Pensamientos ocultos
Noche en la muralla María. Pared del distrito de Shinganshina A lo lejos, se podía apreciar la voz de alguien lamentándose inclusive se podrían escuchar los sollozos de alguien sufriendo. Historia yo no quería esto
Noche en la muralla María.
Pared del distrito de Shinganshina
Pensamientos ocultos
A lo lejos, se podía apreciar la voz de alguien lamentándose… inclusive se podrían escuchar los sollozos de alguien sufriendo.
“Historia… yo no quería esto”
Pensaba Ymir mientras observaba el cielo estrellado, con una mano cubría la mitad de su rostro mientras sus lágrimas fluían considerablemente. Tan sólo pensando en sus acciones, el ir con Reiner y Bertholtd, ya no parecía tan bueno como era hace unas cuantas horas.
Haber dejado a su amada Historia de la forma en que lo hizo, causo en ella un dolor profundo en su corazón al pensar que tal vez de sus bellos ojos azules, cayeron lágrimas por ella…
Ella, la primera persona en sonreírle, en darle la mano, brindarle su amistad… y ser amable con ella a pesar de la personalidad de Ymir. ¿Cómo no sentir ganas de volver y abrazarla? ¿Cómo no sentir ganas de volverla a ver?
Lamentándose de una forma tan patética, pensando en ella… nadie más que sólo ella, pudo meterse tanto en su corazón, después de haber “muerto”, pudo revivir al encontrar una luz, una persona más importante, por la que ella daría su vida sin importar las condiciones que sean.
Ymir trato de ocultar su llanto de los chicos que estaban al lado opuesto a ella, cosa que fue inútil. El dolor era tan grande y las ganas de llorar eran casi inevitables al recordar su forma de ser con ella, sólo iba enserio cuando se trataba de ella, jamás pensó que todo eso iba a causar tanto dolor.
Ymir estaba consciente sobre la niñez de Historia, en ese momento se lamentó demasiado al no haberle dado un abrazo. En cambio simplemente fue una palmada en el hombro… se arrepintió tanto de ello…
“¿Por qué ahora recuerdo todo esto?”
Quizás sea por recordar la calidez con la que Historia le trataba a pesar de haber sufrido tanto, la sonrisa que le brindaba y, aunque Ymir estuviera lejos de ella durante el entrenamiento, podía sentir la calidez y amabilidad de la pequeña rubia, por alguna extraña razón podía sentirlo. Eso causo un sentimiento extraño para Ymir, pero decidió ignorarlo y seguir siendo la chica con la personalidad más mala de todas.
“¿Por qué no dejo… de pensarte?”
Amar es un sentimiento tan hermoso, así como puede ser doloroso, pero eso depende de la persona y cómo lo maneje. El amor para Ymir ahora era demasiado doloroso al estar lejos de la persona a quien por primera vez había querido proteger por encima de cualquier cosa… y a lo lejos pudo sentir los sollozos de una pequeña niña de 15 años. Eso hizo el dolor más grande en Ymir, cada vez anhelando estar con ella y abrazarla… volver para quedarse con ella tal y como lo había dicho anteriormente…
“No soy tan fuerte…”
Ymir no recordaba cuando fue que Historia se volvió tan importante para ella, pero no necesitaba recordarlo, ella ya era la prioridad de su vida, la luz de su camino… la persona que podía salvarla de la maldición a la que se encontraba atada…
Su llanto fue imposible de ocultar, así que comenzó a gritar de impotencia, llorando por ella, esperando que alguien pudiera llevarla con ella, tan sólo quería despertar de esa pesadilla y así despertar y poder encontrar a la Diosa de cabellos dorados cerca de ella durmiendo plácidamente… pero eso no pasó.
Su cuerpo ya estaba demasiado cansado, pero recordaba de nuevo a Historia y su llanto se hacía cada vez más fuerte, el sentimiento la estaba consumiendo, las oportunidades de estar cerca de ella se habían desvanecido ya que se encontraba a kilómetros de su luz… aquella luz que parecía extinguirse por cada minuto que pasaba, pudo calmarse por unos instantes y así secar las lágrimas de su rostro… pero...
“Historia… te necesito”
Y rompió en llanto de nuevo, el cansancio importaba ahora una mierda al recordar a Historia. Su cabello rubio, sus ojos color azul, la tierna voz con la que le hablaba, no estar cerca de la Diosa le hacía mal… le causaba un dolor más fuerte…
“¿Es tan malo que yo sea una titán?... ¿Ella tiene la culpa de que sea una titán?... ¿Acaso yo tengo la culpa de ser un titán?... ¡¡¡RESPONDE!!!... ¡¡DIOS RESPÓNDEME!!”
Sus ojos color marrón se enrojecieron por el llanto… la respiración ahora era irregular, los suspiros se hicieron más frecuentes y observar el cielo estrellado junto a la luna era deprimente… recordó las noches en que se quedaba con Historia mirando el cielo… en ese entonces, ella sentía felicidad aunque no lo demostrase…
“Yo no quiero esto…”
Por otro lado Historia se encontraba observando el mismo cielo, con lágrimas empapando sus mejillas, esperando a que todo sea una pesadilla, de la cuál despertará y con ello, crear una excusa de la que se aprovechará, para ir con Ymir y dormir a su lado… sintiéndose protegida en sus suaves brazos y sintiendo su calor…
“Ymir… ¿Por qué te fuiste con ellos?”
Historia no podía descifrar el por qué después de todo… sólo esperando por despertar, sintiendo una opresión en su pecho y las lágrimas caer por su angelical rostro… esa opresión, siendo confundida con la amistad, cuando en realidad… era amor…
El cielo, junto a las estrellas dispersas y la luna solitaria…
Ellas al estar lejos… tenían el mismo sentimiento presente… dolor. Desde entonces a Historia se le olvidó sonreír mientras que a Ymir, se le olvidó cómo sentirse viva. Historia se mantenía seria, necesitaba sentir a Ymir cerca, necesitaba a Ymir con ella.
Historia: “Tal vez te dije mi verdadero nombre…”
Ymir: “Tal vez fui la primera en escuchar tu nombre verdadero…”
Historia: “Pero no escuchaste de mí un…”
Ymir: “Y aunque nunca pude decírtelo…”
Historia e Ymir: “Te amo…”
Historia: “Quiero estar cerca de ti…”
Ymir: “No quiero estar lejos… me duele demasiado…”
Historia: “Por favor regresa pronto…”
Ymir: “Y quisiera correr hacia ti ahora mismo…”
Historia: “Te necesito conmigo…”
Ymir: “Espera por mí porque…”
Historia: “Aun así… yo te esperaré…”
Ymir: “Quiero decirte…”
Historia: “Y te recibiré porque…”
Ymir: “Debo decirte que…”
Historia: “Confió en que estás viva…”
Ymir: “Necesito decirte…”
Historia: “Y porque sólo a ti…”
Ymir: “Aunque sea por una vez…”
Historia: “Te puedo decir…”
Ymir: “Que yo…”
Historia: “Lo que nunca eh dicho…”
Ymir: “Te quiero y que…”
Historia: “A ninguna persona y es que…”
Ymir e Historia: “Te amo tanto…”
Y el tiempo pasó, y las dos entre lágrimas… se durmieron; Ymir volteada hacia la izquierda mientras que Historia se volteaba hacia la derecha... y las dos, con la mano en el pecho…