Perdido en su mirada III: ¿Olvido?

¿Se puede olvidar en una noche de borrachera todo el dolor que aflige a tu corazón?...¿Puede el despecho que se busca en otra persona llenar el vació que dejo alguien mas?... ¿O todo eso trae consigo aun mas problemas?

Hola, perdon por la demora tube algunos pendites y no pude publicar el fin de semana, pero ya esta aqui, espero que les agrade y gracias a los que han comentado y valorado en los 2 capis anteriores, ojala les vaya gustando la historia pues faltan muchas cosas mas, un abrazo fuerte de mi parte, y recueden que los quiero mucho, Chao chao.

-Inexperto18

"Tratar de olvidar a alguien... es querer recordarlo para siempre"

Me encontraba al borde de la desesperación cuando sentí que alguien se posaba atrás detrás mio y me rodeaba con sus brazos, me gire alterado, pero solo recibí de nuevo ese cálido abrazo y sus manos guiaron mi rostro hacia sus duros pectorales impidiéndome verle el rostro, quedando inmovilizado. ¿Miguel?, pensé, pero al poner mi mente en orden, pude reconocer ese agradable aroma a desodorante mezclado con un dulce perfume que en solo una persona había olfateado, cerré mis ojos y me deje envolver por sus cálidos y potentes brazos, me recosté en su pecho y me aferre con fuerza a su espalda mientras me desmoronaba y rompía en un desconsolado llanto, no podía creer que Javi viniera para estar conmigo, ¿Tan mal me veía cuando me fui de allí? –Pensaba .

Javier me acariciaba con una mano la cabeza y con la otra mi espalda mientras hacia ese típico sonidito de calma “sh, sh, sh” y me decía que todo estaba bien, después de un rato se dispuso a secar mis lagrimas con sus dedos cuando ya tenia su camisa empapada por completo. Logre tranquilizarme de momento pero no me atrevía a mirar a Javi, tenia mi mirada cabizbaja y solo una palabra pude pronunciar debido al llanto y la vergüenza que me daba que mi amigo me viera en ese estado.

-Perdón –Dije en un casi inaudible hilo de voz.

-¿Perdón?, no me pidas perdón Pablo, yo siempre estaré allí cuando me necesites, ¿Qué?, ¿Creíste que te dejaría solo?, ¡No señor!, tu eres mi mejor amigo, haría cualquier cosa por ti, por que sé que tu me corresponderías de la misma manera, Pablo, eres la única persona de aquí que puedo considerar mi amigo y que siento que es completamente sincero conmigo… y no te digo todo esto, para que  me cuentes lo que te ocurre, si quieres hacerlo con gusto te escuchare y buscaremos juntos una solución, si no, te acompaño aquí hasta que te sientas mejor –Exclamo Javi tomándome de la barbilla, obligándome a verlo a los ojos.

Me sentí un poco mal por sus palabras, ya que en realidad no era sincero con el al 100%, nadie sabia de mi preferencia sexual, incluyéndolo a él y sabia que tarde o temprano tendría que darle una explicación, y no se me ocurría una mentirilla para decirle ya que Javi me conoce perfectamente y es de las pocas personas a las que no puedo engañar. Así que tome un poco de aire, y me prepare para hablar…

-Estem, yo, amm… lo que pasa Javi, es que… No he sido completamente sincero contigo…  Me siento mal por ocultarte algo que es muy importante, pero créeme que no es nada fácil para mí hablarlo… y no quiero que nuestra amistad cambie por lo que te diré.

-Oye, yo no te obligare a decir algo que no quieras, solo te digo que sea cual sea tu pesar en estos momentos, no dejare de considerarte mi  mejor amigo, y comprendo perfectamente que hay cosas de las cuales no podemos hablar así como así, pero de igual forma yo te apoyare…

Me molestaba en ciertas ocasiones la forma tan dulce y comprensiva que tenia Javi de tomar las cosas, me hacia sentir como una mala persona, pero a la vez me sentía muy feliz por tener un amigo como el a mi lado.

-Esta bien te lo diré, solo espero que no me juzgues.

-Suéltalo Pabo, no temas –Pabo era el apodo con el que me llamaba Javi de cariño, no me agradaba para nada, pero en ese momento me daba algo de confianza que me llamara así.

Lo mire fijamente a los ojos por un instante, e impulsivamente se lo solté de golpe.

