Peluquero de coños
Monto mi propia peluquería de coños de forma altruista, al margen de mi trabajo, aunque acepto propinas lamiendo coños o metiendo mi polla en su agujero.
Peluquero de coños
Soy un hombre de cuarenta y dos años, muy, pero muy caliente... Tengo la suerte de tener una mujer tan caliente como yo que tiene ahora treinta y seis años.
Tenemos tres hijas que tienen veintidós, veinte y dieciocho años... Son Juliette, Kristin y Tanya... Después de eso, decidimos dejar de intentar tener un hijo y me hicieron la vasectomía.
Eso cambió mi vida pero había que hacer algo ya que mi esposa era muy fértil y aparentemente yo también... A las cuatro semanas de estar casados ya estaba embarazada... Luego quedó embarazada unas seis semanas después de cada uno de esos nacimientos.
Todas sus estúpidas amigas le dijeron que no se dejara embarazar tanto porque podría correr el riesgo de engañarla a sus espaldas... Y ella les dijo que le gustaría eso porque tiene las manos ocupadas tratando de mantenerme sexualmente satisfecho como estaba.
Las cosas empeoraron después de mi vasectomía... A mi pobre esposa la folle al menos de ocho a diez veces al día esa semana hasta que me quitaron los puntos porque siempre estaba empalmado... Ella se sintió muy aliviada cuando me quitaron los puntos y se lo agradeció al médico delante de mí... Y el médico se rió.
Sin embargo, con la vasectomía mi deseo sexual había aumentado mucho más... Ahora quería tener sexo tres veces por noche y también a primera hora de la mañana... También quería follar durante el día pero como ella trabajaba me dijo que me masturbase o que buscara una mujer cachonda en el trabajo y me la follara... Estaba cansada de que la follase tanto.
Pasaron unos nueve o diez años y remodelamos nuestra casa... Hicimos una ampliación de nuestro cuarto de baño y pusimos una bañera grande en la que cabíamos los dos, una ducha grande que también estaba hecha para dos personas y un jacuzzi separado que tenía capacidad para que nuestras tres hijas pudieran acompañarnos también.
Por esa época acompañé a mi esposa a su chequeo anual ginecológico como hacía todos los años... El ginecólogo me dijo que estaba actualizando su equipo y reemplazando todo... Le pregunté qué iba hacer con el equipo antiguo y me dijo que Iba a intentar venderlo a algunas clínicas aunque estaba complicado.
Le pregunté si me vendería el sillón en la que estaba sentada mi esposa y él me dijo que si y si se lo compraba me regalaba si quería los estribos, el taburete y parte del instrumental... Me dio un precio y tras regatearle, llegamos a un acuerdo.
Una semana después le pagué y me llevé las cosas a casa... Lo tenía todo planeado para ponerlo en un rincón de mi baño... Y cupo muy bien... Coloqué a mi esposa encima, le abrí las piernas y le hice un examen interno... Ese dilatador de coño que me regaló el médico era fantástico… La abría muy bien.
Con él, vi partes dentro de mi esposa que nunca antes había visto... Luego, mientras la tenía allí, le afeité el coño dejándole una pequeña tira de un centímetro de ancho por encima de su raja.
Para evitar que la mayor cantidad de pelo posible quede retenido en la rejilla del fregadero, le corté el vello púbico con un par de tijeras y coloqué el pelo más largo a un lado… Luego, la enjaboné y la afeité, dejando esa pequeña tira de vello… La afeité suavemente dos veces solo para asegurarme de tener todo lo más libre de vello posible.
No hace falta decir que tenía la polla dura como una roca después de eso... Así que aprovechando que tenía a mi esposa en posición, lamí su agujero, le toqué el clítoris y la follé… Incluso froté sus labios vaginales con una loción cara… Luego me la volví a follar.
Nos fuimos a la cama y me la follé dos veces más antes de finalmente dejarla dormir... La había agotado dándole orgasmos… ¡Fue genial!... Me gusto especialmente cerca del final cuando ella siempre pierde todo el control y su lujuria animal se hace presente.
