Perdí Los papeles

Por fin teníamos un finde libre, sin hijos, para disfrutar mi marido y yo. Dejamos a los hijos con la abuela, y nos preparamos para ir de despedida de soltero. Hacia tiempo que nos e casaba nadie y organizamos una despedida tranquila, toda la cuadrilla, chicos y chicas, con nuestras parejas. Excepto el despedido, que venia solo. Al final nos juntamos 20, 4 chicas y 16 chicos

Por fin teníamos un finde libre, sin hijos, para disfrutar mi marido y yo. Dejamos a los hijos con la abuela, y nos preparamos para ir de despedida de soltero. Hacia tiempo que nos e casaba nadie y organizamos una despedida tranquila, toda la cuadrilla, chicos y chicas, con nuestras parejas. Excepto el despedido, que venia solo. Al final nos juntamos 20, 4 chicas y 16 chicos.

Cogimos el bus y nos fuimos a una bodega, el plan era conocer la bodega, comer allí, y después pasar por la casa que habíamos cogido a dejar las cosas, para salir de farra.

Yo estaba con ganas de farra, me vestí un tanga, un sujetador, una camiseta ajustada y una falda cortita. Nada del otro mundo, pero parecía que a mi marido le había gustado. No perdía ocasión para meterme mano.

Así, llegamos a la bodega, bebimos, comimos y volvimos beber. Había buen ambiente. El vino estaba haciendo efecto y los chicos andaban bastante salidos. Mi marido ya hablaba con todos, cuando bebe habla mucho. Cada vez que mi marido se alejaba, tenia algún chico cerca agarrándome de la cintura o intentando rozarme el culo. Y yo me estaba calentando.

Así salimos de la bodega fuimos para casa, en camino salió el tema de que si había stripper… Al principio creíamos que decían en broma pero cada vez parecía más en serio…  En una de esas salto una amiga, “para que queréis stripper teniéndonos a nosotras” “¿eso, nos somos los suficiente guapas?” dije yo.

En eso llegamos a la casa. Cuando entramos, dos de los chicos que habían estado organizando casi todo, nos comentaron a las chicas: “Ahora en serio, hemos pensado que una de vosotros le haga un estriptis” “Pero estáis locos” dijimos. “Mira, algo simple, le hará una ilusión de la ostia, vosotros decidís lo que queréis enseñar, con quedaros en sujetador y en bragas, suficiente, como en la playa, le bailáis un poco. A el le pondremos en una silla solo en calzoncillos y nos reiremos un poco viendo como se le empalma” dijeron. Nos miramos y yo dije a mis amigas, ¿Por qué no, y quien es la stripper? Todos miramos a Irati, la mas que resultona había sido siempre, pequeñita con buen cuerpo y tetas bonitas ni pequeñas ni grandes. Ella dijo: “por qué me miráis? Uno de los chicos dijo, vosotras decidís si os vais a quedar con top y bragas o os animáis a enseña más, y entre los chicos votamos quien es la afortunada. Para que no haya trampas, cundo nos digáis vuestra decisión os damos los votos para que contéis”

Nos quedamos los 4, yo estaba seguro que iba salir Irati y le calentaba, “quédate en tetas, será bonito ver a todos super calientes….” Si, si, exclamaron las otras 2. “dais por hecho que voy a ser yo, ¿y si no soy?, ¿os quedareis en tetas?” “si” dijo otra amiga, estaba un poco gordita, se sentía segura de que no iba ganar… “Vale” dijo Irati, “en tetas gane quien gane”. Yo me puse un poco nerviosa, iba ganara Irati pero, ¿y si salía yo? Casi prefería quitarme las bragas que el sujetador, no me gustan mis tetas, son pequeñas y desde que tuve a los niños ya no tienen ni la firmeza de antes… Mientras mi culo y el resto de cuerpo creo que está bastante bien…

Una de las amigas dijo en alto, decidido, “la que gane se quedara en tetas.” Ya no habia marcha atrás. Nos dieron los votos y empezamos a leer en alto, Irati, Irati, yo, yo, yo, estaba saliendo demasiado mi nombre… al final Sali yo con bastante ventaja. Ufa que vergüenza.