-Soy gay… me atraen los chicos –Dije cerrando mis ojos fuerza y con mucha claridad para no tener que repetirlo.

Un silencio aturdidor se hizo presente durante unos segundos, causando que volteara tímidamente a ver a Javi, quien se encontraba con un rostro de total asombro y así se quedo un buen rato como buscando las palabras adecuadas para decirme, pero no lo lograba, solo abría la boca y escuchaba algunos sonidos entrecortados de que quería decir algo, pero ninguna palabra concreta salía de su garganta, hasta que al fin se decidió y rompió el silencio.

-Mira Pablo, la verdad estoy sin palabras, no sé que decirte, pero ¿Te parece si charlamos de esto en la fiesta que dará Lucy esta noche?... Ya sabes adelantando que salimos de curso y eso, ¿Si iras… verdad? –Sus ojos y el tono de su voz denotaban algo que me hacia sentir extraño, causando que me quedara en silencio unos segundos.

Con todo lo ocurrido esa tarde había decidido que no iría a la fiesta, a pesar de que todos ya daban por hecho mi asistencia y que ya estaba planeada con tiempo atrás, no tenia ni siquiera ánimos de ahogar mis penas en alcohol, aunque era de vital importancia que charlara con Javi, ya que era la primer persona a la que le confesaba mi homosexualidad y debía conocer la reacción de este, además ya estaba harto de evadir ese tema y en verdad necesitaba a alguien a mi lado que me brindara su apoyo y pudiera confiar en situaciones como la que estaba pasando ahora, solo esperaba que ese alguien… fuera Javi.

-Si, claro que iré, en la noche nos vemos… Oye, gracias de nuevo por venir –Dije sonriendo mientras veía como Javi se incorporaba poco a poco. El solo asintió, sonrió y se alejó sin decir palabra alguna y con la vista al frente.

El trayecto a casa fue una agonía total, anduve sin rumbo alguno y no tenia ánimos de esperar el bus, no quería estar en el lugar donde vi por primera vez a Miguel, el lugar que me traía muchos recuerdos a la cabeza que solo me causaban dolor. Fui cruzando las calles y avenidas de mi pequeña cuidad, mientras observaba las tristes fachadas de los barrios mas humildes y peligrosos de por allí.

Mi mente me alertaba del peligro al que me exponía por andar deambulando por esas calles, sentía la mirada hostil de las personas que se encontraban en la puerta de sus hogares tomando el fresco, como echando a un extraño de su territorio, no soportaba que nadie me mirara, solo una persona podía hacerlo sin hacerme sentir incomodo. Con sus hechizantes ojos amielados podía hacerme sentir especial o como una mierda en el instante que el quisiera… “ Miguel”… su imagen me venia a la mente como fugases flashazos que me provocaban un nudo en la garganta y un interminable sentimiento de decepción.

Cuando por fin llegue a casa salude con desgana a mis padres, que como siempre estaban tan metidos en cosas de su trabajo y en vivir sus propias vidas que ni se percataron de mi deplorable estado de animo, les hable sobre la fiesta de Lucy y le pedí prestado el auto a mi padre para ir hasta allá, ya que lo mas probable era que no llegaría a dormir, antes de entregarme las llaves me dio las típicas indicaciones de que no me pasara de copas, que anduviera con cuidado etc., etc. La casa de Lucy estaba a las afueras de la cuidad, sus padres habían salido de viaje y su hermano mayor era un tipazo por el cual no había problema que pasáramos la noche en su casa, así que como de costumbre seria la perdición total.

Subí a mi habitación y de inmediato entre a la ducha, la cual prolongue cerrando mis ojos y dejando que el agua caliente actuara como relajante, al salir tome una camisa negra de cuello en V, unos jeans un poco ajustados de color blanco y unos zapatos negros muy cómodos y me dispuse a cambiarme, después me seque perfectamente mi cabello y me aplique un poco de mousse, me gustaba la tonalidad que tomaba mi cabello cuando lo peinaba así.

Cuando estuve completamente arreglado me vi en el espejo, la verdad me veía muy bien… pero al mirarme fijamente a la cara, no me agrado mucho mi aspecto superficial, tenia unos ojos hinchados y con enrojecimiento debido al llanto y unas ojeras negras bajo mis parpados como si no hubiera dormido en días decorando así mi rostro que denotaba una amargura total, corri rápidamente a la mesita de noche junto a mi cama y tome el Roll-On, el cual aplique dando pequeños masajes a mis ojos, también me puse un poco crema en mi rostro, cuello y manos, logrando así disimular un poco los estragos que lucia momentos antes.

