Pepi y Joaquín

Historia de Pepi y el amigo de su primo

Hola soy Pepi mi marido no es guapo, pero es un buen hombre aquí el problema es que él no es muy activo sexualmente, y desgraciadamente para él yo sí… me considero una ninfómana, me gusta una polla dentro de mi coño más que un tonto un lápiz, aunque la verdad soy muy exigente, no con cualquiera me acuesto, en estos años de matrimonio he tenido experiencias sexuales y no precisamente con mi marido.

Hay una en especial que me fascina, y fue con el mejor amigo de un primo lejano que hace mucho no lo veía por el destino me lo encontré en un bar, cuando lo vi me emocioné y fui a darle un gran abrazo, saludé a su amigo y sin más me fui a otra mesa con mi marido quedando que otro día nos veríamos, pasó el tiempo y llego él a mi casa con el amigo ,mi marido no se encontraba en casa pues trabaja todo el día, cuando me percaté su amigo no dejaba de ver mis tetas, que son redondas, suaves de pezón rosado y grandes, no me molestó pues estoy acostumbrada a tal acontecimiento, mi primo me veía de una manera rara pero con ternura su amigo era de la misma altura que yo de buen ver moreno claro bien peinado, con un bulto entre las piernas de ensueño, y unas piernas y brazos que me decía que podían aguantarme sin problemas al momento de follarmé, su amigo llamado Joaquín despedía un olor de su loción que me podía volver loca pregunté sin más preámbulo ¿quién de ustedes huele a cachondo ? los dos sonrieron e hicieron un movimiento con sus hombros dándome a entender que no sabían me acerqué a mi primo y después a su amigo, diciéndole tú eres el que huele a cachondo me gusta tu olor, él perturbado por el comentario volteó a ver a mi primo y le sonrió y le dijo tu prima quiere abusar de mí siendo que soy mucho más chico que ella, y le pregunté qué tan chico me contestó tengo 28 años… sonreí y me dije a mí misma es hora de que alguien te dé una buena lección de sexo… pasaron los días y un día sin avisar tocaron a la puerta de mi casa era Joaquín, sonriendo me saludo y me dijo que no me invitas a pasar, claro le contesté, la segunda frase que salieron de esos labios carnosos fue ¿y tu marido? trabajando… ¡ah! si quieres otro día regreso sólo permíteme hacer una llamada pues se acabó el crédito a mi móvil, claro se acercó al teléfono mientras yo admiraba esas nalgas duras y bien puestas, me dio un escalofrió al oler que olía a esa loción que me volvía loca, terminó su llamada y le dije hoy también hueles a follame sonrió y me dijo y luego qué esperas, me dio una gran sorpresa y le dije por mí no hay problema… me acerqué y empecé a oler su cuello despacio apenas teniendo contacto de mis labios con su cuello inmediatamente se erizó su piel regresé mi mirada a su cara y sonreí, acerqué mis labios y le di un beso húmedo cachondo pero tierno dándole a sentir mi deseo por él… mordí sus labios él se dejaba querer y no oponía resistencia alguna, después de un rato de besarnos sus manos llegaron a mis tetas y me dijo me encantaron desde el primer día que las vi, son tan redondas y tan suaves que me ponen a 100, mi mano sin esperar más llegó a sus nalgas y empezaron a acariciarlas, después de un rato vi que él no iba a ir a más allá me despegué de él y me quité la blusa blanca ajustada que llevaba, él sonrió y se puso rojo sus manos en dos segundos tenía mis tetas aprisionadas empezó con movimientos inexpertos a acariciarlos le tomé sus manos y le ayudé a hacer el trabajo bien movimientos circulares lentos y apenas rozando mis pezones después de un jugueteo no mayor a cinco minutos decidí quitarle su camisa empecé a besarle los pechos y su abdomen y sin avisar fui a buscar lo que tanto deseaba su polla, me acerqué lo tomé con mis dos manos, era una polla normal pero sus huevos era muy grandes llenos de leche esa leche que quería dentro de mí, con la punta de la lengua empecé a recorrer el capullo de esa polla hasta podérmela comer toda sentía cómo las venas se hinchaban y como estaba a punto de correrse me hice para atrás y le pregunté qué pasa estas cachondo y sin poderme contestar me levantó y empezó a desnudarme era tanta su excitación que rompió los botones de mis pantalones ajustados y me bajó el pantalón con todo y tanga… desabrochó el sostén y su boca mamaron con gran desesperación mis tetas, no tan bueno haciéndolo pero su desesperación y deseo me excitaban, lo desnudé por completo y lo tiré al sillón de mi sala en ese momento su polla parecía explotar y aunque lo quería dentro de mí no me iba a arriesgar que se corriera en dos minutos así que decidí que la primera fuera una corrida de boca así fue se la mamé de principio a fin entraba su polla hasta mi campanilla y hacía que me diera cierto asco pero después de unos minutos ya no la sentía sólo sentía su calor y su textura suave dentro de mí succioné hasta que se corrió en mi pecho, se me quedó mirando y me dijo te toca gozar… ¿vale?, sonreí y me limpié con un pañuelo que estaba cerca, acercó una pequeña mesa y me abrió mis piernas él se arrodilló y quedó a la altura de mi coño, me afirmó aquí huele a ¡follame ya! y reí, me gusta tu olor es suave y excitante yo le dije deja tu comentario para después y comételo, empezó por besarme el pubis, y el poco vello que tengo dejaba observar el terreno desde el pubis, pipa y chocho su lengua era larga y se movía muy bien, empezó por besarme la ingle se fue acercando hasta rodear solamente con la punta de su lengua el pubis mi cuerpo se estremecía y deseaba que la chupara que se la comiera por completo pero también quería disfrutar esa excitación de no sentir su lengua y sus labios en mi pipa, bajó hasta mi coño y metió su lengua mi espalda se arqueó sintiendo el placer del sexo oral, metió y sacó varias veces su lengua dentro de mi coño hacía movimientos circulares pequeños pero perceptibles hasta el culo, después volvió a la pipa después de dos vueltas al ruedo  la pipa decidió comérselo lo cogió con sus labios y empezó a succionarme como si fuera un chupe de niño que se quiere salir de la boca, ¡¡¡por Dios!!! exclamé quería que parara pero al mismo tiempo quería seguir sintiendo ese orgasmo de contracciones y de corrida…. después de cinco minutos le pedí a gritos fóllame ahora ya quiero sentirte dentro de mí por favor hazlo.

