Perder la Cabeza por Carol 9 y último
La llegada al hospital y todo lo que me explica Carol hace que todos los acontecimientos se aceleren.
Llegué a la sala de espera de Urgencias y vi a Paula allí algo nerviosa.
F- ¿Que ha pasado?
P- No quiere que te lo explique, ella dice que te lo quiere contar todo en persona; lo único es que según los médicos ahora las cosas se las tiene que tomar con mucha más tranquilidad.
Piensa que por cierto no ha querido avisar a nadie de su familia ni a Andrea, entra que estará contenta de verte y por cierto a lo mejor esta noche se tiene que quedar aquí.
F- ¿Dónde has dejado a los niños?
P- Están con sus abuelos, ve a verla.
Durante el trayecto hacia dónde estaba ella, estuve pensando en que a pesar de que aquellos meses habían sido realmente duros, habían sido preciosos. Saber que seríamos padres era algo maravilloso y contar con la ayuda de Paula, era algo muy bueno para nosotros. Pero ahora estaba asustado y es que a pesar de que me habían dicho que estaba bien, solo de pensar que podía perder a nuestra hija era algo que me asustaba y es que después de todo no nos merecíamos esta desdicha.
Entré en uno de aquellos box típicos de urgencias: la luz era tenue, estaba sola y medio dormida, mi intención no era estresarla en aquel preciso momento. Me senté en una silla que había junto a la cama y la observé y es que parecía haberse hecho mayor. Era una chica joven y rica y yo la había llevado a una vida que ella no se merecía, por un momento pensé en irme y es que cada día que pasaba yo era un lastre mayor para ella, cuando me iba a ir, vi que entreabría los ojos.
CA- Fede, estás aquí -con una voz algo -somnolienta-.
F- Si Carol estoy aquí, ¿pero que ha pasado?
CA- Ahora te lo explicaré.
F- Tu tranquila descansa y más tarde me lo cuentas.
CA- Necesito contártelo todo.
F- De acuerdo.
CA- Primero de todo yo estoy bien y la niña también. Me han dicho que no es un embarazo de riesgo, pero que tengo que tomarme la vida de forma más relajada, le he preguntado a la doctora si era por haber tenido relaciones sexuales y me ha dicho que no tenía nada que ver.
F- ¿Entonces porque ha sido?
CA- Es muy largo lo que te voy a contar y espero que me entiendas.
F- Te escucho-cogí su mano derecha-.
CA- Hoy cuando te has ido a trabajar he tomado una decisión, creo que ha sido más un arrebato. He decidido ir a ver a mi padre y es que me molestó que me tratará como una simple mercancía. Cogí el coche y me planté en las oficinas -lugar dónde había habido aquella cena de navidad y dónde tuve sexo con ella por primera vez-. Aún pude entrar, no habían dado de baja mi tarjeta para el parking.
F- ¿Y que paso?
CA- Primero subí a ver a los encargados de la vigilancia y la seguridad y es que me interesaba verlos para comentarles un tema, estuvieron felices de verme y fueron los que me dieron la enhorabuena por mi embarazo. Los conozco desde que tenía tres años y siempre me trataron como una persona normal y no como la hija del jefe.
F- ¿Y que, tiene que ver esto con tu padre?
CA- Déjame que te lo cuente todo poco a poco.
F- De acuerdo, perdón.
CA- Me dirigí a la planta principal y allí vi cómo bastantes empleados se me quedaron mirando cómo si no supieran nada de mi situación. Llegué a la zona dónde están los despachos y allí me topé con la secretaria de mi padre: una mujer de unos 30 años, morena de larga melena y si por algo no destaca es por ser muy inteligente, eso si el culo sí que lo sabe menear.
CA- Buenas tardes quisiera hablar con mi padre, es un tema importante.
Secretaria- Lo siento, pero tiene una visita y ha pedido que nadie le molesté.
CA- Mira te lo vuelvo a repetir, necesito verlo y es importante -ya me estaba impacientando-.
Secretaria- Llamaré a seguridad y la obligaremos a irse.
CA- A lo mejor a los de seguridad, les interesa ver a que te dedicas durante tus horas "extras" de trabajo.
Secretaria- No sé de qué me habla.
CA- Yo creo que sí -me acerqué a ella para que no nos oyeran-
Secretaria- No tengo nada que esconder.
CA- Yo creo que sí. Estuve aquí en mayo por qué mi padre se había dejado unos documentos en casa, era tarde creo que eran las cuatro o algo así, entré aquí y cuando me dirigía hacía el despacho me sorprendió lo cariñosa que estaba usted con mi padre y con Ramiro -la cara de la mujer se fue emblanqueciendo-.
Secretaria- Usted no vio nada y nadie la creerá.
CA- Mira te explicaré lo que vi, a ver si te queda bien clarito. Llegué aquí y cómo te decía iba a entrar al despacho y oí gemidos y lo primero que me encuentro es a ti de rodillas y con una polla en cada mano, ibas intercalando la de mi padre con la de Ramiro, se nota que eres una profesional, por qué no parabas de chupar como si te fuera la vida en ello. He conocido a tías muy guarras, pero tú eres de nivel y es que no dejabas ni un solo centímetro de polla sin desatender y lo que me dejó alucinado es cuando te metiste las dos pollas a la vez en la boca, por cierto, si los números se te dan igual que chupar pollas, te tendrían que darte el premio Nobel.
Yo alucinaba con las explicaciones que daba Carol y como estaba tratando el tema, pero aún no sabía cómo había acabado en el hospital.
Secretaria- Yoo..
CA- De una cosa no tengo duda y es que eres una profesional en tu trabajo. Cuando te cansaste de chupar las pollas, mi padre y Ramiro te ayudaron a acomodarte encima de la mesa. Mi padre se puso detrás y Ramiro te ofreció su polla que tu no dudaste ni un solo momento en coger y que continuaste metiéndote en la boca y lo que más me llamó la atención que teniendo el culo en pompa mi padre te la metió de golpe, eso quiere decir que no llevabas ropa interior y es que debías estar muy mojada para que te la metiera sin ningún tipo de problema, alucinaba como no parabas de gemir y como engullías la polla de tu coño y la de la boca. Chillabas como una auténtica loca y es que no era para menos y es que los jefes te estaban dado a diestro y siniestro .Pero en el momento en que me di cuenta de por que eras la adecuado para el puesto, es cuando vi que realmente te entregabas a "fondo" en tu trabajo es cuando Ramiro se estiró en la mesa y tú te subiste encima de él y empezaste a cabalgar cómo si fueras una amazona, lo que no comprendía es que hacía mi padre mirando, a los pocos segundos logré entenderlo ya que mi padre se acoplo y entre los dos se dedicaron a follarte tus agujeros. Entonces entendí por qué eras la secretaria de mi padre y es que no era por tus competencias profesionales, sino por "otras" que yo desconocía, y es que me pareció que no era la primera vez que hacías estos "numeritos". Ver a Ramiro comiéndote las tetas mientras mi padre te rompía el culo era digno de ver y es que los dos te estaban dando bien duro, pero la edad no perdona y al cabo de un buen rato de sentirte gemir noté como se vaciaban dentro de ti...resumiendo me dejas pasar o enseño este bonito video a todos los empleados para que vean los méritos que tú tienes.
Alucinaba la sangre fría que había demostrado en aquellos momentos y cómo me relataba aquella secuencia.
CA- ¿Puedo pasar?
Secretaria- Pase -totalmente atemorizada-.
Me explicó como entró en la sala y cómo se desarrolló la conversación con su padre que estaba reunido.
JM- Podrías hacer el favor de irte.
CA- Tengo que hablar contigo.
JM- Es una falta de educación.
CA- Bueno a lo mejor quieres que les comenté a tus clientes sobre las horas extras de tu secretaria.
JM- En diez minutos les atiendo -refiriéndose a los clientes que abandonaron la sala- ¿y ahora se puede saber que quieres?
CA- Vengo a dejarte las cosas claras, Fede se comportó como una persona y me comentó lo que querías y ¿es que sólo valgo 200.000 míseros euros para ti?
JM- Aún le daba bastante, no eres más que una niña malcriada que se ha encaprichado de un don nadie y es que tú te mereces un chico de tu edad y con dinero para que puedas malgastarlo en cosas estúpidas.
CA- Si, lo mismos que después dejan a sus mujeres en casa para irse de putas o que tienen otra amante.