–Mucho mejor – Pensaba mientras sonreía confiadamente en el espejo.

Me quede observándome un rato mas mientras ordenaba las cosas en mi cabeza, me repetía una y otra vez que no era el único tipo al que le partían el corazón, y que además yo era una persona fuerte y que había salido de problemas mucho peores sin la ayuda de nadie, y por supuesto que también saldría de este… Tenía la convicción de que esta misma noche olvidaría a Miguel de una vez por todas.

Tome mi celular, mi cartera y las llaves del auto, me aplique una ultima ronda de loción y desodorante y baje para despedirme de mis padres y salí hecho carrera rumbo a la casa de Lucy, eran unos 40 minutos en auto hasta allá, así que puse la radio a todo volumen y evite pensar en todo, mientras cantaba a todo pulmón "Perdición“ de La 5ª Estación… Carajo como me llega esta canción –Pensaba.

Llegue a la fiesta cerca de las 10:00 pm, estacione mi auto y entre a la enorme casa, el ambiente de la fiesta ya había comenzado, sonaba una música de fondo muy animada y ya se veía gente bailando y bebiendo descontroladamente por los alrededores, creí que seria algo entre los amigos mas allegados de Lucy, unas treinta personas como máximo, pero la fiesta daba para mucho mas, me puse sumamente nervioso ya que podía haber la pequeña posibilidad de que Miguel se encontrara entre la multitud, pues había uno que otro chico que me resultaba familiar de la escuela, así que de inmediato mentalice a mi cabeza para que no pensara en ello y solo se enfocara a pasarla bien, sin importar quien estuviera allí.

Lucy se había “lucido” en serio, pensaba mientras veía la infinidad de bebidas y comida que había en las mesas de centro y al DJ que amenizaba la música que se tocaría durante toda la noche. Eche otro vistazo a mi alrededor y observe a muchísimos chicos y chicas que jamás había visto en mi vida, poniendo especial atención a los chicos, ya que habían varios de ellos que lucían extremadamente bien, seguramente eran universitarios ya que sus desarrollados cuerpos no correspondían a los de estudiantes de preparatoria. Cuando me adentre al salón, note como algunos chicos no me quitaban el ojo de encima, incluso un moreno muy apuesto me guiño un ojo seductoramente, yo solo atine a sonreír mientras pensaba engreídamente que esta seria mi noche.

Mientras me adentraba en la animada pista de baile, buscaba con la mirada a mis amigos, no tarde mucho cuando los vi cerca de la barra al extremo de donde me encontraba, cuando llegue a donde se encontraban todos me saludaron gentilmente, todos excepto Javi, quien solo me sonrió y siguió en su plática con los demás, me sentí muy mal ya que siempre suele saludarme muy amistosamente y era más que obvio que la “charla” que tuvimos en la tarde era la culpable de su cambio de actitud.

Al parecer Lucy se dio cuenta del ambiente tenso que provoco la actitud de Javi en mi, además que no decía nada, solo sonreía y escuchaba la platica de los demás, cosa rara en mi pues siempre suelo ser muy animado en las fiestas, rápidamente Lucy me dio una cerveza y me aparto del grupo para platicar en privado.

-Que bueno que llegaste Pablo, ¿Ya viste?, hay muchas chicas lindas que no dejan de verte, seguro que hoy te toca follar –Dijo riendo mientras me picaba el estomago con sus dedos. Y como no querer, te ves muuuy guapo menso, en verdad –Término diciendo mientras le sonreía a un chico muy apuesto que pasaba detrás de mí.

Yo solo sonreí, y le conteste – ¡Vaya que si amiga!, hay mucha mercancía hasta para escoger, y tal parece que no seré el único que termine follando esta noche –Dije mirando al chico que coqueteaba con Lucy mientras nos echamos a reír, Lucy era mi mejor amiga desde hace mucho tiempo, por lo cual, hablar de temas como el sexo no era un tabú entre nosotros aunque en ocasiones los demás nos miraban raro.

