Perder la cabeza por Carol 2

Mi segunda cita con Carol aún resulta ser más explosiva que la anterior, aunque me cuesta comprender ciertos aspectos de ella.

Pasaron las navidades y como siempre fueron aburridas al no tener mucha familia con quien celebrarla: El día 25 a visita a los suegros y el 31 y 1 a casa de mis padres que vivían a unos 300 kilómetros de dónde nosotros residíamos. Mi mujer odiaba profundamente ir a verlos ya que le disgustaba estar en un sitio dónde todo era pura tranquilidad. Al estar allí decidí hacer balance del año que estaba punto de finalizar.

Estaba casado con mi mujer a la cuál amaba pero a la que le había sido infiel con Cyntia qué   me dejó tirado, para acabar acostándome con Carol que era su mejor amiga y que sólo me deseaba para follar. Había sido un año muy intenso y con un futuro que yo no veía nada claro.

Por Instagram seguía las aventuras de Carol (la de Cyntia era privada), ella se había ido de vacaciones a esquiar a los alpes franceses, la niña se ve que tenía pasta o ves a saber a quién coño conocía.

Por Instagram recibí un mensaje de Carol que decía -feliz año y...espero que me lo hagas disfrutar-, a lo que yo le contesté -sin duda-.

Fue todo lo que supe de ella durante cierto tiempo, decidí no comunicarme con ella ya que imaginé que estaría centrada en sus estudios, además mi mujer andaba mucho más por casa y es que ya no era tan fácil escaquearme.

Con tal papelón en casa se me hacía imposible llamar a Carol para quedar para tomar algo (y follar).

Pero un pequeño rayo de luz se abrió entre tanta oscuridad. Era un sábado como otro al despertarme mi mujer me comentó que no estaría todo el día en casa y que no regresaría hasta medianoche ya que tenía una reunión para poder cerrar varias conferencias durante el año.

Envié un mensaje a Carol que decía: "Mi mujer estará todo el día fuera, si quieres quedar para comer estoy disponible hasta las 10 de la noche".

Dejé el móvil lejos del alcance de mi mujer ya que a veces le pegaba por revisarlo con alguna excusa, era algo que a mi me desagradaba mucho.

Estuve cada hora mirándolo hasta que cerca de las once de la mañana vi un mensaje que decía: "Si llegas a tardar un día más te hubiera dado puerta, hoy puedo quedar sobre la una del mediodía en un restaurante en el centro, te mandaré la dirección y sobre todo sé puntual.... y ya sabes aparte de la comida me merezco un buen postre "me entiendes".

La situación era extraña ya que lo normal (a mi edad) es que el que estuviera más salido que el pico de una mesa fuera yo y en cambio era ella la que iba más caliente que una sartén.

Mi mujer se fue sobre las doce, me arreglé un poco y le envié un mensaje a Carol para pedirle que me dijera la ubicación exacta del sitio dónde teníamos que quedar. A los dos minutos me envió la situación y el nombre del restaurante que estaba en el puto centro de la ciudad, lo que provocaba que para no pagar parking tendría qué estacionar el coche a media hora de dónde íbamos a quedar.

Después de dar mil vueltas logré aparcar, ahora tocaba caminar un rato y es que además aquel preciso día hacía un frio de mil demonios, en parte tenía ganas de verla en otro ambiente totalmente diferente al de la cena.

Llegué a la puerta del restaurante y allí estaba esperando, llevaba un abrigo de color negro y unas botas altas de tacón todo a conjunto con un bonito gorro, más de cuatro viandantes se quedaron mirándola y es que no era para menos.

F- Buenas tardes Carol.

CA- Buenas tardes, llegas tarde -con cierto tonito despectivo-.

F- Es que no he podido llegar antes, es que esto de aparcar es muy complicado.

CA- Bueno espero que no se repita.

Sus contestaciones me empezaban a cansar, sino fuera por qué dentro de mi miserable existencia el sexo con ella brutal, ya la hubiera mandado a la mierda.