Al principio, no podía o quería creer, luego pensé, “soy la preferida” y me hizo ilusión me gusto. Empezaron a poner al despedido en calzoncillos y sentado en una silla, y yo me fui para el cuarto prepararme, en camino me acerque a mi marido, me miro y me animo, parecía estar deseando de verme desnuda delante de todos. Eso me calentó aún más. Fui al cuarto, me desnude, y cogí unas bragas, me vestí, y no me gusto, les voy a sorprender, y me volví a vestir el tanga de leopardo, la falda, el sujetador de leopardo, una camiseta holgada y una blusa larga. “me iré quitando todo pero me vestiré la blusa, y solo al final me la quitare para quedarme en tanga” pensé.

Así, salí de nuevo y estaban todos sentados en el suelo y ha cierta distancia y el despedido en una silla en calzoncillos. Mire a mi marido y le sonreí, estaba nerviosa, un poco avergonzada pero también caliente. Les dije que por favor le ataran las manos detrás de la silla no quería manoseo, y me hicieron caso.

Pusimos música y empecé a moverme delante de él, me fui deshaciendo de los zapatos, me quite la blusa y la deje a manos, para después. Me acerque a él le roce el cuello, le mire al calzoncillo y vi que se estaba empalmando, y aún me había quitado nada. Seguí desnudándome, me quite la camiseta, mire su polla y se notaba super tiesa, me gusto. Me acerque y me quite el sostén con las tetas a casi rozando su cara, hizo amago de morderme una teta, yo me separe, pero su lengua me rozó el pezón, y me calentó mucho…

Me di la vuelta, enseñé las tetas y todos me animaban a unísono, cogí la blusa y me vestí. Me volví a acercarme al despedido, me subí a la silla y me quité la falda con el coño delante de su cara. Por detrás notaron que estaba en tanga y jaleaban que me quitara la blusa. Me baje de la silla y dije, “tranquilos, no he acabado” mire a mi marido y le sonreí, el seguía animando, se le veía muy caliente. Yo seguí con lo mío, me iba sentar encima de su polla, restregarle un poco y acabar quitándome la blusa. Se senté encima y sentía la polla super dura contra mi coño, le restregué un rato, la blusa creo que tapaba todo, pero yo sentía el tanga y su calzoncillo húmedos, casi se estaban tocando nuestros sexos solo nos separaba su calzoncillo húmedo, ya que mi tanga empapada se había separado para un lado. Lo tenía que poner bien, para poder quitarme la blusa. Mire a mi marido y le note super empalmado y caliente. Me puse de pie y empecé a ponerme bien el tanga, estaba empapada, todos me jaleaban. Sin pensarlo me lo quite mirando al despedido. “Ahora que hago pensé” todos seguían chillando y animándome. Cogí el tanga me acerqué al despedido y le metí en la boca y volví a sentarme encima, “me levando y acabo” pensé. Pero al sentir su poya tan dura y tan cerca, le empecé a restregar estaba disfrutando como nunca, ya no sentía vergüenza, solo placer. Sabia que el resto solo podía ver la blusa y le metí la mano a la polla, “que a gusto me la metía” pensé, “¿y si lo hago? nadie puede ver nada, con la blusa, me la meto un poco y ya está” y así hice, con disimulo le saque la polla y con u movimiento un poco mas brusco ya la tenía dentro. Nunca me había follado a nadie excepto a mi marido y me estaba follando a un amigo, sin condón y delante de toda la cuadrilla, entre ellos mi marido, ya no quería sacar la polla. Hoy algún cometario, “están follando”. Todos se habían dado cuenta, de perdidos al rio, me quite la blusa, me olvide de todo y me puse a follara como una loca, en seguida sentí como se corría dentro, le di cuatro golpes más y me corrí también. Que gozada. Me levante, sentí salir semen por el coño y el muslo. Salude con la cabeza y me marche entre ánimos. El camino le cogí a mi marido y me lleve al baño conmigo, no decía nada y le debía una explicación. Le dije “¿te ha gustado?” “mucho…” balbuceo y no le deje seguir, le di un morreo, le agarre de la polla, y le dije, luego tu turno, ahora habrá que tomar una píldora… y le volví a dar otro morreo, su polla se tocaba a punto de reventar, me agache se la saque y le chupe hasta que se corrió en mi boca.

“¿Ahora mejor no? me voy a la ducha”, me fui a ducharme….