedo se pegaban a su espalda interrumpiendo sus pensamientos. Robín se puso de pie escapando del abrazo mientras apagaba en el piso su cigarrillo. Dejó en la mesita su teléfono y se lanzó a la piscina sin mirar a la bella niña- adolescente con el cabello teñido de rubio que lo miraba con una mueca en la boca.
El agua calma bajo la luz de la luna lo absolvió de sus pecados por un segundo, trayendo a sus oídos solo los ecos, los residuos de la vida que seguiría girando sin el, la sensual música le traía recuerdos del baile de mascaras en el que por primera vez su cuerpo pudo unirse de verdad a la única persona que había amado. Ese momento Luis había sido para Robín desinhibido, sensual y loco, dejándose llevar por una melodía hedonista. Si tan solo pudiera quedarme en el inframundo flotando entre mis recuerdos y mis anhelos . Le dolían los pulmones, exigiendo a gritos algo de aire, los ignoró extendiendo sus manos hacia el frente para dar una larga brazada, abrió los ojos mirando hacia arriba y creyó ver que Santiago manoteaba intentando llamar su atención, su voz le llegaba como un susurro sin embargo no podía entender lo que decía, salió ligeramente a la superficie apoyándose en el borde, le ardían los pulmones cada que entraba y salía el aire que tanto necesitaba.
- Tienes un mensaje, esta sonando tu teléfono – dijo Santiago acercándose a él con el teléfono en la mano.
Robín salió de la piscina apoyando ambos brazos en el borde e impulsándose hacia arriba, al hacerlo sintió como las chicas que se encontraban ahí lo miraron de reojo y sonrieron de forma coqueta. El agua le resbalaba por el cuerpo, sintió ligeras cosquillitas en su frente producidas por su cabello mojado, paso sus manos por el, colocándolo hacia atrás. La misma niña que momentos antes lo había querido abrazar ahora le llevaba una toalla blanca con toda intención de repasarle la tableta al secarlo, pero robín le quito la toalla con un gesto amable murmurándole un insípido “gracias”. Ella alzó las cejas en un gesto altanero y dándose media vuelta se dirigió hacia donde estaban sus compañeras, otras 16 chicas en bikini bailaban mirando de forma lasciva a Robín y Santiago contoneándose de forma vulgar, al ritmo de la música bossa nova que sonaba acariciando la habitación con una melosidad empalagosa. Santiago se acercó a Robín para entregarle el teléfono, reclinándose para decirle de forma más confidencial.
- Mientras tú la desprecias, diario pagan mas de 5000 dólares por ella, es la que mas ingresos mete - comentó Santiago señalándola discretamente mientras se alejaban.
- Gente que le encanta tirar el dinero… me he tirado mejores… y gratis. – afirmó robín entrando al salón
- Es que les gusta porque es muy flexible dicen… en lo particular las que mas solicitan son las extranjeras, no se cual es el chiste la gran mayoría están insípidas, ni siquiera tienen pechos, pero les gusta que tengan la piel blanquita y el cabello rubio, por eso creo q ella se lo pinta, parece Barbie malibu...
- Se ve falsa, mexicana por la que pagaría… tal vez Carolina – dijo apuntando con la cara discretamente a una exuberante chica morena con el cabello negro largo y lustroso que sentada en el borde de la piscina se acomodaba el traje de baño rojo, sus piernas largas se cruzaban con coquetería y al sentirse observada les sonrío pestañeándoles – ah… pero de verdad que no tengo deseos de estar con ninguna el día de hoy – afirmó Robín secándose el cabello con la toalla.
- Será que prefieras a los chicos… podríamos pasar por el segundo piso, en el gimnasio tal vez ahí encuentres algo mas llamativo. Los mejores siempre entrenan hasta muy pasada la noche. – dijo arqueando las cejas
- No vine a hacer cata en el servicio, y lo sabes, no entiendo porque las mandaste a llamar.
- Oh… pensé que te alegraría, desde que recibiste la llamada hace rato estas de mal humor, ¿te llamó Luis? ¿Fue el quien te llamó?
- Ja ja eso no es de tu incumbencia, y no estoy de mal humor, solo un poco cansado, jet lag… y solo a ti se te ocurre ponernos a nadar en plena madrugada.