Mi esposa puede gemir y gemir, pero al final grita y aúlla… Después de eso, cae en un sueño muy reparador… Yo también dormí muy bien después de darle tanta follada.
Cómo esto que hicimos nos gustó, le afeité su coño todos los domingos… Compré un buen juego de tijeras de peluquero y el la perfumería diversas lociones de aromas diferentes… Así, el coño de mi esposa puede oler a azahar, lila, rosa o incluso a piña… Le gusta mucho el masaje de coño que sigue a su depilación y afeitado los domingos.
Cuando Juliette cumplió veintidós años, mi esposa me sugirió que yo le cortarse el vello del coño y la afeitase para llevar el biquini en verano… Por supuesto que Juliette no acepto eso cuando se lo dijo… Ella no estaba dispuesta a enseñar su coño a su padre.
Sin embargo, Kristin, mi hija de veinte años, si estaba muy interesada y Tanya, mi hija de dieciocho años, también quería que se lo hiciera.
Así que esa noche, después de cenar, mi esposa llevó a Kristin a nuestro dormitorio… Un rato después, cuando la preparó, salió del baño y me dejó solo para hacer mi trabajo.
Kristin estaba totalmente desnuda y acostada en el sillón ginecológico con los pies ya en los estribos... Le sonreí y ella me sonrió… Le pregunté qué había pensado que le hiciera y dijo que mamá le había sugerido un corazón en la parte superior de su monte de Venus y que el resto se lo afeitara… De nuevo sonreí.
Corté el vello púbico largo, más corto y esos pelos los puse en unos pequeños envases de cristal y escribí su nombre y la fecha… Afeitarla todas las semanas no me da nada que guardar después de la primera vez.
Durante el invierno, a veces quiere que le deje un poco de vello púbico sólo para saber cómo se siente… Sin embargo, en verano cómo ella usa biquinis muy pequeños entonces se lo afeito totalmente... He visto pelos púbicos saliendo de las entrepiernas de mis hijas y no quedaba bien.
Ahora estaba con mi hija Kristin, mirando que tenía el vello púbico corto, quizá porque se lo recortó con una tijera… Yo voy a utilizar una maquinilla desechable y afeitaré el coño suavemente… Lo encontré muy excitante hacerle esto.
Tenía la polla más dura de lo que normalmente la tengo cuando le afeito el coño a mi esposa… Cuando terminé se lo froté con un poco de loción, provocando intencionadamente que tuviera un orgasmo y eso que ni siquiera le había tocado su clítoris.
- “Papá, eso estuvo bien… ¡Mami me dijo que me lamerías el coño y me darías algunos orgasmos más… Y que después de eso tendría que pagarte por tus servicios!”, me dijo mi hija.
La miré asombrado porque no sabía lo que mi esposa le había dicho.
- “¡Mami me revisó antes y me metió su consolador y me dijo que entró bien… Mi coño puede abrirse lo suficiente como para que puedas meter tu polla en mí… Mamá me dijo que cobrases de esta forma", continuó Kristin.
Escuché excitado lo que mi hija acababa de decirme… Por supuesto que sí que cobraría así… Mi esposa la había incitado a hacerlo… Mi polla no paraba de estar enviándome señales continuas a mi cabeza diciendo: ‘¡ Fóllala!... ¡Fóllala ahora !’
Traté de que Kristin no supiera lo mucho que estaba temblando de emoción… Me incliné y deslicé mi lengua en su vagina... Sabía tan bien que me hubiera gustado poner una pajita en su coño y chupar hasta la última gota de su flujo.
Decidí estimular su clítoris y prepararla para follármela... Ella tampoco me decepcionó… Masturbé su clítoris y le saqué un flujo constante de jugo vaginal saliendo de su coño… Mi cabeza me daba vueltas y me sentí mareado… Hasta las rodillas me temblaban.
Kristin me sacó de mi trance con una palmada en la parte superior de mi cabeza, ocupada en lamerle su coño.