Entramos al restaurante y nos sentamos, el ambiente era muy pijo (los precios de la carta eran abusivos), lo que me había ahorrado aparcando lejos ahora lo tendría que pagar allí. No me podía quejar ya que ella había cumplido una parte del trato que habíamos hecho y que consistía en quedar para tomar algo y conocernos algo más, aunque yo sabía que aquello no llevaba a ningún sitio.

Estar con ella durante la comida fue más agradable de lo que pude pensar, aunque en algún que otro momento llegué a pensar que ella era bipolar: ya que transmitía dulzura hablando de cosas en general y a los pocos segundos cómo si quisiera marcar su territorio te respondía de una forma poco educada.

Casi llegando a los postres noté como la punta de su bota empezaba a subir lentamente por mi pierna.

CA- Espero que estés preparado, porqué cuando salgamos de aquí quiero que me hagas sudar -mordiéndose el labio-.

F- De acuerdo, ¿pero dónde quieres ir a disfrutar?.

En mi casa no podíamos y además no tenía ni idea de dónde vivía ella.

CA- Tengo una amiga que tiene un piso y me lo presta para lo que tu sabes.

F- Pues a que esperamos para ir -siguiéndole el rollo-.

Solamente acariciándome con su pierna debajo de la mesa había logrado que se me acelerará el corazón como si fuera un adolescente. Pagamos a medias y salimos dirección a dónde íbamos a tomar "los postres".

Caminamos unos doscientos metros hasta que entramos en un portal dónde había un portero que observaba a todo el mundo que entraba, el hombre no dijo absolutamente nada.

Subimos al ascensor y marcó la novena planta. No tuve ni tiempo de acomodarme cuando se giró y empezó a sobarme mi entrepierna. No lo podía negar, quería tener sexo con ella y le iba a dar lo que ella deseaba que era ser follada sin ningún tipo de delicadeza, si era lo que ella quería no se lo iba a negar

Salimos del ascensor y en la primera puerta que había justo delante entramos.

Si ella quería carne y tema yo se lo iba a dar. Cerró la puerta y sin que tuviera tiempo a decir nada me abalancé sobre ella, aún llevábamos las chaquetas puestas pero poco me importó yo estaba muy excitado, la agarré desde atrás y la empotré directamente contra la pared y agarré con mis manos sus pechos y empecé a sobárselos, ella se dejaba hacer mientras yo no paraba de restregarle mi polla dura y fue de esta manera sin haber hecho casi nada que de su boca empezaron a salir auténticas guarradas.

CA- Así me gusta mi hombretón, hoy me vas a follar como una perra.

F- Si, te la voy a meter hasta el fondo.

CA- Así me gusta, quiero que me folles como una puta.

Yo le seguía el rollo, su vocabulario destacaba por una soez absoluta.

Le quité el abrigo dejándolo caer en el suelo y ahora podía ver aquel vestido de color negro que tapaba su culo y poca cosa más ya que sus botas llegaban hasta la rodilla y las medias cubrían entre el vestido y la botas.

Me arrodillé y empecé a subirle el vestido y llevaba un tanga de color negro el cuál le aparté y que estaba totalmente empapado de sus flujos, puse mi lengua y empecé a degustar aquel maravilloso coño, ella mientras no paraba de gemir con su cuerpo semi inclinado.

CA- Hasta el fondo, méteme la lengua hasta el fondo cabrón...ohh..si.

Con mi otra mano empecé a desabrocharme el pantalón y saqué mi polla la cual ya llevaba apretándome desde que salimos del restaurante. Mientras yo no paraba de comerle el coño y es que su calentura me volvía loco.

Mientras disfrutaba de aquel momento ella me dijo.

CA- Quiero comerte la polla, ya no aguanto más.

Me puso contra la pared y me acabó de bajar los pantalones, no tuve tiempo de decir nada cuando cogió mi herramienta con todas sus fuerzas y sin mucha espera noté como sus labios empezaban a tragarse mi pene.

