Pensamientos sin orden

Espero algún día, poder ordenar mis recuerdos, mis pensamientos y encontrar las palabras para conseguir plasmar esta historia en unas páginas.

Aquí estoy, ante la pantalla de mí ordenador. ¿ Cuánto tiempo llevaré, quince, veinte minutos? Quizás más y mi mente aún en blanco y lo que es peor, una página en blanco. Las palabras se amontonan en mi mente, enredadas en un baile desenfrenado. Mís recuerdos desean ser plasmados en esta pagina, pero no soy capaz de saber cómo empezar. Mi mirada está perdida en un punto fijo de la pantalla, mis dedos, apoyados sobre el teclado, reclaman las ordenes de mi cerebro, pero no soy capaz de escribir una sóla letra.

Me apetece un café, eso sí lo tengo claro, me dirigo hacia la cocina y me preparo uno muy caliente, miro por la ventana mientras espero el aviso del microondas, afuera llueve, el cielo esta totalmente encapotado, las gotas de lluvia golpean en el cristal y el "Clin" del aparato me hace despertar de mi letargo.

Allá voy otra vez, con la taza humeante entre las manos, me siento y coloco la mantita sobre mis piernas, este frío me cala hasta los huesos.

Al sentir el aroma del café el primer recuerdo aparece como por arte de magía. La cafetería, mi primer día de trabajo en ese lugar en el que apenas conozco a nadie, cierro los ojos y su imagen sigue intacta, mi primer cliente, mi primer café, me sonríe de forma tranquilizadora al notar el ligero temblor de mis manos, una vez servido, no sé qué hacer, decido pasar la balleta sobre la barra a pesar que está limpia. Su mirada me sigue allá donde vaya, me pone nerviosa, no es una mirada lasciva, al contrario, al mirarle es como si le conociese de toda la vida. Le sonrío, sus labios se esconden trás la taza, pero sus ojos me hacen saber que también me sonríe.

Han pasada nueve meses desde la última vez que le ví, pero aún sigue íntegro su recuerdo en mí mente, en mí piel, en mís labios.

No sé si algún día seré capaz de contar nuestra historia, no sé cómo hacerlo, sólo puedo decir, que fué muy intenso y apasionado a pesar de lo poco que duró.

Espero algún día, poder ordenar mis recuerdos, mis pensamientos y encontrar las palabras para conseguir plasmar esta historia en unas páginas.

Hasta el momento, sólo puedo dar esto.