Perder la cabeza por Carol 7
Había llegado por fin la boda, allí me lo jugaba todo y el encuentro con otra persona me hizo ver aún más que amaba a Carol.
El fin de semana de la boda por fin había llegado. Eran las seis de la mañana y ya estaba preparado para que me recogiera Carol, mientras la esperaba Tomás y Paula vinieron a despedirse.
P- Pásatelo bien y recuerda lo que te dije.
F- Lo tendré en cuenta.
T- Al final has logrado ir a la boda, así me gusta que no hayas perdido la esperanza.
Al cabo de un par de minutos salí a la calle y apareció ella. Entre en el coche y me dio un beso en los labios, fue algo que me sorprendió ya que no me lo esperaba.
Llegamos al aeropuerto y facturamos la maleta. La mía algo viejecita y la suya una Samsonite nuevecita a estrenar.
Miré el billete y me di cuenta de que iríamos en buisness. Esperamos en una sala y allí tomamos un café con leche para despertarnos un poco.
Estaba muy guapa hasta de buena mañana: Con un vestido muy veraniego de color verde con estampado de flores y unos zapatos de cuña de esparto de color rosa. Pero su peinado me dejó alucinado: dos simples coletas que la hacían parecer más joven, a la vez que yo me veía más mayor.
Subimos al avión los primeros y acto seguido empezaron a entrar el resto del pasaje, cuando al cabo de unos minutos apareció Cyntia con su novio, me quedé atónito y no sabía que decir. En aquel preciso momento Carol salió en mi auxilio.
CA- Hola Cyntia, que casualidad encontrarnos aquí.
C- Si, ya es casualidad que vayamos en el mismo avión -mirándome a mí con una cara muy extraña-.
CA- Daos prisa, que la gente espera para entrar y a lo mejor se enfadan.
M- Venga tira.
C- Ya voy Marcos -con una cara de enfado-.
Aproveché para fijarme en el modelito que llevaba y es que no me acordaba de haberla visto nunca tan ligera de ropa: una camisa de manga corta enseñando canalillo y unos shorts tejanos que apenas tapaban el culo.
F- Muchas gracias por echarme un cable Carol, no sabía que decir y me he quedado cortado.
CA- Ella se ha quedado más petrificada que tú.
F- ¿Tú crees?
CA- Si.
Nos acomodamos perfectamente y es que iban a ser casi dos horas de viaje. Pocos minutos después de despegar noté que se le cerraban los ojos y que su cabeza se posaba encima de mi hombro, la situación no me disgustaba. Cuando notamos una pequeña turbulencia y se despertó de golpe.
CA- Perdón no quería molestarte, ¿cuánto tiempo he dormido?
F- Treinta minutos y por cierto no me has molestado.
Aterrizamos en el aeropuerto de Vigo y mientras esperábamos para recoger las maletas volvieron a aparecer Cyntia y su novio. Me fijé en él y era el típico niño de papá, además de desprender un cierto aire de chulería. Carol había aprovechado para ir un momento al baño. Cyntia se acercó a mí y vi que su novio se había quedado en un segundo plano mirando el móvil.
C- Que callado que te lo tenías, me pregunto que debe opinar tu mujer de esto.
F- No sé a qué te refieres, necesitaba una persona que me acompañará a la boda y ella se ofreció.
C- Carol como dice mi abuela "es más puta que las gallinas" y tú para ella no eres nadie.
F- Tanto tiempo sin vernos y veo que te has quedado a gusto, que sepas que me disgusta que hables así de ella siendo tú amiga y por cierto en algo tú eres mejor que ella: en dejar tirado a la gente.
En estas apareció Carol y vio mi cara de semi cabreo.
CA- ¿Ocurre algo?
F- Nada aquí hablando con Cyntia...de gallinas.
CA- Que cosas más raras.
Nuestras maletas salieron de las primeras y los dejamos allí. Fuimos a recoger el coche y nos entregaron un Mazda CX-5. En cuarenta minutos estaríamos en Pontevedra. Cuando llegamos al coche vi como Carol me miraba.
CA- O me dices tú lo que has pasado allí o comenzamos mal este fin de semana.
Quise callarme, pero lo que había pasado le acontecía a ella también.
F- Me ha comentado una serie de cosas sobre ti que no me han gustado mucho, es más diría que son incluso ofensivas. Si te las digo no quiero que cuando os veáis os discutáis y una cosa te voy a decir, antes de tener una amiga así me quedo con diez enemigos.
CA- Venga dime, que no será para tanto.
F- Qué eras más puta que las gallinas y que yo para ti no soy nadie, me molesto mucho lo que dijo sobre ti.
CA- Sera zorra...esta me las pagará, ahora no la llamaré por qué quiero disfrutar de este fin de semana, pero este comentario no me lo esperaba de ella.
F- No os enfadéis que todo en la vida tiene solución, yo creo que esta celosa de que estés tú aquí.
CA- En parte si y te digo una cosa que se joda, gracias a dios que no la veremos en todo el finde.
Arrancamos el viaje y como era aún de buena mañana decidimos pasar la mañana en la ciudad de Vigo, con su casco antiguo y ver una panorámica desde O Castro. Fuimos a comer y pagué yo (ella me acompañaba y ya que su familia había sufragado parte del viaje era lo menos que podía hacer).
Llegamos al parador para hacer el check in. El primer problema vino en que yo había pedido al novio dos camas separadas y al final me habían dado una de matrimonio.
F- Al final es cama de matrimonio, espero que no te moleste.
CA- A mí no me molesta, tú tranquilo.
En la recepción del hotel, a los asistentes a la boda nos dieron un planning de todo lo que habían preparado los novios. No teníamos nada que hacer hasta las diez de la noche, a esa hora había una cena de bienvenida y de esta manera tendríamos tiempo para descansar. Llegamos a la habitación y deshicimos un poco las maletas, ella aprovechó para tirarse en la cama y a los pocos minutos se quedó frita, oí mi móvil y era Paula.
P- Buenas tardes, ¿cómo va el viaje?
F- ¿Bien y los niños?
P- Carla me ha preguntado por que no estabas y le he dicho que te habías ido de viaje, me miró enfurruñada y le dije que con Carol y entonces se ha puesto contenta.
F- Estos niños.
P- A ver cómo va la cosa, ¿ya te has atrevido a decirle algo?
F- No he encontrado el momento, además nos hemos encontrado a Cyntia en el avión y me ha dicho palabras textuales "que Carol es más puta que las gallinas". Ahora ella está durmiendo y yo me he escondido para que no nos oiga.
P- Que hija de la gran...me callo, pero vaya amiga. Envía fotos cuando puedas y mantenme informada de todo y sobre todo pasáoslo bien.
F- Ya te informare, Adiós.
Al cabo de un rato se despertó, mientras yo miraba la tv.
CA- ¿Cuánto tiempo he estado durmiendo?
F- Una hora.
CA- Lo siento, es que esta noche he dormido fatal. Fui a cenar con unas amigas de Andrea y llegué a las doce a casa y no logré conciliar el sueño hasta cerca las tres.
F- No pasa nada, yo durante estos últimos meses no he dormido mucho.
CA- Me imagino que han sido unos meses muy complicados para ti.
F- Lo han sido, pero con la ayuda de la familia de Tomás y sobre todo la tuya se me han hecho más llevaderos.
Vi como medio sonreía y es que realmente estaba más calmada y es que aún no me había pedido ninguna petición sexual desde que habíamos llegado. Pensé en aprovechar el tiempo que teníamos libre para hacer algo de turismo.