- Oh vamos, no te creo que estés cansado… si no te apetece nada de aquí, salgamos…
- Creo que me iré a la cama…
- Buena idea, ¿te envío a alguien? – robín lo miró con una expresión de pocos amigos mientras se dirigía a su cuarto – ¿no? Que amargado.
Los pasillos permanecían en silencio a medida que se adentraba en la inmensa casa, en el ambiente había un sutil olor a lavanda, y la alfombra mullida disimulaba el sonido de sus pasos, su habitación quedaba al final del pasillo, Julia había insistido en que permaneciera en la casa y le había otorgado el mejor cuarto, que aunque no era nada nuevo para él, dormir en un burdel era todo, menos relajante. Cerró la puerta de su habitación sin prender la luz, desbloqueo su teléfono, única fuente de iluminación, observando como titilaba el mensaje que le había enviado Luis: era una dirección, nada más. http://www.youtube.com/watch?v=SYnE7Y7daYQ&feature=endscreen&NR=1 sin molestarse en responderle tomó sus audífonos de la mesa de noche colocándolos en su teléfono, se reclinó en la cama sin quitarse el traje de baño. Con los ojos abiertos en la oscuridad dio clic en el hipervínculo y dejó que las palabras de la letra de la canción lo transportaran, eres difícil de abrazar, es difícil hablar contigo… cuando estas en mi cama solo me das un latido… la única ocasión en la que te abres es cuando nos desvestimos… tu no me amas. ¡Gran cosa! Nunca te diré como me siento… una a una las palabras flotaron dentro de su mente revelándole en cada nota un sentimiento nuevo. Casi se siente como una broma interpretar el papel… cuando no tienes el rol principal en el corazón de alguien mas… prefiero caminar solo a interpretar el papel secundario, si no puedo tener el rol principal. ¿acasó no sabes Luis que tu eres el único en mi corazón? ¿o a donde quieres llegar con la letra de esta canción? A veces te ignoró para sentir que tengo el control Era como si minúsculos susurros nostálgicos se hubiesen aglomerado en sus ojos liberando una pequeña lagrima que escapó de sus ojos aceitunados, rodando por su mejilla y estrellándose en la almohada. Respiró hondo dejando salir pequeños y sentidos sollozos que se perdían con la melodía porque de verdad te adoro y no te puedo dejar, prefiero alimentar las fantasías que cubran lo que está mal, vamos cariño embriaguémonos olvidemos que no lo conseguimos… Espero que te abras y te entregues a mí, pero si nada nunca ocurre, nunca te dejare ir…
Terminando de escuchar la canción Robín se quitó los audífonos, por alguna razón le había recordado tantas cosas, tomó su celular y respondió el mensaje de Luis escribiendo con dedos temblorosos : ¿Por qué esa canción? Luis le contestó de inmediato como si estuviera esperando que le escribiera. Porque es lo que siento Ro. Un par de gruesas lágrimas bajaron nuevamente, las limpió con el dorso de la mano dejando el celular en la cama, caminó casi corriendo de regreso a la piscina. Cuando llegó reprimió una sonrisa al ver como Santiago acostado en una tumbona acariciaba a la chica que horas antes le coqueteaba a Robín.
- Hey – le gritó Robín haciendo que Santiago se sobresaltara casi dejando caer a la chica que tenia sobre las piernas, con una sonrisa picara Robín añadió – Si de verdad quieres ir a Madrid conmigo te sugiero que organices tus cosas, nos vamos mañana en la mañana.
En las afueras del parque
Car le acariciaba el cabello a Javier recostados sobre la yerba bajo un cielo cubierto de nubes grises extrañamente bellas en nostalgia, la lluvia ahora era una simple llovizna que les acariciaba la piel, sus ropas mojadas y cubiertas de lodo estaban a medio poner y pegadas a sus cuerpos, habían perdido la consciencia de cuanto tiempo llevaban ahí hasta que el teléfono de Javier comenzó a sonar despertándolos del ensueño.
- ¡No puedo creer que funcione! – exclamó contestando la llamada entrante – es mi mamá…
Car sonreía mientras miraba su teléfono mojado, que no había corrido con la misma suerte que el de Javier. Luego de colgar la llamada, se sentaron frente a frente sobre el pasto, Javier le dedicó una de esas sonrisas que hacían que a Car se le derritiera el corazón, el en respuesta le paso las manos por el cabello despeinándolo mientras le transmitía con la mirada el profundo amor que sentía por el.