- "Papá, ¿no me vas a follar ahora?... ¿Quiero que me folles, ya."
‘¿Fóllala?... Claro… Cómo no… Voy a darle más de lo que espera’, pensé en ese momento.
Kristin todavía tenía los pies en los estribos, su culo estaba en el borde del sillón ginecológico y mis pantalones estaban en el suelo a mis pies.
Cuando miré hacia abajo, mi polla ya estaba dentro de ella… Había entrado hasta el fondo sin apenas resistencia… Estaba seguro que debía ser o muy puta y folladora o se masturbaba continuamente con grandes consoladores, o las dos cosas al mismo tiempo.
Así que me follé a Kristin para su placer... A ella le encantó tener mi polla dentro de su coño... Encajaba muy bien… Tuvo algunos orgasmos antes de que yo me corriera.
Luego la volví a follar y le di más orgasmos… Al final de mi tercera follada, aulló suavemente y se quedó dormida por agotamiento, como lo hace su madre… ¡Era digna hija de su madre!
Limpié a Kristin y miré dentro de su lindo coño…. Decidí hacerle unas fotos así… Luego llevé a Kristin a su dormitorio y la puse en su propia cama.
Mi esposa nos vio y vino para ayudarme a taparla.
Luego volvimos a nuestro dormitorio para hablar... Mi esposa estaba complacida con todo lo que le dije, especialmente sobre el suave aullido que hizo al final y su gran agotamiento.
Mi esposa y yo hicimos el amor, pero sólo una vez esa noche... Sin embargo, le dí dos folladas por la mañana antes de que pudiera sacarme por la puerta.
Esa noche, después del trabajo, mi hija Juliette me pidió que le afeitara el coño… Parece que Kristin había mostrado su coño afeitado a sus hermanas.
Tras lo que vió de su hermana, Juliette quería que su vello púbico formase un triángulo que apuntara a su coño… Incluso se sonrojó cuando me lo pidió… Ella me dijo que eso sería una indicación para darles una idea a los chicos sobre dónde iban a meter sus pollas.
Así que Juliette subió a nuestro dormitorio, se desnudó y se subió a mi sillón ginecológico... Me dijo que su madre ya había metido el consolador y que le entraba y salía muy bien, para recordarme la forma en que me iba a pagar.
Así que una vez más pude recortar el vello púbicos de mi otra hija… Disfruté haciéndole la flecha y afeitándola… Al final apliqué un poco de loción… Luego, miré dentro de su coño y lamí su húmedo agujero mientras tocaba su clítoris.
Me follé a Juliette tres veces dándole muchos orgasmos... Al final no aulló como su madre, pero gruñó como un cerdito antes de quedarse dormida también… Le hice fotos y la llevé a su cama.
Mi esposa despertó a Juliette para cenar y le dijo que se pusiera uno de sus camisones cortos y sexy sin bragas en la mesa… Después de todo, iba a mostrarle el coño a sus hermanas… Mi esposa y yo ya se lo habíamos visto, entonces, ¿cuál era el problema?
Durante toda la cena, Tanya no habló de nada más que de que también yo le afeitara el coño… No tenía tanto pelo como sus hermanas, pero quería afeitarse… ¡Quería que la lamiera su coño… Y también quería sexo!
Mi esposa sugirió que Tanya mantuviera todo el vello por encima de su clítoris y sólo le afeitara la mitad inferior… A ella le gustó eso al igual que a sus hermanas… Así que, justo después de la cena, fue su turno.
A Tanya le corté el vello, la afeité y le apliqué loción… Luego, le lamí el coño y me la follé dos veces. Ella gimió de placer durante todo el rato y se corrió varias veces.
Esa noche sólo pude follar a mi esposa una vez, pero ella estaba feliz por lo que e había hecho a mi hija Tanya... Por la mañana pasé de follar a mi esposa... Esa fue la primera vez en unos diez años, pero sabía muy bien por qué lo hice así... Quería coger fuerzas.
Por noche me follé a mi esposa cinco veces y dos más por la mañana... Ella había creado un monstruo follador y lo sabía.