F-Ohhhhh..-gimiendo de placer-.

Y cómo ocurriera el día de la cena empezó a chuparla como una auténtica posesa, iba rapidísima mientras noté que con la mano izquierda se estaba masturbando.

Cada cierto tiempo se la sacaba de su boca para decirme guarradas.

CA- Mi hombrecito tiene una buena polla, que Carol se tragará por qué le gusta.

Yo alucinaba con la felación que me estaba haciendo pero ya estaba cansado de que me la chupará y es que lo único que deseaba ahora era follármela. No entendía lo que me estaba sucediendo y es que nunca en mi vida me hubiera imaginado comportarme de esa manera, no sé cómo lo había hecho pero había conseguido sacar la parte más salvaje que habitaba en mi interior.

F- Ahora te la voy a meter, ¿pídemelo?.

CA- Por favor fóllame, méteme tu rabo hasta el fondo.

Se levantó y nos dirigimos hacia el salón, se recostó en un sofá y se puso a cuatro patas: le quité el tanga y sin mucha dilación preparé mi polla para metérsela, me moría de ganas de clavársela de una estocada como ella quería, pero yo era una persona y no un animal.

Así que de manera lenta y con el culo en pompa empecé a meter mi polla, mientras vi que ella empezaba a gemir, la calentura que llevaba ella era brutal, eso sí cuando llegué al fondo de su coño empecé a bombearla con todas mis fuerzas como si fuera un veinteañero.

CA- UMMM, más metemela hasta el fondo, joder...mmmm.. me gusta.

Mientras yo no paraba de hundir mi polla con todas mis fuerzas dentro de aquel maravilloso agujero. La forma en que gemía me hacía entender de que ya había llegado al orgasmo, yo lo estaba haciendo de la mejor manera posible e intentando imprimir un ritmo endiablado a aquella situación, para mí el espectáculo era épico, allí con su vestido subido hasta la cintura mientras yo me aferraba a sus botas de tacón alto y follándomela ahora si de una manera totalmente salvaje y desinhibida.

F- ¿Te gusta o quieres que pare?.

CA- Me encanta como me follas, pero ahora te voy a follar a ti pedazo de cabrón.

Entendí al momento lo que quería hacer, me aparté de ella y se la saqué de golpe con la violencia que lo estábamos haciendo fijo que a ella tenía que dolerle el coño.

Se levantó y se quitó el vestido quedando ante mí solo con unos bonitos sujetadores de color negro que realzaban unos magníficos pechos que parecían naturales. Me acomodé en el sofá  y sin tiempo para pensar cogió mi polla y se la metió dentro de su coño.

Yo estaba exhausto y aquí la edad se notaba ya que ahora era ella la que marcaba el ritmo no paraba de subir y bajar, mientras que yo intentaba sacarle el sujetador pero no lo lograba, me estaba poniendo nervioso en aquel momento cuando al final lo logré, ante mi aparecieron unos preciosos pechos con dos pezones duros como una piedra, los estuve sobando un buen rato hasta que empecé a chuparlos como si me fuera la vida en ello, mientras ella se metía mi polla hasta el fondo de su ser.

F- Joder...oohh si...

CA- Así...si...si..me corro, cabronazo, así cómeme las tetas...cabrón, que no te caben en la boca...oohhh.

Era la primera vez que me lo decía aunque fijo que ya se había corrido un par de veces por lo menos, era inaudito ver la forma en que subía y bajaba. Pasado un buen rato fui yo quién empezó a tomar el control y ahora era yo que de una manera algo más lenta decidí penetrarla y es quería que viera que no todo era follar como animales (era raro que siendo yo el hombre pensará de esta manera).

Después del meneo que nos estábamos dando nuestros cuerpos ya empezaban a estar al límite y es que estaba totalmente sudado del esfuerzo que estaba haciendo, y ahora sí que sentía no tardaría mucho en correrme.

F- Me encanta así, no pares que me voy a correr.