JM- Lo vuestro nunca funcionará y sabes que él nunca conseguirá el divorcio, si vuelves a casa yo me olvidaré de todo.
CA- ¿Y de lo que llevó en el vientre qué?
JM- Creo que tendrías que casarte con alguien de tú "escala social" y que le dé sus apellidos, es lo más sensato que puedes hacer y no seguir con ese impresentable.
CA- Ese impresentable como tú le llamas me quiere a mí y no a mi dinero, me trata de la mejor manera posible y tienes que saber que tenemos muchas más cosas en común de lo que a ti te parece: es bondadoso, simpático y siempre intenta que mire el lado positivo de las cosas, como todo ser humano le gustaría permitirse algún que otro lujo, pero él sabe que no puede y en parte yo lo acepto como es, a ti lo que te molesta es que sea mayor que yo.
JM- Se lo dije a él y te lo repito a ti, su mujer nunca le dará el divorcio y es que tú has destrozado un matrimonio.
CA- Su matrimonio estaba roto, ella le amaba y él continuaba con ella porque estaba totalmente hundido en la vida y para mí él fue mi tabla de salvación. Mi vida era un desastre y él ha logrado encauzar mi vida.
JM- Acepta tu destino, nunca estaréis juntos y piensa que en los negocios yo nunca pierdo.
CA- ¿Yo para ti soy un simple negocio?, por extraño que te parezca tengo sentimientos y ahora veo que mi propio padre me obliga a tomar una decisión, pero viendo las circunstancias actuales tengo que tomarla.
JM- Tú no puedes tomar ninguna decisión
CA- Voy a renunciar a toda mi herencia (acciones, dinero, etc.), solamente para que consiga el divorcio y nos dejes tranquilos de una vez.
JM- Esta oferta es interesante, pero ya estás en la ruina no tienes dinero y sólo te queda el coche y tu teléfono móvil, no tienes nada más.
CA- Creo papá que este vídeo te interesara a ti y seguro que a mamá también.
JM- ¿De dónde has sacado esto? -totalmente encendido-.
CA- Mira ves, parece que este eres tú metiéndole la polla en la boca de Sandra, la hija de Ramiro y es que si no me equivocó su niña tiene quince años, aunque parece que a su corta edad sabe chuparla muy bien. El video es muy explícito y lo mejor es ver como se contonea mientras la penetras y aunque esta parte está bien, el final es para mí lo mejor que es cuando te vacías en su boca y te la chupa hasta dejarte seco, piensa que si esto llegará a las manos menos indicadas sería tu ruina.
JM- Eres una buena negociante. Acepto tú trato y espero que no lo publiques nunca, ¿seguro que no quieres dinero?
CA- Para mí la felicidad es más importante que todo el dinero que me puedas dar. Me quedaré el coche y el teléfono, pero si intentas hacer algo contra nosotros este video saldrá a la luz, para mi tú siempre habías sido un referente, aunque ahora veo que tú siempre me verás como una rubia tonta y no soy así tengo estudios y quiero ser feliz.
JM- Haré lo que me pides, pero que sepas que eres una ingenua y que sólo serás una desgraciada toda tu vida, acabarás como una puta tirada en cualquier lugar y es que no eres nadie sin el dinero.
CA- Estás muy equivocado, seré una buena madre, que le enseñara valores y es que lo que llevo dentro de mí, vale más que todo el dinero que me puedas dar.
Ahora estaba intrigado de cómo había llegado allí.
F- Esta historia me tiene alucinado, ¿pero cómo has acabado aquí?
CA- Salí de aquel despacho con nuestra libertad, pero al llegar al ascensor me encontré mal y tuve que descansar unos segundos. Me senté en el coche y empecé a conducir cuando noté unos fuertes pinchazos y entonces tuve que parar y es que el dolor iba en aumento y tú estabas trabajando, así que avisé a Paula. Me vino a buscar y me llevó a urgencias, me dijeron que mi embarazo no corría riesgo, pero que me tomará las cosas con calma y que intentará no ponerme nerviosa.
Ahora entendía por qué fue a ver a los de seguridad. Ella supo cómo reconducir la situación haciendo algo que yo no había sido capaz de hacer. Había extorsionado a su padre y viendo cómo se las gastaba intentaría no tentar la suerte con ella.
F- Siento como si yo hubiera fracasado con tu padre y que tú me hubieras sacado las castañas del fuego.
CA- Tú te comportaste educadamente, pero a mi padre se le tenían que parar los pies de alguna manera, lo más doloroso es que no creo que este desplante se lo perdone jamás, él ha decidido no aceptarnos a nosotros y menos a su nieta y esto es algo que a mí me disgusta y mucho. ¿Pensarás que soy fría y calculadora por lo que hecho?
F- No lo eres amor mío, te has visto empujada a defender lo que llevas dentro de ti.
Tenía ganas de ponerse a llorar y es que ver que tu padre te ningunea, eso es algo muy duro de ver.
F- Tú estás segura de lo que has hecho, piensa que mi trabajo no es gran cosa y en dónde vivimos.
CA- No temas que trabajaré de pasante o de lo que sea, creo que no será fácil, pero lo conseguiremos.
F- Te quiero.
CA- Yo también.
Salí del box para dejarla tranquila y me fui hacia afuera, el tiempo había pasado volando y ya eran las diez de la noche, allí en la sala estaban Tomás y Paula esperando.
P- ¿Como está?
F- Más tranquila.
T- Se puede saber que ha pasado.
Se lo expliqué todo detenidamente, eso sí omití los detalles más escabrosos y que si todo iba bien, pronto seríamos libres y en parte ya podría darles buenas noticias a mis padres.
Volví hacia dentro y a eso de las doce de la noche nos dieron el alta después de que todas las pruebas realizadas dieran los resultados esperados.
Aquella misma noche al llegar a casa y cuándo nos disponíamos a ir a dormir.
CA- Ha dado una patadita.
F- No puede ser.
CA- Que si acércate y lo notarás.
Puse mi mano y noté como algo se movía dentro de ella, fue algo mágico y que no se puede describir con palabras.
F- Ya lo he notado.
CA- Ahora, otra vez.
F- Yo padecía por tu estado.
CA- Pues ves, nuestra niña nos ha contestado y te dice que está bien.
Al final de aquel día la sensación fue extraña, había sido un día muy intenso y con un final realmente maravilloso.
Tres días después de la visita de Carol a su padre, la llamaron al móvil para decirle que el día seis de noviembre a las once de la mañana teníamos concertada una cita en un bufete de abogados, donde firmaríamos el acuerdo de divorcio.
Si con su padre tras una fuerte discusión había acabado en el hospital; con mi mujer las cosas no creo que fueran a mejor, aunque por otro lado me di cuenta que durante aquellos últimos meses Carol había madurado mucho (embarazo, estudios, etc.).
Ahora tenía un nuevo problema ya que Tomás me dijo que me representaría con lo del divorcio, pero al avisarnos con tan poco tiempo, él no podía ayudarme. Le pregunté que quién podría ayudarme y me comentó que confiará en una persona que conocía el tema a la perfección y que era la que más había luchado por mí, aunque aún no tuviera experiencia.
Me lo tenía que hacer venir bien y fue antes de comer que se lo propuse.
F- ¿Quisiera pedirte un favor?
CA- ¿Cuál?
F- Que fueras mi abogada en el tema del divorcio.
CA- Yo pensaba que te representaba Tomás.
F- Él va muy cargado de trabajo, además ¿en quién podría confiar mejor que en ti?
CA- A ver si acabaremos peor y es que con tu mujer delante, quizás las cosas no salgan del todo bien.
F- Lo dudo, creo que serás una buena abogada y es que tú en pocos días has conseguido grandes cosas.
CA- No te fallaré.
Llegó el día D. Carol para su primer día como abogada quiso ponerse lo más formal posible. Paula para tal ocasión le prestó un vestido negro holgado (que había usado durante el embarazo de Carla).
Llegamos con tiempo al bufete de abogados donde firmaríamos el divorcio.
Estaba en la primera planta de un edificio regio. Al abrir la puerta accedimos a un salón decorado con un estilo muy clásico. Carol se dirigió a la recepcionista para informarle de nuestra llegada y allí me encontré a Elvira junto a su abogada y es que no nos habíamos visto desde que me echo de casa.
