Perdí mi virginidad

Pasamos un buen rato

¿Eres virgen? -Le pregunte-

Si –dijo a modo de respuesta-

Me acerque a el y le pase mi mano por el bulto de su pantalón notando su buena herramienta que dentro de poco saborearía y me haría disfrutar.

¿Has visto alguna vez a una mujer desnuda?

Solo en películas porno.

Eso me excitaba mas aun ya que iba a desvirgar a un chico de 18 años y además iba a ser su primera mujer desnuda, algo que no olvidaría en su vida.

Acerque mis labios a los suyos y le di un beso suave, el me correspondió, enseguida abrí un poco mi boca he introduje la punta de mi lengua en la suya, el me correspondió haciendo lo mismo. No besaba mal, se notaba que no era la primera vez que lo hacia.

Me di la vuelta y pegue mi culo al bulto de su pantalón para que me restregara su polla contra mi buen culo a la vez que le cogía las manos y lo hacia que me cogiera las tetas desde detrás.

Bésame en el cuello y el lóbulo de la oreja que me pone mucho. Y el obediente como buen perro faldero lo hizo sin poner ninguna objeción.

Mi culo se restregaba con ese gran bulto que hacia que poco a poco se me fuese humedeciendo mi coño que estaba con ganas de polla.

Me quite la camiseta y le hice quitarme el sujetador, con lo que mis grandes pechos quedaron al aire y mis pezones duros por el manoseo salieron de su prisión deseosos de ser chupados. Me gire y sin decir nada el se tiro sobre mis pezones y los chupo, poniéndolos aun mas duros si cabe. Lo volví a besar pero esta vez con mas ganas, ávida de su lengua.

Le quite su camiseta y le baje el pantalón, me encontré con un bulto grande delante de mi, y un olor a polla que me hizo estremecerme. Saque esa gran estaca de unos19 cmy la cogí en mi mano. Su glande era grande y de color rojo fuerte, por la punta aparecía una gota de líquido preseminal. El tronco de esa polla era grueso y tenía unas venas hinchadas que me vuelven loca.

Empecé a mover mano arriba y abajo mientras a el se le escapaban unos pequeños gemidos. Abrí mi boca y me metí esa polla dentro para saborearla como me gusta. Sus gemidos iban en aumento y notaba como su polla cada vez estaba mas dura e hinchada indicativo de que se iba a correr, pero no quería que acabase tan pronto así que me la saque de la boca y le dije: ahora te toca a ti darme un poco de placer.

Me quite el pantalón y me acote en la cama con las piernas bien abiertas y mi tanga mojado con mis jugos. El se arrodillo delante de mí y aspiro fuerte mi aroma a hembra en celo que ahora impregnaba toda la estancia.

¿Has chupado algún coño?

No –contesto-

Primero quítame el tanga, después pasa tu lengua por mis labios mayores de abajo a arriba despacito, luego con tus manos ábreme los labios mayores y chupa los internos que están bien húmedos y jugosos y para terminar te metes en la boca mi pepitilla y la succionas con ganas.

Empezó un poco nervioso pero se fue haciendo con la situación y me comió el coño como nunca me lo habían hecho, mis gemidos eran considerables y mi cuerpo se arqueaba cuando pasaba su lengua cerca de mi clítoris y cuando menos me lo esperaba se lo metió en la boca y me corrí mojándole toda la cara con mis jugos.

En este momento estábamos los dos muy excitados, lo acosté ahora a el en la cama y yo me senté en su polla que entro sin problemas porque yo estaba empapada, incluso mi ano estaba mojado por mis jugos. Cabalgue como una buena amazona y mis gemidos se unieron a los suyos. El fuera de si me tiro contra la cama y tomo el mando de la situación. Sus embestidas eran tremendas y yo notaba su gran polla en lo mas profundo de mi ser hasta que se corrió abundantemente dentro de mi con un gruñido increíble.

Cuando saco su polla impregnada de semen me abalance sobre ella para pobrar ese manjar y dejar bien limpita esa polla que tanto placer me había dado.

¿Te ha gustado? –le pregunte-

Ha sido increíble mama.