F- ¿Te gustaría ir a pasar la tarde a Santiago de Compostela y visitarla?
CA- Me encantaría, ¿pero no se nos hará tarde?
F- No temas, llegaremos temprano y así te podrás arreglar tranquilamente.
CA- De acuerdo.
En Santiago de Compostela aprovechamos para ver la Plaza del Obradoiro y poder perdernos entre aquellas calles peatonales y allí fue dónde hice un primer gesto, diríamos que fue algo no buscado.
Ella se tropezó e iba a caer cuando yo la agarré fuerte y la cogí de la mano con todas mis fuerzas y entrelacé sus manos con las mías, noté unas manos muy suaves al lado de las mías.
CA- Muchas gracias, creí que me comía el suelo y si no llegas a estar aquí me hubiera hecho daño.
F- De nada. -me sentía extraño pero alegre-, ahora como abogada podrías denunciarlos.
CA- Aún tengo que aprender mucho del oficio, pero gracias.
Al cabo de unos momentos soltó mi mano para coger el móvil de su bolso, entendí que aquello había sido un mero espejismo y que no significaba nada.
Fue una visita rápida y me supo mal, pero habíamos venido a una boda y lo del turismo era un extra.
Llegamos al parador y nos fuimos a arreglar. Intenté arreglarme en el menor tiempo posible para que ella dispusiera de más tiempo.
Entró al baño y se despojó de la ropa que la había acompañado durante el día. Estaba desnuda y me imagino que ella se dio cuenta de cómo la miraba.
Me fijaba en aquellas preciosas piernas, en su culo perfectamente erguido y en aquellos magníficos senos.
La veía a través de la mampara y como limpiaba cada parte de su anatomía y me estaba empezando a excitar. Pensé en meterme en la ducha y hacerla mía, pero esta vez me contuve, porqué por ella sentía algo más que un simple calentón.
Cuando vi que iba a salir le di la toalla.
CA- Gracias.
F- De nada.
Se puso la toalla y envolvió su cuerpo con ella. Era preciosa y tenía una suerte inmensa de que me hubiera decidido acompañarme. Estaba colado por ella, pero no sabía cómo podía hacérselo saber.
Yo aproveché para ir al baño y dejé que se vistiera en la habitación tranquilamente. Al salir su look me dejó impactado. Se había hecho una cola con un pequeño lazo negro en forma de coletero, lleva una blusa blanca con tres botones que marcaban perfectamente su pecho sin que se viera de mal gusto, unos pantalones negros, unas sandalias de color gris y para rematar el conjunto una americana negra a juego.
F- Estás realmente espectacular.
CA- Gracias por el cumplido y tú también vas muy guapo.
F- Tú estás más guapa, eres joven y yo un señor mayor.
CA- ¿Oh soy yo la que tiene la suerte de ir con una persona como tú?.
Me quedé sin palabras ante su respuesta. De camino a la cena le comenté de qué conocía a Álex y mi relación con su hermano, para que supiera en todo momento que contestar y pudiera salir airosa de la situación.
Al llegar a la recepción vimos carteles que indicaban dónde tendría lugar la cena, cuando nos encontramos a Álex. Se había hecho algo mayor de cómo lo recordaba.
A- Fede, cuanto tiempo sin verte.
F- Estás igual que siempre.
A- No mientas y ves al final has podido venir.
F- Ha costado mucho más de lo que parece, por cierto, te presento a Carol, que es mi acompañante- sono realmente mal-.
A- Encantada de conocerte- le dio dos besos-.
CA- Igualmente.
A- Os dejo que aún faltan cosas para arreglar, después nos vemos.
Llegamos al jardín dónde se estaba realmente bien, no hacía mucho calor y justo al entrar nos dieron una copa de cava.
Había unas cincuenta personas aproximadamente cuando vi a Cyntia, mira que era grande el mundo y sobre todo Galicia para que nos la encontráramos allí.
F- No te alteres, pero Cyntia está allí con su novio.
CA- No temas que no diré nada de lo que me has comentado, pero lo que ha dicho sobre mí ha sido muy feo.
F- Me tengo que enterar de cómo ha llegado Cyntia aquí.
Me fijé en el look de Cyntia, y es que Carol en esta ocasión iba elegante y más bien tirando a discreta siendo como era ella. Cyntia era la antítesis incluso diría que demasiado provocativa.
Un vestido amarillo de una sola manga que dejaba insinuar ciertas partes de su anatomía a conjunto con unas sandalias de plataforma. Si al verla por la mañana me había sentido como paralizado, ahora no me iba a achantar ante ella.
F- Buenas noches Cyntia, mira que pequeño es el mundo que nos volvemos a encontrar.
M- ¿Os conocíais?
F- Si, un par de veces y como es la "mejor" amiga de Carol por eso la conocía.
M- Me alegro de que coincidamos, así ella no se sentirá tan sola.
F- ¿Por cierto de que conocéis a Álex?
M- Lo conocemos porqué soy primo de su novia, más bien futura esposa y que nos invitarán ha sido un gran honor.
CA- A nosotros nos ha encantado que nos lo dijeran, ya que Benjamín el hermano de Álex era su mejor amigo.
M- Ah...pues tú eres el Fede del que tanto hablan, para ellos es como si fueras uno más de la familia.
CA- Por eso hemos venido.
Aquella conversación era de auténtica traca y es que Carol salía en mi ayuda a cada instante y es que encima no paraba de meterle pullas a Cyntia a la primera que podía.
Al cabo de unos minutos aparecieron los novios: ella se veía sencilla: morena, no muy alta y de complexión delgada y es que a simple vista se veía que hacían buena pareja.
Con la excusa de ir a buscar algo de bebida (en realidad no quería compartir ni un segundo más con Cyntia) nos fuimos al otro lado del jardín cuando nos abordaron Álex y su novia.
A- ¿Os presento a Zaida?
F- Encantado
CA- Enhorabuena -dándole dos besos-.
Z- Sabéis él siempre habla de ti y a pesar de no haber tenido mucho contacto en los últimos años.
F- Me voy a emocionar y todo.
A- Eres una persona muy importante en nuestra familia, faltan mis padres que vendrán mañana, pero hay bastante gente que estará contenta de verte después de tantos años, si nos disculpáis tenemos que seguir saludando a la gente.
Cuando se fueron Carol me preguntó el por qué hacía tanto que no nos veíamos, le comenté que mi mujer nunca entendió mi relación de amistad con Álex y Benjamín. Esto hizo que nos distanciáramos, ella alucinó con la situación que había vivido.
CA- Pero ahora estamos aquí y este tiene que ser un fin de semana muy especial.
F- Sí, intentaremos que sea muy bonito.
En estas aparecieron la viuda de Benjamín (Tessa) y su hija que ya tenía 6 años.
T- Cuantos años sin vernos.
F- Diría que demasiados, perdón te presento a Carol.
Todo el rato presentándola, quizás la hacía sentir mal, pero se ve que en todos estos años no se habían olvidado de mí.
F- Que niña más bonita.
T- Saluda a este señor, era el mejor amigo de papa.
La niña era muy tímida y se escondía detrás de su madre, pero fue en aquel preciso momento que Carol me sorprendió.
CA- Que niña más bonita, ¿a qué te gustaría ser la reina de este castillo?
La niña hizo una media sonrisa y entendí que Carol nos dejaba vía libre para que pudiéramos hablar tranquilamente.
CA- ¿Me la puedo llevar para jugar con ella?
T- Y tanto, ve Olivia y juega con esta chica tan guapa.
Se fueron las dos y nos quedamos solos para poder hablar.