Lo primero que vi es que me miró con desprecio (no era plato de buen gusto un divorcio), aunque al ver a Carol: joven y preñada vi en su rostro auténtica rabia. Elvira siempre veía a los niños como sujetos dignos de estudio y no cómo lo que eran.
Me senté enfrente de ella en un sofá mientras que Carol se sentó a mi lado, aunque sin hacernos ningún gesto de cariño en público.
Al cabo de unos minutos un señor de unos 60 años salió y nos dijo "pueden pasar por favor".
Mi mujer (aún en aquel momento), se levantó y yo entré detrás de ella, tenía ganas de acabar con aquello y Carol me ayudaría en la que sería su primera batalla como abogada.
CA- Por cierto, la abogada que la representa es muy dura.
F- ¿Cómo lo sabes?
CA- Trabaja alguna que otra vez en asuntos legales de la empresa.
F- Yo confío en ti, porque vales mucho, aunque a veces no te lo diga.
CA- Estoy nerviosa.
F- Lo harás bien.
Me la miraba y es que se encaminaba a su primer caso como abogada. Todo fue bastante rápido, ya que no pedí ningún tipo de compensación económica y es que lo último que quería era enfrascarme en batallas sin sentido. Carol repasó todos los papeles y miró que todo estuviera correcto, a los pocos minutos yo y mi mujer firmábamos el divorcio. Ahora sí que era libre de estar con Carol (aún había demasiadas cosas que resolver en nuestra vida).
Cuando estábamos a punto de abandonar el despacho mi mujer se dirigió a Carol "señorita abogada, con usted quiero hablar a solas".
Estaba asustado ya que Carol en su estado no podía permitirse otro altercado, me miró a los ojos y sali aunque deseaba quedarme.
Al cabo de dos minutos salió Carol y me comentó lo que había pasado.
F- ¿Que ha pasado, de que habéis hablado?
CA- De ti.
Sentía como me apretaba un nudo en la garganta, aunque ver que Carol no estaba alterada era para mí lo más importante, en aquel preciso momento.
CA- Tu ya exmujer ha sido bastante diríamos poco educada, pero ya estoy acostumbrada.
F- ¿Qué te ha dicho si se puede saber?
CA- Me dijo que me harías una infeliz, que iba detrás de tu dinero y que no dudaríamos mucho y que me acabarías abandonado por otra más joven.
F- ¿Y tú que le has dicho?
CA- Que al menos yo le daría un hijo y no un sujeto digno de estudio que era lo que era ella, después de decirlo esto no me ha vuelto a dirigir la palabra.
Ahora ya no teníamos qué escondernos y fue así como ella vino hacía mí y me beso de manera efusiva antes de que saliera mi exmujer, como si supiera el rato que iba a tardar en salir, dejó de besarme y me cogió la mano. Cuando salió mi exmujer, vi que sus miradas se cruzaban y no lo hacían precisamente de forma amigable.
Dejé que mi ya exmujer se fuera y es que lo último que quería era compartir el ascensor con ella.
Cuando íbamos a salir llamaron a Carol, por qué tenía que firmar unos papeles.
CA- Ve bajando que tengo de acabar de firmar unos documentos, nada importante.
F- De acuerdo.
Salí a la calle y me puse a mirar el móvil, cuando a los pocos minutos me saludaron.
T- Fede cuanto tiempo.
F- Que tal Tessa, ¿qué haces por aquí?
T- Cosas del trabajo ¿y tú?
F- Yo vengo de firmar el divorcio, estoy esperando a mi abogada que se ha quedado arriba firmando unos documentos.
T- Enhorabuena, ahora ya eres libre para poder estar con Carol. ¿Aún estás con ella?
Justo cuando decía estas palabras apareció Carol ante nosotros, a Tessa no le pasó desapercibida la barriga de Carol.
T- Que callado que os lo teníais.
CA- Hola Tessa, si un poco y es que después de la boda diríamos que las cosas se nos han complicado un poco, por eso no te he comentado nada.
T- No pasa nada, si queréis vamos a tomar algo y me lo explicáis y primero de todo enhorabuena.
F- Gracias.
T- Sabes Olivia siempre pregunta por ti, cuando le diga que te he visto estará muy contenta.
CA- Yo también tengo muchas ganas de verla también, por cierto, tendrá una amiguita con quién jugar.
Fuimos a una cafetería cercana y allí le comentamos todos los problemas que habíamos tenido: el divorcio, que a ella la echaron de su propia casa y que vivíamos los dos en casa de Tomás y que su hermana era la única que la ayudaba económicamente, aparte de mí. Tessa alucinaba con todo lo que le explicábamos.
T- ¿Y cómo os las vais a arreglar cuando nazca la niña? Por qué un bebé requiere de muchos gastos.
F- Será complicado, pero nos las arreglaremos como podamos, yo cobro unos 500 euros al mes, es muy poco y es que con la edad que tengo las oportunidades ya no abundan.
CA- Fede vale mucho y él no lo sabe. Cuando tengamos a la niña ya veremos que sucede, no creo que pueda estar mucho tiempo cuidándola, por qué también tendré que buscar un trabajo, en ningún momento imaginé que mis padres me complicarían tanto la vida -medio llorando-. Voy al baño un momento lo siento.
Cuando se fue hablé con Tessa a solas.
F- No sé cómo lo vamos a hacer, yo tengo 41 años y ella sólo 22, parece una auténtica locura lo nuestro y es que no lo voy a negar a su lado me siento con ganas de vivir y sobre todo lo del bebé es una de las mejores cosas que me ha sucedido en la vida, pero ella ha pagado un precio muy alto dejando atrás una vida de lujos y además parece como si para sus padres ni existiera.
T- Es muy duro todo esto que me cuentas.
F- En parte tengo miedo de que ella me dejé.
T- No pienses en eso, ella te quiere tal y como tú eres, además a ti siempre te gustaron los niños y seréis sin duda unos padres maravillosos.
En esas llegó Carol, se había mojado la cara y es que durante el embarazo sus estados de ánimo iban cambiando continuamente.
Nos despedimos de ella y nos dijo que si necesitábamos algo que la llamáramos y que se enfadaría mucho que si antes de que naciera la niña no nos volvíamos a ver.
Poco a poco lograba encauzar mi vida. Nos sentamos en el coche y a los primeros que llamé fue a mis padres para darles la noticia de que me había divorciado y fue allí cuando Carol me sorprendió, ya que puso el teléfono en manos libres.
F- Hola
CA- Perdón, soy su abogada me llamo Carol y además soy su pareja.
Madre- Que sorpresa, no sabíamos nada.
CA- Es que hasta que no ha tenido el divorcio, no hemos querido decir nada a nadie.
Madre- Estoy muy sorprendida y es que no recordaba la voz de mi hijo tan contento en años, sé que nos escuchas Federico y ahora te lo puedo decir nunca tragué a Elvira.
F- Mamá -con tono de vergüenza-.
Madre- Es la verdad, por cierto, envía una foto por el móvil para que la conozcamos.
CA- Tranquila ya se la enviaremos, eso si no se sorprenda por mí.
Madre- No me hables de usted y de que me tendría que sorprender.
CA- De mi edad...es que soy un pelín más joven...diría bastante.
Madre- Si os queréis nada importa, bueno tengo que colgar que ahora viene tú padre y cuando se lo diga no se lo va a creer.
Colgué el teléfono y es que aquella conversación había ido mejor de lo esperado.
F- Creo que te has ganado a mi madre.
CA- ¿Tú crees?
F- Si.
CA- Le enviaré una foto de cuando fuimos a la boda, porque si le envió una foto de ahora tu madre a lo mejor se sorprende y no sé si para bien o para mal.
Había sido un día muy intenso, pero aún faltaban cosas para arreglar en nuestra vida y las navidades ya estaban cerca. Carol envió una foto a mi madre y me llamó para decirme que era guapísima y que hacíamos buena pareja. Me comentó que no podían venir a vernos por qué el trayecto de autobús y que a su edad no estaban para estos trotes (76 mi padre y 74 mi madre), pero que nos esperaban para pasar las navidades, si queríamos pasarlos con ellos.
A la semana de vernos con Tessa, estando en casa llegó un paquete que dijeron que era para nosotros, era un regalo de ella, que demostraba que le importábamos y mucho. Era el cochecito para la niña, nos fijamos y no era precisamente económico. La llamamos para darle las gracias y pusimos el altavoz para oír su voz.
CA- Muchas gracias por el regalo, pero te habrá costado mucho dinero.
