Perder la cabeza por una muchacha joven

Mi vida era miserable y mi matrimonio no me llenaba hasta que la conocí a ella y toda mi vida cambió.

Me llamó Fede y a mis 40  recién cumplidos había empezado a notar "la famosa crisis de los 40".Sentía que mi vida estaba incompleta, tras 10 años de matrimonio y aunque parezca una tontería me sentía vacío y no sólo en el aspecto sexual.

El sexo en mi matrimonio poco y solo cuando ella quería, multitud de veces todo acababa en una  mamada y después a masturbarme en solitario hasta que me corría, en cuanto a sexo la posición del misionero y con condón y en ningún caso nunca me dejaba eyacular dentro, en fin nada espectacular.

En ningún caso me podía quejar de mi situación económica: mi mujer se llama Elvira y se gana bien la vida: era maestra aunque en los últimos años se dedicaba a dar conferencias y por ello le pagaban un buen pastón, yo por mi parte no tenía tanta suerte: trabajos ocasionales y con contratos de 6 meses, en fin... poca cosa y lo peor es que me había acomodado a este tipo de vida, si me la jugaba a salir de este mundo me toparía con la realidad: sin coche (era de mi mujer) y sin muchas cosas. Diríamos que era un cobarde porque así no perdía mis privilegios.

Por mi parte yo nunca había conectado con ninguna chica aparte de mi mujer, ella era lo único que había conocido, mi esposa no podría considerarse como delgada diría que más bien rellenita pero en los últimos años y con sus 44 recién cumplidos los quilos habían aumentado peligrosamente, no era un bellezon pero a su manera era guapa, yo notaba que ella estaba más enamorada que yo.

Yo me sentía sin ganas de vivir y no tenía nada por lo que aferrarme a la vida: el no tener hijos (más por su parte que por la mía), hacían que las ganas de abandonar este mundo fueran aumentando en mí

Todos los días empezaban igual: mi mujer se iba temprano, muchos días llegaba tarde sobre las 6 de la tarde otros venía a comer y a veces llegaba a las 10 de la noche.

Me encargaba de las tareas de casa: limpiar, cocinar y un poco de todo en general con tanto tiempo muchas veces acababa delante del ordenador echándome una buena paja con un buen relato o con un poco de porno, era un gran momento el de acariciarme mi polla, me la cascaba lentamente para rápidamente pasar a masturbarme frenéticamente hasta llegar al clímax momento en el qué derramaba toda mi leche sobre mi vientre desnudo.

Amigos casi ni tenía y de los pocos amigos que me quedaba el único con el que tenía contacto era Tomás, hacía 20 años que nos conocíamos, en los últimos años poco nos habíamos visto, es profesor de universidad dónde imparte clase por las tardes, se había casado y tenía una niña de 2 años, en parte sentía que él tenía una vida más completa que la mía.

Un jueves por la tarde quedamos, me comentó que fuera a la Uni a buscarlo para tomar algo. Llegué con antelación y aparque cerca del campus, cuando entré me sentí extraño, todo aquello estaba inundando de gente que no llegaría a los 20 y algunos más mayores, había todo tipo de gente.

Llegué a la zona donde me había indicado que daba clase y sonó el típico timbre que marca el final de una clase (que recuerdos), me fijé en que salieron un grupo de chicos y chicas y no sé por qué me fije en dos chicas: como era mediados de abril y hacía buen tiempo algunas iban más ligeritas de ropa, la primera era rubia y llevaba unos jeans y una blusa blanca de la que parecían querer salir dos pechos de una medida bastante grande y que en ningún momento la chica parecía querer esconder y la otra paso más cerca de mí: era morena debería hacer 1,75 de alto tenía el pelo de un color castaño oscuro, me la miré fijamente, iba vestida con un pantalón y una camiseta, nada en especial, lo que alucine es de la cantidad de chicas que estaban de buen ver.

Cuando salió fuimos a tomar algo allí en un bar cercano y me comentó de que su mujer y él volverían a ser padres, por esta razón me había llamado, quería decírmelo en persona ante tal noticia me alegré mucho por él, estábamos hablando tan tranquilamente cuando le llamó su mujer, no habíamos tenido ni tiempo de tomarnos nada, me comentó que otro día ya quedaríamos.

Me fui a casa ya que mi mujer ya habría llegado, así terminó aquel día en el que vi a chicas jóvenes y que estaban de buen ver, pero sabía que la miel no se había hecho para la boca del asno.

Al miércoles siguiente habíamos vuelto a quedar para tomar algo más tranquilos y poder hablar de nuestras vidas.

