Pensamientos

Esta publicación no es erotica, ni romántica, solo que quise compartirlo con ustedes, por favor no se molesten por ello, así mismo agradezco si se toman el tiempo de leerlo. Saluditos

A veces me siento como una entre mil, por momentos llego a pensar que somos especiales al no formar parte del "grupo normal", como nuestra manipuladora sociedad se autodenomina, inventando reglas y excusandosé en una moralidad que nadie o casi nadie respeta.

Casi siempre es la misma historia que ocurre durante la adolescencia: el rechazo en todos los sentidos.

Primero empezamos por nosotros mismos y nos cuestionamos ¿por qué siento esto por mi amiga o amigo?, "esto esta mal", "no me gusta ser así", "seguramente pronto se me pasará", "si se enteran mis papás me matan", "ojala no se me note", "odio ser así",  y tantos pensamientos negativos hacia nuestra propia persona simplemente por sentir diferente a lo que muchos llaman "normal"...

Los más osados, o los más seguros o los más afortunados, superan esta etapa, y empiezan por aceptar que efectivamente, sienten diferente de lo común pero eso no los hace menos. Algunos más deciden ignorar sus verdaderos sentimientos, y seguir transitando por la vida con apego a las reglas de la sociedad, acallando sus pensamientos a fuerza de querer y silenciado su corazón, aunque esto les genere un gran sufrimiento. ¿Cuántos no han muerto por esta causa, despreciandose así mismos, sin encontrar el valor para enfrentarse al mundo, y a sus propios fantasmas? ¿Cuántas vidas tan maravillosas han quedado a medias, húndidas en la oscuridad, sintiendo el vació y la soledad quebrantar hasta sus huesos? ¿Cuántos han optado por guardar silencio y no rebelarse ante lo que sucede alrededor, aunque su conciencia les grite que esta maL? ¿Cuántos y cuántas somos parte de esta minoría, y sin embargo, en el fondo de nuestro corazón, rehusamos pertenecer a ella?

Después, viene el rechazo de nuestros seres queridos... Si los papás se enterarón porque te cacharón, o si leyerón un mensaje privado, o si revisarón tus pertenencías, y encontrarón las razones de tu tormento... Hasta la fecha, pocos padres de familia y demás personas cercanas pueden tolerarlo, aceptarlo e incluso aprobarlo. A estas alturas, se nos sigue intentando manipular con que vivimos en pecado mortal, con que somos un mal ejemplo, con que somos pervertidos, inmorales y degenerados... Cuanto dolor causan estos adjetivos, que la gente dice sin pensar y sin conocer la verdad en nuestros corazones.

Luego vienen los amigos, los compañeros de escuela, todos los demás que forman parte de tu mundo... pero no siempre es fácil decirlo, es más, muchos nos quedamos callados cuando vemos que se burlan del niño amaneradito o de la niña masculina solo por molestar, e intentamos por todos los medios que a nosotros "no se nos note"... Y ahí estamos, siendo participes de las injusticias que tarde o temprano, la sociedad también cometera contra nosotros...  Cuando por fin encontramos la suficiente valentía para confesarnos, a la mejor amiga o al mejor amigo, (si es que no estamos enamorados de alguno de ellos), toda nuestra esperanza esta puesta en esta aceptación... Definitivamente, ser honestos es parte del trato entre amigos, pero nunca conocemos a una persona al 100%... Así que si tenemos suficientes bendiciones, nuestros compañeros lo tomarán de lo más normal y hasta formarán parte en nuestras aventuras y se convertirán en nuestro apoyo incondicional. Si por algún motivo, la cosa no resulta bien, lo más seguro es que en sus miradas lo descubras instantaneamente, leyendo en su rostro la frase "no te me acerques", y  simple y sencillamente te das cuenta que la soledad es tu única elección.

Y es aquí a donde muchos llegamos y donde siempre nos preguntamos "qué más falta" o "por qué a mí"...  Con ese sentimiento descorazonador, con la cabeza llena de confusión, es aquí cuando verdaderamente tocamos fondo, cuando todo parece perdido, cuando debemos decidir quien tiene realmente el control de nuestras vidas.

Ser cómo somos, cualquiera que sea la preferencia, no nos hace menos ni peores o mejores personas, lo que verdaderamente nos da valor es nuestra personalidad, inteligencia, principios y valores... esas características que nos permiten relacionarnos con los demás y salir victoriosos de cual prueba... Es aquí donde precisamente, tenemos que mirar hacia dentro y encontrar la motivación para ser quienes en realidad somos.

Sí, se escucha fácil, pero muchos de los que aquí leen lo hemos vivido... y sabemos a ciencia cierta que no es nada fácil... que decidir por nuestra felicidad aunque el mundo se oponga siempre traerá consecuencias y algunas no son muy gratas, pero vale la pena por el simple hecho de vivir sin máscaras, sin ataduras...

Yo no me pregunto si estoy bien o estoy mal, simplemente vivo lo que siento y lo comparto con quienes desean sinceramente estar a mi lado, no espero el infierno por mis actos, porque a pesar de lo que mucha gente diga, yo he sentido la presencia de Dios en mi vida, y cuando más lo necesitaba, siempre estuvo para mí. Puedo ser "pecadora" por muchos actos más, pero no por amar a alguien de mi mismo sexo. Y no permito que se me juzgue y no me autolimito, porque si dejamos que la "sociedad" mande en nuestra vida, perdemos nuestra identidad.

No vale la pena sufrir, cuando venimos a este mundo a vivir y a experimentar la felicidad, nos dotarón de un cuerpo maravilloso y de un espiritu libre, y de una mente complicada pero sublime... No la desaprovechemos .. Amense a si mismos y entonces, verán que fácil es amar al mundo... aunque el mundo no nos ame a nosotros.

De esto se trata la vida, ¿no?