La verdad mi amistad con Lucy era grandiosa y ni yo mismo comprendía el motivo por el cual nunca me atreví a confesarle mi homosexualidad, aunque ahora con la actitud que tomo Javi con respecto a eso me habían quitado las ganas de hablar de ese tema con alguien mas.

Seguimos platicando y bebiendo por otro rato, en el cual me conto que los chicos que parecían de mas edad eran amigos de su hermano y unos cuantos mas amigos de ella y efectivamente eran universitarios. Después decidimos que ya era hora de regresar con los demás, quienes ya parecían llevarnos algo de ventaja, la noche se iba haciendo cada vez mas corta y la llegada de la madrugada no evito que continuáramos disfrutando de la bebida, la música y el descontrol, a esas alturas me encontraba algo ebrio y no paraba de carcajearme y bailar como loco, cuando de pronto Javi se acercó a mi.

-Oye Pablo, ¿Me compañas por mi chaqueta? La deje en mi auto, sirve que de paso vamos por algunas cervezas para los chicos –Dijo rodeándome por el cuello y sonriéndole amistosamente a los demás.

Sabia que era un simple pretexto para estar solos y charlar de lo que habíamos dejado inconcluso en la escuela, admiraba eso de Javi, siempre sabia como hacer las cosas sin levantar sospechas o llamar la atención. Nos adentramos entre el mar de gente y partimos hacia donde estaban estacionados los autos, pasando de nuevo cerca de la entrada donde se encontraban los chicos que no me dejaban de ver cuando recién había llegado a la fiesta.

Guie mi vista a un costado del salón y el apuesto morenazo comenzó su insistente coqueteo conmigo, el cual Javi noto pero no dijo nada, solo siguió caminando mientras veía desafiantemente al chico. La verdad no me entusiasmaba mucho la idea de charlar con Javi, me la estaba pasando genial, tenia ganas de bailar, beber mas y ¿Porque no?, hasta aventarme a ligar por primera vez con un chico, me sentía muy animado y sabia que la platica con Javi me volvería a poner mal, y no quería por nada del mundo que mis ánimos bajaran.

-Javi, ¿Te parece si dejamos esto para después?, la verdad me la estoy pasando muy bien, y no quiero ponerme sentimental y arruinarles la fiesta a todos, enserio –Dije a escasos metros de salir de la casa mientras seguía el veloz caminar de Javi.

-Mmm… A mi me parece que ahora es el momento adecuado, ya que seguirás bebiendo y terminaras completamente perdido en el alcohol y quien sabe que cosas puedas hacer, por eso es mejor ahora, prometo que no te sentirás mal después que platiquemos, enserio Pablo –Decía con insistencia mientras me observaba fijamente.

Me moleste un poco, ¿Donde carajos había quedado el comprensivo Javi?, ese que siempre era paciente y tolerante con todoPensaba , además, no estaba dispuesto a hablar con el si no tenia ánimos de hacerlo,  así que deje de caminar provocando que  Javi  se girara para verme un poco extrañado.

-Sabes que Javier, ya te dije que no quiero hablar en este momento… –Subí mi tono de voz y comencé a ponerme a la defensiva.

-Vamos Pablo, por favor, ya habíamos acordado hablar de ese asunto, sabes bien que esto algo importante para ti ¿O acaso ya no te importa? –Cambio su semblante a uno un poco expectativo, aunque no perdió la calma en ningún momento, de hecho, hablaba muy serenamente aunque no era suficiente para que yo cambiara de opinión.

-Ya te dije que en este momento no quiero hablar, déjame tranquilo ¿si?, déjame disfrutar la fiesta ahora que me la estoy pasando bien, ¿Quieres? –Exclame gritando altivamente, mientras levantaba mis brazos en señal de enfado.

Creo que saque a Javi de sus casillas, ya que algunos voltearon a vernos a causa de mi escandalo, este se acercó a mi e intento tomarme  del brazo para llevarme afuera, cosa que me enfureció y le aparte con un fuerte manotazo, evitando que me tocara.

-¿Que te pasa eh? Te estas comportando como un inmaduro –Exclamo Javi irritado.

-Te vale madres, déjame en paz yo sabré en que momento hablar de esto… y si no es contigo, ya será con alguien mas –Le decía arrogantemente mientras daba pequeños pasos hacia atrás.

