Pay de Fresa #1 - mi tía me enseña el sexo

Mi tia me descubre viendo las fotos del pene de su novio y eso me lleva a tener una experiencia sexual que no esperaba.

Hola a todos y todas. Les comparto mi primer relato, espero les agrade. Batallé un poco porque tuve que repasar la ortografía y cuidar que quedara lo mejor posible. Espero no tener muchas fallas y si las tengo que no sean tan graves como para que no les guste mi relato.

Mi nombre es Angela, o Angie como casi todos me dicen. Vivo en México y estoy cursando la escuela, aunque actualmente tomo las clases desde casa por causa de la pandemia. Me cuesta mucho describirme porque creo que soy una chica muy normal. No tengo grandes señas particulares ni físicas con las que pueda sobresalir entre las demás chicas. Soy bajita, pequeñita de edad y estatura. Tengo ojos cafés oscuros y cabello largo y negro. Mi nariz es algo grande y chata y la verdad no me gusta. Me gustaría tenerla más finita, como las de las actrices de las series y películas que miro en tv. Mis labios son gruesos y mi boca, mi boca...ay, mi boca.

Para empezar estoy muy dientona. Y no solo eso sino también cuando sonrió muestro toda la encía como si fuera caballo jaja.

Antes estaba muy flaquita, pero estos últimos meses me estoy poniendo más rellenita del cuerpo. No se si es por la inactividad y estar encerrados en casa por la pandemia o simplemente ya mi cuerpo está desarrollándose. No se como describir mi cuerpo de forma obscena como se describen aquí, pues no tengo un super cuerpazo como las demás relatoras. Solo puedo decir que siento mis piernas más robustas, y lo apretado que me están quedando ahora mis pantalones me hace pensar que también mi trasero ha crecido. Lo mismo mis pechos que ya siento que mis sostenes me los aprietan cada vez más. Y creo que es algo que no solo yo he notado si no también quienes me rodean. Hace poco pusimos una pequeña piscina inflable en casa y noté como uno de mis primos me miraba de una forma muy extraña, muy diferente a como siempre lo hacía. Pero bueno, eso es otra historia que espero poder contarles otro día.

Esto que les cuento sucedió hace poco. Mi tía Carmen se había quedado sin trabajo a causa de la pandemia y pues igual que como mucha gente, había buscado la forma de tener otra manera de ganar dinero. Ella es muy buena cocinera, y pues decidió hacer pasteles y postres. Y lo está haciendo super bien! Empezó vendiendo poco, pero ahora ya no se da alcance para surtir todos sus pedidos. Y bueno pues un día llamó a mi madre para pedirle permiso de que fuera yo con ella para ser su ayudante repartiendo los postres en las casas de sus clientes, a lo que mi mamá accedió. Y yo pues iba con gusto pues mi tía Carmen es mi favorita entre todos los familiares de mamá.

Mi tia Carmen si se las puedo describir. Ella es de estatura regular, no es alta ni chaparra. Su cara es bonita, pero tiene un gesto que parece que siempre está de mal carácter. Pero todo lo contrario, es super cool. Es muy alivianada y a pesar de ser muchos años mayor que yo, platicamos de cosas muy padres que nos gustan a las dos. Ni siquiera con mi mamá me llevo tan bien como con mi tía. Carmen es mi confidente y siempre que me pasa algo es ella con quien más confianza tengo para platicar. Siempre tiene algún buen consejo que darme.

Y bueno como les decía, ella es bonita. Tiene cabello de color castaño o café, no se como describirlo. Tiene poco busto pero de abajo huy! ¡Tiene un trasero enorme! Siempre que voy con ella a la tienda o algún lado me fijo como los hombres se le quedan viendo y unos hasta bien descarados. En casa mi mami y mis demás familia siempre le hacen burla por sus grandes posaderas. Le ponen apodos como Lady trasero y Lady cajuela. Al principio se molestaba pero ahora le causa gracia. Yo creo que sus puras nalgas pesan más que todo mi cuerpo jaja.

Hasta cuando vamos a la iglesia no puede evitar que los viejos la están nomas viendo su cola, sobre todo pues los que les toca estar sentados detrás de ella.

