Paz quedó como hipnotizada mirando al perro...

El anuncio decía: Alquilo hembra humana para defogar perros grandes vírgenes en celo...

Ahora que ya era el AMO de Paz, ella estaba lista para obedecer. Entonces publiqué en una página de sexo un aviso que decía: " Alquilo vientre de hembra humana para defogar perros grandes vírgenes en celo...llamar al celular 99999999, para combinar dias, horarios y cantidad de servicios requeridos. El valor es por servicio y a convenir ."....mi sumisa no sabia nada e ignoraba mi plan....

Me llamaron varios candidatos requiriendo los servicios de mi sumisa y cerré a un buen precio la primer cita. Esa noche cuando estaba solo en casa porque Paz (mi sumisa) había salido a hacer unas compras, llamaron a la puerta, acudiendo yo a abrir. Era el primer cliente que venía con su perro. -Hola, dijo, estoy en el lugar correcto? -sí, contesté mirando el enorme perro. -Vengo a dejarle a Rex como le dije. -Ah, ok contesté mientras me entregaba la correa. Vendré a recogerlo mañana por la mañana, me dijo . aquí te dejo su comida también, lo mejor que puedes hacer es atarlo para que no moleste, es virgen, tiene dos años y está en celo y lleva una semana bastante huraño y agresivo, creo que necesita a tu perrita para tranquilizarse, dijo sonriendo. A mi ese perro tan enorme, era un Gran Danés Negro no me hacía ninguna gracia y menos sabiendo que estaba de malas pulgas, por lo que en cuanto se fue su dueño lo até en la terraza y cerré la puerta.

Poco después llegó Paz de la calle, Hola, dijo mientras dejaba las llaves, me he cruzado con Carlos el vecino y me ha dicho que te trajeron un perro gigante...para que ???? ..... Si -contesté- no te preocupes que es por un par de días, me lo trajo un conocido para que lo cuide porque debe salir de viaje, está en la terraza.-vé a verlo -pero ten cuidado que me ha dicho el dueño que está un poco agresivo - Sí, y eso porqué ??preguntó Paz asombrada -Nada, que por lo visto está en celo. Paz se quedó callada mirándome y esbozó una pequeña sonrisa de incredulidad -Ah, dijo, en celo ?. Yo no le quitaba ojo, hoy estaba muy provocativa. Llevaba una camisa sin mangas y una faldita negra por encima de las rodillas con una raja que enseñaba bastante. Debajo medias negras y zapatos de tacón. De verla así se me ponía durísima y me imaginaba follándome ese hermoso culo. Tras una rápida cena nos pusimos a ver la tele, algo muy difícil por los aullidos de Rex y sus arañazos a la puerta. -Este perro es un coñazo -dije molesto. -Me dijiste que el pobre, está en celo, compréndelo. -Pues vaya coñazo tener que aguantarlo sólo porque esté cachondo. - Mi comentario hizo que Paz me mirase en silencio y dijese -Quizá si lo llevamos a la plaza encontremos una perrita y pueda ayudarlo...Yo me quedé mirando - Bueno dije, lo único que quiere es una perrita para desfogarse. -Ya, pero aquí no tenemos ninguna perrita, repuso Paz, en cambio en la plaza puede haber. La miré fijamente y ella bajo la mirada...sígueme...me puse de pié y me dirigi a la terraza. Me siguió y entro conmigo.

Rex estaba allí babeando. Se le veía enorme y musculoso. En sus ojos se veía su hambre sexual. Le ordené a Paz que se ponga de rodillas a su lado y lo acricie. El Gran Danés ladraba y jadeaba. Paz me miro muerta de miedo....y mirándola fijamente a los ojos, tome su cabeza entre mis manos y le dije...tu puedes bajarle su excitación.

Paz no podía creer lo que escuchaba y comenzó a sollozar al tiempo que me decia que no podria hacerlo......pero yo insistí ahora con una mirad penetrante que le hizo bajar la vista -Al fin y al cabo -le dije, sólo necesita una hembra para desfogarse. -Me quedaré aquí por si se pone demasiado violento, comienza a desnudarte y Paz llorando me obedeció....la situacion la habia superado y pese a quejarse se me entregaba....... A mi se me salían los ojos de las órbitas, Paz se estaba desnudando delante de un enorme perro en celo.

