Pedazo de una historia
Esta chica solía ser un poco soñadora y se le cumplió ese deseo
Cada día pasa y Dana solo siente que su vida sigue como si nada extra ordinario pase en su vida hasta que la lujuria de su mente la llevaba cada vez a tocarse en el baño mientras se baña, ella solo sentí placer en su cuerpo, y no sabía cómo saciarlo, ella no tenía novio sus padres no la deban aun, siempre era más intenso el deseo que sentida cada vez que llegaba a la escuela y miraba chicos Besarse y sobre todo al profe de educación física, en su mente ya lo había desnudado, lo había besado lo había acariciado, pero la realidad es que ella no sería capaz de ir a él solo por probar esos labios rojos, o no ella no era así, ella era callada, solitaria, muchas veces solo la veían sonreír sola sin saber que ella en su mente era un mundo de sexo y deseo. Hasta que un día todo cambio para ella, un día que su sueño se acercaba a la realidad cuando el profe de educación física empezó a hacer ciertas cosas que le daban a pesar a ella que también la deseaba, aunque ella era una chica sola tenía una magnifica figura unas caderas anchas, piernas gruesas, color de piel blanca, cabello largo negro ondulado, sus ojos eran grandes llamativos de color miel, expresivos rasgados, sus labios rojos gruesos y muy provocativos, ella era una linda chica y el un guapo profesor joven alto con un cuerpo ideal y sus nalgas era lo que a Dana más la desvelaba , su rostro de galán, el cabello ondulado, de color castaño claro y esos ojos azul cielo, los dos se miraban todos los días con ojos de deseo y sin pensar todo empezó dentro de ellos a despertar aún más ese deseo que los invadía y cada noche solo los ponía a tocar sus cuerpos mientras pensaba el uno en el otro.
Una tarde después de clases por casualidades de la vida, se tuvieron que quedar en el colegio casi que solos ella encargada de hacer su salón y el encargado de hacer unas planillas para las nuevas competencias de deporte, ella cogió sus cosas deprisa saliendo por el pasillo del colegio que dirigía a la salida, cuando se dio cuenta de que ella no era la única en el colegio a lo lejos vio que el cabellos de ese hombre que la traía loca sobre salía y sin pensarlo se dirigió hacia él, él salto de la silla un poco pálido cuando vio que ella está allí en la puerta, mirándolo mientras muerde su labio, el solo cuando reacciono después de perderse en sus ojos al igual que ella le pregunto que hacía allí y ella con una sonrisa tímida dijo ¡creí que necesitabas ayuda! , sonrieron sonrojándose y ella decidió mas bien marcharse pero antes de que esto sucediera él la tomo del brazo deteniéndola entre sus brazos y la miro a los ojos, inundado de ese deseo que cada noche tenía en su mente, al igual que ella, se le acerco lentamente brindándole un cálido beso que ella empezó a respirar lento, como si su ser se llenara de una tranquilidad, pero lo que no sabía era que cada vez que seguía en ese beso solo la llevaba a pensar en cómo se quitaría esa sensación de deseo, de ganas de placer en su cuerpo, así que freno y lo miro un tanto disgustada con el cosquillo que sentía en su entre pierna, porque lo hizo? Pregunto ella él la miro un poco confundido y dijo pensé que era lo que queríamos!, ella se sorprendió con esas palabras y solo se sonrojo y se acercó ella a él y siguió con el beso, ya no respiraba con tranquilidad si con afán, por tocarlo aunque torpemente lo hacía, pero el solo dejo que ella siguiera empezaron a desvestir su cuerpo, con rapidez como si el deseo que sentía el uno por el otro no pudiera esperar, ella le quitaba la camiseta mientras arrastraba sus manos sobre el pecho, y luego le empezó a besar con lentitud su pecho rosando de vez en cuando con la lengua, él se apresuró a desabrochar la camisa de Dana besando el cuello y arariciado sus senos y apretándolos de vez en cuando mientras ella suspiraba fuerte, le quito la blusa y la recostó contra su escritorio y empezó a besarla por el pecho quitando también el top que llevaba puesto, su lengua empezó a tocar sus pezones con calidez y succionando de a pocos, bajando por su abdomen hasta la pelvis, Dana empezó a retorcerse u poco su cuerpo deseaba que la tocara toda el lentamente le quito la falda y los chores mientras consentía sus piernas y besaba su abdomen luego le abrió un poco las piernas y empezó a olerla mientras ella empezó a gemir muy leve, esperando que el empezara tocar su clítoris con la lengua cuando él se decidió a hacerlo con la lengua ella pego pequeño brinco y gemido a la vez, él se excito más y empezó a lamerle la vagina a mojarla mucho, le pegaba pequeños mordiscos y movía su lengua haciendo que ella sintiera corrientaso en su abdomen y muchas cosquilla en las piernas, ella estallo en emociones retorciéndose y gimiendo mientras apretaba sus senos con fuerza, de repente ella se detuvo y recordó que él también debía sentir y salto diciéndole ven ahora tú, lo hizo recostar en la mesa igual que él lo hizo con ella y ella empezó a bajar con su lengua en el abdomen y empezó a sentir su aroma se excito el olor a ella la enloquecía de placer y desabrocho su pantalón y lo bajo mientras ella lo olía con placer y apenas saco el pene lo miro a los ojos mientras ella acercaba los labios a la punta de su pene el suspiro y la tomo del cabello acomodándolo un poco ella empezó lentamente a meterlo a la boca saboreando el jugo que ese rico pene botaba ella se sentía complacida era tal como se lo imagina rico, lleno de placer, el empezó a moverla metiendo y sacando su pene, era tanto el deseo que sentía que la tomo de los brazos mientras él se paraba y la beso llevándola hacia la pared más cercana poniéndola de espalda mojo su mano con saliva y la paso lentamente por su vagina ella solo se retorció disponiéndose poniendo sus pies separados uno del otro y agachándose un poco para que el pudiera introducir ese fruto más deseado en ella, el sin pensarlo lo metió de un solo golpe y ella pego un pequeño quejido pues había dolido un poco pero no quiso al parecer ese dolor así que ella se excitara más, el siguió metiéndolo una y otra vez afuera adentro mientras ella se sonrojaba cada vez más por la placentera sensación del golpe de su pelvis en sus anchas caderas, el nivel de excitación era aun mayor ella empezó a gritar por que le diera más duro, él la cogió de la cintura y empezó a hacer una avalancha de movimientos que la empezaron a dejar sin respiración haciendo que sus piernas empezaran a temblar, fue así como ella ya no podía sostenerse y el la hizo arrodillar mientras él se acomodaba para seguir con su forma de dale placer sin parar, el sudor corría por sus cuerpos empezaron a sentir que tenían la necesidad de morder sus labios y ella empezó a decirle muérdeme la espalda, el aún más excitado de escucharla empezó a hacerlo mientras agarra también sus nalgas con fuerza, luego empezó a darle fuerte nalgadas y le pegunta te gusta ella entre gemidos decía si darle fuerte quiero más, así duro unos minutos más hasta que ella empezó a respirar muy rápido mientras le decía no puedo más, ya no puedo más mis piernas no resisten y el sacando su pene lo llevo a la boca de ella mientras se venía botando mucha leche en sus labios y en conjunto ella regaba de sus jugos sobre el piso fue así como los dos después de esa gran faena se recostaron el uno al otro mientras descansaban un poco, el diciendo espero esto no salga de los dos y ella respondió yo espero lo mismo pero también espero con ansiedad nuestro próximo encuentro….. Continuara