Perdida en un apocalipsis zombie 4
De camino a la Atlantida....
PERDIDA EN UN APOCALIPSIS ZOMBIE 4
Cuando el momento era perfecto, la luz tenue de la luna permitía contemplar la figura de esa fierecilla bipolar que estaba sobre mí y a punto de besarnos, el celular sonó, no solo mostrando un mapa con mi ubicación y el de una ciudad llamada Atlántida, sino también un mensaje que me dejo más confundida
“Hasta cuando tengo que esperar para que vengas por mí”
-Quién es?- pregunto Alejandra con una mirada de sorpresa -
-No lo sé- dije aunque trataba de recordar-
-Pues parece que tu “no lo sé” tiene nombre y vida, además parece estar esperándote- bajándose de mi - buenas noches - dándome la espalda -
-Espera, no sé quién es- replique -
-Dije buenas noches!- sin inmutarse -
Y efectivamente se acomodó en el asiento de copiloto, se cubrió con toda la manta de pies a cabeza, no volvió a voltear ni para mirar por curiosidad, yo había quedado más confundida, con más líos internos, ahora que significaba ese mensaje, ¿será que realmente alguien me esperaba?, ni idea de quien se trataría, pero ahora mi prioridad cual era, tal vez tenga que ir a ese lugar y despejar todas mis dudas….
Estaba en un lugar muy espacioso, de construcción moderna, de color blanco, el bullicio era grande, muchas alarmas sonaban a la vez, la luz parpadeaba, todos corrían, estaban vestidos con batas blancas, alguien estaba conmigo, me tomaba fuertemente del brazo, parecía que me conocía
-Corre, no ves que esto va a estallar!!!
-NO, NO puedo!!!- respondía -
-NO voy a dejar que mueras aquí!, tienes que vivir!!!, así que vámonos
-Te dije que NO……. DALIA!!
Abrí los ojos de golpe para darme cuenta que estaba dentro del auto, la luz del sol apenas se estaba asomando, gire mi rostro hacia el lado izquierdo y pude apreciar que allí seguía Alejandra durmiendo completamente cubierta a como se había acostado, mi corazón palpitaba fuertemente del susto o creo del hecho de estar recordando algo de mi pasado, esa chica que acaba de ver en mis sueños se llamaba Dalia, esa cabellera castaña, esas facciones finas, su piel tan blanca como la mía como pude haber olvidado a alguien como ella, pero lamentablemente eso era lo que recordaba hasta el momento, solo su nombre.
Después de aquel sueño ya no pude conseguir dormir de nuevo, termine de ver como el sol iluminaba todo alrededor mientras caminaba por la orilla de la playa, vi que alguien se acercaba a paso lento, me acomode entre la arena sentándome mientras los pasos se acercaban mas ya cuando llego toco mi hombro
-Hola Isabel, ¿puedo sentarme?
-Sí claro Aneth- mirándola -
-Sabes tuve una pesadilla después de eso ya no pude dormir
Me decía mientras se acomodaba sentándose de lado en la arena junto a mí
-Así que fue lo soñaste Aneth?- mientras veíamos el mar -
-Soñé que todo se llenó se agua, ummm toda la ciudad donde vivía antes lo cubrió una gran ola y veía las cosas como si estuviera en un lugar alto, me desperté del susto y pues aquí estoy
-Vaya a mí no me gustaría soñar nada respecto a inundaciones, menos mal que solo fue un mal sueño- le sonreí -
-Y tu Isabel que haces aquí, no deberías estar acompañando a Alejandra
-Ehmm…..digamos que esta algo indispuesta
-Ah, ok, es tu novia?
- abriendo los ojos - No, claro que no
-Lo preguntaba por curiosidad, espero igual que mejore, todos tenemos seres queridos que tememos perder, tenlo en cuenta
Lo dijo para luego alejarse hacia la camioneta probablemente para empezar con la rutina del día, por mi parte miraba mi celular para ver de nuevo ese mapa y la ciudad Atlántida, parece que todo indicaba que tendría que ir allá
Cuando todos ya estaban fuera de los carros, preparaban los víveres, fui a ayudarles a preparar el desayuno, esta vez sí salió Alejandra que ni me miraba y hasta me ignoraba, ya para desayunar nos acomodamos con comodidad alrededor de una manta colocada en la arena, me senté al lado del anciano y de Aneth con la que a veces conversábamos, se me ocurrió preguntar por lo que encontré en mi celular
-¿Atlántida? No tengo idea de lo que es- me respondía confundida -
-Es una metrópoli, una de las ciudades más buscada desde que empezó esta odisea, se dice que allí existen una buena población viviendo libre de la apocalipsis, suena tan perfecto, solo que nadie sabe dónde queda- hablaba el anciano-
-Lo que pasa es que en mi celular señala esa ciudad y…..