Cuando llegué estaba lloviendo a cántaros, así que cogí mi paragua plegable y me dirigí hacia el campus, cuando entré no quedaba casi nadie fue allí que me encontré a Tomás.

T- No te he podido avisar, me sabe mal que hayas venido pero tengo que acompañar a mi mujer al médico.

F- Es algo grave? -pensé-.

T- No es una prueba que tenía que hacerse la semana que viene y nos han avisado para hacerla ahora, lo siento.

F- No pasada nada, no tenía nada que hacer.

Entonces me fijé en la sala y quedaba la chica morena del otro día, se la veía con cara de enfadada y entonces vi como Tomás se dirigió hacia ella.

T- Que te pasa Cynthia?.

C- Nada profesor, mi novio no me contesta y todas mis compañeras se han ido además mis  padres trabajan y no tengo paraguas para llegar al bus.

T- Si quieres mi amigo te puede llevar, yo no puedo porqué tengo que irme con mi mujer.

Estuvo unos segundos dubitativa pensando en la proposición, cuando contestó.

C- Gracias, pero no tengo paragua.

F- Te presto el mío- ante todo se tiene que ser un caballero-.

Me despedí de Tomás y salimos a la calle, había amainado un poco pero no mucho, gracias a dios que mi coche estaba cerca, se trataba de mi fiel e inseparable Renault Clio que con más de 15 años me llevaba a todas partes, fueron 5 minutos de aguacero en que me moje hasta el dni.

Abrí el coche y nos metimos dentro y arranqué el coche, me fijé en ella tenía el pelo mojado y su camiseta también estaba mojada, vi que la camiseta le transparentaba dejando la forma de su sujetador a la vista, borré aquella imagen indecente de mi mente y le pregunté dónde vivía, nos dirigimos hacia su casa y en aquel momento comenzó el interrogatorio, la estaba acompañando y encima me interrogaba.

C- Cuántos años tienes?

F- 40.

C- Casado?

F- Sí.

C- Hijos.

D- No.

Estuve a punto de mandar a la mierda a esa maldita niñata, pero decidí contratacar preguntándole a ella también.

F- Pareces enfadada?.

C- Mi novio que no me contesta, pero bueno ya lo hablaré con él, porque este no es un tema que a ti te importe.

Gracias a dios que llegamos porque se me habían hinchado los cojones de ver cómo me hablaba. Había dejado de llover y ahora llegábamos a la zona en la que vivía, era una zona residencial a las afueras de la ciudad.

C- Adiós y gracias.

F- De nada.

Cerró la puerta de golpe y se fue, realmente alucinaba de la poca educación que parecía tener aquella universitaria, esperé a que se alejara y me fui a casa.

Mi existencia continuaba exactamente igual en los últimos 15 días sin ganas de hacer nada, pero era sábado y era el aniversario de mi esposa, así que iríamos a un local especializado en cocina de fusión, como invitaba ella pues yo no diría nada.

Llegamos al local y al llegar nos esperamos para que nos dieran una mesa, primero paso mi mujer y yo detrás de ella por un pasillo cuando vi a Cyntia que me hacía gestos, en teoría no nos conocíamos y después de su comportamiento aquel día, yo no tenía ninguna intención de hablar con ella, así que levanté la cabeza con un leve saludo, creo que mi esposa ni se dio ni cuenta, llegamos a la mesa escogimos la cena y en breve tiempo empezaron a servirnos. A media cena le dije a mi mujer que iba un momento al baño.

Cuando salí del baño que estaba en la planta superior me encontré a Cyntia.

C- Quisiera hablar contigo y pedirte perdón.

F- Perdón?.

C- Me comporté muy mal, te portaste bien conmigo y yo en cambio te interrogué y no te di casi ni las gracias.

Mientras me decía esto me la miré bien: quizás habían sido las palabras que me había dicho hacía unos instantes que hizo que me la mirará de una  manera diferente.

Llevaba el pelo recogido con una cola, un top negro de tirantes que dejaba entrever su canalillo, todo ello rematado con unos jeans blancos y unos zapatos de color negro, era un sueño de mujer.... estaba guapísima.

F- No pasa nada, tendrías tus razones yo ya soy un abuelete.

C- No digas eso que aún se te ven joven

F- Gracias. -me enrojecí-.

Fue entonces que se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla, noté su piel joven  y eso provocó un escalofrío dentro de mí.

C- La próxima vez que nos veamos, espero que vaya mejor - riéndose-.