- Hace rato, cuando hablamos, me dijiste que querías preguntarme algo, como amigo no como tu novio.
- Si… y quiero que me respondas como si fueras solo mi amigo – Car asintió acariciándole la mejilla – ayer, cuando me quedé con mi madre, mi tía se encargó de decirle muchas cosas crueles acerca de nosotros, mi madre no respondió nada, ni bueno ni malo, dijo que eso era un asunto que discutiría conmigo solos y en privado, sin embargo entre las cosas que dijo fue que, era pura… putería de mi parte, que era una moda, una nueva forma de rebeldía de los chicos de hoy en día y que de seguro era algo pasajero – car tensó los puños visiblemente furioso, pero Javier puso su mano sobre la suya entrelazándole los dedos para que se tranquilizara. - lo que quisiera saber es, como amigo, si ¿no estaría siendo demasiado egoísta al pedirle a mi pareja que salga del closet conmigo ante su familia, demostrando que, no es una “moda” y que somos una relación tan seria como una relación heterosexual?
- Como amigo… te diría que lo hables con él, y no… no creo que seas egoísta. Como novio, te diría que puedo dar la cara por ti delante de tu familia, aunque no se como reaccione la mía, si es a tu lado… estaría dispuesto a correr el riesgo.
- ¿Hablas en serio? – Javier se encontraba emocionado, mirándolo sorprendido con una sonrisa en los ojos.
- Por supuesto que hablo en serio, podemos hacerlo ahora mismo – dijo poniéndose de pie y tendiéndole una mano a Javier para ayudarlo
- No ahora mismo no, deja que hable con mi mamá primero.
- Hablaremos primero con tu familia y después con la mía ¿ok?
- Amor, yo de verdad quiero que te lo pienses un poco, y que no lo hagas por mi.
- Me sorprende de ti Javi, tu eras quien tenia esa seguridad a flor de piel, tu me la contagiaste en todo momento, y recuerda que desde que cometí aquel error en la playa te dije que jamás me escondería de nuevo o te negaría, y no solo por ti si no por mi, te lo dije hace rato si tu te vas una parte de mi se va contigo.
- Pero… salir del closet con la familia es distinto…
- No es algo del otro mundo Javier, no es como confesar un crimen, es simplemente darte tu lugar como mi pareja, una petición completamente justa y valida. No lo veas como una gran noticia, es lo mismo que si me hubiese enamorado de una chica, eventualmente la presentaría como mi novia, sucedió que me enamore de mi mejor amigo y lo quiero presentar como mi pareja tan sencillo como es eso, lo único que me causa un poco de ruido es que, ya no nos van a dejar que nos quedemos a dormir juntos.
- ¡Carajo! No había pensado en eso…
- No mas “maratones” de w.o.w mientras mis padres salen de viaje, no mas “no te preocupes dormiré en casa de Javier”…
- Oh cállate… no quiero ni pensarlo, algo se nos tendrá que ocurrir…
Ambos caminaron riéndose de aquello, aunque la seguridad de Car le brindaba confianza a Javier, no estaba muy seguro de que en la practica las cosas fueran tan sencillas. El camino al hospital fue mas corto, y lo hicieron tomados de la mano, a final de cuentas ya no había nada que ocultar. Al entrar en el vestíbulo, Javier se puso de puntitas dándole un rápido beso sorpresa en los labios a Car, con tanta naturalidad que fue refrescante. La enfermera de recepción lo miró con desaprobación pero era por las huellas de lodo y agua que dejaba con su ropa y sus zapatos al caminar.
- Espérame un momento amor, iré a avisarle a mi mamá que tengo que ir a la casa a bañarme y que regresaré rapidito, aunque no debe de tardar en llegar mi tía, no me gusta que crea que se va a quedar sola.
- No te preocupes, yo te espero.
Car intentó acercarse a las sillas, pero la enfermera del puesto le dedicó una mirada de “Si te sientas así todo mojado y sucio te mato” así que lo pensó mejor y se quedó de pie, sacó su celular e inició una batalla campal para resucitarlo después del baño que se había llevado. A los pocos minutos de darse por vencido, apareció Javier de nuevo, sosteniendo bajo el brazo una maleta pequeña con lo que aparentemente eran algunos de los efectos personales de su madre.