Vi cómo se acercó de forma rauda el líder del equipo Julián, arrebatándome prácticamente de las manos mi celular
-Cómo es posible que tengas un celular que funcione para empezar, ningún artefacto eléctrico funciona, esto es extraño- dijo frunciendo el ceño -
-Es cierto, ninguno de nuestros celulares funcionan, por eso nos comunicábamos con radio- complemento el anciano-
No tenía palabras, pensé que era normal tener un celular, claro de hecho también sabía que no era tan común que me apareciera un mapa enseñándome una ciudad, eso tampoco me lo esperaba, Julián reviso mi celular y se quedó unos minutos en silencio
-Iremos a la Atlántida, aunque no confió en ti pero es una opción- dijo seguro de si mismo-
Todos conversaban respecto a la idea de ir, por mi parte eso lo tenía decidido, Alejandra termino de desayunar mientras veía el mar y luego volvió al auto a sentarse en el lado de copiloto, dude si ir o no, hasta que finalmente me decidí ir y al abrir la puerta me encontré con unos ojos penetrantes mirarme
- ¿Iras a verla?- sin inmutarse -
-Sí- respondí en forma de duda -
-¿Cómo se llama?
-Creo que Dalia
-Bien
Luego de eso se volvió silencio de nuevo, quería hablar, aclarar pero no sabía si era pertinente, opte por ir a que me devolviera el celular Julián y ver lo que habían decidido.
Temían de que tal vez esa ciudad no sea lo que esperábamos, que quizá pueda estar ya infestada de esos seres, pero que tuviera un celular con señal tal vez les mostraba que podría ser cierto, así partiríamos en la tarde, explorarían más donde estábamos para buscar combustible, esta vez Alejandra decidió ir y acompañarles, mientras yo me quede con Aneth para acomodar las cosas.
-Me dices que no es tu novia, pero creo que mientes
-¿Por qué lo dices?- le pregunte -
-Por la manera en que se miran, es obvio que allí hay algo- continuo -además ten en cuenta lo que te he dicho no dejes ir a alguien que consideres importante, porque tal vez puedas arrepentirte
Estas palabras me hicieron recordar a la conversación que tuve con Alejandra en la noche, de hecho yo no estaba peleaba aunque pareciera que sí, no quería alejarme eso lo tenía claro, pero también debía ir a esa ciudad y probablemente encontrarme con una chica que conociera mi pasado.
Finalmente llegaron con el combustible, como era de tarde nos dispusimos a comer en la playa, fue tranquilo, me senté junto a la fierecilla que ni se inmuto por eso, después de terminar de llenar de combustible los autos nos dispusimos a partir siguiendo la carretera que estaba a solo unos metros de la orilla del mar, adelante iba el auto que manejaba Julián, en medio el mío y atrás el del anciano junto con Aneth, con el celular lo tenía Julián para guiarnos, aunque no quería que lo tuviera pero en fin, el viaje se tornó en horas y ya se estaba ocultando el sol, parecía que sería más largo el camino, el cansancio me estaba venciendo
-Deja yo manejo- tomando el timón- estas prácticamente durmiéndote, no quiero más accidentes
-No, yo puedo seguir…- me interrumpió -
-Descansa- tono dulce -
Así lo hice, cambiamos de lugares, me senté en el lado de copiloto mientras que Alejandra en el lado principal comenzó a manejar, comencé a relajarme tanto que se me cerraban los ojos con facilidad…..
Todo era blanco, me podía ver como sonreía mientras conversaba con alguien
-Lo logramos por fin, con este descubrimiento seremos famosas
-¿Tú lo crees?- le pregunte -
-Realmente lo creo Isabel, es más seremos muyyy ricasss- sonrisa grande -
Después de esto pude ver que estaba en un auto, lo manejaba ese alguien con desesperación, estaba gritando
-NO ES CORRECTO lo que hicimos, no podemos dejar que estalle, sabes el peligro que significaría que se esparciera un virus así -enojada-
-No importa lo que digas Isabel, no te dejare morir así te enojes y me maldigas por el resto de tu vida
-No, no no está bien, nada bien DALIA
Esta vez abrí los ojos de golpe al sentir una aceleración del auto, vi que seguíamos en la carretera pero estaba manejando más rápido, con el palpitar del susto le pregunte
-¿Alejandra por qué estas manejando así?
-Fíjate en el mar
Volví mi vista hacia el mar y se había retirado varios metros, tantos que ya no se veía, eso no me parecía nada bien
-Tenemos solo unos minutos para alejarnos de la costa
Giro el auto, también lo hacia el resto en dirección opuesta este, a toda velocidad, ya no era carretera, era tierra, piedras con las que el auto saltaba como si fueran baches, el sonido del mar se hacía presente, pero no solo eso, también podía empezar a ver formarse una gran ola, inmensa que se acercaba lentamente hacia la playa, Alejandra aceleraba aún más, me aterrorice, comencé a temblar y respirar muy rápido
-CALMATE DE UNA BUENA VEZ, no te dejare morir así seas una miedosa o me hagas enojar así que CALMATE
Esas palabras me llenaron de tranquilidad, deje de temblar, pero seguía mirando como la ola iba avanzando en nuestra dirección deseando que se detuviera, pero estar con esa fierecilla me daba seguridad, por lo que me senté ahora a mirar hacia adelante y ayudarle a avanzar para estar lo más lejos antes que nos alcanzara la ola
-Cuidado con esa PIEDRA!!!!
CONTINUARA………..
*gracias por leer y comentar, respecto a q se parece a TWD si es cierto tiene parecido, lo tome como una base, pero lo variare mas : ) *