Perdida en un apocalipsis zombie 3

Momento de perdidas...

PERDIDA EN UN APOCALIPSIS ZOMBIE 3

Cuando fui hacia mi auto a sacar provisiones escuche un grito desgarrador que provenía del campamento, gire a ver la escena y todo había cambiado, en la fogata donde antes habíamos comido amenamente, ahora estaba rodeado de zombies que atacaban sin piedad al grupo, sentí miedo, me temblaban las manos, pero aun así saque mi arma y trataba de sostenerla fuertemente, buscaba con mi mirada a pesar de la semioscuridad a Alejandra, esa fierecilla, al no encontrarla, pensé lo peor, que tal vez era tarde, sentí más miedo, me fui acercando, hasta que la encontré, estábamos a una distancia de metros tenía esa mirada fiera, penetrante, pero con una tristeza profunda, elevo el arma apuntándome y disparo

-Por..que- alcance a decir -

Cerré los ojos, temí que me mataría, no entendía porque, en cambio escuche un quejido que provenía detrás de mí, abrí los ojos y vi que el disparo fue directo a la cabeza de ese zombie, respire aliviada, le sonreí, pero ella seguía con esa mirada de tristeza, corrió, se adentró más al campamento, seguían disparando, esta vez estaría más atenta, dispare a dos zombies que estaban cerca al auto donde antes estaba, aunque me faltaba práctica, después de eso, cesaron los disparos, no había más de ellos, solo pequeños sollozos, sabía que habían algunos muertos, mi instinto me decía que no la dejara sola, así que la fui a buscar.

La encontré, pude reconocerla por su figura, estaba dentro de una carpa, mientras más me acercaba, era más claro escuchar sus sollozos, levante la tela que servía de entrada y pude entender su dolor

  • Que quieres?, no ves porque estoy llorando…..está MUERTA!, si hubiera llegado unos segundos antes estaría viva, conmigo, sabes lo que se siente eso eh?- levantaba su mirada a verme -

-Lo siento- respondícon voz triste -

Estaba arrodillada, llorando mientras abrazaba a su madre que tenía una gran herida en el cuello, comprendí la tristeza de esos ojos fieros, esa pérdida de su brillo, lo que pude hacer fue abrazarla por la espalda, con mis manos sujetando firmemente su cintura, apoyando mi cabeza en su estrecho hombro, la sentí tan indefensa, continuo llorando hasta que comenzó a aclarar el cielo, ya estaba amaneciendo.

Escuchaba voces por fuera de la carpa, discutían entre ellos, por lo que salí a ver

-Tenemos que destrozarles la cabeza, sino despertaran pero como zombies- decía un chico alto, cabellos negros, ojos café, llamado Julian -

-De hecho, así tiene que ser, pero entiende ahora como están, mira a tu alrededor- con tristeza decía el anciano -

-NO PODEMOS PERDER EL TIEMPO!, solo destruyo sus cabezas y listo!- más ofuscado -

-No todos pueden verlo así, sé que recién estoy en este grupo, pero Julián te pido que respetes el dolor de quienes han perdido a alguien tan valioso como un ser querido, por eso, no hagas nada de eso- hable para convencerlo -

-Tienes razón recién estas en este grupo, no sabes nada, ya hemos perdido a varios antes, así que ya que no hay líder porque murió Luis, yo tomaré el mando- muy serio -alguien se opone?-bien entonces esta dicho

-Es…ta…..muer….to- estaba sorprendida -

Hasta ese momento no le había preguntado a Alejandra por su hermano, ahora entendía mejor porque estaba así, sin su madre ni su hermano que recién había encontrado, eso sí era muy cruel, me dolía tanto como si fuera mi propia familia, quise llorar, pero tenía que convencer a este chico a que no hiciera nada de eso que decía como última voluntad

-Pero aun así Julián si tu tomaras el control, te pido que dejes que cada uno sepa qué hacer con sus familiares fallecidos, no tomes esa agresión contra ellos, que fueron tu grupo- le decía de forma suplicante -

-SABES QUE! mi hermano murió, entonces no te metas más- apuntándome en la frente con su arma-

Cerré los ojos fuertemente, apreté los puños y no me movía de allí, pese a que sentía que liberaba el seguro e iba presionando el gatillo