T- Vosotros os lo merecéis sin duda, eres una mujer extraordinaria.
CA- Pero yo no podré nunca darte las gracias por lo que has hecho.
T- Sed felices y piensa qué si necesitáis algo, siempre estaremos a vuestro lado y no temáis que las cosas irán bien.
CA- Gracias-medio emocionada-.
Cuando llegó Paula se lo enseñamos y se sorprendió.
P- Ves cómo tenéis muchas personas que os quieren.
F- Pero tú eres una persona muy especial en nuestras vidas.
CA- Tú eres única, y en parte siempre te estaremos agradecidos por todo lo que has hecho por nosotros.
P- Sois dos personas que se aman y que han tenido malos momentos, pero sois más maduros de lo que parecéis y es que afrontar un embarazo con la ilusión que habéis demostrado a pesar de todo es digna de valorar.
CA- Gracias.
Nos abrazamos entre los tres y es que Paula, era para nosotros un puntal muy importante para nuestra relación.
P- Yo también tengo un regalo para vosotros, no es tan espectacular como este, pero es algo que os gustará.
F- ¿Dónde está?
P- Está en el garaje, es que os lo queríamos entregar esta noche.
Salimos dirección al garaje y vi que había algo debajo de una gran sábana. Paula la quitó y ante nuestros ojos apareció una bonita cuna.
F- Que cosa más bonita.
CA- Pero Paula, es preciosa.
P- Era lo mínimo que podíamos hacer por vosotros.
F- No Paula, tu has hecho demasiado nos has dejado vivir aquí, nos pusiste una cama más amplia para nosotros y ahora esto.
P- Quiero veros felices y si no encontráis trabajo o lo que sea entre todos haremos grande a esta niña.
CA- Sólo puedo decir gracias.
Realmente Paula era nuestra amiga por encima de todo.
A finales de noviembre Álex me llamó a para darnos la enhorabuena por el embarazo y me díjo que si tenía trabajo: le comenté mi estado y el de Carol, me comentó que un par de días hablaríamos.
Antes del puente de la constitución me llamó nuevamente para hacerme una oferta de trabajo, ellos se dedicaban a todo tipo de negocios y no se ganaban mal la vida y había hablado con Tessa sobre nuestra situación actual.
La oferta que me hizo era realmente buena, iban a abrir un pequeño despacho de abogados cerca de dónde, vivían ellos exactamente a medio camino de dónde estábamos ahora y que necesitaban a una abogada y a una persona que llevará el control de gastos y que había pensado en nosotros dos, nos dijo que el sueldo no sería espectacular pero después de lo que le había comentado Tessa y viendo todos los sacrificios que los dos habíamos hecho, Álex creía que nos merecíamos esta oportunidad, sin duda ese era uno de los mejores regalos que nos podrían haber hecho y me demostraba que la amistad es algo que las personas a veces no valoramos.
Después de su llamada decidí comentárselo a Carol.
F- Carol, hoy me ha llamado Álex.
CA- ¿Y que se explica?
F- Que tenía una oferta de trabajo para nosotros.
CA- Si, y cuando podemos empezar.
F- En tu estado diría que no aún, pero tú eres capaz de ponerte a trabajar.
CA- Piensa que a veces me aburro y eso que yo soy muy activa y así iríamos ahorrando.
F- A veces pienso que te he robado los mejores años de tu vida -me puse melancólico-.
CA- No digas esto, yo he disfrutado de la vida a tope y sin preocuparme de nada. A lo mejor he sentado la cabeza demasiado de golpe. Pero lo que tengo dentro de mí, si no te hubiera amado ya hubiera tomado las precauciones necesarias.
Vino hacía mí y me dio un beso, realmente ella era especial.
Antes de acabar la semana fuimos a ver a Álex para que nos explicará todo sobre la oferta de trabajo. Nos dio toda la información sobre el funcionamiento y es que no era la perfección, pero era más de lo que teníamos ahora.
Era un pequeño despacho en el centro que llevaríamos entre tres personas: Carol sería la abogada principal, luego un asistente y yo para llevar todo el papeleo.
Nos comentó que era un bloque de dos pisos y que en el piso de arriba dispondríamos de un pequeño piso de dos habitaciones, con una amplia terraza y un pequeño garaje. Me dijo que eso si hasta junio no estaría listo, le comentamos que no había problema siempre que a Carol le pareciera bien y que pudiéramos cuidar a la niña o encontrar a alguien para que se cuidará de ella, ni un solo segundo se lo pensó y ahora ya teníamos trabajo.
Llegamos a casa y vimos aparcado un Audi A8 y noté cierto nerviosismo en el rostro de Carol.
Entramos en la casa y sólo cruzar la puerta, oímos que Paula estaba hablando con una persona.
CA- Mi madre.
F- Que dices.
CA- Esa voz es de mi madre y el coche que está aparcado afuera es suyo, no sé por qué vendrá ahora y si la envía mi padre ya se puede ir.
Justo después de habernos oído entrar apareció su madre, la última vez que la vi ni se dignaron en despedirse de mí.
P- Ha venido tu madre a verte, me imagino que tendréis que hablar os dejo.
R- Gracias Paula, por estos minutos y por este café.
Paula se retiró y allí en la cocina quedamos los tres.
F- Si no os sabe mal me iré yo también.
CA- Tú no te vas, quédate por favor.
R- Quizás he tardado demasiado en venir, pero es que te echo de menos y no quiero estar más tiempo así. Esperar un bebé es algo muy bonito y no me gustaría perdérmelo por ningún motivo, tu padre no sabe que he venido y me imagino que Andrea te habrá ayudado, pero si no me lo quieres decir no me enfadaré.
Vi en Carol cierto resentimiento y es que durante algo más de dos meses su familia no había mostrado ningún tipo de señal de vida (exceptuando a Andrea).
CA- Mamá, tus palabras son muy bonitas, pero papá no opina lo mismo, por si tú no lo sabías lo fui a ver al despacho y tuvimos una agria discusión: lo más bonito que me dijo es que dejará a Fede y me casará con alguien de mi entorno social.
R- Hija entiendo lo que me dices, pero es tu padre.
CA- Claro el mismo que me bloqueó mis tarjetas y que sólo me dejó el móvil y mi coche. Sabes si algo he aprendido estos meses aquí, es que hay gente maravillosa y que no viven adorando el dinero todos los días de su vida. Hemos pasado unos meses muy malos, aparte de que su exmujer no le quería dar el divorcio gracias a que papá, la apoyaba.
R- Yo no sabía nada esto.
CA- Yo he elegido esta vida -cogiéndome de la mano-, es una vida totalmente diferente de la que quizás habías planificado para mí, ya no tendréis que avergonzaros de Carol: la que follaba en cualquier esquina con cualquier tipo y que iba borracha a multitud de fiestas de la alta sociedad, pensad que está hija ya no existe. Tengo unos estudios y una vida dentro de mí que se merece lo mejor y que sepas que Fede sabe lo que me ocurrió cuando tenía 16 años.
R- Yo te apoyo en todo, pero tendrías que venir a casa a vernos algún día.
CA- Lo siento mamá, pero este día tardará aún en llegar, esto no quiere decir que cuando nazca no lo puedas venir a ver, quizás con el tiempo te la dejé para cuidar por qué tendré que trabajar, pero si me entero de que papá este cerca nunca más la verás.
Realmente estaba siendo muy dura con su madre, pero yo no quería entrometerme por ningún motivo en esta discusión.
R- Lo entiendo y respetaré tu decisión por qué eres mi hija. Cómo no sabía el sexo te he traído un regalo, no espero que me perdones, pero me siento avergonzada de haber tardado tanto en venir-se puso a medio llorar-.
CA- Tranquila mamá no llores -se levantó-.
Estuvieron abrazadas un par de minutos y sin parar de llorar su madre.
CA- Fede abre el regalo por favor
Abrí el regalo y era unos clásicos patucos con un lazo de color verde.
F- Muchas gracias por el regalo.
CA- Son muy bonitos, gracias mamá y por cierto será una niña.
R- Una mujer más en la familia.
CA- Si mama.
La acompañamos hasta la puerta y nos despedimos de ella, Carol ahora estaba un poco más relajada ya que veía que su madre si la echaba de menos.
Realmente ahora sí que estaba tranquilo...a medias y es que sólo faltaba ver a mis padres que estaban muy ilusionados en conocerla, mi madre no quiso molestarnos durante este tiempo ya que nos veríamos en Navidad.