F- Yo también.

Bajé al comedor y mi mujer me preguntó qué porque había tardado tanto, yo le dije que había cola en el baño, acabamos de cenar y salimos a la calle y me fijé en que ellos ya no estaban, no tuve ninguna duda de que con semejante cuerpo su novio disfrutaría mucho aquella noche.

Llegamos a casa y mi mujer estaba muy guerrera, ahora ella tenía ganas de sexo y fue así que nos desnudamos y se fue directamente hacia mi polla, se la empezó a meter en su boca y se la comía como si no la hubiera probado nunca, como continuará así me acabaría corriendo, así que me dijo que me pusiera el condón y que le echará uno rapidito que tenía sueño: resumen cuando quiero y como quiero.

Me puse el preservativo me agarré mi pene y se la metí lentamente hasta que llego al fondo, empecé a penetrarla y como estábamos a oscuras, mientras la penetraba no sé porqué empecé a pensar en Cyntia, en aquel cuerpo casi perfecto y que se debía sentir al estar con una mujer como ella. Mi mujer no paraba de gemir y cuando le avisé que me iba a correr me la hizo sacar para que me corriera fuera con una paja, fue en aquel momento de frenética masturbación en que llené todo el preservativo pensando en Cyntia, ahora me sentía mal de haber disfrutado pensando en una mujer tan joven y a la vez tan bella pero que era inalcanzable.

Pasaron un par de meses y yo ya estaba trabajando: me dedicaba al mantenimiento de maquinarias: lo bueno es que estaba ocupado y así no tenía tiempo de pensar en mis penas, lo malo era que cerca de la playa y veía a familias con niños pero sobre todo a mujeres de buen ver con cuerpos de escándalo, cuando reparando una puerta automática oí como alguien me llamaba, la voz me pareció familiar.

C- Perdón, sabe dónde está el baño más próximo?.

F- Si....-me giré era ella-.

C- Hola... no te había conocido....que haces por aquí?.

F- Trabajando... y tú me imagino que en la playa.

C- Veo que eres perspicaz -se puso a reir.

Estaba espectacular, llevaba un bikini anudado al cuello de color azul, un color que le quedaba magnífico a su bello rostro y con la parte de arriba marcando un pecho perfecto no muy grande pero bonito.

F- Si un poco...me alegro de ver que te lo pasas bien.

C- Y tú no trabajes mucho...adiós.

Y se fue lentamente... me fijé en su cuerpo esbelto y su culo embutido en aquel magnífico bikini, pensé que no sé iba a girar.pero se giró y me dijo adiós con la mano, como bien entenderéis yo ya la había desterrado de mis pensamientos, gracias a dios qué con el trabajo podría alejar de mis pensamientos de aquel cuerpo joven y delicado.

Habíamos llegado a agosto y mi mujer este año tenía un campus a finales de mes y quizás iría bien que estuviéramos separados ya que en aquella época del año nuestros rifiirafes eran continuos. Mi mujer me comentó que sería una semana que se iba domingo de buena mañana y regresaría el siguiente domingo por la tarde, yo intenté hacer ver que me disgustaba su marcha pero una parte de mi ansiaba libertad de poder ver todo lo que pasaba fuera de mi mundo.

Llegó el domingo y mi mujer se marchó en un mini bus hacía el campus, yo me arregle y me preparé para ir al trabajo, pero no todos los planes salieron como yo esperaba, tuve que cubrir horas de compañeros y multitud de averías, cuando llegué a casa estaba tan cansado que no tenía ganas ni de masturbarme.

Pero las cosas se arreglaron y el martes todo pareció cambiar, terminé temprano del trabajo a las 3 de la tarde y esa noche saldría a algún garito de la zona, aunque algunos me dijeran viejo quería ver qué  tipo de gente iba a esos locales, entré en uno que tenía bastante nombre y me soplaron 14 euros por dos consumiciones ya que eran las dos de la madrugada, estaba más bien lleno de gente joven, yo para esa noche había elegido: unos jeans, una camiseta de Armani y me iba peinado correctamente...ya no era para ligar, al menos dar buena imagen, ya que mi nariz no era del todo recta pero mis ojos azules salvaban mi rostro y es que me considero un tipo normal, me quité mi anillo de casado, nunca se sabe lo que puede pasar.