-DÉJALA, ella no tiene nada que ver con esto, baja el arma- voz agresiva de la fierecilla-

Y efectivamente vi que ella levantaba el arma apuntándole a la cabeza a él, ambos tenían miradas intimidantes, pero compartían ese dolor de perder a alguien, ambos bajaron el arma, él se retiró renegando, me acerque a Alejandra que bajo el arma y esta vez fue hacia la fogata, la seguí en silencio

-Sabes- me dijo - mi hermano murió al tratar de protegerme- continuo - nos tomó de sorpresa, iba a ver a mi madre, cuando un zombi me tomo del brazo- voz quebrada - pero cuando iba a morderme él puso su mano, me empujó, lo rodearon y lo atacaban, me lanzó su arma, con ella pude dispararles, pero él- sollozando - se sacrificó por mí

-Pero- me interrumpió -

-Es mi culpa que este muerto él y mi madre, me descuide, fui tan imprudente- mirándome -ellos ya no están, y si no hago algo, ellos volverán pero como zombies

-No, no creo que sea tu culpa- acercándome - pero aun puedes buscar a tus hermanas, ellas quizás…

-Estén muertas, en este apocalipsis es más probable que todos estén muertos a que estén vivos y parece que acabaremos así- respirando - si algo me llegara a pasar, no dude en darme un tiro, eso es lo que te pediría

-No me pidas eso, no va a pasar, no dejare que algo así suceda- respondí -

-Si en caso pasara, hazlo sin dudarlo- retirándose -

Saco su arma, apuntando la cabeza de su hermano y disparo, me estremecí, en silencio se alejó de la fogata y se adentró hacia la carpa de su madre, escuché otro disparo, me quedé parada, solo mi vista seguía sus pasos, se acercaba a mí nuevamente, me miro por unos segundos que parecieron eternidad, esa mirada penetrante que proyectaba tristeza quedo grabada en mi alma, después se dirigió hasta el auto donde se quedó sentada en el asiento de copiloto.

Escuché un grito de dolor, de esa chica de cabellos castaños, tan joven como yo, alta llamada Aneth, también había perdido a alguien importante para ella, su novia y por el sonido de otro disparo significaba que ya había terminado con su cadáver para que no regresara como zombie.

-Listo, ya las niñas terminaron con sus “duelos”, ahora sí, hare el trabajo de hombre- hablaba con sarcasmo el nuevo líder -

-Nos encargaremos de los cadáveres ahora- suavizaba el anciano -

Voltee a ver a Alejandra, tenía la mirada perdida, no decía nada, comprendí que no quería ver como enterrarían a su familia, lo entendí, asentí con la cabeza al anciano para que prosiguieran, mientras que Aneth se iba acercando donde me encontraba, me abrazó y lloraba en silencio, mientras le respondí el abrazo tratando de consolarla, para que luego ella se fuera a su camioneta de viaje.

No tardaron mucho el anciano y el nuevo líder, de hecho tendríamos que apurarnos porque el ruido haría que vinieran otros zombies a este lugar, vi que habían dos vehículos más además del mío, en uno subió Julián que era auto de color azul oscuro, mientras que Aneth iría con el anciano en la camioneta, cada uno ingreso en sus lugares y luego de cargar las provisiones necesarias, partimos siguiendo la ruta que nos indicó el líder de ir hacia el oeste, ese lugar parecía que habrían más supervivientes.

Mientras manejaba estaba en un silencio cómodo, entendía como seguía Alejandra que miraba a través de la ventana, el clima estaba soleado, y la carretera por dónde íbamos también había vegetación alrededor, y conforme avanzábamos se observaba mejor la orilla del mar, el sonido de las olas que rompían en las rocas, que daban un aire refrescante al ambiente, después de poco menos de una hora nos detuvimos por orden de Julián, todos bajamos de los autos, menos Alejandra

-Descansaremos aquí, es un buen sitio y se ve que estaremos lejos de los zombies por el momento- hablaba mientras fruncía el ceño -

-Hagamos unas carpas para descansar- acoto el anciano -

-NO, es mala idea, si estamos en carpas nos podrán atacar si es que vinieran- decía Aneth asustada -