F- Te quería pedir perdón y es que pensaba qué nunca más me volveríais a dirigir la palabra.
T- Nos enfadó mucho lo que ocurrió y los que se enfadaron más fueron los padres de Benjamín.
F- Si no me hablan lo entenderé.
T- Contigo no están enfadados, es con tu mujer...por cierto está no es tu esposa diría yo.
F- No, ella es una amiga que me ha acompañado y es que mi mujer me echo de casa y todo por qué decidí venir a esta boda, aunque seguimos casados.
T- Sabes, esta muchacha y tú hacéis buena pareja.
F- Pero ella es joven y yo...no tanto.
T- La edad no es importante y por la forma en que te mira diría que le gustas, me ha gustado mucho verte después de tantos años.
Fui a buscar a Carol y a los pocos minutos la encontré. Ahora ya no estaba con Olivia, sino que jugaba con tres o cuatro niñas más de una edad similar. No tenía ni idea de que tuviera tanta mano con los niños y lo mejor es que no paraba de reírse mientras estaba jugando con ellos.
F- ¿Que hace la niña más grande de todos?
CA- Pues jugando y pasándomelo bien -riéndose-.
Nos reímos los dos a la vez y es que la noche había ido mejor de lo que yo esperaba.
Me había reencontrado con amigos que eran como familia y también descubrí una faceta que desconocía de Carol. Era tarde y era hora de irse a descansar.
CA- Estoy muy cansada hoy y me caigo de sueño -bostezó-.
F- Yo no tengo sueño, si no te sabe mal y para no molestarte me iré a tomar algo a la cafetería o simplemente cuando tenga sueño ya subiré, hoy ha sido un día muy raro y no tengo sueño.
CA- De acuerdo, pero no tardes mucho que mañana te caerás de sueño.
Vi cómo se iba al baño para desmaquillarse y prepararse para ir a dormir. Aún no sabía como pero tenía que diseñar un plan para decirle que la quería y esperar que su respuesta fuera positiva.
Llegué al bar y a esa hora ya no quedaba casi nadie y la única persona que había era Cyntia. Se estaba tomando un cubata o algo similar.
C- Nos volvemos a encontrar nuevamente, creo yo que esto es el destino.
F- Yo diría que es pura casualidad -desdén-
C- ¿Dónde te has dejado a Carol?
F- Está descansando, hoy hemos madrugado bastante y está cansada.
C- ¿Y tú no lo estás? -acercando su mano derecha sobre mi pierna-.
F- Yo necesitaba pensar en cosas y no la quería molestar.
C- Ahora vais de parejita feliz veo, me pregunto que debe opinar tu mujer de esto.
F- Mi mujer de esto no opina nada. Carol es una buena amiga que ha estado en los buenos y en los malos momentos a mi lado y no como otras.
C- Sabes tú eres muy mono y en la cama diría que correcto sin más, no sé qué habrá visto ella en ti para aguantarte.
Su contestación me dolió bastante, pero lo que no te mata te hace más fuerte.
F- ¿Y tú novio dónde lo tienes?
C- Se ha ido con unos amigos a tomar algo por el centro, seguramente llegará tarde y yo estoy sola y busco a alguien con quien poder pasarla.
Ahora directamente posó su mano sobre mi entrepierna.
F- Creo que te estás equivocando...y mucho.
C- No llegarás a ningún lado con Carol. Yo creo que Carol es como una niña que disfruta de un juguete y tarde o temprano se cansa de él.
F- Tú no sabes nada y por cierto la que si me utilizo como un juguete fuiste tú.
C- Te lo repito, Marcos se ha ido con sus amigos y yo estoy sola.
F- Me parece que te has equivocado de persona y si tan necesitada vas pues te hubieras comprado un consolador, que es lo que necesitas y no a mí.
C- Veo que sigues igual.
Separó su mano de mí y se levantó con cierta sensación de enfado.
C- La familia de Carol nunca dejarán que un tipo como tú estés a su lado. Has perdido la oportunidad de follarme esta noche y que sepas que tú nunca llegarás a ser algo en esta vida.
Se levantó y me dejó allí en la barra, mientras no paraba de menear su trasero como si quisiera provocarme. Aquella conversación con ella había sido clave. Ahora lo tenía claro o iba a por Carol o me quedaba solo, pero una cosa sabía, Cyntia no me amargaría el fin de semana.
Estuve un rato allí hasta que me acabé la consumición, en breve cerrarían el bar y como no podía dormir aprovecharía para pasear y es que la temperatura era casi perfecta aquella noche.
Llegué a una zona algo más apartada del Parador cuando oí unos leves gemidos y es que no sé qué ocurría hasta que lo que pude ver me dejo atónito.
Allí en una zona dónde había algo de luz, pero alejada de la gente estaba Cyntia. Llevaba el vestido amarillo subido hasta la cintura mientras un chico la estaba penetrando desde atrás, yo diría que más bien le estaba metiendo su polla hasta el fondo de su ser, ya que no paraba de chillar.
C- Ohh...si, cabrón hasta el fondo...métemela...más.
Pero no estaban solos, mientras aquel chico la perforaba cómo si lo que tuviera entre sus piernas fuera un martillo percutor, Cyntia estaba devorándole el coño a otra chavala que debería tener unos dieciocho años como mucho y que estaba subida en una especie de muro y con las piernas totalmente abiertas.
La escena era digna de una película porno. Yo le había dicho que no justo hacía un rato. Pero por lo visto no le había costado mucho encontrar a alguien para disfrutar de aquella noche.
Ella se movía al ritmo de la penetración que imprimía aquel chaval. Cyntia no paraba de pasar su lengua una y otra vez por la entrepierna de aquella chavala que solo iba con los sujetadores y que se agarraba sus pechos con sus manos mientras no paraba de gemir. El chico no paraba de follarla como una loca y soltándole todo tipo de palabrería "venga puta..así me gusta".
C- Si...si...si cabrón no pares así venga hasta el fondo...si, fóllame cabrón.
Me sorprendía y mucho la palabrería que usaba Cyntia. Realmente esa chica no se parecía a la que yo había conocido hacía un año. Me estaba poniendo cachondo viendo aquel numerito de auténtico voyeur y noté que tenía un buen empalme. Ahora tenía dos alternativas o me la meneaba viendo semejante escena o me apuntaba a la fiesta. Aunque al final tomé una decisión totalmente diferente: Decidí grabar la escena, esto sí que sería una venganza contra ella por todo lo que me había hecho.
Mientras grababa me fijé en que Cyntia con la follada que le metía aquel tipo seguro que ya se había corrido un par de veces y es que la taladraba sin ningún tipo de piedad. La otra chavala a pesar de no recibir su ración de polla parecía disfrutar con lo que le estaba haciendo Cyntia entre sus piernas. Perdí la noción del tiempo viendo a aquel trío en acción, además tenía miedo de que alguien me pillará. Sabía que aquello no tardaría mucho en acabar ya que el chico empezó a penetrarla de forma más violenta. De la forma en que lo hizo me di cuenta de que había eyaculado dentro de ella.
Cyntia se agarró al coño de la chica y por la forma en que chillo, le debía haber metido la lengua hasta el fondo de su coño.
Ellos se habían saciado, pero yo aún tenía mi polla como una piedra.
El chico sacó su polla lentamente del coño de Cyntia y como si las dos estuvieran poseídas por una lujuria absoluta, le empezaron a chupar la polla. Pero lo que me dejó totalmente descolocado es que cuando acabaron con aquel trabajo las dos empezaron a morrearse entre ellas y vi como Cyntia no paraba de magrearle el culo mientras su lengua se perdía dentro de la boca de aquella chavala, mientras el tío se las miraba.