- Mi mamá quiere que aproveche el viaje para traerle unas cosas de casa – dijo señalando la maleta, Car le sonrió pasándole el brazo por los hombros.
- ¿Puedo ducharme en tu casa? No quiero llegar así a mi casa.
- Por supuesto, incluso podemos bañarnos juntos – afirmó acariciándole el cabello.
- Esperaba con ansias que dijeras eso
Caminaron distraídamente tomados de la mano, como si en su pequeño universo no existiera nadie mas, la gente miraba un par de locos adolescentes con la ropa mojada y llena de lodo, caminando bajo la suave llovizna tomados de la mano, algunos les sonreían con aprobación, otros giraban la cara con gesto indiferente aunque por supuesto no faltaban los que endurecían el seño en señal desaprobatoria, lo maravilloso era que a ninguno de los dos les importaba un comino lo que pensaran los demás. Un gran charco de agua en la acera apareció frente a ellos, car sin meditarlo jaló a su novio por la cadera para cargarlo, Javier se dejó cargar riendo divertido por la ironía, ya que el charco haría mucha diferencia si lo mojaba.
- Pretextos tuyos para cargarme – comentó Javier besándole la mejilla, cuando este lo dejo de nuevo en el piso. – Me encanta cuando hacemos locuras – car rió en silencio asintiendo.
- ¿sabes?, esto es lo maravilloso de estar con alguien con quien tu relación rebasa los limites de lo esperado
- ¿a que te refieres?
- El no ser lo que la gente quiere o espera, es lo bueno de nuestra relación… ¿Sabes porque? – Javier movió la cabeza negando sin dejar de mirarlo a los ojos, Car sonriéndole le revolvió el cabello rubio manchado de lodo diciendo – por que nos hace actuar de forma genuina, sin poses ni montajes, hacemos lo que se nos dice aquí – dijo señalando su pecho. Javier sintió como la ternura lo embriagó de los pies a la cabeza deseando correr para llegar a casa a tomar una ducha juntos.
En el estudio del departamento de Gustavo.
Adrián caminaba de arriba a bajo frotándose las manos exhalando nerviosismo cada que respiraba, a medida que las horas pasaban el estrés lo sumergía en un estado de irritabilidad y apatía, transportándolo de la inmovilidad absoluta a la exaltación espontanea, mirar la pantalla de su teléfono se había vuelto prácticamente un tic nervioso. Gustavo lo observaba en silencio, reclinado en el amplio diván contemporáneo donde pasaba, sus pocos ratos libres, leyendo. Incomodo con su posición Tavo acomodó su pierna tratando de no golpear el yeso y trató de concentrarse en el libro que tenia en frente. Adrián miró frustrado la pantalla de su teléfono dejando salir un gruñido de impaciencia.
- ¿quieres tranquilizarte de una buena vez? Me estas mareando. – le dijo Gustavo cerrando el libro mientras intentaba incorporarse
- No puedo – dijo sentándose a su lado – ¿no te ha llamado robín? ¿o tu tío?
- No Adrián, si lo hubiesen hecho ya te lo habría dicho, o lo habríamos escuchado, mi teléfono esta justo aquí. – dijo sacándose el celular del pantalón y colocándolo sobre el libro. Se perdió un segundo en la mirada nerviosa e impaciente de Adrián, extendiendo la mano, que no tenía enyesada, para acariciarle la espalda. – hey… cariño, quiero… decirte que ayer que hablamos con Robín, dijo algo que me ha hecho pensar… quiero pedirte algo.
- ¿Qué cosa? – giró Adrián sentándose a lado de él. Gustavo le tomó el cabello negro entre los dedos besándolo mientras Adrián se abrazaba con ternura a él.
- Ven a vivir conmigo. – dijo Gustavo besándole el cuello lentamente.
- ¿Qué…? ¿lo dices en serio? –Adrián se separó de el por un momento para mirarlo directamente en los ojos.
- Sé que tal vez esto te parezca un poco extraño, pero, no se no me parece correcto, como dijo robín, que sigas viviendo en la casa de los amigos de Luis, tus “tíos” es demasiado extraño ¿no lo crees?.