-Concuerdo con Aneth, sería mejor descansar en nuestros autos- comente -

Pasamos la tarde haciendo quehaceres, acomodando las cosas que necesitaríamos tanto para alimentarnos como para defendernos, ya cuando se ocultó el sol, cada uno se dirigió a sus autos, yo me fui al mío, dentro del cual había permanecido Alejandra sin querer salir ni comer, eso ya me estaba preocupando

-Ehmmm, ahhh, esteee- pensaba que decirle -

-Si deseas decirme algo, solo dilo- con voz seria y mirando el océano -

-Estas bien? O mejor dicho estas mejor?, ahhhh eso sonó redundante, quise decir si….- me interrumpió -

-NO, NO ESTOY MEJOR y no tienes que preocuparte por mí, no es tu obligación, no somos nada- mientras sostenía su rostro con su mano y se apoyaba en el marco de la ventana del carro -

Me sorprendió o mejor dicho me choco sus palabras, entendía su dolor, pero eran muy hirientes, de mi parte tenía que comprender y ceder

-Ok….descansemos- le alcanzaba una manta para que se abrigara -

Esta vez recline mi asiento hasta que quedara casi plano, también alisté mi arma por si algo pasara y cerré los ojos para descansar, pero no podía, en mi mente rondaban esas palabras agresivas “no tienes que preocuparte por mí” “no somos nada”, obvio no somos nada, quien dijo que lo éramos, solo dos desconocidas que por buena o mala suerte se encontraron en circunstancias adversas, claro quien dijo otra cosa, yo dije lo contrario?, NO, yo pensé otra cosa?, NO, ummm, como me estaba molestando que rondaran esas ideas y no conciliara el sueño, cuando sentí un peso en mi abdomen y una voz

-Ey no puedes dormir?- susurro -

- abrí los ojos -Ale….jandra que haces sobre mí?- sorprendida -

-No podía dormir, y vi que tú tampoco, apretabas los ojos de rato en rato, estas bien?- con una voz dulce y una mirada tierna -

-Sí claro y porque no habría de estarlo- le respondía sarcásticamente y desviaba la mirada -

-Lo siento- con voz más dulce - sé que no debí decirte eso, eres muy importante para mí, lo siento

-Ok, lo entiendo, ahora si bájate que me quiero dormir- seguía enojada -

-Ummm, en serio?, ahora ya quieres dormir? Y eso que antes no podías ni conciliar el sueño, estas segura?- se acercaba más a mi rostro -

No entiendo que pretende, porque es tan bipolar, estaba a milímetros de mí, podía sentir su respiración en mi rostro, sentía calidez en el contacto de mi cuerpo con el suyo, estaba prácticamente echada sobre mí, tenía los ojos cerrados, temía que fuera un sueño, pero mi curiosidad fue más, así que los abrí lentamente

-No me gustaría que te alejaras de mí- mientras acariciaba mi rostro -

-No..no….no lo haré!- me estaba poniendo nerviosa -

La imagen era espectacular, por segunda vez podía estar tan cerca de esos ojos tan fieros, tiernos, profundos, todo a la vez, sus labios perfectos, su cabello tipo melena ondulada que caía por sobre su rostro, sentía mayor calidez de su cuerpo, o era el mío el que había comenzado a aumentar de temperatura, la luna iluminaba de forma perfecta su silueta, de forma que pareciera una diosa en medio de esta noche, y de música estaban las olas, que se acompasaron con la escena.

-Abrázame- me dijo en tono muy tierno -

Le abracé por la cintura de forma suave, para ir aumentando la fuerza con que la acercaba a mí, hasta que ella me dijera que le dolía o algo, pero no se quejaba, al contrario se notaba muy cómoda, me permitía sentir sus latidos y los míos casi juntos, me encantaba

-Eres hermosa- le dijeen susurro -

Nuestro beso era inminente, pero fue interrumpido por el sonido de mi celular, abrimos los ojos de sorpresa, lo vi y mostraba un mapa que indicaba el lugar donde me encontraba y señalaba la ruta para llegar a la Atlántida, lo que me sorprendió más fue un mensaje que decía

“Hasta cuando tengo que esperar para que vengas por mí”

CONTINUARA………..

muchas gracias por las lecturas y los comentarios, y agradezco las observaciones del relato, tratare de mejorarlo y tener en cuenta sus acotaciones