A los pocos minutos se vistieron y cada uno se fue por su lado. Yo continuaba allí escondido y con mi polla aún dura y es que el espectáculo al que había asistido me había dejado sin palabras.
Estaba súper empalmado y con ganas de relajar semejante erección. Entonces pensé en Carol y en que la quería. Estuve pensando en cosas tristes, en malos momentos y al final después de un buen rato lo logré.
Regresé a la habitación y abrí la puerta intentando hacer el mínimo ruido posible. La habitación estaba a oscuras y solo se veía la tenue luz que entraba a través de la cortina
Me desvestí y sin hacer ruido me puse en la cama mientras la oía respirar, pensé en quitarle su precioso pijama corto de color azul, de donde parecía que querían sobresalir aquellos maravillosos pechos.
Estuve tentado, pero al final pensé que esa no era la manera de mostrarle mis sentimientos.
A la mañana siguiente oí que me tocaban en el brazo.
CA- Despiértate, qué hoy tenemos muchas cosas que hacer.
F- ¿Qué hora es?
CA- Las ocho y media.
F- Si la boda es a las siete.
CA- Pero tengo que ir a buscar el vestido aún.
F- ¿No lo traes en la maleta?
CA- Lo han enviado por transporte y lo tenemos que pasar a recoger.
Nos arreglamos y bajamos a desayunar. Éramos los que más habíamos madrugado y es que no había nadie allí aparte de un matrimonio mayor.
Salimos a pasear por la ciudad y después más tarde iríamos a buscar el vestido. Decidimos caminar por las calles peatonales y fuimos a parar a "La plaza de la Leña", dónde nos tomamos algo. Al estar en el centro aprovechamos para ir de tiendas y es que era algo normal en una chica de su edad.
Hubo un punto en que había varias iglesias, yo pensaba que si le decía de entrar en una me mandaría a freír espárragos, era la iglesia de la Peregrina algunos decían que no era gran cosa, pero a mí me atraía el lugar.
F- ¿Te apetecería entrar conmigo a esta iglesia?
CA- ¿Y por qué no querría entrar?, a mí me gusta ver cosas diferentes.
Era realmente pequeña, pero con encanto, estando allí vi que era el momento para atreverme a hacer algo y es que notaba su mano a escasos centímetros de la mía. Decidí cogerle la mano y es que en aquel momento mi corazón iba a mil, noté como mis dedos se entrecruzaban con los suyos mientras ella miraba cada rincón de la capilla. Fueron solo unos segundos y ella volvió a soltarme la mano (quizás me equivocaba yo con lo que hacía)
Salimos a la calle y Carol le pidió a una chica que nos hiciera una foto y justo en el momento en que nos hicieron ella me volvió a coger la mano.
Vi cómo cogía el móvil y estuvo unos minutos con él, se rio pero no dijo nada.
Ella aprovechó para mirar en un par de tiendas, mientras yo no encontraba la manera de decirle que la quería y que no sonará cursi y es que me sentía inseguro en aquel preciso momento. Cuando justo al lado de la tienda dónde ella estaba había una joyería. Se me había ocurrido un plan, aunque algo descabellado.
F- Voy a dar una vuelta.
CA- No tardes.
Entré en la joyería y es que ahora el tiempo corría en mi contra, ella no tardaría mucho en salir. Había visto un anillo sencillo en el escaparate y no sé por qué decidí hacer una locura, quizás después me arrepintiera de esta decisión, o quizás ella se reiría de mí. Ahora tenía otro problema y es que no sabía cómo darle el anillo para para demostrarle que la quería y que para mí era algo más que una simple amiga. Salí rápidamente de la joyería y entré en la tienda dónde ella estaba.
CA- ¿No te aburrirás conmigo?
F- Me encanta ir de tiendas, pero te quería dejar tranquila por si te molestaba.
CA- No digas tonterías, si es una pasada ir contigo de tiendas ya que encuentras piezas en las que yo nunca fijaría y sabes buscar las tallas en un momento. Me pruebo un par de cosas más y nos vamos.
En esas me llamó Paula.
P- Muy bonita la foto.
F- ¿Que foto? -cara de alucine-.
P- La que os acabáis de hacer cogidos de la mano
F- ¿Te ha enviado la foto?
P- Si...y veo que vas mejorando y tienes que decirle lo que sientes por ella, por qué esta chica es todo lo que necesitas tú.
F- Yo estoy colado por ella, pero si casi podría ser mi hija.
P- Esto son tonterías por cierto ayer por la noche iba muy guapa, aunque cuando la veas con el vestido que llevará esta noche te vas a caer de culo.
F- ¿Y no me puedes dar una pista?
P- No te voy a dar ninguna y de una vez por todas atrévete con ella, sabes que las oportunidades pasan volando y si no las aprovechas después te arrepentirás toda la vida
Colgué y a los pocos minutos ella salió con un par de bolsas.
CA- Te he visto hablando por teléfono.
P- Era Paula, que cómo iba todo y si nos lo pasábamos bien.
CA- Yo me lo pasó muy bien.
F- Yo estoy encantado de que estés aquí conmigo.
Vi como sonreía después de lo que le había dicho.
Ahora tocaba ir a buscar el vestido. A última hora llamaron para decirle que se lo entregarían en el parador a las cuatro de la tarde. Ahora disponíamos de mayor tiempo para poder ir a comer y descansar. Estaba nervioso ya que tenía un anillo en mi bolsillo y no encontraba el momento para dárselo.
Cada vez que me miraba a los ojos sentía la necesidad de decirle algo, pero a continuación pensaba en que quizás la respuesta no sería positiva.
Después de comer y cuando ya estábamos cerca de llegar al Parador, ella me sorprendió...aunque era para hablarme de otra cosa.
CA- No te lo quería decir, pero esta noche quiero sentirme realmente guapa y aparte del vestido, va a venir una peluquera y una maquilladora para arreglarme.
F- Pero si tú eres perfecta tal como eres.
CA- Pero me he fijado que este día es muy especial para ti y aunque tú no te lo pienses para mí también lo es. Es la primera boda a la que asisto lejos de la gente de siempre.
F- Yo siempre te veo guapa.
CA- Shhh...no te arrepentirás.
Llegamos al parador y a las cuatro en punto llegó el vestido. Cuando se lo entregaron vi como su cara se iluminaba por completo.
Eran dos cajas: una de color negro dónde ponía Ralph Lauren y otra donde ponía Manolo Blanik. Yo desgraciado de mi había invertido en un anillo más de lo que yo me podía permitir, mientras ella se daba caprichos como este, lo mío era una tontería al lado de esto.
CA- ¿Tú crees que estaré guapa?
F- Yo siempre te veo guapa e inteligente y buena persona.
CA- Eres un sol, a las cinco vendrán a arreglarme. He reservado un lugar dónde me pondrán guapa...por cierto antes de que se me olvide encima de la cama te he dejado algo para que te lo pongas, es un regalo para ti.
F- ¿El qué?
CA- Cuando llegues ya lo verás.
Me dio un par de besos y se fue. Ahora era ella la que parecía llevar el control de la situación. Subí a la habitación y encontré una bolsa dónde ponía Giorgio Armani, parecía un traje. Yo ya había traído el mío, pero aquello era un regalo que me había hecho ella.
Lo abrí y era de color negro, desconocía si era de mi talla y sólo faltaban dos horas para el enlace que era en la basílica a las siete de la tarde.