Había llegado el día de ir a casa de mis padres: era 24 de diciembre y nos esperaban cuatro horas de viaje que intentaría que fueran lo más amenas posibles y haciendo las paradas necesarias ya que en su estado quería que se encontrará lo mejor posible.
Mis padres vivían en un pueblo de montaña de aquellos con encanto, se habían ido allí cuándo se habían jubilado y de eso ya hacía diez años. Era un lugar encantador, aunque algo apartado de la sociedad. A mí me encantaba la tranquilidad del lugar, pero no sabía si a Carol le agradaría esta visita y es que ir a ver a mis padres imponía bastante, ella había hecho demasiadas concesiones en nuestra corta relación e ir por navidad a casa de los "suegros" no era un planazo seguramente para ella, pero no nos quedaríamos solos en casa y es que esos días Paula y Tomás siendo una familia numerosa tendrían que cumplir con sus compromisos navideños.
CA- ¿Estás bien?
F- Es que padezco por ti, porque una cena de navidad con mis padres, no sé quizás todo va demasiado deprisa y tú te sientes presionada.
CA- Estoy bien, es bonito esto de ver a tus padres, ¿aunque no entiendo porque sólo una vez al año?
F- Con mi exmujer no tenían mucho trato y sólo veníamos a cenar el día 31 y la comida del día 1. Esta es la primera navidad que pasó aquí en muchos años y tengo miedo de que te haya impuesto esta visita, por qué cuando te vean en tu estado a lo mejor tú te arrepientes de haber venido.
CA- Yo me siento feliz, tengo 22 años y tú ya has cumplido 41, pero contigo me siento bien y sobre todo valorada y no cómo antes que tenía amigos que estaban conmigo por el dinero de mis padres y no por mi persona.
Estábamos a punto de llegar, caían los primeros copos de nieve y empezaba a anochecer. Tenía ganas de ver a mis padres y de qué todo saliera a pedir de boca. Aparcamos el coche y al salir me pareció ver a mi madre detrás de una ventana observando, a los pocos minutos vino a recibirnos.
Madre- Buenas tardes, una sola vez al año vienes a vernos y por cierto Carol eres igual de guapa que en foto.
CA- Aunque algo diferente.
Carol llevaba un abrigo negro bastante holgado, para que no se notará tanto el embarazo, pero había cosas que no se podían esconder.
Madre- No me digas que esto que llevas debajo del abrigo, es lo que creo que es-medio emocionada-.
CA- Si, estoy embarazada y es una niña-su sonrisa era preciosa-.
Nunca en mi vida había visto a mi madre tan emocionada.
Madre- Pasad que no quiero que os coja una pulmonía, papá está preparando la cena.
Entramos y se notaba que estaba la chimenea encendida, se estaba realmente bien. Entramos en la cocina y allí estaba mi padre algo más mayor pero siempre con ganas de hacer cosas.
F- Papá, te presento a Carol.
Papá- Buenas tardes-se miró su barriga- aunque yo sólo he puesto mesa para cuatro y veo que seremos cinco.
Carol se quedó como cortada.
F- Que cosas dices.
Papá- Es una broma mujer, ¿que será niño o niña?
CA- Será una niña, si todo va bien.
Madre- Si que irá bien.
Subimos a la planta de arriba y nos alojaríamos en la habitación que habíamos usado mi exmujer y yo. Abrimos la puerta y la decoración era totalmente diferente, diría que algo más jovial.
CA- Parece que no hayas visto jamás esta habitación en tu vida.
F- Mi madre que ha cambiado toda la decoración y estilo, fijo que cuando vio cómo eras tú y sabiendo que estábamos juntos decidió hacer este cambio.
CA- Me gusta este lugar, parece tranquilo.
F- A mí me encanta para desconectar, tú a lo mejor piensas que es un sitio aburrido.
CA- Mi abuelo materno, cuando tenía unos nueve años me llevaba cada domingo a la montaña y allí caminaba con él, era maravilloso el contacto con la naturaleza, pero enfermó de cáncer a los pocos meses y aparte mi padre quería lo que tú ya sabes.
F- Qué te relacionarás con gente rica.
CA- Si y es que no me cansaré de repetirlo, me gusta mucho el dinero pero si no tienes con quién disfrutarlo para que te sirve, por cierto si no te sabe mal me voy a tumbar cinco minutos, tengo los pies molidos.
F- Tú descansa y ya bajarás.
CA- Espero que no me critiquéis mucho.
F- Tú tranquila, que te los has ganado ya.
Sabía que mis padres cuando estuviéramos a solas me martillearán con las típicas preguntas, pero lo único que me pidieron es que les ayudará con el aperitivo.
Cuando acabé aproveché para ir a buscar las maletas, mi empresa cerraba durante las fechas navideñas y además Paula y Tomás estaban volcados con su familia, así que aprovecharíamos para estar varios días con mis padres.
Subí las maletas y allí estaba ella estirada en la cama y con los ojos medio cerrados.
F- Carol si quieres descansar aprovecha, porque seguramente tendré que ayudarlos en algunas cosas.
CA- Tus padres a pesar de tu edad se les ve muy modernos y no como los míos, pero no quiero hablar hoy de este tema.
F- Por cierto (cambiando de tema) la cena es a las nueve de la noche, te lo digo por si te tienes que arreglar, aunque tu siempre estás guapa.
CA- A pesar de que estoy gorda y que casi no me cabe nada de ropa.
F- Si igualmente, he subido para decirte lo de la hora y que tendré que ir al pueblo a recoger varios encargos.
CA- No corras, por favor.
F- Tranquila.
Cogí el coche y me dirigí hacia el pueblo, era un trayecto realmente corto y en aquel preciso momento empecé a pensar que a lo mejor mis padres la interrogarían con preguntas sobre nosotros.
Fui a hacer todo lo que me pidieron: ir a recoger un poco de comida para el día de navidad y sobre todo bebidas de todo tipo, ya que al ver a Carol embarazada decidieron que comprara algún tipo de bebida más.
Estuve fuera con la tontería casi una hora, ya que todo el mundo aprovechaba para ir a comprar a última hora (incluso en un pueblo).
Cuando llegué solo estaba mi madre acabando de preparar la cena, cuando empezó el primer interrogatorio.
Madre- Hijo ¿de cuánto está Carol?
F- De 6 meses.
Madre- ¿Esto quiere decir que?
F- Que le era infiel a mi mujer y por esto a lo mejor no la aceptas.
Madre- Que un hijo se divorcie siempre es duro, pero si con ella eres feliz esto es lo más importante y ve a arreglarte, que ya no me acuerdo de los años que no nos veíamos en Navidad y por cierto no he subido a molestarla.
Subí a la habitación y di un par de golpes suaves en la puerta.
F- ¿Carol soy yo, puedo entrar?
CA- Si pasa, ahora he salido de la ducha, ¿has tardado mucho?
F- No te lo vas a creer y es que a pesar de ser un pueblo pequeño había tal aglomeración de gente, que esto parecía una gran capital.
Llevaba una toalla anudada al cuerpo que no podía disimular aquella barriga.
CA- Haber, si te has ido con otra -riéndose-.
F- A estas alturas cuándo ya he encontrado la perfección, lo dudo.
CA- ¿Y si no soy tan perfecta?
F- No existe nadie perfecto en este mundo, pero yo te quiero tal como eres.
CA- Yo también te quiero y por cierto hoy voy a estrenar un vestido que me ha regalado Andrea, quizás es demasiado elegante para esta cena.
La veía allí solamente con esa toalla y empecé a sentir cierta presión dentro de mis pantalones. La había visto multitud de veces desnuda, pero una excitación tan inmediata hacía tiempo que no la sentía y es que ella se dio cuenta al instante, pero no dijo nada.
F- Voy a pegarme una ducha y ya me visto allí, así no te molesto.
CA- No me molestas cariño.
Me cogí mi ropa y me fui a la ducha y es que no quería que viera mi erección. Me vestí y me fui a la habitación y volví a dar un par de golpes a la puerta.
CA- Espérame abajo que ahora vengo.
F- De acuerdo, pero no tardes.
Bajé hacia el comedor y ya eran casi la nueve, mis padres ya se habían puesto algo más elegantes. La mesa estaba perfectamente adornada y con una gran variedad de comida (casi todo lo que había allí le gustaba a Carol, ya que durante el embarazo aparte de algunas frutas y algo de marisco todo lo toleraba bien).
