Pecando en el Baño

Continuación directa de "Los Primeros Cuernos", pueden o no leer primero aquel relato, espero ambos sean de su agrado.

Desperté en aquella cama, en ropa interior, me dolía el cuello y tenía un malestar general, tenía resaca.

Tome mi celular y habían un par más de mensajes de mi novio, de nuevo no le respondí, solo le escribe a mi madre para decirle que iría a casa pronto, me quedé unos minutos mirando el techo un tanto arrienda por lo que había pasado horas antes. Era extraño, estaba nerviosa de solo reportarlo, de nuevo mis pezones se erizaron al recordar cómo le dí sexo oral por un momento a mi amigo, la sensación de su vello público en mis labios aún me hace contener el aliento. Me puse de pie, no quería bañarme ahí ya que no tenía un cambio de ropa, esa sería mi excusa para irme lo más pronto posible, estaba extasiada por lo ocurrido pero también me sentía culpable respecto a mi novia, después de todo, nuestro noviazgo solo tenía un problema, el problema era que él no me cogía, él ya no me despertaba ese deseo de ser fuertemente cogida.

Me puse la ropa encima y tomé mi bolso, salí sin hacer ruido, me pareció que todos estaban dormidos, me dirigí al pasillo donde está la puerta del baño y giré de la perilla, tenía seguro, al instante escuché la voz de él, indicando que estaba ocupado, de nuevo un chispazo recorrió mi cuello al imaginar su moreno cuerpo desnudo, su abdomen un tanto marcado por el ejercicio y su tan apetecible pene erecto. El vello en un hombre siempre me había parecido desagradable y poco higiénico, pero en el me encantaba, él me encantaba, me encantaba la perversión de estar con él.

Me dí la vuelta en el acto, cuando escuché el sonido del seguro quitándose y la perilla girando rápidamente, la puerta se abrió y él se asomó, estaba únicamente en boxers, no lo pensé en ese momento, pero que descarado de su parte salir de su habitación en ropa interior a sabiendas que yo estaba durmiendo ahí, seguro quería que algo como lo siguiente pasara. Me dió lo buenos días con una sonrisa arrogante y se acercó para besarme, eché la cabeza para atrás y lo alejé con ambas manos, él me tomó con suavidad de las muñecas, se acercó aún más a mí y de nuevo intentó besarme en los labios, sentí su pene duro apenas tocando con mi vientre, en ese momento me rendí y dejé que me besara, más bien, no empezamos besarintensamen

te,

aquello parecía más bien una danza de lengua, el beso solo se detuvo cuando le dí una fuerte mordida a su labio inferior mientras le veía a los ojos y los dirigí al interior del baño cuya puerta permanecía abierta, él la cerró con seguro.

Se podía sentir el nerviosismo de ambos al mirarnos a los ojos y sonreír, le pregunté si no se daría cuenta alguien de su familia, él me dijo que todos estaban dormidos, así que continuamos con otro largo beso. Baje la mirada y ví su verga asomándose por el elástico del bóxer, la tomé con mi mano derecha y empecé a masturbarlo mientras nos besábamos, él estaba muy agitado, en ese momento pensé en mi novio, más bien, en su pene, me dió curiosidad saber cuál de los dos era más grande, esa fue la primera vez que me pasó por la mente estar con ambos al mismo tiempo.

Me puse de rodillas y me dispuse a darle la mamada de su vida, nunca había disfrutado de hacer sexo oral como en ese momento, literalmente, estaba haciendo gárgaras con su verga. Él me sacó su miembro de la boca y empezó a puñetearsela en mis labios, me dijo que si podía terminar en mi cara, lo acepté. Me quité la blusa negra que traía encima y me límite a cerrar los ojos, abrir la boca y sacar la lengua, y esperar aquello, imaginé a mi novio ahí, a ambos masturbándose en mi cara, quería ambos dentro de mí. Ese pensamiento se cortó de golpe cuando el primer corro de leche entro directo a mi boca, la cerré por reflejo, las demás descargas fueron en mi cara, escuché su fuerte suspiro, era de satisfacción. Me trague lo que tenía en la boca, estaba caliente, y francamente, la de mi novio tenía mejor sabor, le pedí un poco de papel higiénico mientras me ponía de pie y me limpie lo que tenía en los ojos y el resto de la cara, me acerque al lavabo para lavar mi cara con agua y jabón, terminé de lavarme y me abrazó por detrás y me empezó a besar el cuello, me preguntó si podía cogerme ahí mismo, todo eso mientras él trataba de quitarme lo pantalones. Estaba tan caliente que sentía cómo el interior de mi vagina palpitaba, estaba tan húmeda que mis fluidos habían dejado empeñadas mis mezclilla, no quería quedarme esa vez con las ganas, yo misma me los quité junto con mis interiores, de saber que me iban a coger, me hubiera puesto unos de encaje.