- Gracias… pero no estoy seguro de que eso sea una buena idea.
- Podemos intentar ser compañeros de cuarto, al menos intentémoslo.
- Con una condición – dijo Adrián sonriéndole con firmeza.
- La que tú quieras la aceptare.
- Me dejaras pagar la mitad de la renta.
- Pero Adrián no es necesario que pagues nada, yo puedo cubrir los gastos.
- No. Esa es mi condición, yo quiero estar contigo en igualdad de condiciones, no para ser la noviecita que te compras.
- No tienes por qué demostrarle nada a nadie, si lo haces por lo que mi tío me dijo, no es verdad y lo sabes.
- ¡No es por el! Es por mí, esa es mi condición.
Gustavo lo miró asintiendo sin saber que mas decirle, porque de cualquier forma sabia que no lo haría cambiar de opinión, se reclinó poco a poco hasta alcanzar sus labios ignorando el dolor que le produjo mover su brazo, Adrián correspondió su beso entregándose lentamente, cediendo ante las pequeñas espirales que le recorrían el cuerpo, seduciéndolo, sabia que amaba a Gustavo, él era el hombre perfecto. El beso lo deslizaba hacia la excitación con una fuerza magnética, entonces algo dentro de él lo detuvo. No se cuanto sobreviviremos si no estamos en igualdad de condiciones, sé que me amas, pero me asusta que todo sea tan perfecto. Porque nada, especialmente la felicidad, dura para siempre.
En la regadera de casa de Javier.
La ropa se encontraba apilada en un pequeño montoncito bajo la puerta. El cuarto de baño era un pequeño espacio donde el vapor había formado una especie de bruma intensa y los chicos, se esforzaban por darle rienda suelta a todas aquellas pasiones carnales que se diluían entre los aromas deliciosos que emanaban de los jabones. Las manos de Javier se deslizaban recorriendo de arriba abajo el pecho firme de car mientras, este le sostenía de las caderas pegándolo contra la pared del baño frente al espejo del lavabo, deslizando su lengua, lentamente, desde el cuello de Javier hasta la deliciosa hendidura de su ombligo. Javier se separó de él desnudándose completamente, extendiendo las manos haciéndole un pequeño gesto a Car para que se acercara a comerlo. Car lo miró pasándose la lengua por los labios jalando a Javier del brazo, para arrastrarlo prácticamente hacia la regadera, el agua tibilla les acarició el cuerpo y se abandonaron a su cálida bienvenida, Javier tomó una esponja con jabón haciendo espuma, con ternura limpió cada centímetro del cuerpo de Car deslizando la esponja por sus hombros, bajando lentamente por espalda para después quitar la espuma con el chorro del agua que cálidamente se estrellaba en el cuerpo duro y musculado de car.
Se acariciaron con los cuerpos húmedos Car pasó la lengua por la parte de atrás de su cuello, besándolo hasta llegar a su orejita, la cual lamio lentamente, con el brazo izquierdo rodeo su cintura pegándolo más hacia él. Javier se frotó contra él dejando escapar un pequeño gemido, la respiración se le había acelerado, y Javier disfrutaba sentir la erección de su novio rozándole las nalgas con cada movimiento. Car le susurró al oído te amo, por mi que se congele el infierno, yo solo quiero estar a tu lado, dentro del closet o 6 metros fuera de él, mientras sea contigo, no me importa. Javier se dio media vuelta quedando frente a él, se puso de puntitas y lo besó apasionadamente, Car se aferraba a su cuerpo con ambos brazos mientras javier acariciaba sus pectorales con la lengua lamiendo el agua que de ahí resbalaba, subiendo hasta su cuello y luego hasta sus labios los cuales acaricio. Car respiró hondo, colocando a Javier de espaldas contra la pared, le abrió las nalgas deslizando la cabeza de su miembro dentro de su pequeño agujero. Javier reprimió un grito por la sorpresa, jadeando entrecortadamente intentando relajarse, el dolor era suave como apaciguado por el placer que ganaba terreno a medida que Car le besaba el cuello y deslizaba su mano masturbándolo con suavidad.
- Perdona si soy brusco – gimió Car con la primera embestida aferrándose a su cuello – ah… pero desde el parque me moría de ganas de estar dentro de ti.