Fui mirando el ambiente que había en el local y pedí una copa: un vodka con naranja, que estaba delicioso, cuando vi a un grupo de chicas bailar al ritmo de "Uptown funk" de Bruno Mars, fue entonces que me quedé alucinado y es que era Cyntia (ya es casualidad de que entre todos los locales que había me la encontrará a a ella), ella no me vio y fue en ese momento que me giré y busque en mi cartera mi anillo, ella sabía que estaba casado, ya era raro verme en un local solo a aquella horas como que encima no llevará anillo.

Así que volví a mi sitio y entonces me vio ella y se acercó dejando al grupito de chicas que había con ella.

C- Hola... que haces tú por aquí?

F- Quería ver el ambiente nunca salgo con mi mujer a ningún sitio y quería hacer algo diferente...

C- Ah bien... me alegro.

Y se fue otra vez dejándome con la palabra en la boca, fue en aquel momento en que me fijé en su ropa, llevaba una mini falda tejana con un top blanco ancho en la que sus hombros quedaban a descubierto, junto con unas sandalias planas de color camel, era un sueño de mujer y yo allí parecía un puro espectador.

Yo allí viéndolas bailar, cuando se volvió a separar del grupo y vino hacía mí.

C- Te puedo pedir una cosa?.

F- Si -expectante-.

C- Te sabría mal salir conmigo a dar un paseo, es que llevábamos aquí desde las 12 y yo quiero salir a tomar el aire un poco.

F- Ningún problema.

Se volvió hacía sus amigas y algo les dijo porque una de ellas me miró como extrañada, se debía pensar que era un amigo de sus padres.... o yo que sé.

Yo me sentía nervioso de estar a su lado y es que aquello estaba pasando de verdad, quizás había visto demasiado porno, me tenía que centrar solo quería pasear y fue entonces que me comentó.

C- Gracias a dios que te he visto, porqué quería irme ya, me gusta salir pero no tanto rato.

F- Yo hace mucho que no salgo y para mí todo es nuevo.

C- Ni que fueras un señor mayor, si aún te ves joven.

Me dijo joven y eso me hizo rejuvenecer 10 años de golpe, mientras íbamos caminando me sentía el hombre más feliz del mundo, otra persona hubiera querido tener sexo en aquel momento pero yo sabía que las cosas no eran así y ahora lo que me apetecía era conocerla más, así que decidí a tomar la iniciativa.

Estábamos cerca de un parque y divisé unos columpios.

F- Te apetecería que nos sentemos en aquellos columpios?.

C- Si gracias, así  descansaré un poco que no he parado de bailar en toda la noche.

Se sentó y yo me senté a su lado, empezamos a mover lentamente los columpios cuando ella me preguntó algo que me descolocó.

C- Por qué te volviste a poner el anillo cuando viste que era yo?.

Yo ahora en aquel momento no estaba acojonado...diría que lo siguiente.

F- No sé...dime tonto, quitarme el anillo me da una sensación de libertad, como si fuera otra persona que intenta encajar en otros lugares...no sé.

C- Quizás no es correcto que te lo quites pero entiendo que esto te de una libertad que a lo mejor no tienes.

Me había hecho una radiografía de mi vida...era alucinante

F- Y tu novio dónde te lo has dejado?-quería dejar las cosas claras-.

C- Ni me hables de él.

F- Y eso?

C- Aquello era una relación que iba a acabar mal, al principio todo bien pero después se volvió posesivo y no me dejaba ser yo misma, hasta que un día me levantó la mano y aquí es dónde dije basta.

No entendía que una chica como ella hubiera estado con un patán como su ex.

F- Levantarte la mano es algo muy desdeñable y significa que no aprecia a una mujer como tú: guapa, simpática e inteligente.

C- Gracias por tus comentarios Fede, son muy bonitos.

F- Los digo como los siento.

C- Te has fijado la hora que es?

F- Son las 3 y media de la mañana.

C- Me podrías acompañar a casa....si puedes?

F- Ningún problema, vives dónde te dejé la última vez?

F- No....estoy en un apartamento con mis amigas y si ven que llego más tarde que ellas... no quiero que piensen nada raro.

Claro, concreto y conciso: no quería nada, yo tampoco por extraño que sea en aquel momento sólo con su compañía ya me consideraba más que satisfecho.

Fuimos caminando y por el camino me comentó que ella estudiaba derecho para poder ser abogada, que de pequeña ya lo tenía claro, sabía que era una carrera muy dura y que tenía la suerte que su mejor amiga tenía este apartamento y que sólo tenía que pagar la comida,  yo le comenté que tenía un grado medio de mi época para que viera que no era un analfabeto.

Llegamos al coche y me dijo que no estaba lejos pero que por la noche sola por allí le daba un poco de miedo la zona.

