Pensando en ti
Esto es lo que pasa cada vez que me acuesto en mi cama pensando en ti.
Una vez mas me quede sola en mi. Con la mente dándome vueltas comencé a pensar en ti. La suavidad de mis sabanas me envolvía y mis manos se tejieron entre mi camisón y mi piel y sin darme cuenta me fueron desnudando como solo tu lo hacías.
Suavemente mis manos recorrieron mi cuerpo tibio, encontrando placer con cada roce, cada caricia, cada palpitación. Mis pezones se endurecieron y mi mente se perdió en tus recuerdos.
La luz tenue me recordaba a ti.
Mi olor me recordaba a ti.
Mi escalofrío me recordaba a ti.
Mi dedos rozaron mis costados y me estremecí sintiendo tus manos recorrerme. Mi labios se humedecían buscando los tuyos, mis ojos se cerraban buscando tu rostro. Mis piernas se abrían esperando tu aliento. Poco a poco mi cuerpo fue un incendio de pasión descontrolada que solo mis manos trataban en vano de apagar y luchaba para no tocar todavía mi sexo.
Vueltas y vueltas daba en la cama para sentir el roce de las sabanas por mi piel desnuda, encendida por tus recuerdos y mis memorias atormentaban mis manos llevándolas a tocar cada parte de mi ser que tus manos tocaron. Y así llegue a mi sexo húmedo y casi humeante, que gritaba por ser calmado. Mi clítoris clamaba por tu lengua y mis dedos, torpe imitación de los tuyos trataron de saciarlo sin remedio. Convulsionaba, temblaba, me estremecía de solo recordar tus penetraciones, tus embestidas que tanto placer me dieron.
Sin darme cuenta el tiempo paso y el orgasmo llego, dejándome exhausta sobre la cama revuelta con la respiración entrecortada y jadeante. Pero mi cuerpo quería mas. Tome el vibrador de la comoda y lo acerque a mi ya inflamado clítoris, para que las vibraciones lo alentaran a calmarse pero mi mente vacilaba y mi mano solo quería penetrarme con aquel objeto descarnado. Luche por calmarle pero solo pude sentir como lentamente el duro instrumento se deslizaba dentro de mi ser para penetrarme una vez mas como muchas veces lo hiciste tu. Tan húmeda estaba que sin darme cuenta la delicia de aparato emitía dulces pulsaciones de placer que me embriagaron para llevarme al éxtasis una vez mas.
Poco a poco entraba y salía por mi sexo, penetrándome cada vez mientras mi otra mano solo encontraba nuevas formas de presionar mi clítoris y abrir mis labios enrojecidos de tanto placer.
Solo pensaba en ti, en tu cuerpo pegado al mío, en tu olor, en tu sudor mezclado con el mío. Cuando mi cuerpo pidió masss!!!
Me tumbe boca abajo pegando la cara a la cama y levante mi cintura para sentir el aire frío en mi ano y mis nalgas mientras mis dedos humedecieron mi estrecha entrada que todavía estaba sin ser aliviada y así salió el consolador de mi cuerpo, mojado con todo mi ser para buscar la entrada a mis entrañas que tanto te gusta. Lo coloque en la entrada de mi ano y poco a poco fui empujando para dejar que se dilatara. Fueron solo segundos de espera, cuando de pronto todo mi recto se abrió para recibir tan preciado falo.
Que me penetro cual cuchillo corta mantequilla, sin nada que lo detuviera, fue a parar a lo mas profundo de mis entrañas, haciéndome sentir el calor de tu ser dentro, en cada vibración, en cada movimiento, en cada estremecimiento. Entraba y salía con desenvoltura, cada vez mas rápido, haciendo que mis piernas temblaran y me costara mantener la posición. Me tumbe hacia un lado, y abrí mis piernas para continuar penetrándome mientras mis ojos buscaban son desesperación algo que calmase tanta calentura.
Mi mano se estiro y tomo de la cómoda una botella gruesa de perfume, que sin aviso ni protesto busco penetrar en mi sexo, y asi mis dos manos tomaron posesión de mi. Una penetrando mi ano con el consolador y la otra con la botella en mi vagina. Perdí noción del tiempo, solo recuerdo como temblaba y me estremecía perdida entre las dos penetraciones que me tenían sin cordura. Cuantos orgasmos tuve es difícil saberlo, pero todavía tu recuerdo lo tengo pegado a mi.
Cuando logre retirarme despegar mis manos de mi cuerpo, extrayendo tan deliciosos instrumentos, solo pude descansar mientras la respiración volvía a mi ser, y así me quede dormida con tu rostro en mi memoria, y anhelando el volver a verte...
Lynn