CA- Córrete fuera, me encanta sentir tu leche encima de mi cuerpo.

Se levantó de encima mío y al cabo de unos segundos y cómo si tuviera que explotar empezaron a salir varios chorros de semen directamente hacia su culo.

F-Ohhhhhh...dios mío- fue todo lo que dije-.

Carol me había hecho correr como nunca en la vida, ella se levantó y con la punta de sus dedos empezó a esparcir el semen que había encima de su culo.

CA- Veo que te los has pasado bien y a pesar de tu edad, me has pegado una buena follada.

Vi mi polla ya flácida y algo enrojecida y es que era la cosa más normal con los meneos que me había dado aun no entiendo cómo es que aún no se me rompió.

Cogió su ropa y se fue al baño, yo estaba hecho polvo, me faltaba hasta el aire para respirar y es que parecía que había corrido una maratón.

Sacando fuerzas de dónde no tenía me levanté y miré mi reloj: habíamos llegado a las 15:30 al piso y ahora eran las 16:30, habíamos estado más de 45 minutos “a piñón.”

Llamé a la puerta del baño antes de entrar y me dijo.

CA- Ahora salgo un momento.

Me esperé y entré ya que necesitaba echar una buena meada, cuando salió iba nuevamente vestida, viéndola así pensé que nos iríamos cuando me dijo.

CA- ¿Qué te gustaría hacer ahora?

Su pregunta me sorprendió y bastante, si me llega a decir de echar otro polvo, yo me largo.

F- Pues...

CA- ¿Qué quieres hacer? -con un tono más nervioso-.

F- ¿Esta televisión tiene smartTv?

CA- Claro hombre.

F- Te propongo un plan.

CA- Dime

F- Vemos una película...aunque nos faltaría palomitas.

Me sentía asustado de que me dijera que no y que me mandará a casa directamente.

CA- Miraré a ver si encuentro.

F- Gracias.

CA- Las encontré.

Nos sentamos en el sofá (que olía a sexo por los cuatro costados), trajo un par de refrescos y un cuenco con las palomitas, me extrañaba que ella no se hubiera opuesto este plan, pero una parte de nuestro plan consistía en esto.

Nos sentamos en el sofá y elegimos la última de Piratas del Caribe. Necesitaba algo que no me calentará mucho la cabeza, me senté en visión recta a la tv, el cuenco en medio y ella al otro, aquello parecía una cita al revés ya que primero habíamos follado.

Cuando se acabaron las palomitas ella se acercó más a mí quedando casi uno al lado del otro y así estuvimos toda la película casi en silencio sin decirnos nada, cada vez aquello era más extraño.

Cuando acabo la película me dijo.

CA- ¿Te quieres venir a dar una ducha?.

F- Si, ahora vengo espera que limpio el cuenco.

CA- Ya lo haré yo más tarde.

F- Ya lo hago yo, tranquila.

Vi cómo se iba al baño y es que pensaba que ella se iba a dar una ducha, pasados unos cinco minutos decidí entrar en el baño, el agua estaba encendida pero eso no fue lo que me llamó la atención

Allí en un pequeño rellano de la bañera estaba ella abierta de piernas y masturbándose como una loca con su mano izquierda, mientras se metía dos dedos a la vez, con la otra mano no paraba de magrearse sus tetas, cuando abrió los ojos en lugar de sentirse asustada continuó con ese arduo trabajo que estaba haciendo.

Cómo bien entenderéis a pesar de que hacía un par de horas que habíamos follado mi polla se volvió a poner dura (cosa que no entendía por qué a los 40 uno no se recupera igual que a los 20).

Me estaba mirando con una cara de vicio absoluta, me desnudé y me fui hacía ella y sin que me dijera nada me metí mi rostro entre sus piernas y es que ella estaba muy mojada (debido al agua y a su excitación) Empecé con mi lengua a moverme entre aquellos labios, estaba muy cachonda y es qué vi que por mucho que yo lo deseará su forma de vivir el sexo no cambiaría aunque yo lo intentará.