Nos subimos en el coche y la acompañe, el trayecto duró unos 10 minutos y cuando llegamos allí ella me sorprendió.

C- Me dejas tu móvil un momento?

F- Sí.

Se lo desbloquee y vi qué marcaba unos números y sonó una perdida.

C- Así podré contactar contigo por si necesito un amigo con quien quedar.

F- Gracias- con cara de tonto-.

Salió del coche y esperé que entrará en el portal, arranque y me fui a casa. Resumiendo si necesito algo ya te llamaré para quedar como un amigo.

Al día siguiente yo curraba de tarde y hasta las 9 de la noche no terminaba mi turno, lo más jodido es que ella tenía mi número pero yo no tenía el suyo ya que me lo había borrado, yo no entendía este juego pero bueno.

Habíamos llegado a jueves y tenía fiesta, no sabía realmente que hacer: barrí, fregué y ordené cuatro cosas en casa y sobre las 7 de la tarde decidí ir a pasear cerca del mar, me gustaba caminar y por donde yo vivía no tenía ganas de encontrarme con mis vecinos. Aparqué un poco lejos del centro pero no me importaba, cuando estaba a la altura de una cafetería noté que me llamaban por mi nombre.

C- Fedeeeee.

F- Cyntia - creo que todo el mundo oyó mi nombre-.

C- Te gustaría tomar algo conmigo aquí.

F- Por qué no - la cafetería no era baratita, pero que le vamos a hacer-.

Yo me tomé un zumo de naranja y ella un batido de fresa. Empezamos a hablar de cine, música y de todo en general y por extraño que pareciera teníamos muchas cosas en común a pesar de la diferencia de edad, éramos como dos buenos amigos que se explicaban sus confidencias.

Me explico que su madre la tuvo con 20 años y que eso obligó a su padre a dejar los estudios y dedicarse a trabajar, es por esto que querían que ella fuera una mujer con estudios.

A medida que la iba conociendo veía en ella a una mujer con los pies en el suelo, pero cuanto más bien te lo pasas más rápido parece que pasa el tiempo.

C- Que tarde se ha hecho, con lo bien que me lo estaba pasando- se rió-.

F- Yo también -riéndome-.

C- He quedado con mis amigas aquí cerca, quiero darte las gracias por esta maravillosa tarde.

F- Las gracias a ti.

Se levantó y me dio dos besos, notar sus labios en mi mejilla me encantaba, ella se alejó y desapareció entre la gente, aproveche para pagar las consumiciones (las cuáles muy económicas no eran) y me fui a casa ya que mañana tocaba trabajar.

Y llegamos al viernes, eran sobre las 10 de la mañana en que oí mi teléfono vibrar, miré el número y no lo iba a coger pero no sé por qué lo cogí.

F- Diga.

C- Sorpresa....

F- Hola Cyntia que tal?.

C- Bien, te quería hacer una proposición, esta noche salímos con unas amigas y sus novios y yo no quiero ir sola, la cena es a las 10, si te interesa te mando la ubicación del restaurante y quedamos allí, sino te va bien me lo dices que yo no me enfadaré.

F- Me parece bien.

C- Ahhh...No traigas el anillo de casado, no es por nada personal.

F- De acuerdo.

C- Cuídate...ciao

Esa llamada había sido rara, quería que fuera a cenar con ella y unos amigos para no estar sola pero que no llevará el anillo, una parte de mí se había dejado perplejo. Terminar a las 9 ir a casa a ducharme y estar a las 10 en el restaurante se me antojaba complicado pero lo intentaría. Las cosas se pusieron mejor cuando me dijeron que como había currado alguna hora de más hoy y mañana curraría una hora menos, ahora sí que podría estar listo a la hora que me había dicho.

Me fui a casa y me pegué una ducha rápida, lo único que me aterraba era encontrarme con alguien que me conociera, pero tampoco estaba haciendo nada malo...de momento.

A las 10 en punto llegué al lugar y allí estaba Cyntia con un par de chicas con unos chicos que deberían ser sus parejas y entonces me fijé en ella: estaba

e-s-p-e-c-t-a-c-u-l-a-r, llevaba un vestido de color negro de encaje bastante corto que le marcaba un culo espectacular que dejaba al descubierto una parte de su espalda y todo ello rematado con unos zapatos de tacón negro. Las dos chicas que iban con ella también eran monas, una era la rubia de la uni que llevaba un top blanco que marcaban unas tetas de talla 100 y una mini faldita de cuero y que no dejaba de observarme.

