Pedro 4

Las charlas interminables y la cercanía son una combinación peligrosa y atractiva

Me vi al espejo y me gustó el reflejo que había , el cabello oscuro y las pecas que en una época me habían avergonzado , ahora me daban una apariencia muchísimo más joven de lo en realidad era , y me emocionaba pensar que el conjunto de lencería que se ocultaba por el vestido azul , desquiciarian a Pedro , toda la tarde esa idea me rondo por la cabeza y a punto de verle , mi emocion y era más que evidente , se que Esteban no me llamaría , ya que el vuelo había sido demorado, y termino saliendo muchísimo más tarde de lo pensado .

No puedo decir que esta bien lo que estoy haciendo , se que soy una mujer adúltera y que mi marido no merece esto en lo absoluto , pero algo en mi interior me pide más de Pedro y soy débil , quiero estar con el , aún cuando no debo .

Cuando llegue al restaurante, lo vi , jugaba con sus manos y de vez en cuando se pasaba la mano por el cabello rebelde que decidia su propio estilo , convirtiéndose en un gracioso flequillo qué le quitaba seriedad y lo relajaba , llevaba un pantalón vaquero , una camisa azul cielo arremangada y unos mocasines marrones, era la viva imagen del desenfado , y no tenía nada que ver con el Pedro de mi adolescencia, ya no estaba delgado en exceso y no se veía tímido en lo absoluto , me acerque y pensé asustarlo, pero no contaba con que el se daría cuenta y antes de poder decir nada , sentí sus manos en mi cintura y su boca en la mia , reconociéndose y buscando consuelo en un beso que prometía muchísimo , nos soltamos y le pase una mano por la barba , y simplemente le dije : "Me gustas " , la timidez de mi recuerdo , ya no existía.

Cenamos y hablamos de muchas cosas ,  me contó de su idea de mudarse a otro país , había convenios entre colegios que permitían que los profesores pudieran experimentar , las clases en otros ambientes y sentí un vacío inexplicable cuando me comentó de hacerlo en Diciembre , apenas era mayo , pero no puedo definir esa angustia que me asoló en cuanto lo menciono, y yo le conté que en algún momento , yo viajaría a Tailandia ,y el tuvo el aplomo de decirme que me iba a encantar conocer ese país . Jamás nos quedamos callados , parecía que teníamos tanto que decirnos , que nunca se acaban los temas de conversación, y cuando menos lo esperamos , ya tomábamos un café y nos tocaba irnos , pago la cena , no sin mi reticencia a pagar la mitad y salimos , en ese momento no pude más y lo bese , ansiosa y urgente , porque esas eran las emociones que me provocaban y esperaba callarlas , y sentir su necesidad idéntica a la mia , pero él metió el freno , el beso se volvió romántico , delicado y lento , su boca recorría la mia con mucha paciencia y sus manos , una en mi cintura y la otra en mi cuello, dibujaban lentos círculos que parecían estar conectados a mi deseo , si pudiera definir el beso , lo situaría en un primer beso de enamorados, donde más que urgir , queremos hacerlo infinito .

Le dije que fuéramos a mi casa , pero me dijo que mejor a la suya , pensé en su mujer y que si nos encontrába ahí , sería un horror , pero solo se rió y me dijo que lo siguiera con mi coche . A diferencia de mi casa , que es totalmente diafana y sin demasiado decorado , la casa de Pedro era un piso donde los libros parecían tener protagonismo , habían muchas estanterías que cubrían la mayoría de las paredes y todos estaban atestados de ellos  , una pantalla de plasma era el único vestigio tecnológico que había , y el sofá , de ante y muy grande me parecía absolutamente cómodo y tentador , la cocina tenía una barra que hacía de comedor al mismo tiempo y dos puertas que supuse eran la habitación de matrimonio y baño , estaban al fondo , no era pequeño en lo absoluto , y estaba en pleno centro de la ciudad , tenía que haberle costado un paston, fue a la cocina y lo seguí , saco dos copas y un vino que no distingui y que tampoco me importaba , brindamos por nosotros y por habernos encontrado y fuimos al salón , me senté en el sofá , que era tan cómodo , como lo prometía su vista , y Pedro se sentó a mi lado , me dijo que tenía algo que mostrarme , de un costado saco un album de fotos y me lo dio , al abrirlo , nos reconoci , éramos nosotros dos , en mi graduación de bachillerato y el abrazándome , mientras yo agitaba el birrete , en otra foto estaba yo con el uniforme riendo y sacando la lengua , hacia el fotógrafo que seguramente era el , y otra donde estaba sentada y no me había dado cuenta que me estaban fotografiando  , mire a los ojos a Pedro y le agradecí por enseñarme esas fotos tan bonitas y me dijo que eran su tesoro, que lo habían acompañado siempre y que siempre lo seguirian haciendo .