- No te detengas, me gusta así… - exclamó Javier estremeciéndose.
Car comenzó a mover las caderas embistiéndolo una y otra vez con una fuerza bestial, el eco dentro del baño hacia rebotar los gemidos de Javier que se estremecía con los ojos cerrados, Car gruñía mordiéndole la espalda y el cuello, sin aminorar el ritmo, Javier extendió las manos cerrando el grifo del agua
- Vallamos a la cama… me fallan las piernas.
Car asintió sacándosela con una sonrisa picara, tomando a Javier de la mano cruzó casi corriendo hasta la habitación, miró a Javier de frente para besarlo y mordisquearle los labios, susurrándole, ponte de perrito Javier obedeció subiéndose a la cama, mientras car se masturbaba lentamente con la visión de sus nalgas al aire, su espalda lisa con la piel blanquita erizada de placer, antes de volver a penetrarlo se puso de rodillas frente a él recorriendo con la lengua la entrada del pequeño agujero, provocando en Javier un estremecimiento dulce y poderoso. De inmediato volvió a penetrarlo con ese ritmo loco, aferrándose a sus caderas, taladrándolo con cada movimiento, Javier gemía aferrándose a las sabanas, ocultando su rostro enrojecido de placer con una almohada. Car lo jaló sacudiéndolo ligeramente.
- No te tapes la cara, quiero oírte gemir amor, me excita tanto oírte asi…
Car se separó durante un instante ayudándole a Javier a ponerse de pie, él lo miraba como aturdido, como si no entendiera que es lo que estaba pasando. Car lo abrazó besándolo entre jadeos, pegándole la espalda contra la pared, le levantó una pierna apoyándola en su cadera y sin previo aviso lo embistió de nuevo penetrándolo con fuerza, logrando que Javier soltara un fuerte grito. El bombeo de sus caderas era brutal, Javier pensó que era tanto el placer mezclado con el dolor que perdería la consciencia, Car le mordió el hombro haciéndolo gritar de nuevo, apoyo su brazo en la pared para tener mayor estabilidad y casi ordenándole le pidió a Javier que se masturbara mientras lo penetraba. Apenas había empezando a tocarse cuando se corrió derramando su leche en el abdomen de Car.
- Ay amor mio – dijo car sin dejar de penetrarlo a ese ritmo demencial – no tienes auto control, yo quiero seguir haciéndote el amor…
- Con que auto control… eh…
Javier sonrió atacando su cuello y el lóbulo de su oreja, que era la debilidad de car, besándola y gimiéndole en ella susurrándole frases ardientes de cuanto le gustaba que le hiciera el amor así tan duro, cada que sentía la lengua de Javier invadiendo su orejita, las piernas le vibraban indicándole una inminente corrida, y por mas que pretendía seguir disfrutando al hacerle el amor, no podía prolongarlo por mas tiempo, Javier le rodeaba el cuello con los brazos aferrándose a el sin dejar de gemir, devorándolo con lujuria.
- Te amo – explotó car llenando las entrañas de Javier con su semen espeso.
Las piernas le temblaban, pero no quería salirse aun, Javier lo beso lentamente intentando regular su respiración caminando como venados recién nacidos, hacia la cama, desplomándose con la respiración agitada.
- Creo que no hay nada en este mundo mejor que escuchar un te amo tuyo mientras te corres dentro de mi. – exclamó Javier besándolo mientras le acariciaba el cabello.
- Acércate quiero abrazarte, javi – le dijo car rodeándole los hombros con el brazo. Javier pegó su cabeza en el pecho de car, y respiró hondo – Créeme cuando te digo que tu me haces perder el control.
- Tengo que regresar, vamos… hay que vestirnos.
Madrugada cuarto de Santiago.
- Pero ¿que locura es esta? – exclamaba julia, mirando a Santiago y a robín que sonreían con picardía. – Robín, ¿Cómo se van a ir así? apenas acabas de llegar, creí que te tomarías unos días para pensar en ello
- ¡Si lo pienso, nunca lo hare julia! Lo importante es que tenías razón y él me quiere.
- ¿le dirás lo que quiere? O ¿le dirás la verdad?