Durante la cena en ningún momento me sentí un bicho raro, los otros chicos eran de la edad de Cyntia y la otra amiga que iba también con un vestido verde era la mayor ya que dijo que tenía 25, yo no dije mi edad pero se fijaron que no era de su quinta, la cena fue transcurriendo y vi que Cyntia estaba muy cariñosa conmigo, sin quererlo  ya eran las 12 de la noche.

D- Tienes la bolsa en el coche, recuerda.

C- Ya no me acordaba, gracias Desi.

D- De nada despistada.

C- Ay esta cabeza mía.

Se fueron las dos y al cabo de 5 minutos regresaron con una bolsa negra de tela.

C- Fede tienes el coche lejos?.

F- Un poco.

C- Es que después no volveré con ellas y si me tienes que dejar en casa, necesitaría esta bolsa.

F- Ningún problema para lo que necesites.

Exactamente no sabía en qué punto me encontraba ahora, salíamos porqué éramos amigos o qué coño estaba haciendo... no sé.

Fuimos a mi coche a dejar la bolsa y regresamos al restaurante, entonces las chicas dijeron de ir a un local que conocían; como entenderéis entramos gratis con semejantes bellezones y fue allí cuando me fijé que muchos tíos no dejaban de mirarlas de una manera descarada, yo no tenía nada con ella aparte de una buena amistad.

El lugar tenía dos ambientes uno con música muy moderna y otro a medio camino, las parejas nos fuimos distribuyendo y Cyntia me dijo de ir a la otra sala.

Estuvimos bailando y tomando algo un buen rato, notaba su rostro y su cara a escasos milímetros de mí, era algo mágico pero mi impetuosidad arruinó aquel momento ya que me acerqué a ella y la besé, fue un beso rápido y furtivo mientras ella continuó bailando pero unos segundos después se apartó de mí, ahora todo se había ido al traste.

C- Espera un momento que voy al baño.

F- Pasa algo?

C- No tranquilo.

Vi cómo se fue alejando quedándome yo en una esquina de la pista, ahora me daba cuenta de que había metido la pata hasta el fondo, los minutos sin ella se hacían eternos, en esos instantes me di cuenta de que sentía algo más que una simple atracción sexual y por esta razón mi cabeza no paraba de dar vueltas al tema cuando de nuevo apareció.

C- Perdón por el retraso es que el baño estaba lleno y me he encontrado con Desi y los chicos que se iban.

F- No pasa nada.

Del beso no había dicho nada y eso me tenía muy extrañado.

C- Me acompañas a casa, que hoy la noche ha sido muy movidita.

F- Si -apenado-.

Fuimos hacía el coche y casi ni hablamos durante el trayecto, pensaba que todo había terminado y que lo de aquella noche era otro fracaso más en mi vida, llegamos al portal y paré el coche.

F- Gracias por esta noche -me iba a despedir-.

C- Porqué te paras aquí?.

F- No te tengo que dejar aquí,? después de lo que hecho.

C- El que has hecho?.

F- Besarte -dije nervioso-.

C- Eso no es para tanto, me sorprendió pero veo que eres buena persona y que no has comentado nada.

Yo ahora sí que alucinaba.

C- Sabes una cosa, aparte no puedo quedarme a dormir aquí.

F- Y eso?.

C- Las chicas con las que estoy fijo qué esta noche han ligado y oír jadeos y cosas varias por la casa pues como que no, así que te pido un favor.

F- Dime?.

C- Me puedo quedar a dormir en tu casa?

Ahora no sabía cómo manejar aquella situación mientras el corazón me iba a 1000 por hora.

F- Ningún problema, te prepararé la habitación de invitados.

C- Muchas gracias, eres un encanto por dejarme quedar a dormir.

F- Tienes ropa para cambiarte?

C- Si en la bolsa.

Así que de esta alucinante manera nos fuimos dirección a mi casa, durante el viaje ella estuvo callada y medio dormida, mientras miraba como la luz de la luna se reflejaba en el cristal.

Llegamos al parking y cogimos el ascensor para ir a mi piso, suerte que no encontramos a nadie porqué nos llega a ver alguna vecina cotilla y se hubiera liado parda a las 4 y media de la mañana, llegamos y le abrí la puerta en nuestra casa casi no había fotos de mi mujer, era algo extraño entrar con una mujer que no es la tuya.

F- Aquí tienes la habitación es la de invitados y la cama siempre está la cama hecha, si quieres darte una ducha te voy a dejar unas toallas.

C- Muchas gracias -cara de agradecida-.