No había mucho espacio en el pequeño baño, me puse en cuatro con las manos en las rodillas, me abrió las nalgas y acercó su cara, sentí cómo me olió el culo y pegó un lenguetazo desde mi vagina hasta mi ano, les confesaré que, a la hora de coger, odio que tengan cualquier tipo de contacto con mi ano, afortunadamente solo lo hizo una vez para luego meterme la verga de un golpe, no pude evitar soltar un gemido de niña primeriza, su pene son era tan grande cómo para hacerme sentir desvirgada, pero yo estaba muy sensible por la exitación y, francamente, estrecha, estaba estrecha por no haber cogido en meses.

Empezó a culearme, rápida y profundamente, me dió una nalgada muy fuerte que me hizo quejarme, y tomo mi cabello para jalarmela fuerte de él, nunca voy a olvidar la escena. Le dije que no fuera a terminar dentro de mí y cerré los ojos y empecé a gemir bajito para no despertar a nadie, pero era inevitable estar en silencio, mis nalgas hacían un ruido fuerte al chocar contra él. Simplemente fue un "mete y saca" brusco, no creo que haya durado más de dos minutos pero fue mucho más placentero que las coger cinco horas seguidas con mi novio del momento, tanto que casi llego a terminar, mi ingles estaban mojadas y sentía cómo su sudor goteaba en mi espalda.

Cerca del final, me dió una nalgada y apretó una de mis nalgas y me dijo con voz baja y agitada:

-¿Eres mía? ¿Quien te coje mejor?

No supe que responder, yo solo estaba disfrutando del momento, no pronunció más palabras ya que en ese instante terminó, el hijo de puta terminó dentro de mí, fue menos leche que cuando se vino en mi cara, pero fue suficiente para hacerme contraer la vagina. Con si verga disminuyendo de tamaño dentro de mí y yo aún en cuatro, me abrazó y besó mi cuello y luego mis labios, le dije que esperara y me lo quité de encima, no porque no quisiera, sino porque estaba agotada, me senté en la taza del baño y solté el aliento.

Él me preguntó que tal estuvo, le dije que bien, que era sexo nada más, le pedí que saliera del baño ya que tenía que lavarme rápido, se acercó y me dió un beso en la frente y salió del baño poniendo seguro a la puerta antes de salir. Me asegure que la puerta estuviera cerrada y empecé a lavarme en el lavabo, me sentí un poco sucia al pensar en mi novio, me éxito escribirle en ese momento, le dije que le llamaría en un momento para decirle porque no había respondido, y le escribí que le amaba, me dirigí a la regadera y empecé a meterme los dedos en la vagina rápidamente con la mano derecha mientras chupaba mi dedo índice y medio de la mano izquierda, si, estaba imaginando un trío con ellos dos. Llegué al orgasmo en cuclillas y en silencio. Me puse la misma ropa que, seguramente, olía a sexo, tomé mi bolso y salí.

Cuando eso, ya estaban entre la cocina y el comedor, él, su mamá y otro familiar, ya habían despertado, poco después me enteré que su mamá había escuchado lo ocurrido en el baño, ella me dijo que si quería quedarme al almuerzo, pues, ya era tarde para desayunar, le dije que tenía que irme a casa pronto, ya que tenía otro compromiso, la señora no insistió, supongo que por nuestra travesura en su baño, su hijo quería que me quedara, pero me negué y le dije que pediría un Uber directo a mi casa. El auto llegó al domicilio y me despedí de todos y de mi "amigo" con un suave beso en los labios, le dije que le escribiría después, subí al auto y di por terminada una de las experiencias sexuales más placenteras vividas en mis casi veinte años.

Es así como termina la segunda parte de "Los Primeros Cuernos", espero pronto tenerles la continuación y que este haya sido de su agrado, puedo adelantar que esto se va a volver algo digno de una telenovela.

Pueden decirme abajo que tal les pareció o escribirme al contacto de correo electrónico, eventualmente, les respondo a todos.

Un beso, solecitos.