Y bueno pues mi mami me dejo en casa de mi tia y como me tiene confianza ya me había dejado la puerta abierta para que entrara yo y así lo hice. No la vi por ningún lado. Llegué hasta la cocina y tampoco ahí estaba, solo las cosas con las que preparaba sus pasteles. Espere como 5 minutos pero mi tía no llegaba, así que decidí mandarle un mensaje para que supiera que ya estaba yo en su casa. Le mande un texto por whatsapp pero en cuanto lo envié sonó su celular ahí mismo en la cocina, indicando que había recibido mi mensaje. Me puse a buscarlo y sí, ahí estaba su cel. Seguramente lo había olvidado, pues mi tía siempre lo trae con ella.

Me esperé como otros 5 minutos más y volvió a sonar su celular, avisando que llegaba otro mensaje. Vi que el mensaje era enviado por Hector, el novio de mi tía Carmen. Sin pensarlo mucho abrí el mensaje para ver si me daba una pista de donde andaba mi tía, o algo. ¡Y oh sorpresa! Era la foto de un pene erecto, y acompañada de una frase que decía “todo esto te vas a comer esta noche”. Me quedé sorprendida. Claro que en internet ya había visto imágenes de penes, pero esto era diferente. No era lo mismo ver un miembro en una foto de alguien que ni siquiera sabía quién era, a ver un miembro de alguien que era cercano a la familia.

La foto mostraba un pene erecto, muy largo y la punta o la cabeza como le dicen, se veía enorme y roja. La parte larga estaba gruesa y llena de venas. Estaba embobada viendo la foto cuando el cel empezó a recibir más y más fotos, todas del miembro de Hector. Me puse nerviosa y dejé el cel en la mesa donde lo había dejado mi tia y me senté en otra silla alejada del aparato.

No pasó ni un minuto cuando me ganó la curiosidad, o mas bien dicho el morbo, y volví a tomar el cel. Una a una pasé todas las fotos por mi vista. Rayos! Era el mismo pene, obvio, pero en tomas de diferentes ángulos. Me gustó una donde se veía que Hector jalaba su pene desde abajo con su mano, haciendo que su miembro se viera aún más grande y estirado. La cabeza no era cabeza, era una cabezota roja y redonda y en la punta se veía brillosa, como si le hubiera salido liquido. Por un momento traté de imaginar cómo era posible que esa tremenda cosa le entrara a mi tia. Bueno, mi tia esta super nalgona, pero una cosa son las nalgas y otra el hoyo que tenemos enmedio. No se si el tamaño de las nalgas sea equivalente a nuestra vagina. Yo tengo nalgas pequeñas y pues mi vagina es aún más pequeña y cerrada. Una cosota asi como la de Hector me partiría por la mitad si me la metiera yo, o me la comiera como decía el primer mensaje. Sin querer ya estaba imaginando cosas de sexo y con el novio de mi tia!

Estaba tan embobada mirando las fotos que no me di cuenta de que mi tia habia llegado, y escuchar su voz me dio tremendo susto.

Angie, ¿qué estás haciendo? ---dijo mi tía sacándome de mis pensamientos cochinos.

Ay tía, no es lo que usted piensa! ¡Estaba buscando a ver donde se encontraba usted! ---le dije muerta de vergüenza.

Y para eso estabas viendo mis mensajes? Ya tengo como 2 minutos detrás de ti y tu ni en cuenta, mija ---me dijo mi tía Carmen, aunque no se miraba molesta.

Perdon tia, es que...pues usted no venía...de verdad, perdon. No quería ver sus mensajes. Usted sabe que no soy así. Es que, pues ya tenía mucho aquí y usted no llegaba ---le dije llena de pena. No solo era que estaba viendo su cel sin su permiso, sino que pues me había cachado viendo las fotos del pene de su novio.

Y bueno...te gustó lo que viste? --preguntó mi tía, y aunque Carmen no estaba enojada si me sentí incomoda.

Pues no vi nada, tía ---le contesté mientiedole.

Jajaja Ay mija! Si te estoy viendo mi amor. No me enoja que viste mis mensajes, pero si me mientes eso sí me molesta ---dijo mi tía Carmen riendo.

Bueno, pos si vi algo jaja. Pero la verdad no sabía que eran fotos y menos de esas --le respondí ya también riendome y sintiéndome más relajada.

Pero no me has respondido, niña. ¿Te gustó lo que viste? ---me volvió a preguntar mi tía, y esta vez la noté como más curiosa.

Pos...pos si jajaja! Perdón, de verdad. Es que nunca había fotos de alguien que conozco en persona y me dió curiosidad. Porqué te manda fotos así tu novio, tia?