Cuando me cansé de degustar aquel maravilloso coño empecé a subir con mi lengua hasta llegar a aquellos maravillosos senos y a chupar nuevamente sus pezones, y es que me había vuelto adicto a ellos.

CA- No aguanto más fóllame por favor, estoy muy caliente y la necesito tener otra vez dentro de mí.

Y sin más preámbulos y con una posición algo complicada y con sus piernas levantadas empecé a clavársela nuevamente, ahora la agarraba fuertemente por el pelo mientras no paraba de follármela, estaba realmente exhausto, saque fuerzas de dónde y la penetré de la forma más ruda posible para conseguir correrme lo más rápidamente posible y es que ahora no aguantaría tanto como hacía un rato.

CA- Así...siii...si...más.sssi....más...ohhh.

Ahora si notaba que notaba que mis fuerzas me estaban abandonado y que no aguantaría más.

F- Me voy a correr.

Mi idea era sacármela y correrme encima de ella y darle un beso como algo bonito (ya que aún por extraño que fuera no habíamos compartido ni un solo beso), pero ella me apartó y se salió de golpe de mí.

CA- Ahora me vas a dar lo que es mío.

F- No hace falta mujer, no es obligatorio.

CA- Todos los tíos queréis correros en la cara de una tía y que nos traguemos vuestra leche y sé que tú lo deseas, dámela que la quiero sentir.

No había manera de encontrar un solo momento de ternura en ella y es que tampoco pedía tanto, si lo que ella quería es que me comportará como un guarro pues lo haría.

Así que con ella de rodillas y chupándome los huevos como una posesa, empecé a masturbarme frenéticamente y es que quería correrme ya que me dolían las piernas y fue así que me preparé para descargarme sobre ella. Ahora era el momento y ya no podía más.

F- Toma tu leche y traga oohhhh.siii......toma toda la leche...ohhh

Tenía los ojos cerrados mientras noté como empezaba a eyacular, cuando abrí los ojos vi restos de semen: en sus ojos, en sus mejillas y en su cabello, mientras ella no paraba de pasar la lengua por cada rincón de mi polla hasta dejarla bien limpia.

Yo no sé lo había pedido y es que lo único que quería darle era un simple beso como agradecimiento (siendo un tío era muy raro lo que yo pensaba).

Al cabo de unos segundos se levantó y se pegó una ducha rápida, vi que se enjuagaba la boca. Cuando ella acabo también aproveché para ducharme y es que notaba que me temblaban las piernas.

Mientras me duchaba vi que ella se secaba el pelo, me fijé en su cuerpo desnudo: en aquella piel magnífica, en sus manos suaves y no cómo las mías que ya estaban envejeciendo lentamente. Me acerque lentamente dónde estaba ella.

F- Me prestas el secador, es que yo tengo poco pelo y un momento lo tengo seco.

CA- Toma.

Me pasé el secador y en menos de un minuto ya tenía el pelo seco, unos segundos antes de devolvérselo y teniéndola cara a cara decidí darle un beso en aquellos preciosos labios y sin pensar que un simple pico desembocaría en algo realmente muy extraño de comprender.

CA- ¿Se puede saber que haces?. -con un tono de enfado-

F- Es un beso.

CA- ¿Y por qué lo has hecho?.

F- Es una muestra de afecto.

Le había dado un simple beso y es que lo último que esperaba era que se comportará de esa manera. No lo voy a negar el sexo con ella era brutal y ella me había explicado su problema, pero tampoco hacía falta que me tratará de esa manera por un beso.

CA- Yo no te lo he pedido. -con tono serio-.

Ahora si qué me había hartado, estaba dispuesto a volver a mi miserable vida, sin nada por lo que vivir antes que aguantar las tonterías de esa niñata.

F- Mira Carol, ha sido solo un beso y aun no entiendo por qué te has puesto así de seria, ni que te hubiera pedido matrimonio.

CA- Veo que te tomas demasiadas confianzas.