Tenía a una mujer encantadora en mi piso y lo único que pude decirle fue esas palabras, la dejé en la habitación y me fui al aseo a darme una ducha para poder dormir relajado.

Cuando me fui a mi habitación oí el sonido de la ducha, me la imaginaba desnuda viendo como el agua recorría cada poro de su piel, me metí en la cama y me puse el pantalón del pijama ya que hacía bastante calor y me preparé para dormir (pero no podía).

Pasado un rato oí que la puerta de mi habitación que se abría lentamente.

C- Perdón lo siento, si te molesto es que quería darte las gracias por dejarme quedar a dormir en tu casa.

Abrí la luz y parecía un ángel llevaba una toalla blanca que envolvía su cuerpo, verla así de esta manera era algo digno de admirar, quería devorarla y quitarle la toalla pero después de lo del beso no me atrevía a hacer nada.

C- Por favor apaga la luz, que me da vergüenza, es que te quería pedir una cosa?

F- Dime?

C- Me gustaría dormir a tu lado, es que me siento muy sola allí.

F- Ningún problema, ponte cómoda que yo no te molestaré.

Yo no dije nada y noté en la oscuridad que se acercaba hacía mí, notaba su respiración algo acelerada cuando noté su cuerpo cerca del mío y me rodeó con sus brazos mi cuerpo, si aquello no era una declaración de intenciones entonces no sé qué era, notaba su pecho contra mi espalda cuando vi que con una mano empezaba a acariciar mi cuerpo, ahora sí que mi miembro empezó a despertar y me empezó a hablar a la oreja suavemente.

C- Eres encantador, te has comportado como yo esperaba y con el beso lo he visto claro, no has intentado nada malo conmigo y durante estos días he visto que sentías algo por mí y yo por ti.

F- Yo...

Y no pude decir nada más porqué con un beso me cerró mi boca, acercó mis labios a los míos y empezamos a besarnos, fue en aquel momento que mi lengua sintió la suya dentro de mí como nunca en la vida lo había sentido, ahora deseaba sentirla en cada rincón de mi cuerpo, estábamos con la luz apagada besándonos y aquello me parecía maravilloso.

Cuando decidí pasar lentamente a la acción y me fui incorporando, ella se quedó tumbada, quería ser un buen amante para ella así que sin quitarle la toalla me fui directamente hacia su entrepierna, ella parecía respirar algo más acelerada de lo normal ,me acomodé entre sus piernas y empecé de manera lenta y cuidadosa a pasar mi lengua por aquellos labios que estaban muy mojados debido a la excitación, así empecé a pasar mi lengua dentro de sus labios vaginales mientras ella no paraba de gemir.

C-Ohhh, que bien me gusta no pares...ohhh.

F- Te gusta?

C- Siiii.

Fue así que empecé a jugar con un dedo y de manera lenta lo fui introduciendo dentro de aquel maravilloso coño, noté como  sus gemidos iban en aumento  y es que lo mejor para un hombre es sentir que tu pareja está disfrutando, fue así que decidí meter mi dedo imprimiendo un ritmo más rápido, no paraba de meterlo y esto me hizo que me atreviera con el segundo dedo que no tardo en entrar, ella no paraba de jadear hasta que noté con un estruendoso chillo.

C- OOOhh,siiiii..

Noté como se acaba de correr, sus flujos invadían mis dedos y fue así que empecé a limpiarle aquel delicioso coño del que había disfrutado durante aquellos instantes, me incorporé y en la oscuridad busqué su boca en busca de un beso, fue en aquel momento cuando ella me dijo.

C- Por qué no enciendes la luz? Que es qué no te gusto?.

F- Es que tengo miedo de que veas mi cuerpo, yo no soy tan perfecto como lo eres tú.

C- Esto son tonterías.

Así que abrí la luz de la mesita de noche y nos miramos los dos, ella se despojó de la toalla dejando su cuerpo a la vista de mis ojos.

C- Eres más guapo de lo que pensaba y sabes....nadie es perfecto.

F- Gracias.

Me fijé en sus senos, para mí eran perfectos de buen tamaño y para nada exagerados, no era un experto en cuanto a talla pero rondarían la talla 90, ella iba totalmente desnunda y yo aún iba con el pantalón puesto.

Fue así que me lo quité y apareció mi pene que es de tamaño medio, estaba todo erecto y no era para menos.

C- Túmbate que ahora me toca a mí pasármelo bien.