Paz quedó desnuda y mirando como hipnotizada al gigantezco chucho, entonces volví a repetirle a Paz la orden de arrodillarse a su lado y acariciarlo porque debia excitarlo, muerta de miedo se agacho al lado del semental y lo acarició durante un rato, y después le ordené que palpara un poco su polla, tras esto, él le lamió la cara, e incluso le pasó su lengua enorme por el pezón izquierdo, quitando de su lugar su teta al aire, completamente bañada en baba. Le ordené a Paz que se la tocase un poco, para que se le pusiera dura, igual que a los hombres. Paz asustada aun me miró con cierta incredulidad, y me preguntó, que si mordería, yo le respondió que al contrario, le debía gustar como a cualquier chico. Con timidez, Paz le hurgaba el pene, Rex no se movía, tenía la lengua fuera, dejaba hacer. Paz dijo que no pasaba nada, y le respondí que siguiera y esperase, mientras creyendo que todo terminaría en una masturbacion al animal empezaba a masturbarlo con ganas, sus dedos le acariciaban el pene naturalmente, a veces entremezclados con los dedos de ambas manos, y se empezó a notar un endurecimiento, lentamente la cabeza roja empezó a asomar... Prosiguió acariciándolo, lo estaba masturbando con suavidad y Rex respondió, su verga roja y gruesa empezó a salir. Entonces Paz me preguntó si era en verdad más grande que la de bastantes hombre, a lo que le respondi con la cabeza que sí. Paz dio un paso más, y me preguntó por el sabor que tendría, y le respondi que no sabía, que se la chupase. Tras esto, Paz se agachó un poco hasta tenerla cerca del rostro, Rex la tenía mojada, tenía muchas venas y una sensación de dureza muy fuerte, Paz olfateó para adivinar qué gusto tendría, mientras seguía masturbándolo, al fin se decidió, sacó un poco la lengua y con la punta rozó la verga del perro, y a continuación dijo que no le sabía a nada. Le incité a que probara un poco más, que así no le iba a coger el gusto, pero Paz se negó, entonces energicamente le ordené que siguiera, la miró largo rato sin decidirse, hasta que cerró los ojos, abrió la boca y se la tragó de un golpe, chupó con fuerza, sus mejillas se hundieron, la garganta subió y bajo tragando algo, y se retiró. Le ordené que siguiera, ya que habia visto que el Gran Danes acusaba recibo de las caricias que estaba recibiendo y Paz sumisa, se agachó un poco otra vez , cerró los ojos, abrió la boca y se comió la polla del Gran Danés . Con intencionalidad manifiesta traje de la cocina un terrón de azucar y se lo metí a Paz dentro de la vagina, para que Rex sólo metiera la lengua para quitarlo. Paz aceptó, se tendió en una toalla con las piernas bien abiertas, yo con delicadeza, guié la cabeza del perro hacia la entrepierna de Paz, Rex la olfateó y le pasó la lengua, enseguida detectó el sabor del azúcar, y empezó a buscar el terrón usando su lengua ancha, larga, incansable, lamió los labios vaginales de Paz provocándole gemidos de placer. Rex lamía cada vez más entusiasmado, ya estaba muy jugosa, mojada hasta los muslos. Retorciéndose de placer y con un grito estremecedor, Paz tuvo un orgasmo terrible, y empezó a gritar, hasta que cayo desvanecida por la carga emocional y física de ese momento. El desmayo fue enteramente aprovechado por Rex que mantenía la lengua bien adentro de la vagina de Paz, le recorría todo el interior, saboreando el azúcar y los jugos del orgasmo. Rex seguia aplicado a la vagina de Paz, tratando de obtener el azúcar, y ella que estaba reaccionando del orgasmo, se retorcia y gritaba que se moría de gusto. Paz ahora se amasaba las tetas, se retorcía de placer, se giró, y quedó a cuatro patas, con el culo en pompa, la espalda quebrada, mordiendo la toalla. El perro siguió lamiendo su vagina y su ano, y Paz tuvo otro pomposo orgasmo y su cabeza y pecho dieron en el suelo quedando de rodillas con su culo en pompa. Llegó un momento de tranquilidad, pero este fue roto rápidamente por Paz, que empezó a gritar, no, Rex no, el perro hizo un movimiento hacia delante y se montó sobre la espalda de Paz, sus patas delanteras se aferraron a sus caderas, y de un solo empujón le clavó la polla hasta el fondo del culo. Ella gritaba de dolor, vociferaba que la mataba, le gritaba a Rex que bastaba, que la dejase, pero el perro no le hacía caso, y aceleraba sus movimientos coitales, estaba bombeando la verga con una potencia y velocidad descomunal. Paz me rogaba a mi que le quitase de encima el perro, que la estaba matando, pero yo le respondía que no me hacía caso, que lo habia puesto muy caliente, y que ahora tenía muchas ganas de follar. Paz gritaba que impidiera que Rex le metiese la bola de la base que se les crea a los perros, que la iba a matar. Yo simulaba querer sacar a Rex pero le decia que no podía despegar al perro. Paz empezó a gatear, para intentar escaparse del Gran Danés , pero ya no tenía fuerzas, estaba atrapada y completamente ensartada, el perro era enorme, la tenía prisionera, empujaba más y más, abriéndole las nalgas para meterle la bola enorme que se le hacía en la base de la verga. Era un cuadro de morbo y lujuria nunca imaginado por mi, ver como la bola se comenzaba a incrustar entre las cachas de Paz y cuando al fin empezó a entrar, Paz gritaba que la iban a romper, que no aguantaba, pero yo le reiteré que no podía hacer nada, por lo que dejé en que el perro cumpliera su objetivo y solo me puse a acariciar a Paz para consolarla, y le empecé a acariciar el cabello, el rostro, los pechos, intentaba aliviar su dolor. Cuando la bola entró toda dentro del culo, el perro se giro sobre sus patas traseras quedando con su culo apoyado en el culo de Paz y empezó a vaciarse copiosamente , Paz gritaba que estaba acabando dentro de ella, que la estaba inundando. Una vez que Paz se dió cuenta de lo irreversible de la situación, esperó obediente los 50 minutos que necesitó Rex para vaciarse por completo dentro de su recto, Rex se quedó más tranquilo, pero ambos se quedaron muy enganchados, ya que la bola del animal de esa envergadura es grande como una pelota de tenis y cada pequeño movimiento que hacía Rex, a Paz le dolía muchísimo, aunque al perro también por los gemidos y gruñidos que emitía. Una vez que el animal quedo con sus testiculos vacios, el tamaño de su verga fue achicándose, hasta que salió, junto con un chorro de leche transparente, tremendamente líquida. Parecía una fuente, el líquido nunca terminaba de salir, le había metido una buena cantidad. En esos momentos, Paz quedó en el piso en posición fetal , llorando tras haber cruzado todas las sensaciones, placer, excitación y el tremendo dolor final. Asi comence a alquilar el culo y el vientre de Paz para hacer algun dinerillo...y mal no me vá .