F- ¿Un beso son demasiadas confianzas?. Pues sabes que te digo que gracias por todo y búscate a un niñato que te folle como una guarra y que te deje abandonada en cualquier sitio si es lo que tu deseas.

Un año atrás me hubiera callado, pero haberla besado y que me tratará como un tío raro eso si que había colmado mi paciencia.

Vi que ante mis palabras ella no hizo ningún ademán de contestarme, salí del baño, me vestí y salí sin mirar atrás y como vi que no venía entendí que allí todo se había acabado.

Apagué el móvil y empecé a caminar (30 minutos de trayecto a pie), pensé en qué quizás no había hecho las cosas del todo bien. Recordaba lo que ella me dijo de que lo nuestro era algo ocasional, una parte de mí se sentía liberado pero otra pensaba que ella aunque demostrará ser una mujer sexualmente desatada, en ciertos aspectos la veía como una mujer débil aunque ella lo negará, en parte no éramos tan diferentes.

Llegué a casa, miré el reloj y eran las nueve de la noche, ahora encendí el móvil y vi que tenía 3 llamadas perdidas y varios mensajes todos eran de Carol.

Los primeros mensajes eran de que necesitaba hablar conmigo, pero fue el tercero el que me dejó atónito y en que Carol me mandaba un mensaje de voz.

CA- Entiendo que no contestes a mis llamadas, cuándo tú te marchaste estaba muy enfadada, me habías dicho ciertas cosas que me habían molestado mucho. Después me senté y estuve recapacitando y vi que yo tampoco me había comportado de la mejor manera posible, tú me habías dado un beso y yo no te traté de la mejor manera posible. Tú recuerdas lo que te dije el día de la fiesta, yo nunca podré cambiar aunque lo intenté.

No quiero dejar de quedar contigo y es que me gusta quedar para tomar algo contigo y como no practicar sexo, intentaré no enfadarme si me das un beso, pero no me pidas cosas imposibles

Se estaba disculpando y ahora me tocaba responder: la podría mandar directamente a la mierda o por el contrario agachar la cabeza y continuar siendo el cuarentón que se follaba a una veinteañera, no lo podía negar ella era muy especial y por cierto no quería llevarme el chasco que me llevé con Cyntia y viendo que en el horizonte de mi vida no veía muchas cosas mejores que hacer decidí contestarla por un mensaje de voz.

F- Yo también quería disculparme ya que nunca tendría que haber dicho semejantes barbaridades, pero yo no lo que hice sin ningún tipo de maldad, que sea un hombre no quiere decir que me tenga que comportar como un animal.

Me encantaría seguir quedando contigo…para tomar algo y para disfrutar juntos de lo que tu ya sabes (que frase más tonta por dios).

Lo envié y al cabo de poco volví a recibir otro mensaje de voz.

CA- Veo que ahora estamos de acuerdo en algo, tú sabes como soy y si no me aceptas así más vale que lo dejemos estar y que sepas un cosa hay muchos tíos que quieren follar conmigo pero en este momento el único que quiero que me haga disfrutar eres tú....-unos segundos sin sonido- y que sepas que el plan de palomitas y cine me ha gustado mucho..mua.

Ahora yo si que estaba descolocado, me estaba haciendo mayor y no entendía nada, pero bueno como la situación no me desagradaba del todo decidí continuar y le mandé el último mensaje.

F- Lo primero es que estudies y después si encuentro un hueco ya quedaremos.

CA- Ok, no te preocupes nos vemos.

Con Cyntia tenía claro que era una relación de amor (que acabó muy mal), pero con Carol las cosas eran diferentes, ella solo quería sexo y aunque yo lo negará sentía cierto afecto por ella, aunque sabía que no era recíproco, ella no deseaba tener ninguna relación afectiva conmigo.

Pero en muy poco tiempo las cosas empezaron a cambiar a peor y por extraño que fuera ese mundo en el que vivía se empezaría a tambalear y no era por Carol si no por cosas y situaciones realmente extrañas de entender.