Yo me sentía como un flan de nervioso y es que mi polla la habían operado de fimosis en la adolescencia, yo sabía que no era perfecta y se lo dije:

F- Quizás no es el pene más bonito del mundo?

C- Deja de buscarle problemas a tu cuerpo y disfrútalo.

Ella empezó a besar mi cuerpo hasta llegar a mi polla (no recordaba una excitación así en toda mi vida). Con una mano empezó a masturbarme lentamente mientras pasaba su lengua por mi punta, aquello me parecía celestial, así estuvo un buen rato hasta que decidió empezar a lamer mi tronco hasta que llegó a mis huevos, aluciné de cómo me comía los huevos y se los metía en la boca, como continuará así seguro que me correría y en aquel momento quería disfrutar más de ella, ahora levanté la cabeza y vi como se la había metido toda dentro de su boca.

F-OOOh que gusto cariño....ohh -estaba fuera de si-.

Ella continuaba con ese movimiento de mete saca en su boca, me encantaba de la manera en como lo hacía, yo quería que parara porqué quería disfrutar de su cuerpo pero no sabía cómo decírselo, fue así que ella dejo de chupármela cuando vio mi cara.

C- A que te gustaría que tu polla estuviera dentro de mí?.

F- Si me gustaría ...pero tomas algún tipo de protección, es que a mí siempre me han obligado a hacerlo con condón.

C- No temas tomo la pastilla desde los 18, tu simplemente relájate que no pasará nada.

Parecía un novato con mis indecisiones así que decidí que ella fuera la que tomará el control de la situación, con su mano cogió mi polla y vi que empezó a acomodarse lentamente entre mis piernas, la sensación era indescriptible, noté como cada centímetro de mi polla se perdía dentro de su coño mientras veía en su rostro una sensación de placer.

Empezó lentamente a subir y a bajar, era ella la que marcaba el ritmo mientras que yo no paraba de sobar sus pechos,  su pelo se movía al ritmo de los movimientos, aquello era brutal en mi vida había sentido tal placer, era ella la que movía su culo y hundía mi polla en el fondo de su agujero.

Ella no paraba de jadear cada vez más fuerte, en aquel momento comencé delicadamente a lamer aquellos maravillosos pechos, con unos pezones deliciosos.

C- Fede no pares...amor...si...joderr...que biennnn..ohhh.

Fijo que con los jadeos que daba había tenido otro orgasmo, aquello era único me sentía como un adolescente que lo hace por primera vez, yo quería cambiar de posición y es así que acerqué su cabeza cerca de la mía para decirle.

F- Me gustaría cambiar de posición.

C- Si me haces gozar como lo has hecho ahora y tanto que puedes.

Se salió lentamente de mí y noté como mi polla salía de su coño, se estiró y me fijé en su precioso coño, vi una mata de pelo perfectamente arreglada.

La tenía preparada para meterle mi polla que estaba llena de todos sus jugos y comencé a introducirla dentro de su coño, quizás no era su postura favorita pero yo quería saber si lo que yo le daba la hacía disfrutar, fue así que empecé a marcar mi ritmo de entrada de mi polla, aquello era maravilloso nuestros jadeos eran continuos, cada vez la penetraba de manera más fuerte querría que me sintiera dentro de ella.

F- Te gusta?

C- Si...me gusta pero no pares que me voy a cooorrer.

Y se volvió a correr, aquello me hacía sentir como una persona nueva así que continué penetrándola de manera rápida, pero sabía que aquel polvo no podría durar eternamente.

F- Cyntia, no puedo más me voy a correr.

C- Córrete dentro, quiero sentirla toda dentro de mí.

Ante tales indicaciones, empecé a penetrarla más fuerte hasta que noté una sensación única en mi vida: mi polla empezó a soltar chorros de semen directos hacía el fondo de aquel maravilloso agujero, para mí era algo indescriptible y es que en mi vida había sentido tal descarga de placer, estaba exhausto realmente exhausto ante tal sesión de sexo, me fijé que ella se quedó unos segundos inmóvil, yo no sabía si por no haberla sabido satisfacer o al revés, pero cuando la miré me fijé en su rostro, era de placer es más con sus músculos del coño no dejaba que me saliera de ella, nos empezamos a besar nuevamente de una manera deliciosa era una manera de decirnos el uno al otro sin palabras de que habíamos disfrutado de aquella situación.

Me retiré de ella y vi como de su coño aún salía un poco de mi semen, me quede tumbado a su lado, estábamos los dos sudados después de tal sesión, ahora s que estaba relajado y me podría dormir.

Y aún faltaba el sábado.

Continuará.....