La verdad no se por qué dije eso, Javi puso una cara como de decepción y tristeza que cambio repentinamente por una de enfado, y la verdad no lo juzgo, faltaba menos con la actitud que tenia en ese momento y ya se había contenido bastante, causando que explotara.

-Eres un cobarde, ¿Sabes?, prefieres perderte en el alcohol para olvidar tus problemas en vez de enfrentarlos, solo espero no te arrepientas de lo que hagas de ahora en adelante.

Comenzamos a discutir y le grite un sinfín de cosas, le recalque también que si ya había olvidado cuando me dijo que no hablaríamos de algo que yo no quisiera, Javi solo trataba de ayudarme pero sus palabras me molestaban ya que sabía que tenía razón y ese era el motivo primordial de mi enfado.

Después de un rato se calmo al ver que la gente de alrededor nos miraba con morbo, Javi puso sus manos en su cintura como cansado del espectáculo que estábamos dando y se quedo allí sin hacer nada, yo aproveche entonces para alejarme, pero los efectos del alcohol ya estaban asiendo de las suyas en mi cuerpo y en un intento fallido de caminar rápidamente todo comenzó a dar vueltas y estuve a punto tropecé, pero justo cuando estaba por estrellarme contra el suelo, alguien me tomo del brazo evitando que eso sucediera, levante mi vista de inmediato y era el apuesto morenazo que no me quitaba el ojo de encima.

-¡Eyy! amigo ten cuidado, ¿Quieres que te lleve a algún lado? –Me dijo con una linda sonrisa en su rostro mientras me ayudaba a levantarme.

De inmediato gire para ver a Javier, quien nos observaba con cara de pocos amigos y me sentenciaba con su semblante de que no me fuera con ese chico, decidí ignorarlo y me gire de nuevo en dirección hacia el lindo chico quien me sujetaba del brazo.

-Si por favor, llévame a un lugar mas tranquilo, por que aquí no me siento nada cómodo –Exclame con voz alta y mire fugazmente a Javi haciendo alusión de que lo decía por el.

Me llevó casi tambaleando hacia el patio trasero de la casa, tomándome fuertemente de la cintura, según el, para ayudarme a caminar, anduvimos unos cuantos metros mas y terminamos por sentamos a un costado de la piscina, la cual brillaba por la luz de la luna y le daba un toque muy romántico, aparte que éramos los únicos allí.

-¡Llegamos!, por cierto mi nombre es Eduardo, pero puedes llamarme Lalo, ¿Y tu? –Se  presento con una linda sonrisa mostrando su blanca dentadura y unos brillantes ojos verdes que pude apreciar hasta ese momento que lo tenía tan cerca de mí.

Me llamó la atención su forma tan dulce de actuar, algo dentro de mi me decía que no confiara mucho en el, pero la verdad el chico me ponía mucho y era la mejor oportunidad que tenia de olvidar a Miguel de una vez por todas, tomando en cuenta que tenerlo tan cerca y las copas que tenia encima me ponían muy caliente.

-Amm… mi nombre es Pablo, mucho gusto Lalo –Dije mientras me ruborizaba y bajaba levemente mi cabeza.

-Pablo ¡eh!, que nombre mas lindo… Bien Pablo cuéntame, ¿Todo bien con el chico de ese rato?

-¿Eh? A claro, el chico de ese rato… pues no pasa nada con el, solo nos pusimos algo irritables, pero espero arreglar las cosas con el mañana –Lalo posaba sus ojos sobre mi mientras me escuchaba, lo cual hacia dar pequeños saltos de vida a mi polla.

-¡Ah, ya veo!, eso quiere decir que, ¿Esta noche eres libre verdad? –Yo solo atine a sonreír y ponerme rojo en forma de afirmación a su pregunta tan directa.