- Le diré, lo que el merece saber, si me odia después de eso… ¡bueno! No quiero pensar en ello, pero peor que ahora no puedo estar, no me importa si es si o no la respuesta, prefiero eso a tener la duda. Además si es no… puedo darme a la tarea de transformarlo en Si – Afirmaba Robín lanzándole a Julia su teléfono celular para que leyera el mensaje. Santiago los observaba mientras metía apresuradamente sus cosas en una maleta azul.
- Ya estoy listo – comentó Santiago arrastrando la maleta sujetando su pasaporte con la boca.
- Hijito, ¿Te vas a ir así tu también? – por un momento julia pareció una mujer tierna y frágil, haciendo que Santiago se acercara acariciándole el brazo.
- Abuelita, no te preocupes, me quedare unos días con robín, solo para vigilar que no haga tonteras – afirmó giñando el ojo – solo unos días y regreso – dijo abrazándola y dándole un beso en la mejilla.
Julia le devolvió el teléfono a Robín que apresuradamente le mando otro mensaje a Luis diciendo te veré en mi casa, regreso en el primer vuelo de la mañana.
14 horas después Robín giraba la llave en la cerradura de su departamento, el lugar se veía limpio, lo cual indicaba que la señora del servicio había pasado en su ausencia. Aunque el lugar era amplio, solo tenía una cama. Lo cual le hizo meditar acerca de Santiago que arrastraba su maleta a la habitación, sonriendo entusiasmado.
- Voy a darme un baño para salir, niño. Eh… creo que deberíamos ir a buscarte un cuarto en algún hotel, a menos que quieras compartir mi cama.
- No me molestaría compartir tu cama, pero… preferiría algo de privacidad si quiero probar la comida madrileña – dijo moviendo las cejas de tal manera que robín entendió que no hablaba exactamente de una experiencia gastronómica.
- Como quieras… eh pues ponte cómodo, me voy a dar un baño. – dijo Robín entrando al cuarto de baño y abriendo la regadera.
- ¿Vendrá Luis a verte? ¿podre conocerlo? – exclamó Santiago gritando para hacerse escuchar a través del ruido de la ducha.
- Le dije que habíamos llegado, pero no me contestó el mensaje. Y no será exactamente un picnic hablar con el así que tal vez seria mejor que usaras ese tiempo para ir de turista. – le contestó a gritos Robín.
- Oye… y si me meto a bañar contigo para ahorrar agua. – preguntó Santiago parado en la puerta del baño quitándose la ropa y quedándose en bóxer
Robín salió de la regadera, completamente desnudo y con una sonrisa picara, goteando espuma por el piso del baño hasta llegar a la puerta, Santiago entornó los ojos mirándolo con deseo, pero robín contrario a lo que imaginaba Santiago, Robín lo empujó sacándolo del baño, cerrando la puerta con seguro murmurando algo que con el ruido del agua Santiago no pudo escuchar. En la puerta de la entrada se escucharon golpes llamando, Santiago se medio puso el pantalón y corrió a abrir la puerta con una sonrisa que se borró al ver la expresión sorprendida del hombre que lo observaba fríamente del otro lado de la puerta. Luis lo miró frunciendo el ceño.
- Estoy buscando a Robín…
- Se esta bañando – murmuró Santiago mirándolo con coquetería, sin lugar a dudas era un hombre atractivo.
- Creo que llegué en mal momento – exclamó Luis dando media vuelta hacia el pasillo, pensando en lo estúpido que había sido para creer que Robín podía albergar algo de nobleza en su interior, yo pensando en ti, dedicándote una estúpida canción y tu… muy ocupado llevándote a la cama a escuincles... Definitivamente no tengo el papel principal en tu corazón.
BUENO! ME DESPIDO ESPERANDO QUE LES HAYA GUSTADO, OJALA PONGAN ESTRELLITAS <<! MIENTRAS MENOS ESTRELLITAS ME PONAN MAS TARDO EN PUBLICAR EHHH! JAJAJAJA NO ES CIERTO!!! ES BROMA!!!
PUES OJALA EN EL GRUPO DEL FACE PUEDAN PONER QUE DIA LES GUSTARIA QUE PUBLIQUE PARA QUE NO LES DEJE ESPERANDO!
LES DEJO EL LINK
https://www.facebook.com/groups/317384401725170/
BUENO!! BESOTES Y HASTA LA PROXIMA SEMANA