Perdida en un apocalipsis zombie 6

No es egoista, yo te acompañare

PERDIDA EN UN APOCALIPSIS ZOMBIE 6

Cuando ya estaba a punto de dormirme sentí un cuerpo cálido detrás de mí, cerré los ojos mientras escuchaba un

-No estás sola, te acompañare hasta la Atlántida sin importar que pase

Voltee y efectivamente esa fierecilla estaba a mi lado, esos ojos mostraban un brillo que no note antes, le correspondí manteniendo la mirada también

-Por… qué?- susurre -

-Eh?- con cara de curiosidad -

-Por qué me dices que me acompañaras a ese lugar, sin saber quién soy, sin saber lo que pueda haber en ese lugar, que tal vez no sea lo que pensemos…- me interrumpió -

-Porque así encontraras las respuestas que estás buscando- mirándome con tranquilidad -

-Tal vez no quiera saber quién soy ahora- desviando la mirada -

Me tomo del rostro con ambas manos, ese gesto lo hizo sumamente suave, la sensación me llevo a un estado de ensueño, levante de nuevo la mirada

-No digas eso, todos tenemos una historia que queremos recordar, y sé que es importante para ti hacerlo, si sabes lo que paso antes entonces podrás saber hacia a dónde quieres ir

-……..-

No respondí, preferí seguir mirando esos ojos que demostraban mucha sinceridad y calidez, continuar embebiéndome en esa sensación de ensoñación, comprendió mi estado y se acercó lentamente como detallándome, cada vez estaba más cerca hasta que pude sentir su respiración en mi rostro, mi respiración se igualaba a la suya que iba siendo más profunda y notoria.

Dejamos que actuaran de forma espontánea nuestros cuerpos, como si de magnetismo se tratara nuestros labios se conocieron mutuamente, de forma pausada, no solo ellos sino también nuestras pieles deseaban un contacto más directo, no fueron necesarias las palabras, comprendíamos solo sintiendo.

Mis brazos acariciaban y exploraban su contorneada espalda, encima de mí se disponía a besarme todo el cuerpo, iniciando en mí ya sensible cuello, no podía evitar emitir leves suspiros, que iban en aumento conforme su recorrido se iba haciendo cada vez más abajo, claro que brindo la atención necesaria a mis pechos en los cuales mis pezones se encontraban erectos, gemía reprimiendo el sonido mordiendo mi labio inferior, cerré más los ojos cuando sentí que estaba descendiendo hacia donde clamaba sus caricias.

Tuvimos un cruce de miradas, la suya como pidiendo permiso y la mía suplicante porque continuara, esbozando una sonrisa continúo en mi ya húmeda entrepierna, cada contacto era estremecedor, solo deseaba concentrarme en las sensaciones en este momento que consideraba único, me sorprendía todo lo que me generaba esta mujer, arqueaba mi espalda en forma de espasmos y cuando iba a hacerlo más fuerte…

-Aun no- susurro -

Tomé bocanadas de aire, traté de calmarme, pero mi respiración agitada me acusaba, sentí como se acomodó su pelvis sobre la mía las acoplo perfectamente para empezar un vaivén que hizo que nuevamente mi respiración se agitara más, gimiéramos ambas, la sensación era tan placentera, que llego al punto de sentirse desbordante para finalmente terminar en un suspiro de ambas.

-¿Qué tienes?- me pregunto -

Abrí los ojos para mirar su rostro preocupado, no entendía sus palabras, mi respiración se estaba normalizando

-¿Por qué lloras?- limpiando mi rostro con sus dedos -

Y hasta ese momento no había notado que tenía lágrimas, estaba llorando, ni siquiera me percate

-No lo sé- respondí -

-¿-lloras por que te he hecho el amor?- volvió a preguntar -

-No- susurre -

-Todo va a estar bien, te acompañare- abrazándome -

Bloquee todo los recuerdos solo por hoy deje que se apagara mi mente y me dispuse a descansar a su lado, abrazadas sintiendo claramente su aroma y la tibieza de su torso, era perfecto podría dibujarla si quisiera, delinear esas perfectas curvas, pero el sueño se hizo presente y esta vez de manera progresiva me quede dormida teniendo como última imagen esa escena perfecta de Alejandra abrazándome cubriendo nuestra desnudez con una manta y el pequeño hilo de luz filtrándose por la ventana.

Al sentir unas conversaciones fui abriendo los ojos para ver que no había nadie en la cama salvo yo, habrá sido un sueño, no lo creo y lo reconfirme al darme cuenta que estaba desnuda, me dispuse a vestirme, mientras esas voces persistían, al acercarme pude notar que hablaban el anciano, Aneth y si también Alejandra

-¿Qué es lo que sucede?- pregunte -

Se generó un silencio y sus rostros no eran precisamente los mejores, lo que hacía que me confundiera más

-Ehmmm…- tomando la palabra el anciano -lo que pasa Isabel es que…..- tomando una pausa muy larga -

-Pensamos en quedarnos aquí- finalizo la oración Aneth -

-¿Qué?- aun sin entender -

-Parece que estos dos desean quedarse aquí a morir- sentencio la fierecilla -

Eso sí me tomaba de sorpresa, no esperaba que ellos decidieran quedarse, pensaba que iríamos juntos a la Atlántida