Me puse guapo y es que ahora sí que tenía decirle lo que sentía por ella. Me probé el traje y me iba como un guante, la camisa y la corbata eran perfectas, vaya ojo que tenía y sólo tenían 21 años.
Aproveché para mirar su Instagram para ver si había subido alguna foto y cuál fue mi sorpresa cuando vi que había cinco fotos del día anterior. En una de ellas decía "disfrutando de unos días maravillosos y únicos". Decidí que ya era la hora para ir a esperarla en la recepción.
Estuve un par de minutos esperándola cuando vi como lentamente bajaba por las escaleras, parecía una princesa de un cuento de hadas.
Llevaba un vestido de color rojo brillante con dos tirantes y marcando su sugerente pecho y un con un amplio corte en la pierna derecha, todo rematado con unas sandalias de tacón de color negro y un bolso a juego, pero lo más bonito era su pelo con toda su melena perfectamente peinada y un maquillaje en la que su cara aún se veía aún más perfecta. Sus pendientes y un collar de brillantes remataban el conjunto.
Me quede embelesado al verla y me estaba dando cuenta de que una mujer como ella era un sueño para mí, y que tenía que intentar decirle que la quería.
F- Eres una auténtica princesa de cuento.
CA- Gracias.
F- A ti te las tengo que dar, por este regalo.
CA- El regalo me lo has hecho tu al pedir que te acompañara.
La cogí de la mano y la ayudé a bajar las pocas escaleras que quedaban, solo faltaba media hora y seguro que nos costaría encontrar sitio.
Íbamos caminando dirección a la basílica, cuando me giré y vi qué detrás de nosotros venían Cyntia y Marcos.
F- Tenemos detrás de nosotros a Cyntia.
CA- Seguro que se quiere poner en primera fila.
F- Déjala estar.
CA- De acuerdo, no quiero que me amargue el día.
En ese momento ella me cogió la mano, seguramente lo hacía para hacerla rabiar. No me giré, aunque me imaginé que su cara debía ser de indiferencia o de rabia absoluta.
Llegamos a las puertas de la Basílica y estaba a rebosar de gente, muchos de los asistentes tanto hombres como mujeres se fijaron en el vestido de ella, no es que las otras chicas fueran mal vestidas pero su vestido era espectacular.
Allí estaba el novio esperando y hablando con sus padres, hacía años que no los veía y tampoco sabía si era el momento adecuado para poder hablar con ellos.
CA- ¿Son los padres de Álex?
F- Si.
CA- Ve hablar con ellos, no tienes nada de que esconderte.
F- Pero.
CA- Tú puedes.
Fue así qué cogido de la mano de Carol, me presente ante los padres de Álex.
F- Buenas tardes -estaba asustado-.
PA- Buenas tardes, cuanto tiempo sin vernos.
F- Diría que demasiado- tono serio-.
PA- Pero el tiempo lo cura todo y veo que vienes bien acompañado.
F- Es una muy buena amiga, que ha decidido venir conmigo.
MA- No temas que nuestro hijo nos lo ha explicado todo.
F- Gracias.
Entonces su madre le dijo algo a Carol para romper el hielo.
MA- Por cierto, es precioso este vestido.
CA- Muchas gracias.
MA- Eres preciosa, que lástima que seáis sólo amigos.
PA- Déjalo tranquilo, que el pobre ya hecho mucho por venir. Álex os ha reservado un buen sitio, en la tercera o cuarta fila, no lo recuerdo exactamente.
Nos dirigimos hacia el interior y me fijé en que Cyntia y varias invitadas más no paraban de mirar el vestido de Carol. Entramos y casi todo el mundo ya había ocupado su sitio, al llegar a la tercera fila vi un papel de reservado con mi nombre.
Ella seguía cogiendo mi mano y no sabía por qué lo hacía, quizás era una simple muestra de cariño...no lo sé.
El novio estaba muy nervioso, cuando entró la novia con un vestido precioso. Todo el mundo haciendo fotos con el móvil, incluida Carol (que ahora si había dejado mi mano).
La boda fue transcurriendo cómo mandan los cánones, cuando llegamos al momento cumbre de la ceremonia: el de él sí quiero. No sé por que pero me envalentoné en ese momento y saqué el anillo de la caja.
Noté que sentía mucho calor y es que lo iba a hacer era un disparate, pero tenía pocos segundos y quería que quedará perfecto.
Me fijé en su mano y miré en que dedo le cabría el anillo, (diréis vaya tontería).
Ahora estaba totalmente decidido, miré su mano derecha y la cogí, mientras con la otra preparaba el anillo.
Lo fui deslizando en su dedo anular muy lentamente y vi que ella no hacía ningún gesto y que estaba concentrada en el sí quiero. Carol sonreía mientras la novia daba el sí. Ella lo único que hizo fue entrelazar la mano con la mía.
El tiempo esperando una respuesta suya se me hizo eterno, ella sólo había sonreído mientras mantenía su mano cogida con la mía. Al terminar la ceremonia, fuimos a felicitar a los novios y nos hicimos varias fotos con ellos.
Salimos de la basílica y vi que ya había pasado un buen rato y ella no decía nada...cuando.
CA- Me has sorprendido, no esperaba que me dijeras que me querías de esta manera tan especial. Has elegido un momento muy bonito para decírmelo, pero ¿tú crees que yo sentiré lo mismo que tú?.
Ahora sí que todo se iba a pique, lo del Titanic iba a ser un juego de niños.
CA- Y tanto que me gustas, sólo quería ponerte nervioso un rato. Te dije que yo no quería nada contigo: nuestra diferencia de edad, tu matrimonio y lo mal que me habló de ti Cyntia y por esto decidí que nuestra relación se basará solo en el sexo...pero el día en que me dijiste todo aquello sobre mí y te fuiste, empecé a sentir algo por ti, te sonará realmente extraño. Sino hubiera sentido algo nunca habría venido a buscarte y es que cada vez que te conocía descubría que tú eras muy especial y es que nunca había sentido algo así en mi vida.
F- Me has dejado sin palabras con todo lo que me has dicho, yo te diría muchas cosas.
CA- Ya tendrás tiempo de decírmelas y de explicármelas.
Se acercó a mí y me dio un beso. Al cabo de unos instantes salieron los novios y yo estaba en una nube de la cuál no quería bajar.
Vi que Carol llamó a alguien por teléfono y veía en su cara una gran alegría.
CA- Es para ti, dice que te pongas.
F- Si.
P- Enhorabuena.
F. ¿Y eso?
P- La pobre, un poco más y se iba a morir esperando a que te declarases, es joven y moderna pero también es romántica y todo gracias a ti.
F- ¿Tú lo sabías todo?
P- Si, desde el día que la conocí nos hemos mantenido en contacto y ella me ha ido explicando como tu ibas haciendo gestos, pero parecías no atreverte y pensar que tú tenías tomada una decisión equivocada.
F- Lo siento, pero es que no veía cómo hacerlo.
P- Al final lo has hecho, pasáoslo bien.
Cuando nos íbamos de camino al Parador, ella me comentó que Paula era una persona muy especial para ella y que sin duda si estábamos aquí juntos en parte fue por ella.
Llegamos al Parador y todo estaba preparado para el aperitivo, no separamos nuestras manos ni un solo instante (solo para comer) y entonces llegó Cyntia con Marcos y se pusieron a nuestro lado.
M- ¿Que os ha parecido la boda?
CA- Ha sido muy bonita y para mi muy emotiva.
C- Yo creo que ha sido una boda como otra.
F- Para ti a lo mejor, pero para Carol y para mí ha sido muy especial.