Estaba allí junto a mi madre cuando bajó Carol, llevaba un vestido azul marino justo por encima de su rodilla con unas medias negras y unos zapatos de tacón no muy alto, el vestido le realzaba su barriga y cómo queriendo decir que no tenía nada que esconder.
Madre- Hijo dile algo, que parece que te has quedado en babia.
F- Es que siempre que baja por unas escaleras esta espectacular.
Madre- Estás muy guapa.
Mi madre se dio cuenta al instante de que aquel vestido premamá no era precisamente barato, no era el Ralph Lauren de la boda, pero casi casi.
CA- Muchas gracias.
F- Es que me has vuelto a dejar sin palabras.
Madre- Ayuda a tu padre, que yo a mi edad ya no estoy para llevar cosas de peso y Carol no tiene que hacer esfuerzos innecesarios.
CA- Ya les ayudo yo.
Madre- Tú siéntate y descansa.
Fui con mi padre a la cocina y le ayudé a sacar los cuatros aperitivos que faltaban para poner en la mesa. Cuando me quedé perplejo con lo que me dijo mi padre.
Padre- Si su belleza la iguala con ser buena persona, entonces hijo ella es perfecta.
F- Gracias.
Padre- Hijo no te da miedo que, con la diferencia de edad lo vuestro no funcione.
F- Sabes en la vida todo es arriesgarse y por ella vale la pena, ella es más madura de lo que parece y lo de la niña, ha sido sin ninguna duda, lo que aún nos ha unido más.
Padre- Si sois felices, no tengo nada más que decirte y ves tirando qué pensarán que estamos hablando de ellas.
Nos sentamos en la mesa que era rectangular y Carol se sentó a mi lado y mis padres delante de nosotros.
La comida fue inacabable (había comida para un regimiento) y ahora yo pensaba cuanto tiempo tardarían en hacer las típicas preguntas (¿cómo os conocisteis?, ¿qué opinan tus padres?, ¿cómo se llamará la niña?, ¿cuándo os casaréis?), gracias a dios que durante la cena no hubo ninguna de estas cuestiones sobre la mesa...hasta que llegamos al postre.
Madre- ¿Carol me imagino que tus padres estarán felices con tu embarazo?
CA- Sabía que tarde o temprano tendría que explicarlo todo y a lo mejor con lo que os explico esta noche cambia por completo la imagen que tenéis de mí.
F- Tú tranquila.
CA- Mi madre vino a verme la semana pasada y mi padre me pidió que lo dejará con Fede cuando le dije que estaba embarazada, e incluso dijo cosas peores -se entristeció-.
La vi realmente abatida en sus explicaciones.
CA- Pero bueno os lo voy a explicar todo desde el principio: como conocí a Fede primero de todo.
No sé qué iba a explicar cuando noté que me cogía la mano. Fue aquel el momento en el cuál arrancó la explicación.
CA- La primera vez que vi a Fede fue en la Uni, estaba esperando a Tomás.
Madre- Tomás y Álex y el pobre Benjamín en paz descanse siempre han sido sus mejores amigos.
CA- Me fijé en un señor que estaba esperándolo, aunque en aquel momento no le di importancia alguna, al cabo de unas semanas vi que volvía allí y que por petición expresa de Tomás acompañaba a una amiga mía a su casa por qué no disponía de transporte para volver, me fijé en él y vi a una persona atenta en los detalles. No volví a verlo hasta el verano: exactamente a finales de agosto, cuando por casualidad él estaba cenando solo en un restaurante y mi amiga Cyntia le dijo que no hacía falta que estuviera solo y que podía sentarnos con nosotros. Yo en aquel momento tenía novio y me fijé en él y no sé porque, pero me atraía sexualmente más que otra cosa, cuando acabo la cena no volví a ver.
F- Vaya memoria que tienes -como adornaba las cosas-.
CA- En noviembre lo volví a encontrar esta vez en el hospital.
F- Yo venía de ver al recién nacido de Tomás.
CA- Y me cruze con él en uno de los pasillos del hospital y lo vi abatido y no sabía por qué.
Padre- Es verdad, cuando nos llamaba lo oía muy cabizbajo.
CA- Entonces no sé por qué y casi sin conocerlo le propuse quedar para tomar algo. Él estaba casado, pero esto no fue ningún problema para empezar a quedar. Nuestra relación tenía más de sexual que otra cosa, y no os lo toméis a mal a mí no se me había pasado por la cabeza una relación. Él estaba siendo infiel a su mujer pero cuando estaba conmigo lo veía animado, pero todo esto se truncó cuando perdí el contacto con él durante un tiempo y es que me había encariñado de él.
Algunas cosas que ella estaba contando las desconocía por completo.
CA- Le llamé varias veces y siempre me salía el mismo mensaje: el número al que llama no corresponde a ningún abonado. Así que me las ingenié para verlo y me costó dar con su paradero, pero lo logré y es que me enteré qué vivía en casa de Tomás aunque él no me quiso decir los motivos por los cuáles estaba viviendo allí.
Madre- ¿Tu mujer te echo de casa?
F- Si, por qué yo quería ir a la boda de Álex y ella no. Nos discutimos y acabé en la calle, sin coche y adoptado por la familia de Tomás.
Padre- Elvira ya sabes que no fue nunca de nuestro agrado, pero contando lo que nos cuentas y a pesar de tus infidelidades, tú mujer no actuó de la manera más correcta.
CA- Cuando lo encontré estaba muy desmejorado, poco a poco volvimos a quedar: ir al cine o a cenar y gracias a Paula la esposa de Tomás, que hizo de Celestina pude acercarme más a él y es que ella tuvo la idea de que yo le acompañara a la boda.
F- Yo tenía miedo de proponértelo, aunque me gustabas, pero es que tu...
CA- Yo estaba empezando a cambiar de opinión y es que es bastante extraño que te guste una persona mayor, pero cuando la conoces todo cambia.
CA- Ahora era importante convencer a mis padres, eso de ir a una boda con un desconocido era algo nuevo para ellos, yo siempre iba a bodas de mi entorno social y esa no lo era.
F- El día de ver a tus padres aquel día sí que lo recuerdo.
CA- Llegamos a mi casa y yo le había mentido a Fede sobre mi estatus social, mis padres son ricos y en mi casa el lujo siempre ha sido la cosa más normal del mundo, yo no se lo quería decir a Fede hasta que viera que él me valoraba por lo que soy y no por mi dinero, pero ese día las cosas no salieron del todo bien.
Lo invité a comer y mi madre se lo miró mal toda la comida y mi padre cuando estuvo a solas conmigo no encontró bien que el me acompañara y que además le consideraba un pobre miserable.
Madre- Mi hijo no tendrá grandes estudios, pero llamarle pobre miserable esto es algo muy mezquino.
F- En parte era cierto, tenía un trabajo a horas y que a su hija la acompañara a una boda un desconocido y mucho mayor que ella no le gustaba a su padre...imagino.
CA- Bueno, después de varias disputas logré que me pagará los billetes y el alquiler de un coche, pero a partir de aquel momento nos dejamos de ver hasta la boda.
F- Pero no pude, yo en aquel momento estaba colado por ella y no sabía cómo decírselo porque tenía miedo a ser rechazado por ella.
CA- Y yo pensando que yo no te gustaba.
Madre- Bueno cuenta él por qué no te hablas con tu padre, que estoy intrigada.
CA- Tranquila que ahora lo comentaré, volviendo al tema le dije que no nos veríamos hasta la boda, pero vino a verme el día de mi graduación y fue un día realmente feliz para mí y es que le echaba de menos y no solo sexualmente y es que yo le quería. No nos volvimos a ver hasta el fin de semana de la boda y allí todo empezó a mejorar: me cogió de la mano cuando me iba a caer, pero veía que no se atrevía y yo quería que aquel fin de semana, él se decidiera, por eso me puse el vestido rojo y es que lo que quería es que se atreviera a decirme lo que el sentía por mí.
Madre- Realmente el vestido en la foto se veía precioso.
F- Por cierto, yo también hice algo para acelerar las cosas.
Padre- ¿Y que hiciste?