Sin dudarlo se levantó y me la metió hasta el fondo mi lubricación permitió que entrara hasta el fondo que sus huevos rebotaran con mis nalgas “sí, sí”.

Así te gusta, así te hace falta eh… Dame fuerte, dame fuerte…-empecé a susurrar con los ojos cerrados ” Fóllame, como una perra, ¡¡soy tu perra!!, mis piernas las tenía él en sus hombros, empezó a moverse despacio, sin ninguna prisa, sacándolo casi por completo y metiéndola lentamente, cada vez me volvía loca un tío de 28 años, tener una polla tan potente follandome. después de varias embestidas decidió ocupar una de sus manos en mi pipa en ese momento más de una contracción me hicieron retorcer, de placer mis tetas se movían al compás de sus movimientos de cadera, él sólo gemía y cerraba los ojos, después de que mis contracciones cedieron un poco me giró sin sacar su polla de mi interior y bajó mi cadera quedando solo mi cintura y mi pecho recargada en la mesa, ahí sus embestidas por detrás, eran más rápidas más rítmicas  lléname de leche y al oír eso…no pude aguantar más, y se me corrió hace años que no sentía tanta leche yo empecé a gritar corriéndome a la misma vez, madre mía que cantidad de leche espesa y caliente él se quedó recostado en mi espalda y sonriendo los dos decidimos irnos a acostar al sillón, después de unos minutos me levanté y me dirigí a la cocina, le ofrecí algo de beber y no quiso abrí el frigorífico y encontré un poco de crema, en tubo, riendo y llevándomelo con las manos atrás de la espalda la crema me dirigí a él que mantenía sus ojos cerrados y sus manos tocándose la polla y sin aviso le eché la crema sobre su polla y empecé a devorarlo, en menos de un minuto su polla estaba de nuevo tiesa que podía espera si tenía tan solo 28 años su capacidad de recuperación era magnífica mientras yo se la mamaba él decidió untar todo mi cuerpo de crema ,mis tetas se veían más blancas y apetecibles que nunca mi abdomen mis piernas y mis muslos estaban blancos por la crema, después de que le quité toda la crema me tumbó al suelo y empezó a restregarse su cuerpo con el mío quedando los dos totalmente bañados de la crema, nuestros cuerpos se movían suave y se deslizaban tanto que cuando la penetración se dio sólo sonreímos y empezamos a gozar como dos locos, me sentía como si fuera mi primera experiencia sexual pero muy grata, después de más de una hora de bombeo terminamos nos limpiamos se despidió de mí, y desde entonces cada vez que se le acaba su crédito del móvil viene a mi casa a hablar por teléfono y a llenarme el coño de leche.