Lo bese de nuevo , y en este beso sentí la misma urgencia que sentí en el anterior , pero ahora la sentí en él, en un momento estaba arriba mío , besandome y acariciando mi cintura , mis pechos y mis piernas , sentía su cuerpo pegado al mío , duro y ansioso , que parecía encajar en mi de manera perfecta , como pude , desabroché el cinturón y el pantalón y metí la mano para sentir su dureza , comence a masturbarlo , y sus besos se confundían en gemidos , no quería parar , me sentía excitada , deseada y sus besos , que ahora se posaban en mi cuello , también me hacían gemir , y entonces paro y se incorporo, levantó mis piernas y alzó el vestido, me besó las pantorrillas y me quito las bragas , paso un dedo por mi clítoris y temblé como un flan, luego metió un dedo y comenzó a masturbarme , yo tenía los ojos cerrados , pero sentía sus besos en mis piernas y sus dedos tan dentro y tan profundo que no podía decir nada y solo emitía gemidos , cuando pensaba que no podía disfrutar más , su lengua me desmintió , y abrí los ojos , lo vi en mi coño , con sus manos en mis pechos aún con ropa y succionando y lamiendo , sentí como ese éxtasis se formaba lentamente en mi estómago y amenazaba con presentarse en cualquier momento , le dije que estaba a punto y el sin soltarme , lo hizo más rápido y más intenso, empuje su cabeza más hacia mi y tuve un orgasmo largo y húmedo , la prueba de mi placer escurría y el , comenzó a limpiarme con la lengua , provocándome más placer todavía .

Lo atraje hacia mi , lo bese y cogí su miembro, lo pasé por mi coño , mojandolo y llevándolo hacia mi interior , necesitaba sentirlo y disfrutar de su fuerza , cuando estuvo totalmente dentro mío , aprete mis piernas en sus caderas y le dije que lo deseaba , que me hiciera suya , el respondió a mis palabras y comenzó a moverse , sentía como chocaba su cadera con la mia y como nuestros gemidos parecían ser uno solo , no habia nada de prisa en esto , disfrutábamos cada embiste y cada movimiento, los besos no paraban y el éxtasis se acercaba lentamente , cuando el sintió que no aguantaría más , me dijo que tenía que salirse para no terminar adentro , una pizca de aprehensión nació en mi corazón , nada tenía que ver con el sexo si no con un recuerdo que nublo ese placer que sentía mientras hacíamos el amor, le dije que podía terminar dentro y el asumió que era por qué yo tomaba la píldora , comenzó a moverse más rápido y termino mientras su rostro se escondía en mi cuello .

Noto el cambio en mi ánimo , así que me dijo que fuéramos al baño , tenía una bañera amplia y con hidromasaje, la encendió y vertió un gel que olía a Granada , me pregunto si preferia tomarlo sola y el esperaría fuera , en ese momento un torrente de lágrimas afloró de mi corazón , aunque salieran de mis ojos, le dije que no se me había olvidado porque tenía problemas con su esposa , ella no quería ser madre , y yo simplemente no podía , lo intente durante años y nos habíamos dado por vencidos cuando en el décimo año , no lo habíamos logrado , sabía que el sexo entre nosotros no era con ese fin , pero un recuerdo de que mi cuerpo no era capaz de dar vida , siempre me daba tristeza y que eso , me dolía , me abrazo , beso mi frente y me dijo que una ducha siempre limpia de malos pensamientos, desabrochó mi vestido y me dijo que le encanto mi sujetador y las braguitas que en algún lugar del salón , estarían en ese momento , se desvistió y entramos ambos a la bañera , mi espalda en su pecho y sus manos acariciando mis brazos , entrelazándose con mis dedos , sus besos en mi cuello y su tibia calma me relajaron mucho , seguimos hablando, y cuando sentí los dedos demasiado arrugados, salimos y nos envolvimos en unas mullidas toallas , me dijo que cruzará el pasillo y la puerta era la de la habitación, que lo esperara ahí ...