CA- Eso fue realmente muy bonito, llegamos a la iglesia y conocimos a los padres de Alex, anteriormente les habíamos comentado el porqué de mi presencia, es más parece que no les disgustó y que no echaban de menos a su mujer. Entramos en la iglesia y la boda fue preciosa y en el momento en el que la novia dio el sí quiero, Fede hizo algo que no me esperaba: me cogió la mano y se fue hacía mi dedo y me puso un anillo, ves el que llevo aquí en mi mano.
Madre- Muy bonito, aunque algo sencillito.
CA- Para mí no era el valor, era cómo lo había hecho.
Veía en la cara de mis padres asombro total por lo que les explicaba, aunque vi hasta en la cara de mi padre una media sonrisa.
CA- Nunca en una boda me lo había pasado tan bien, ya que siempre tenía que ir a bodas por obligación y esta era diferente: bailé con Fede y sobre todo con Olivia la hija de Tessa que con seis años era una preciosidad y no sé qué me ocurrió aquella noche: si fue por que descubrí que a mí siempre me han encantado los niños, que sentía que Fede me amaba, pues que aquella noche...uff...bueno.
Noté que lo quería decir pero que se trababa.
Madre- Que hicisteis el amor y que ya no era sólo sexo.
CA- Lo siento es que soy muy lanzada, pero no me salían las palabras.
Carol estaba roja cómo un tomate y yo también en parte.
CA- Desde aquel momento no nos separamos ni un solo instante. No les dije nada a mis padres, solamente Tomás y Paula conocían nuestra relación ya que habitaba en casa de ellos y allí nos empezamos a conocer algo más hasta que en el mes de agosto me fui a Estados Unidos a hacer unas prácticas en un prestigioso bufete de abogados.
Padre- Que suerte ¿en qué zona estuviste?
CA- En los Ángeles, pasé mucho calor y aunque me lo pasé muy bien le echaba mucho de menos.
F- Yo también, el mes de agosto se me hizo eterno.
CA- Pero cuando llegué a casa y no encontrándome bien y viendo que no me venía la regla, mi hermana Andrea me acompaño a una ginecóloga y allí recibí la noticia, estaba embarazada.
Padre- ¿Y qué tenía de malo?
CA- Yo no sabía si él querría ser el padre y es que nunca le pregunté sobre el tema. Nunca pensé que durante aquella noche pudiera quedarme embarazada.
F- Cuando me lo dijo me hizo la persona más feliz del mundo.
CA- Yo pensaba que él no lo aceptaría, pero vi que me amaba. El mayor problema vino cuando se lo comenté a mis padres. Me dijeron que lo abandonara y que abortará, que yo era una niña mal educada y que sería una desgraciada, cuando salí de mi casa lo único que me quedaba era mi coche y mi móvil, ya que mi padre me bloqueó las tarjetas y ahora yo era un lastre para él.
F- Ella se estaba sacrificando por mí y yo me sentía realmente mal porque al estar conmigo estaba perdiendo el afecto de sus padres.
Mis padres se habían quedado de piedra.
CA- Si esa es la verdad, viviendo en casa de Tomás, en una pequeña habitación y con mi embarazo avanzando y subsistiendo con sólo 500 euros al mes y gracias a la ayuda de mi hermana.
Madre- Tus padres no hicieron lo correcto.
CA- Aún hay más, mi padre le citó a él una mañana para hacerle un trato: su mujer le daría el divorcio y le daría dos cientos mil euros a cambio de que yo no lo viera más. Ahora había descubierto que para mi padre era un simple objeto para poder venderlo a alguien de la alta sociedad que quisiera estar conmigo.
Padre- Un padre puede pensar muchas cosas de su hijo, pero esto es muy feo.
Mis padres estaban siendo más comprensivos de lo que yo esperaba.
CA- Aquella tarde mientras Fede estaba trabajando fui a hablar con mi padre y le eché en cara todo aquello e incluso le chantajeé para que le diera el divorcio a Fede y tuvo su efecto. Pero al cabo de una hora estaba en el hospital y es que con los nervios me empecé a encontrar mal y es que toda la tensión que acumulé me provocó un ataque de nervios que me hizo ingresar en el hospital, sólo fue un susto, pero la doctora me dijo que me tomará las cosas con calma.
Al cabo de tres días os llamamos y era para deciros que Fede era libre.
Mis padres se quedaron boquiabiertos.
CA- Podéis pensar que soy una simple veinteañera que se ha encaprichado de un hombre mayor. No os quiero engañar y es que he estado con muchos chicos, pero para ellos era un simple trofeo, en cambio Fede siempre me quiso demostrar que era un caballero y realmente cariñoso y durante estos meses de mi embarazo, no sé ha perdido ninguna cita con la ginecóloga y se ha preocupado al máximo para que yo estuviera bien. A lo mejor ahora me veis con otros ojos y pensáis que no soy la pareja adecuada para vuestro hijo.
Vi como mi madre se disponía para hablar.
Madre- Mira, a mi edad podrías pensar que soy una mujer chapada a la antigua, pero no y es que cuando oí vuestras voces y sobre todo cuando he visto su barriga me he emocionado. Tendrás solo 22 años, pero eres muy madura y realmente ambos habéis hecho muchos sacrificios para estar el uno con el otro, y no tenéis que dejar que nada os atormente.
Padre- ¿Por cierto de que pensáis trabajar cuando nazca la niña?
F- Le debemos dar las gracias a Tessa y también a Álex, van a abrir un pequeño despacho y nos han ofrecido trabajo a ella como abogada y a mí como administrativo y viviremos en un piso justo encima del despacho dónde ya nos las arreglaremos para tirar hacia adelante.
Madre- Todo son buenas noticias, aunque lo de tus padres me disgusta mucho.
CA- Mi madre vino a verme y ella sí que esta disgustada con la situación, de mi padre no quiero hablar y es que a veces me siento triste cuando lo pienso, pero ahora entiendo la frase de que el dinero no da la felicidad.
Durante aquellos postres Carol había resumido y omitiendo algunos detalles nuestra relación y es que mis padres la aceptaron y estaban encantados de verla a mi lado y es que sin darnos cuenta ya eran las doce y era hora de ir a dormir...o eso creía yo.
Nos despedimos de mis padres y mi madre abrazó nuevamente a Carol, nunca había visto a mi madre tan feliz en mi vida.
F- Yo no sabía que tú me querías, desde casi que nos conocimos.
CA- Desde el día que fui a tu casa empecé a sentir algo por ti y esperaba el día de la graduación para que me dijeras algo, pero las cosas no salieron cómo esperaba, ¿me ayudas con la cremallera?
F- ¿Pero no te gusto como lo hice?
CA- Me encantó, cuando se lo conté a Andrea, se emocionó y todo.
Le desabroché la cremallera y vi unos sujetadores de encaje que parecían aplastar sus pechos que ahora si tenían un tamaño bastante mayor, llevaba un conjunto negro de encaje con unas braguitas preciosas y unas medias a juego. Si antes con su visión casi desnuda me emocioné, ahora noté nuevamente como mi polla me volvía a apretar dentro de mi pantalón.
Yo aún estaba detrás de ella y noté como con su mano vino a buscar mi entrepierna.
CA- ¿Veo que aún te gusto?
F- Mi deseo por ti no ha menguado.
CA- Es que tengo miedo qué al estar gorda tú ya no sientas lo mismo por mí, pero antes cuando has venido y yo sólo llevaba la toalla vi que aún te gustaba.
F- Carol, cómo te lo tengo que decir que eres una preciosidad, inteligente y encima te has ganado a mis padres y me gustas por tu belleza interior, aunque la exterior me vuelve loco y que te quiero.
No hubo más palabras se giró y nos empezamos a besar, de forma pura y notando como sus labios acariciaban los míos y como nuestras lenguas entraban en contacto. Fui bajando delicadamente mis manos y acariciando sus caderas.
Estaba encendido y mi pene ya traspasaba el pantalón.
CA- Me parece que este pantalón te aprieta mucho y tu cosa se ahogará allí dentro -guiñándome el ojo-.
F- Creo que tendrás que sacarla a respirar.
Con un rápido movimiento de manos me desabrochó mi pantalón que cayó hasta las rodillas, me bajo el slip, cuando vio que mi polla estaba totalmente erecta y esperando a que algo la aliviara.
Carol se desabrochó los sujetadores y aquellos descomunales pechos, parecieron agradecidos de haber sido liberados de su prisión.
Se sentó en la cama y le ayudé a quitarle el vestido y las medias quedando solamente con sus bragas de encaje que se notaban que se adaptaban a su nueva figura perfectamente.
