Pensando en mi hombre!

Relato de una noche especial.

Por experiencias anteriores ella sabía que esos encuentros especiales tenían sabor a mucho amor, pero también, eran los encuentros donde ella se abandonaba a las manos de su hombre y se convertía en la más sumisa de las amantes.

Esta vez, él le había avisado que la visitaría un día de semana, y le había dado instrucciones estrictas.

Cabellos mojados, con el sexo depilado como él pidió, vestida con un conjunto de remerita y faldita de raso negro que él le eligió por catálogo, portaligas negro y tacos altos y un toque de ese perfume que tanto le gusta lo esperaba ansiosa.

En la habitación había preparado lo que su hombre pidió la venda de seda negro, algunos cinturones de raso, crema y velas.

Encendió las velas, perfumó el ambiente y caminó nerviosa por el lugar.

Sonó el timbre…Pablo había llegado

Se dirigió a la puerta, recibió la rosa que él le trajo y se echó en sus brazos. Colgada de su cuello se besaron un largo rato, las manos de Pablo le recorrían el cuerpo como reconociéndola.

Sin decir palabras, El tomo su mano y la condujo al dormitorio. Una vez allí, diciéndole lo bella que estaba y cuánto la amaba, tomó la venda y se la colocó…le susurró al oído "amor, hoy va a ser distinto""te amo" "no quiero que sigas una sola palabra". La ayudó a subir a la cama y la dejo arrodillada con un simple "ya vuelvo, quedate quietita amor".

Ella agudizó todo lo que pudo el oído pero no lograba darse cuenta de qué pasaba.

Al cabo de unos minutos (eternos para ella), sintió sobresaltada un beso en el hombro y las manos de su hombre que la ayudaban a bajar de la cama. Estaba desorientada, no sabía qué se le habría ocurrido a su amor hacer con ella ese día. La desvistió suavemente, dejándome solo la faldita y las medias.

Sintió que la tomaba en brazos y la apoyaba suavemente sobre algo duro, por los ruidos que escuchaba, supuso que era la mesa de la cocina, vestida con alguna tela suave. Otra orden "boca abajo cariño"..con ayuda de él y moviéndose con cuidado logró acomodarse..estaba muy nerviosa, pero a la vez, notaba su sexo mojarse como cada vez que sentía la piel de su Amo con ella.

Unas manos firmes tomaron sus tobillos y abrieron sus piernas, notó la suavidad del raso ciñéndolos, tiro de sus brazos hacia delante, logrando que sus pechos cuelguen por el borde de la mesa, y para completar el momento de exposición que la avergonzaba (y la excitaba aún más), le colocó un almohadón que elevaba su cola y la dejaba ofrecida a los deseos de su hombre.

Las sorpresas se sucedía, no sabe como , de pronto, dejó de oír…ese malvado amado se las había ingeniado para sacarle el último sentido que distraía su mente..ahora, no le quedaba nada más que SENTIR.

El tiempo parecía no pasar, ella no sabía dónde estaba Pablo, ni qué estaba planeando. De golpe, el ardor de un chirlo en sus nalgas la sacudió….se sucedieron muchos, alternados con alguna caricia enloquecedora…son dedos que la abrían y le hacían sentir que estaba siendo observada hasta su más intima fibra. Caricias en la espalda, dedos que seguían jugando, chirlos alternados, besos

Iba de sobresalto en sobresalto, pero cada vez más cerca del orgasmo..él se dio cuenta. Destapó un oído de ella y le susurró "nada de orgasmos amor, hasta que yo te lo permita"…Otra tortura más!...cómo hacer para no sentir, cómo hacer para que su cuerpo no responda de esa manera al hombre que amaba!

Se debe haber alejado de ella, ya que por unos momentos no sintió sus manos, sentía sus nalgas ardiendo y su sexo inundado.

De pronto, algo tibio, casi caliente, rozó sus labios vaginales…otro salto, ¿que era eso? No era Pablo, no era el consolador que alguna vez usaron, era algo distinto, de cierta rigidez, pero ¿caliente??...se desesperó, intentó soltarse…solo recibió un par de golpes secos en su cola dolorida…desistió,no quería castigos. Ese elemento desconocido, manejado hábilmente por su Amo, la penetraba, jugaba en ella, salía…¿que era? Quería tratar de posar sus pensamientos en descubrir el elemento para evitar dejarse llevar por el enorme placer que le causaba. Las manos de él sobaban sus nalgas, su sexo…no podía mas! Y se atrevió a hablar…"por favor" "no aguanto más"…otra vez la voz conocida en su oído"¿Estás muy caliente amor? ni se te ocurra! "yo lo soluciono "no hables mas!"…silencio de nuevo…pensó que la dejaría descansar, pero sería demasiado fácil…algo tiraba sus pecho para abajo ahora ¿las manos de él?? Quien sabe. sentía que se los estiraba, hacia abajo y hacia fuera, hacia arriba y hacia abajo..

Así, con la cola ardiendo, con su sexo invadido por vaya a saber qué cosa caliente y sus pechos atormentados….supo que iba a recibir un castigo, pues ya no podía soportar tanto placer….cuando estaba a punto de gritar su orgasmo, dos dedos le abrieron las nalgas, sintió el frío de la crema refregada y antes de sobreponerse a la sorpresa un cubito triangular era empujado dentro de ella..y la presión de las manos de Pablo juntando sus nalgas..Ahora sí que tenía en qué pensar, ya que sabía la orden indirecta..no dejar escapar una sola gota de líquido.

La desató, y dejó que apoye sus pies en el suelo, ofreciendo su cola y con el resto del cuerpo apoyado e la mesa, se puso detrás de ella, que, cuando sintió el calor tan conocido del miembro tan amado se volvió loca de deseos de ser poseída de una vez por su amor. La retuvo un rato ahí, esperando que el cubito se derrita, peleó con las nalgas apretadas para ponerle mas crema, le destapó los oídos y le susurró.."Relájate amor" "Podés terminar"…y penetró su cola con fuerza, no se movió, se quedó dentro de ella sintiendo algunas sensaciones desconocidas para él también. Y así, casi quietos los dos, sintiéndose al máximo, explotaron juntos en un orgasmo memorable para ambos.

La sostuvo en sus brazos, y la acompañó a la cama, donde le quitó la venda, le besó los ojos y emprendieron, esta vez, la danza del amor suave que tanto bien le hacía a los dos.