Ese día, cuando llegué a casa del trabajo, había una mujer bonita esperando en nuestra sala de estar... Mi esposa me la presentó y dijo que estaba aquí por el peluquero... Sonreí y la acompañamos los dos hasta nuestro baño.
Mi esposa ayudó a la mujer ha quitarse toda la ropa y a ponerse en el sillón… Luego se marchó…. La mujer quería que le hiciese en su pubis una forma de rosquilla… Me dijo que su novio actual era un oficial de policía y quería sorprenderlo con esa figura… Tomé fotografías de su pubis antes y después.
También tomé una foto de su coño con un gran agujero en la parte de abajo y el orificio de la orina en la parte superior... Le recorté el vello, la afeité y lamí su coño antes de follarla dos veces como pago a mi trabajo.
Podría habérmela follado por tercera vez, pero mi esposa me llamó para cenar en ese momento… Me quedé todavía con ganas aunque pensé que me follaría a mi esposa más tarde y lo solucionaría.
La mujer me agradeció y dijo que volvería la semana que viene para un retoque… Cuando le dije que mi precio era el mismo por un retoque, ella sonrió y me dijo que eso era lo que esperaba.
Nos vestimos y bajamos las escaleras… Mi esposa la invitó a cenar con nosotros y luego me presentó a mi próxima cliente que esperaba en el salón.
Tan pronto como terminé de cenar, fui a por ella... Sólo quería un afeitado limpio, sin nada de vello… Eso fue demasiado fácil para mi, pero me lo pagó muy bien.
Tenía un coño muy caliente pero la tercera vez que quise follarla, me pidió anal… No soy un follador de culos, pero seguro que no podría rechazar a esta mujer… Fue muy agradable y la bombeé durante bastante tiempo antes de terminar con una buena corrida... La vi jugar con su propio clítoris mientras le follaba el culo… Todo fue muy agradable.
Esa noche hice el amor con mi esposa sólo una vez y, por la mañana, también solo una vez.
Todas las noches de esa semana tuve dos clientas y el sábado me contrató con seis clientas para ver si podía agotarme... Ella también hizo que le depilase el coño.
Traté de follarme a cada cliente una vez, pero algunas de ellas eran tan sexys que tuve que follarlas por segunda vez… Mi esposa estaba muy feliz esa noche cuando le dije que no me la follaría, pero le prometí uno a la mañana siguiente.
Ella también tenía una sorpresa para mí precisamente sobre eso... Se levantó temprano y dejó entrar a mi primera cliente… Esta mujer se subió a la cama conmigo para pagar su corte por adelantado… Y me la follé dos veces… Luego también me pagó después, pero sólo una vez.
Ese domingo tuve cinco clientas más... A la hora de acostarme estaba tan cansado que me abracé a mi esposa y ambos nos quedamos dormidos.
El lunes por la mañana llegaron nuestras tres hijas y se acostaron con nosotros… Todos estábamos desnudos... Parece ser que estaban celosas… Querían que me las follara a ellas en lugar de a todas esas otras mujeres... Mi esposa se rió… Pensó que finalmente había calmado a un maníaco sexual, pero en su lugar había creado tres más.
Después de todo esto, la vida en nuestra casa fue realmente interesante... Mi esposa me dijo que aparte de nuestras hijas, a todas mis clientas les bajara mi tarifa a sólo una follada por cliente… De esa manera, podría quedarme suficiente para atender a mi familia.
Durante los años siguientes logré afeitar y follarme a la mayoría de las mujeres de mi familia, la familia de mi esposa y las mujeres con las que ambos trabajamos.
Creo que me afeité y me follé a todas las mujeres en un radio de dos kilómetros alrededor de nuestra casa y a la mayoría de sus hijas.
Recuerdo un sábado cuando mis seis clientas eran todas de la misma familia… Lo hice con la abuela, sus dos hijas y sus tres nietas también... Fue una experiencia inolvidable y me folle dos veces a mi esposa mientras se lo contaba.
F I N