Pues son cosas que hacemos los adultos de vez en cuando, para mostrarnos lo que nos queremos. Y más ahora que no podemos vernos a diario como antes por culpa del Covid. Y si te gustaron tanto, pues míralas de nuevo, mija ---me dijo mi tía señalando su celular y fue cuando apenas me dí cuenta que aún tenía yo su teléfono en mis manos.

No, como cree tia! Tenga su celu...

¡Nada, nada! ¿Estabas de mironcita viendo mis mensajes? Pues ahora las ves de nuevo o le digo a tú mamá lo que andabas haciendo jaja! No te creas, mija. Pero de veras miralas, yo se que quieres hacerlo ---dijo mi tía interrumpiendo.

Jeje, bueno...está bien ---le dije y otra vez volví a abrir los mensajes.

Empecé a pasar las fotos una por una, tomándome el tiempo en cada una para verlas a detalle. Nuevamente vi ese gran pene venudo y totalmente parado. Se veía enorme y duro, como esas fotos de penes de actores pornos. Pero saber que era de alguien conocido mío, con quien había convivido varias veces, me hacía sentir turbada. Pasaba rápido las fotos para irlas viendo todas y cada una, para luego regresarlas de atrás para delante tratando de no perder ningún detalle.

De repente empecé a sentir algo extraño en medio de mis piernas, como si gotitas de orina empezaran a salir poco a poco de mi vagina. Al mismo tiempo sentí mi cara caliente, sudorosa. No me podía ver yo misma pero me imagino que mi rostro estaba rojo. Senti como mas gotitas de orina me salen de abajo. Pensé en correr al baño por miedo a mearme enfrente de mi tía, pero no podía dejar de ver las fotos. Incluso deseaba que hubiera más imágenes. Sin pensarlo, puse mi mano en la pantalla del cel como acariciando ese gran pene. Rayos! Era solo una imagen en una pantalla, pero poner mi mano ahí fue como si lo hubiera tocado de verdad.

¿Te gusta como se ve? ---dijo mi tía, despertándome de mi viaje mental.

Si tía, se ve super grande! ¿No te lastima cuando lo haces con él? ---le pregunté a mi querida tía.

Cuando haces que? Jaja hermosa, conmigo pregunta las cosas como son. No te limites, no pasa nada ---dijo Carmen acariciando mi mejilla.

Pues...cuando hacen el sexo? ---le dije.

No se dice hacer el sexo, se dice cuando cogemos jaja! Ay mija, estas bien caliente de tu carita. ¿Es por las fotos, verdad? ---dijo mi tía pasándome de nuevo su mano por mi rostro y mi frente.

Si tía, me dió calor viendo las fotos. También como que me oriné poquito. Siento mi calzón y mi vagina mojados. ---le dije sintiendo un poquitin de pena. Con mi mamá era imposible hablar de estas cosas, pero aunque con mi tía siempre había tenido confianza, esta vez la conversación me estaba poniendo más nerviosa. Y también caliente.

¿Quieres ver más fotos? Si quieres verlas, te dejo verlas. Pero te advierto que son más fuertes e incluso me veo en varias de ellas. Deseas verlas todas? ¿O le temes al éxito? ---dijo mi tía Carmen para luego soltar una fuerte carcajada.

Si! Si quiero verlas tia! ---le dije al instante. Las fotos anteriores me habían puesto muy ansiosa y por nada del mundo quería dejar pasar la oportunidad de ver las demás.

Bueno, esta bien. Pero vamos a mi recamara para ponernos más cómodas. La cocina no es lugar para ver esas cosas ---me respondió mi tía y tomándome de la mano, me jaló a pasos hasta su recamara para luego subirnos en su cama.

Tomando su celular de mis manos, vi como pasaba rápido por las galerías de fotos que tenía guardadas, para luego detenerse en una. Abrazándome y juntándose a mi cuerpo, ambas flexionamos nuestras rodillas para usarlas como soporte del celular. Me apartó un mechón de cabello que había caído sobre mi rostro, y dándome un besito en la mejilla me dijo:

¿Lista para ver las fotos?

Esta es solo la primera parte del relato, puede ser un poco aburrido para ustedes. Pero si gustan de leer lo que sigue, díganmelo para subir la segunda parte. De verdad espero no se hayan aburrido y si miran fallas espero entiendan que es mi primer relato y estoy nerviosa. Gracias a los que lo leyeron.