La cosa se ponía cada vez mas intensa, Lalo se iba acercando cada vez más y en ocasiones rozaba mi mano con la suya o me acariciaba el cabello, me volvía loco su aroma a loción mezclado con humo de cigarrillo y sus carnosos labios me tentaban a besarlos. Seguimos charlando un rato más de trivialidades hasta que al fin sucedió lo inevitable, me rodeo con sus enormes brazos por la cintura y me planto un tierno beso que duro largo rato sin subir su intensidad, cosa que lo hizo un beso especial para mi, cuando nos separamos, de inmediato se acercó a mi una vez mas y me susurro al oído:

-Oye… desde que llegaste me llamaste mucho la atención, en serio Pablo, ¿Que te parece si nos vamos a un lugar mas… cómodo? Ya sabes, para estar mas tranquilos y eso –Argumentaba Lalo mientras me besaba de nuevo, yo estaba totalmente idiotizado, me encantaba la sensación de besar por primera vez a un chico, y mas aun de la proposición que me acababa de hacer, era justamente lo que quería, tener sexo con un chico apuesto para así olvidar a Miguel, ¿Qué puede pasar? –Pensaba mientras lo tomaba con fuerza del cuello y le plantaba un tierno beso.

Dicho esto, nos levantamos y me llevó al costado de la casa donde la luz de la luna no alumbraba, brindando un lugar perfecto para lo que estaba por suceder. Lalo hecho un ultimo vistazo a los alrededores para asegurarse que no hubiera alguien, después me recargo en la pared y comenzó a acercarse poco a poco hasta que quedamos tan juntos que sentía su paquete en mi pierna.

A esas alturas estaba tan caliente que lo tome de la barbilla y le di un pequeño beso que rompió la tención que nos producía el estar tan cerca de la casa, comenzamos a besarnos y tocarnos por encima de la ropa sutilmente, sentía las fuertes manos de Lalo recorrer mi cuerpo, mientras yo me encontraba en el cielo con tan solo permanecer aferrado a su cuello, todo iba bien, cuando repentinamente cambio el ritmo de las cosas, sin avisarme comenzó a meter bruscamente su lengua en mi boca causando que en un par de ocasiones casi me ahogara.

Comenzó también a introducir sus manos por debajo de mi ropa, sentía como recorría mi trasero de la manera mas bruta que se podía hacer causándome gran incomodidad, de pronto comencé a sentir mucho dolor en mi ano, pues intento penetrarme con sus dedos, sin lubricar ni nada, me asuste mucho y lo aparte de mi.

-Oye Lalo… ¿No puedes ir un poco mas despacio? –Dije tímidamente mientras lo observaba fijamente, era un Lalo completamente distinto parecía como ¿Drogado?, tenia que serlo ya que había visto a algunos de mis amigos en ese estado y sabia exactamente como se comportaban, intente hablar una vez mas pero me calló comiéndome la boca con un fuerte mordisco en mi labio inferior provocando que comenzara a sangrar.

Lo mire aterrado, pero a el parecía no importarle, comenzó a besarme el cuello insaciablemente y a manosearme por todos lados, yo no sabia que hacer, estaba completamente muerto de miedo, se olvido completamente de que yo podía sentir todo lo que me hacia pues me tocaba con mucha fuerza y comenzaba a sentir mucho dolor en varias partes de mi cuerpo.

Me quede inmóvil unos segundos mientras buscaba la manera de zafarme de él, sabia perfectamente que no serviría de nada pedir ayuda, ya que  nadie podría escucharme con todo el ruido que provenía del interior de la casa, y por mas que buscaba a alguien con la mirada, nadie aparecía, intente entonces detenerlo pero era inútil, ya que era mucho mas fuerte y agresivo que yo.

Ante mi intento de apartarlo de mi, me tomo fuertemente de la cintura y me giro de una forma tan bruta que mi cara fue a dar contra la pared noqueándome por un momento, sentí entonces como Eduardo comenzaba a restregarme su dura verga en mi trasero circularmente mientras me tomaba del cabello y comenzaba a mordisquear mi oído causándome gran dolor, solo escuchaba sus gemidos de placer mientras sus constantes arremetidas contra mi trasero se hacían mas intensas y me palpaba mi paquete con fuerza.

Lalo ni siquiera pronunciaba palabra, solo bufaba como un animal, era como una bestial buscando saciar su necesidad de sexo, sin importarle nada mas, estuve por un rato mas soportando el peso de su cuerpo contra mi y su imprudente forma de comportarse, cuando no aguante mas y expulse toda mi ira contenida en una descarga de adrenalina, ágilmente logre girarme y empujar a Lalo con tanta fuerza, que calló directamente al suelo y quedo como aturdido por unos segundos, los cuales aproveché y corrí lo mas rápido que pude…

Espero que les aya gustado... la IV parte la subo pronto, lo prometo...!! Buena vibra para uds. ¡Un abrazo de mi parte!