-Me parece mucho más suicida ir a ese lugar, cuando aquí tenemos provisiones de sobra- continuo Aneth -

-Más parece una actitud cobarde- respondía Alejandra -

Continuaban su conversación, mientras caminaba para salir de esa pequeña casa y me dirigía a la claridad del día, no me había puesto a pensar en lo que ellos querían, solo en mi bienestar, incluso Alejandra me había dicho que me acompañaría solo eso, pero jamás me puse a pensar en que es lo que ella quiere

-Ey, ¿estás bien? No te preocupes, te acompañare si esos dos no quieren ir, yo iré cont…- la interrumpí -

-Tal vez tenga que ir yo sola- sentencie -

-¿Qué estás diciendo?- con cara confundida -sola no serias capaz de sobrevivir lo sabes verdad

-Es que… no quiero involucrarte más en mis problemas

-No lo haces, he decidido acompañarte y no hay más que discutir, así que andando

Se alejó de mí, ingreso de nuevo a la pequeña casa para salir con una especie de dos palos de madera de forma irregular y del tamaño de un metro aproximadamente, recordé que esas serian nuestras armas, así que tendríamos que estar más atentas antes de encontrarnos con algún zombie en el camino.

Nos despedimos del anciano y de Aneth, comimos con ellos por última vez para luego disponernos a partir, el camino de bajada de esa especie de montaña era mucho más fácil y llevadero, teniendo en cuenta que sabíamos en qué dirección se encontraba la ciudad Atlántida y a medida que estábamos más cerca de la superficie más lejos parecía

-Caminemos, capaz encontremos un pueblo o algo- comento Alejandra-

-Si mantengamos una buena distancia del mar- recalque -

-Se ve que el mar está tranquilo por el momento- mirando hacia el oeste -

-No deseo pasar por lo mismo- mirándole con miedo -

- sonriendo de lado -Vamos miedosita- con claro sarcasmo -

El sol fue piadoso y no pego tan fuerte, manteniéndose fresco el resto del día, hasta que como rogamos encontramos un restaurante, se notaba abandonado, con cuidado nos deslizamos por su paredes para verificar si había alguien dentro humanos y los que no lo eran, no se observaba nada por sus vidrios, ingresamos con cuidado al pendiente de ruidos y efectivamente no había nadie

-Aquí podríamos descansar, mañana continuaremos- con suma tranquilidad -

-asentí aceptando-

Nos metimos en un cuarto que correspondía al almacén por estar más al fondo y al que aseguramos con una caja en la puerta por si alguien quisiera ingresar al mismo, el ambiente no estaba sucio, de hecho se veía como si hubieran limpiado hace unos días, tal vez podríamos encontrar humanos.

Nos acomodamos detrás de la puerta y prácticamente abrazándonos nos dimos calor al no tener nada con que cubrirnos, ya estábamos adormiladas cuando escuchamos un sonido de motor, eso nos hizo ponernos en alerta

-MALDICIONNNN, ahora que clase de ratas han entrado- golpeando la puerta principal- eso no importa, igual morirán como todas

Las últimas palabras volvieron a generar en mi la duda de si saldremos de esta o no, mire a Alejandra con la poca luz que iluminaba el almacén, que con un gesto de su mano me indico que me calmara y no hiciera ruido, respiraba o trataba de hacerlo pausadamente y no moverme, ella comenzó a incorporarse lentamente, por seguirle el paso choque con algo y genere ruido

-AJA, así que escondiéndose en el almacén, eso no cambiara las cosas- sintiendo pasos que se acercaban -

Nuevamente la fierecilla demostraba de que estaba hecha, mostraba una seriedad tremenda y con la mirada fijada en la puerta, sostenía el palo con ambas manos, cuando en segundos se escuchaba el sonido de la puerta siendo abierta y claro moviéndose a la vez que la caja lo impedía, generando un forcejeo más fuerte por parte del desconocido por abrirla, cuando lo hizo no totalmente pero lo suficiente como para entrar, la velocidad de Alejandra fue tal que antes que nos atacara ella ya lo había golpeado en la cabeza dejándolo inconsciente

-Guauuuu- alcance a decir -

-No te quedes allí, ahora si ayúdame- me decía a modo de orden -

-Siii…claro- volviendo a la escena -

Veía que rebuscaba en los bolsillos del hombre que se veía bastante fornido, casi sin cabello, con rasgos toscos y sobre todo con muchas cicatrices en rostro, hasta que saco lo que buscaba

-Estas deben ser las llaves, vámonos ahora

-¿Nos robaremos su auto?- pregunte ingenuamente -

-Él nos quiso matar, así que estamos a mano, andando- en susurro -

Por último tomo el revolver que cayó en el suelo, con premura ingresamos a un nuevo auto que se notaba bastante maltratado, lo encendió y partimos en dirección a la Atlántida

CONTINUARA………..

Gracias por leer y comentar, de hecho sus comentarios alientan bastante para continuar : )

demore, así que tratare de publicar lo siguiente pronto