Entonces se giró y me dio un beso en los labios, no pude ver la cara de Cyntia pero seguro que era para hacerle una foto.
Pero si el día iba bien con lo que paso a continuación se acabó de poner bien del todo.
Aparecieron dos camareros un chico y una chica sirviendo los aperitivos, cuando me los miré bien vi que eran los de la noche anterior. Los dos se miraron a Cyntia y ella también se los quedo mirando con cierta ambigüedad.
F- Has visto Cyntia, que servicio más atento con los clientes.
C- Si ya lo veo -con cara enrojecida-.
F- Yo creo que estos camareros se esfuerzan muy a fondo en su servicio -con una sonrisa maliciosa (ella desconocía lo que yo había visto).
Me separé de ellos y entonces vi que Carol no entendía nada.
CA- ¿Se puede saber a que ha venido esto?
F- Tu confía en mí y sobre todo no te enfades.
CA- ¿Me puedes decir que pasa?
F- Te voy a enseñar algo.
Nos alejamos un poco y nos metimos en un pasillo, saqué el móvil y le di al play (quité el sonido).
Y empezó la escena dónde se veía a Cyntia follando como una loca y teniendo sexo con aquella chavala que también era una camarera.
Me miraba la cara de Carol y es que a lo mejor pensaría que era un pervertido y lo de la declaración no había servido para nada, sus ojos alucinaban y le resumí el video ya que duraba diez minutos.
F- Ahora lo borraré, te lo quería explicar y por favor no te enfades conmigo yo sólo lo grabé.
CA- Nunca hubiera pensado que fuera tan zorra, me decía a mi guarra y resulta que se lo monta con los del servicio, ella sí que es más puta que las gallinas.
F- ¿No estás enfadada?
CA- No, aunque me pregunto si después de tal escena no sentiste ganas de aliviarte.
F- No lo negaré que iba empalmado, pero empecé a pensar en ti y en que pocas cosas valían tanto la pena como estar a tu lado, no te negaré que costó bajarme le excitación, pero lo logré.
CA- Eres un sol, no borres el vídeo por favor, quédatelo que cómo hoy me diga alguna cosa, se lo envio y a ver qué opina.
Volvimos al aperitivo y por allí apareció Tessa con Olivia.
T- No sé qué le has dado a Olivia, pero tiene unas ganas enormes de jugar contigo, pero con este vestido tan bonito me da miedo que te ensucies.
CA- No te preocupes por el vestido, yo también tenía ganas de jugar con ella.
Se pusieron a jugar cerca de allí y la niña a los pocos instantes ya la estaba abrazando.
T- Está espectacular, ¿al final es tu amiga o es algo más?
F- ¿Por qué lo dices?
T- Te he visto besarla a la salida de la basílica.
F- Si le he dicho que la quería, hace ocho meses que nos conocemos y vi que era el momento.
Le expliqué cómo lo había hecho y en el momento, me comentó que no había perdido mi vena romántica.
T- Disfrutad de este fin de semana y piensa que ella es lo mejor que te ha pasado en la vida. Disfrútala porque nunca sabes en qué momento te quedarás solo en la vida-medio triste-.
F- Mujer no llores, tienes a Olivia.
T- Ella es la que me ayuda a seguir, pero hoy no es un día para estar tristes sino todo lo contrario.
Después del aperitivo vino la cena y allí nos volvimos a encontrar con Cyntia, pero gracias a dios no íbamos a estar en la misma mesa.
Nosotros estábamos en una mesa con los primos de Álex y sus mujeres, uno de ellos no dejo de mirar de manera descarada a Carol durante la cena.
CA- Este tío me tiene harto, voy a acabar rápido con este tema.
F- Yo me he fijado, pero no quería darte la sensación de que soy una persona celosa.
CA- Tú tranquilo, que esto lo arregló yo en un momento.
Se levantó e hizo el ademán de como que iba a caerse, el tío aprovechó para cogerla por el brazo. Yo no sabía que tenía preparado cuando vi que el tío marcaba un gesto de dolor en su rostro, mientras ella le decía algo a la oreja.
F- ¿Que ha pasado?
CA- Nada, le he clavado mi tacón de aguja y después le he dicho que si intentaba algo más se lo comentaría a su mujer.
F- Veo que te las puede arreglar sola.
CA- Si y en parte te lo debo a ti.
F- ¿Y eso?
CA- Tú me has ayudado a auto valorarme y eso no tiene precio.
Llegó la hora del baile y Carol como era normal para su edad lo bailó todo, desde reggaeton hasta la típica música que ponen en todas las bodas. Ella tenía mucho más ritmo que yo y cuando yo me cansé, ella encontró una pareja de baile perfecta: Olivia.
Estuvieron bailando un buen rato y aproveché aquellos instantes para hablar con la familia de Álex ya que a esas horas el ambiente era más distendido.
Cuando volví a la pista ella ya no estaba, ahora no sabía dónde había ido y a los pocos segundos me fijé en que estaba sentada en la mesa dónde habíamos cenado. Me acerqué a ella y vi como tenía la cabeza de Olivia reposando sobre sus piernas. La niña estaba totalmente dormida, a pesar del ruido que había en la sala.
CA- Shhh...Esta rendida por favor no la despiertes, es una preciosidad-mientras le acariciaba el pelo suavemente-.
F- No sabía que te gustaban tanto los niños.
CA- A mí me encantan los niños.
F- Lo que me sabe mal es que no te puedas mover de aquí.
CA- Estoy bien aquí, está niña es un sol y aparte no me puedo quejar por el día que he vivido, lleno de emociones y muchas de ellas gracias a ti.
Al cabo de unos segundos apareció Tessa y me imaginé que venía a buscar a la niña.
T- Me sabe mal que se ha quedado dormida y que tú no te puedas mover.
CA- Es normal que esté rendida y es que las dos nos lo hemos pasado muy bien.
T- Tenéis que ir a descansar y con ella seguro que no lo logarías.
CA- ¿Que no nos ves para cuidar de un niño?
T- Y tanto que os veo, pero tenéis derecho a tener vuestra intimidad.
A Tessa le costó muy poco coger a Olivia, la cual se medió despertó para abrazar a Carol que se rio. Aprovechamos para despedirnos de los novios y es que con la tontería ya eran casi las tres de la noche.
Salimos de la sala y a mí me dolían los pies, no me quería imaginar a Carol que llevaba aquellos zapatos de tacón desde las seis de la tarde.
Subimos a la habitación y lo primero que hizo fue tirarse encima de la cama.
CA- Ufff...estoy muerta.
Yo fui algo menos bruto y me quedé a su lado mirándola.
F- Me encanta cómo eres y no sólo lo digo por tú físico.
CA- Sabes esta es una cosa que siempre me ha gustado de ti, todo el mundo siempre ha visto en mi a la típica rubia tonta y en ningún momento nadie se ha preocupado por mis sentimientos, aunque ya te dije que yo nunca cambiaría...tú has tenido la "culpa" de que viera las cosas de otra manera.
F- ¿Yo?
CA- Si tú...yo no disfrutaba del sexo por lo que te conté aquella noche, sólo quería saciarme sexualmente pero el día en que fuimos a casa de Tomás y que nos pillaron allí por primera vez sentí un placer inmenso y es que tú me has dado algo que me ha hecho sentirme viva: cariño.
F- A mi me ha costado mucho decirte lo que sentía y es que tenía miedo a que me rechazases.
CA- Ya te he visto que estabas nervioso, pero ha sido precioso.
