Pérdida personal

Sara sentía en sus adentros todo aquello que un día vivió

Sara sentía en sus adentros todo aquello que un día vivió; sentía ya no poder ser aquella chica revoltosa, pero tímida que un día fue; ya se hizo mayor, y en un naufragio de pensamientos, y en un naufragio de sentimientos, dejó detrás aquella inocencia.

Ahora era la chica más atractiva del instituto, era por la que todos babeaban, pero ella pasaba de todos, excepto de aquel chico moreno, de ojos azules, Ian. No lo conocía en la realidad, pero por las noches era todo suyo.

Sus sueños, el mejor lugar de encuentros furtivos.

<< Magia a la luz de la luna, en una playa desierta, los dos juntos, mirándose y sin decirse palabra, se decían todo, un gesto que les envolvió en un beso furtivo, él le acostó en la arena, le puso debajo suya, y sin más dilación, cogió y arrancó los botones de su camisa negra, Sara jadeaba de placer cuando las manos de Ian rozaban su bello erizado; ella sudaba y se acercaba a su sexo de forma tímida pero decidida, palpaba de forma firma hasta que se puso erecto.

Ian no pudo contenerse más y le metió su erección en la boca para que Sara la chupara y él pudiera aliviarse, mientras tanto, él le sujetaba el pelo de forma firme y creando un ritmo en sus movimientos..

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Nada más pudo soñar, pues ya se hizo de día, y se prometió que su sueño haría realidad, en ese mismo instante se dio cuenta de que aquella niña que un día fue, naufragó y nunca más vería la luz, pues en su lugar dejó a una alocada y erótica joven.