Pedro 8
Los amantes muchas veces encuentran lo que buscan en el sexo , y se convierte en amor.
Despertamos desnudos , envueltos en un edredón que hacía de capullo , como si fuéramos un solo cuerpo en estado de hibernación , esperando por un verano que no llegaba .
Me moví y Pedro me atrajo hacia el, besandome el cuello y acariciando mi vientre , sus manos fuertes y grandes dibujaban mandalas inexistentes en mi piel , los cuales en vez de relajarme , enviaban señales de alerta y me ponían receptiva y ansiosa , cogí una de sus manos y la lleve a mi pecho y pegue mis nalgas a su cadera , y con la mano libre bajo a mí coño , encontrando la humedad que le invitaba a entrar y llenarme de inmediato.
Es imposible explicar lo que sentí , el sexo era bueno, reconozco que era la primera vez que un amante parecía entender que necesitaba en el momento preciso , pero en esta ocasión no solo era eso , eran sus manos protegiendo mis pechos , su boca besándo mi espalda , su manera de moverse para sentirme cada vez más cerca , y la complicidad entre ambos para llegar de manera conjunta a un orgasmo y la misma complicidad que surgía cuando al terminar , ambos necesitabamos besarnos y sentirnos en esa primitiva estampa carnal.
Decidimos ducharnos y dar un paseo , llegamos a un bar y decidimos desayunar algo ligero porque habíamos visto un asador que pensábamos visitar para la hora de la comida y no quedaban más de 3 horas para ello , apresurandonos , volvimos a la cabaña y mientras enviaba unos correos que tenía pendientes , Pedro preparaba nuestras maletas , era el último día ahí y sentía un desconsuelo enorme , por supuesto qué quería seguir follando con el , pero iba a más , quería desayunar con él porque me encantaba la cara de asco que se le quedaba cuando el café estaba demasiado ligero , o como se ponía los zapatos y luego agitaba los pies acomodando algo inexistente , pero lo que más quería era despertar a su lado , y que me abrazara , y luego se fuera si quería, pero quería sentirme suya y que el fuera mío .
Deje el portátil y me acerque a la habitación , mientras lo veía doblar su ropa , recordé cuando nos conocimos y lo torpe que era , la timidez que siempre salía a flote cuando yo decía algo subido de tono , pero de eso no quedaba nada , y ahora era un hombre seguro , amoroso, romántico , sexual , entregado y muy atractivo , ese cuerpo que no esta musculado en exceso pero que te deja claro que está trabajado . Me acerqué por atrás y lo abracé , el me atrajo hacia sí mismo y nos dejamos caer en la cama , nos besamos , mis manos acariciaban su espalda y las de el recorrían mis muslos y mis nalgas , los besos eran apasionados , húmedos , intensos , y algún gemido era silenciado por la urgencia de no parar de hacerlo, en algún momento , giramos y caímos de la cama al suelo y las carcajadas no se hicieron esperar, entonces me di cuenta que con Pedro había pasado de follar como simples amantes , para hacer el amor ,y me sentí adúltera , porque entendía que ahora si estaba siendo infiel en toda regla, ya que mi cuerpo y mi corazón , se quedaban con Pedro por momentos , pero no parecían volver a Esteban .
Mi amante se dio cuenta de que algo pasaba por mi cabeza , porque se sentó a mi lado y me preguntó si estaba bien , le respondí que si , y entonces el mundo cambio :
Te amo