Después de estos comentarios me acerqué a ella y empecé a acariciar aquella preciosa melena de color rubio, poco a poco nos empezamos a besar de manera muy suave y delicada (algo inaudito en ella hace unos meses), y es que notaba su respiración cada vez que nuestras lenguas se encontraban.
Acariciaba su pierna por dónde había el corte del vestido muy suavemente. Ella me miraba de una manera diferente, no tenía aquella cara de lujuria del principio y eso me gustaba.
Lentamente fui bajando hacía su canalillo y empecé a besarlo de manera suave y pasando mi lengua por él. Estaba muy excitado por qué era algo muy especial, noté como sus pezones se ponían duros dentro de aquel precioso vestido.
No quería ser brusco y con mis manos fui acercándome en busca del tesoro que se escondía entre sus piernas.
CA- Espera cariño y ayúdame a quitarme el vestido, ya sé que es muy bonito, pero para ciertas cosas no es muy práctico.
La ayudé a levantarse y casi como si fuera un vestido de novia se lo desabroché lentamente, el vestido fue cayendo hasta llegar a sus pies y es que ahora sólo quedaba ante mí con un elegante tanga de color rojo y sus maravillosos zapatos.
Ya que ella se había quitado la ropa, yo tendría que hacer lo mismo, ella me ayudó en la tarea: me quitó la americana y lentamente fue desabrochando mi camisa hasta que soltó el último botón, desabrochó mi pantalón y vio mi miembro todo duro y luchando por salir del slip que ella me sacó lentamente, mientras mi pantalón caía al suelo.
Se sentó en la cama y con sus manos empezó a acariciar mi torso desnudo, lo hacía con una suavidad única hasta que llegó a mi pene. Lo cogió con su mano derecha y comenzó a besarlo muy lentamente, comenzó a pasar su lengua de arriba hacia abajo, lo hacía de una forma tan dulce que hace unos meses hubiera sido imposible imaginarlo. Mi polla empezaba a entrar lentamente dentro de su boca, sentía el contacto de su lengua alrededor de mi tronco, el placer que sentía era inmenso, ella no paraba de acariciarme mis testículos y cada cierto tiempo levantaba la cabeza para mirarme. Aprovechaba aquellos instantes para acariciar su pelo y ella de manera progresiva iba aumentado el ritmo hasta que noté como mi miembro entraba y salía de su boca sintiendo una sensación única.
F- Me encanta, sigue así amor.
CA- Mmmmmm-solo sentía balbuceos-.
La fui separando de mí y es que quería que aquella noche fuera especial y que no todo acabará en una simple felación.
Me agaché y fui a besarla para volver sentir sus labios nuevamente con los míos. Ahora iba en busca de aquellos senos los cuáles empecé a lamer dedicándome a aquellos pezones que estaban realmente duros, pasaba mi lengua una y otra vez cambiando cada cierto tiempo de pezón y cuando levantaba la cabeza veía como miraba hacia arriba del techo debido a su estado de excitación.
CA- Ufff...que bien...me encanta, no pares por favor.
Ahora que aquellos pezones ya estaban realmente erectos debido a mi arduo trabajo, decidí que era un buen momento para dedicarme a su clítoris y a todo lo que había a su alrededor.
CA- Espera un momento
F- ¿Pasa algo?
CA- Estoy empapada de sudor y quiero que esté limpio, no tardo.
F- De acuerdo, pero no tardes.
Me dejó un poco chafado, pero no era nada extraño tampoco. Cuando salió ya no llevaba el tanga, me fijé en que parecía nerviosa y eso me sorprendió.
CA- Es que aparte de mi excitación estaba sudado y no quería tú me entiendes...
F- No pasa nada mujer, te entiendo.
Se tumbó en la cama y abrió sus piernas lentamente, acerqué mi cabeza y la puse a la altura de su sexo. Pasé muy lentamente mi lengua por su clítoris, yo quería que ella disfrutará al sentir el tacto de mi lengua con sus órganos genitales y cuando oí qué empezaba a gemir entendí que lo que le hacía no le disgustaba y es que poco a poco mi lengua fue recorriendo los pliegues de su sexo. Me moría de ganas de que sintiera mi miembro de ella. Pero estaba disfrutando y mucho con aquello. Ahora decidí alternar mi lengua con un dedo, ese dedo se perdió en cuestión de segundos dentro de ella y viendo como le gustaba, metí un segundo dedo. Aquellos dedos no paraban de entrar y salir mientras no paraba de recorrer con mi lengua todo su sexo, estaba muy excitada.
CA- OOOhhhh...
Fue todo lo que oí hasta que noté una fuerte oleada de jugos dentro de mi boca y es que se acaba de correr.
CA- Lo siento, no sé que me ha pasado.
F- Me imagino que te lo hago pasar bien.
CA- Sin duda -guiñándome el ojo-.
Ahora allí estirada ya estaba preparado para introducir mi pene dentro de su maravilloso agujero (no era la primera vez, pero era una ocasión muy especial).
Estaba preparado para la acción cuando ella me sorprendió.
CA- Por favor hazlo poco a poco, quiero que sea algo muy especial. Sé que no es mi primera vez, pero me gustaría disfrutarlo como si lo fuera.
F- Ya sabes que me gusta hacerte las cosas con cariño y por esto no tienes que tener miedo.
Me acerqué a ella y la besé con la mayor sensibilidad posible mientras mi pene se introducía muy lentamente dentro de ella. Debido a su excitación en pocos segundos había entrado por completo. Cómo era "nuestra primera vez", decidí hacerlo de la forma más lenta y delicada posible (a mi edad tampoco me iría mal, ya que si le daba caña me correría antes de lo esperado).
La miraba a los ojos y vi que me miraba de forma diferente mientras me acariciaba mi pelo con sus manos.
Quería que disfrutará y de la manera que lo estaba haciendo y en cómo empezó a soltar leves gemidos, entendí que ambos estábamos disfrutando.
CA- Uff...que bien me gusta mucho Fede, te quiero, sigue así y no pares...oooh si.
Ella abrió totalmente sus piernas para notar aún más mi penetración y noté que lo estaba disfrutando de una manera única. Fue en ese preciso momento en que entendí muchas cosas. Ella solo gozaba del sexo cómo algo sucio y no cómo algo bonito y ahora por extraño que fuera estaba experimentando algo que ella hace unos meses desconocía y es que yo quizás no era el mejor amante del mundo, pero le daba todo mi cariño mientras lo hacía.
Estuve un buen rato en esta posición y notaba todo mi miembro entrando y saliendo continuamente y cómo ella contraía su vagina para que lo notará aún más.
CA- Estoy cansada de estar aquí abajo.
F- ¿Por qué no me lo has dicho antes?
CA- Por qué me gusta lo que haces, pero ahora quiero ser yo la que disfrute de ti.
No dije nada. En otra época me hubiera comido la cabeza, pero había aprendido a que no se le tienen que dar tantas vueltas a las cosas.
Me estiré en la cama y me preparé para recibirla, cuando ella se levantó.
CA- Me voy a quitar los zapatos, después de tantas horas ya no los aguanto más, me imagino que te pone una mujer con tacones, pero necesito estar cómoda.
F- No te negaré que me gustabas con los zapatos puestos, pero también me imagino que son un incordio después de tantas horas.
CA- Lo que me gusta de ti es que eres muy comprensivo a pesar de todo.
Se acercó a mí y me dio un beso muy dulce en mis labios. Se empezó a acomodar y de forma muy lentamente noté como mi pene se introducía entre sus piernas y es que con lo excitada que estaba no le costó que entrará.