Ahora estaba de pie y con mi pene dirigido hacia ella cuando empezó a acariciarlo lentamente, cogió su mano derecha y comenzó a masturbarme de manera delicada, vi en su cara aquella sensación de vicio que parecía haber desaparecido durante los últimos meses, yo estaba en el paraíso. Si mis padres nos oían no sería nada extraño después de todo lo que les había comentado Carol.
Cogió mi pene y empezó lentamente a pasarme la lengua por los huevos, primero uno y después el otro hasta que se los metió los dos en la boca.
F- CCAAar...oohhh.
CA- GL…mmm.
Solamente me estaba lamiendo los huevos y era delicioso, eso sí temía que la cosa acabará demasiado rápido como en la otra ocasión, pero ahora todo parecía ser diferente. Miré como lentamente subía su cara y ahora si empezaba a chupar mi punta de manera lenta, haciendo círculos con su lengua y sintiendo como si tuviera que explotar, su lengua empezó a repasar mi tronco. A los pocos segundos la cogió con su mano y se la empezó a introducir lentamente en la boca.
F- Me encanta...que bien.
CA- Mmmmm..gg.
Lo hacía de forma rápida, pero con un tacto único y es que hacía tiempo que no recordaba una mamada como aquella llena de pasión y lujuria. Estuvo un buen rato con un mete saca y es que estaba totalmente poseída, pensé que le iba a dar algo si continuaba de esa manera. Durante unos breves segundos aguantó toda mi polla dentro de su boca, en aquel momento pensé que me moría de placer.
Sin que ella me dijera nada la fui sacando de su boca y es que desde que nos conocíamos no había recibido por parte de ella una felación tan suave y a la vez tan espectacular.
F-Ufff, pensaba que te ibas a ahogar.
CA- Casi casi, pero es que ya me había olvidado de comer esta deliciosa cosa que tienes entre las piernas y es que no hubiera parado, pero esta noche quiero hacer diabluras.
Se levantó y se quitó sus braguitas quedándose de pie durante unos segundos totalmente denuda. Aproveché para desnudarme yo también y me dirigí hacia su barriga y la besé, ella se acomodó en la cama y comencé a jugar con mi lengua en sus ingles recorriendo cada parte de su cuerpo antes de llegar a su preciado coño, el cual empecé a besar y al que no tuve que poner mucho empeño en excitar y es que estaba totalmente empapado por sus jugos, recorrí con mi lengua su clítoris muy lentamente, no éramos autómatas sino dos personas que se querían.
CA- Ohhh, que bien amor, así...oohhhh.
F- Te gusta.
CA- Si por favor continúa.
Cuando noté como su cuerpo se arqueaba y como con sus manos introdujo mi cabeza entre sus piernas y es que el orgasmo estaba a punto de llegar. Noté como una gran cantidad de flujos invadían mi rostro. Poco a poco noté como su cuerpo se iba desvaneciendo, aluciné que sólo con mi lengua hubiera llegado a un orgasmo como aquel y estando en su estado.
CA- Uff lo siento cariño, es que llevaba mucho tiempo sin sentir tu lengua aquí abajo, te he dejado la cara empapada cariño, ven hacia aquí.
Allí estirada me acerqué y nos empezamos a besar y es que ahora en nuestras lenguas se mezclaban sus flujos, en parte pensaba que ella estaría muy cansada y que no desearía nada y que yo me quedaría a medias, pero a mí lo que me importaba era que ella estuviera bien.
Estuve unos segundos allí a su lado y mirándomela, en parte mi erección empezaba a disminuir, cuando a los pocos segundos me dijo.
CA- Ahora quiero sentirte dentro y esta vez aguantaré más, ya sé que tengo algo más de barriga y sé cuál es la posición adecuada, aunque necesito un par de cosas: primero que me ayudes a levantarme y segundo, ve a buscar una almohada y algo duro dónde apoyarme.
Me levanté y fui al armario a buscar un par de mantas y una almohada, se los di y ella los puso en la parte alta de la cama, se acomodó en la posición deseada que era a cuatro patas pero intentando que su barriga no quedará aplastada.
F- ¿Estas bien?, ¿seguro que no te molestará?
CA- Tu tranquilo, sé que deseas hacerme el amor y sabes que a mi me encanta disfrutar del sexo siempre que sea contigo
Le di un beso y me dirigí hacía su trasero y lo empecé a besar mientras me preparaba para penetrarla, lo hice de la forma más delicada posible.
CA- ohhh.
F- ¿Estás bien?
CA- Si, pero es que la noto más que antes.
Vi cómo se iba perdiendo dentro de aquel maravilloso agujero y es que lo hacía con la mayor delicadeza posible. A partir de aquel instante comencé a penetrarla de manera suave y es que no quería ser brusco y es que lo último que yo deseaba es que ella no se sintiera bien.
A los pocos minutos y gracias en parte a hacerlo de forma delicada, noté como mi polla entraba y salía perfectamente. Ella movía su cuerpo al ritmo de sus caderas.
F- ¿Te gusta?
CA- Si...ohh.dios, me encanta no pares...asi...oohh así.
No hizo falta decir más y es que ver que ella estaba disfrutando hizo que yo decidiera aumentar el ritmo. A pesar de su avanzado estado de gestación, yo no había perdido ningún ápice de deseo por ella.
La forma en que la estaba penetrando me hacía prever que no estaba lejos de llegar otra vez al orgasmo, noté como no paraba de gemir mientras se agarraba a la almohada y es que parecía que la iba a morder.
Cada vez la penetraba más fuerte y pensaba que a lo mejor le haría daño.
CA- Dios, no creo que vaya a aguantar más, me encanta...así.
F- Yo tampoco.
CA- Venga va, un poco más.
De manera rápida empecé con un mete-saca a mayor velocidad y a los pocos minutos.
CA-OOHhhhh...córrete, no aguanto más.
F- Ahoooraa...prepárate.
Noté como salían disparados tres o cuatro chorros directamente hacía el fondo y llenando su coño de todo mi producto, los dos nos corrimos casi al instante.
CA- Ufff...estoy muerta cariño, creo que ha sido el mejor polvo que he echado en mi vida.
F- No lo tienes que decir para que me sienta bien.
CA- Te lo digo en serio y es que has intentando aguantar para correrte en el mismo momento que yo y lo que he notado ha sido mágico.
F- Yo padecía que no te hiciera daño.
CA- Daño ninguno, porque lo has hecho con una gran delicadeza, ahora entiendo por qué estoy a tu lado.
F- ¿Por qué?
CA- Porque vas a ser el mejor padre del mundo para nuestra hija y me importa poco que no seamos ricos, lo importante es querernos y lo que llevo aquí dentro es uno de los mejores regalos que me has podido hacer.
A los pocos minutos nos caímos rendidos en la cama.
Aquellos días allí fueron maravillosos y es que ya no teníamos que escondernos de nada ni nadie y es que en menos de tres meses empezaría una nueva aventura la de ser los mejores padres del mundo.
EPILOGO .
Un doce de marzo, a las diez de la mañana nació nuestra hija, a la cuál llamamos Paula y fue un momento único en la vida de los dos.
Paula estuvo encantada de que la niña se llamará como ella. Además, ella era quizás para Carol y para mí una de las personas más importantes en nuestra vida de allí en adelante.
Andrea y Tomás fueron los padrinos de la niña.
Su madre se divorció de su padre y gracias a un acuerdo económico bastante ventajoso pudo disfrutar de una vida bastante más desahogada y ayudándonos a cuidar de nuestra pequeña junto a la tía Andrea.
Su padre nunca más la llamó y eso fue quizás lo más negativo de todo.
Siempre que nuestro trabajo nos lo permitía intentábamos ir a ver a nuestros padres y ellos también hacían lo mismo y es que verlos jugar con la pequeña era único.
Volví a recuperar mi relación con Álex y toda su familia.
Sin duda la vida que habían diseñado para Carol no era esta, pero ella era mucho más feliz de lo que nadie hubiera imaginado. Nuestra felicidad al estar juntos y el sentir que teníamos algo en común nos hacía sentir realmente enamorados cada día que pasaba.
PD: Muchas gracias a todos los que habéis leído, comentado y valorado esta serie de relatos, dónde he mezclado romanticismo y sexo.
Tanto los que comentéis ahora, como los que lo hagáis hecho en los relatos anteriores. Gracias.