Ahora me dejé hacer y que fuera ella la que llevará el control de la situación. Comenzó a subir y a bajar y notaba como mi pene entraba y salía continuamente de dentro de ella, notaba el roce de mis testículos con su piel. Empecé a acariciar de forma muy suave todo su cuerpo.
De manera progresiva ella empezó a subir el ritmo mientras su pelo no paraba de moverse al ritmo que imprimía su cuerpo, ahora se había venido hacía delante dejando sus pechos a escasos centímetros de mí boca, momento en el cuál comencé a lamerlos mientras los cogía con mis manos.
CA- Ufff...sssiiii...cariño...así...
F-OOhhh.
Sus pechos se escaparon de mis manos y ahora se acercó a mi cara.
CA- Por favor, dime que me quieres...por favor.
F- Te quiero mucho, si te quiero.
CA- Si, yo también.
Me empezó a besar y a morrear como si aquello se fuera a acabar y era cierto ya que yo no tardaría en alcanzar mi orgasmo, creo que ella lo debió calcular por la forma en que empezó a moverse.
F- Carol amor no voy a poder aguantar más, lo siento.
CA- Córrete cuando quieras, tranquilo que yo te ayudo.
Sabía que gracias al ritmo que ella había logrado, mi eyaculación sería inminente. Era precioso tenerla a escasos centímetros de mi rostro.
F-Ohhhhhh...me corro.
CA- Ohh dios, ya lo noto.
Noté como varios chorros salían disparados directamente al interior de ella y vi como su cuerpo se desvanecía encima de mí. No era la primera vez que lo hacíamos, pero había sido realmente diferente. Ella estaba más cariñosa que nunca y eso en una chica de 21 años es muy de agradecer.
Allí encima de mí y con mi pene aún dentro de su coño, me empezó a besar de una manera muy suave. Noté como mi miembro empezaba a desvanecerse a pesar de sus caricias.
CA- Buff, ha sido maravilloso.
F- ¿No lo fueron las otras veces?
CA- No estuvieron mal pero hoy ha sido diferente y es cómo si me hubiera liberado de todas mis inseguridades, sabes estoy rendida y a la vez muy contenta de lo que aguantas.
F- ¿Lo dices por mi edad?
CA- No es por tu edad, es por que te importa que tu pareja disfrute.
Estábamos tan rendidos que nos quedamos allí en la cama y es que el día había sido perfecto en todos los aspectos y con un gran broche final.
Al día siguiente vi el reloj y me fijé en que eran las diez de la mañana y a las doce teníamos que abandonar la estancia. Me levanté y sin hacer ruido me dirigí al aseo. Me giré para verla una vez más y vi el anillo en su mano y es que estaba preciosa allí encima de la cama, si eso era un sueño no quería despertarme.
Me pegué una ducha rápida y salí, mientras vi que ella se despertaba y me acerqué a darle un beso.
F- Buenos días princesa.
CA- Buenos días, aunque con estas pintas no tengo nada de princesa.
F- Yo te veo igual de princesa así que con un vestido.
CA- Gracias, me voy a duchar no tardo que aún tenemos que desayunar, por qué ayer me dejaste rendida.
Aproveché para arreglarme y pensar en que me depararía el futuro: estaba casado, con un trabajo por horas, los padres de Carol no me tragaban y en parte yo era una persona bastante dada a venirse abajo.
No me di cuenta en que ella salió y me vio cabizbajo y pensativo.
CA- ¿Qué te pasa? -intrigada-.
F- Nada.
CA- Me imagino que piensas que yo después de esto te dejaré tirado, pues la respuesta es que me gustas y te lo digo en serio. Piensa que desde que empezamos con nuestra "historia" yo no he estado con más chicos y eso quiere decir algo. El mayor problema es que tú estás casado y esto sí que es un impedimento para nuestra relación. Hasta ahora no había porque preocuparse, pero si quiero estar contigo yo no te puedo compartir con otra persona.
F- Comprendo perfectamente tu situación y es que las cosas ahora han cambiado.
CA- Para mí todos los problemas, que tú puedas pensar que tienes son secundarios, pero el de tu matrimonio es el mayor de todos, pero disfrutemos y ya pensaremos.
Era bastante tarde y seguramente mucha gente ya se habría marchado. Una parte de mí tenía ganas de encontrar a Cyntia y chincharla algo más, pero no tuve esta suerte. A quien si nos encontramos fue a Tessa y Olivia.
Olivia fue corriendo hacia Carol cómo si no la hubiera visto nunca en su vida.
T- Hoy por la mañana lo primero que me ha dicho es que dónde estaba Carol.
CA- Ayer nos los pasamos muy bien las dos.
T- Ahora desayunad y después ya jugaréis.
CA- ¿Se puede quedar aquí con nosotros si no te molesta?
F- Tranquila que te la devolveremos de una pieza.
La cosa era realmente extraña y es que allí estábamos los tres cómo si fuéramos una familia, ella haciendo de madre y yo intentando jugar con ellas, ya estábamos terminando cuando vino Tessa a recoger a Olivia.
T- Es hora de irse ya.
CA- Con lo bien que me lo paso con ella.
T- No estamos tan lejos, vivimos a unos cincuenta kilómetros de dónde vive él.
CA- Entonces si me dejas algún día vengo a jugar con ella.
T- Cuando quieras, siendo una persona tan especial para Fede tienes las puertas de nuestra casa siempre abiertas.
CA- Muchas gracias -con cara enrojecida-.
Se intercambiaron los teléfonos y nos dispusimos a marchar, antes Olivia me dio un beso a mí y un abrazo grande a Carol. Era hora de irse y dejar atrás aquel maravilloso y único fin de semana, en el avión de vuelta mantuvimos el tipo y es que ella quería darme muestras de cariño, pero nos contuvimos.
Sobre las siete de la tarde Carol me dejó en casa de Paula y Tomás.
F- ¿Quieres entrar?
CA- Otro día con más tiempo, por cierto, tengo que decirte una cosa.
F- ¿Es algo grave?
CA- No, es que mis padres me han pagado un mes en Los Ángeles s para que hiciera prácticas en un bufete de abogados y durante todo el mes de agosto estaré fuera y sabes una cosa te echaré de menos.
F- Pensaba que...
CA- Dejarte...en ningún momento se me ha pasado esta idea por la cabeza, pero eso si tendremos que ser muy discretos con mis padres de momento.
F- De acuerdo amor.
CA- Te quiero
Y me besó nuevamente cómo una manera de decirme que me quería.
Al entrar en casa me recibieron todos, la primera que me vio fue Carla que se tiró a mis brazos. Unos segundos más tarde Paula quiso hablar conmigo a solas.
P- Te veo cambiado, parece que hayas rejuvenecido y todo.
F- Estoy igual...exactamente igual.
P- Ya me explicarás más cosas, pero entra, por cierto, tu mujer se ha enterado que has ido a la boda y muy bien acompañado.
F- ¿Has hecho tu algo?
P- Dar un pequeño empujoncito a las cosas.
F- A lo mejor ahora sí que me va a complicar mi vida.
P- Si te la complica mucho, entre todos te apoyaremos.
Paula me explicó que mi mujer llamó a Tomás, ya que después de que me echara de casa había dejado como teléfono de contacto el suyo. Me explicó que la bronca fue épica y las palabras textuales de ella fueron "que haga lo que quiera, pero esté no se va a ir con una puta veinteañera".
Era de ver que tarde o temprano las cosas tenían que cambiar, aunque no cómo yo esperaba y que conseguir ser feliz con Carol no sería tan fácil como yo esperaba y por lo visto mi mujer no me facilitaría mucho el divorcio y es que este no sería mi único problema.