Paula mi esposa, amante de mi padrastro
Como un día de verano, hace realidad la fantasia de hacerlo con mi padrastro, con mi consentimiento.
Esta historia que terminó de concretarse hace unos días, y que me tiene muy caliente y excitado, las quiero compartir con quien quiera leerla.
Hace tiempo mi madre volvió a formar pareja, con un hombre que hoy tiene 53 años y se mantiene muy bien, al que llamaré Carlos. Paula, mi mujer de 30 años, de hermoso cuerpo, me había confesado que se había dado cuenta que Carlos estaba caliente con ella, y cuando se encontraban solos siempre le hablaba de sexo. Mi madre y su pareja viven en el mismo terreno que nosotros, en diferentes casas, pero con un parque en común. A mi en un principio el tema que mi padrastro este caliente con mi mujer me molestó, pero después me empezó a excitar la idea de pensar que ella provocaba a Carlos cada vez más, deseando que se la cogiera. Cuando le comenté mi fantasía a Paula, grata fue mi sorpresa, cuando ella me dijo que tenia la misma fantasía que yo, y que le gustaría incluso hacerla realidad, porque muchas veces se masturbaba y pensaba que él se la cogía, además vivía en el mismo lugar, y era un conocido, esto la excitaba más aún. Todo esto me provocó una gran excitación, por eso con el comienzo de la primavera, habíamos charlado con Paula de no cerrar las cortinas cuando ella se cambiaba y estaba Carlos por ahí dando vueltas, que el pueda verla en lencería, o desnuda para calentarlo y calentarnos, y que de a poco buscaríamos el momento de hacer realidad nuestra fantasía.
Más de una vez lo vi observar a mi chica mientras se cambiaba, ella se hacía como que no se daba cuenta que él estaba por ahí y dejaba ver su cola, sus pechos, etc.
Y un día todo sucedió, ese día de enero, estábamos Paula y yo en la pileta. Yo le había pedido que se pusiera la bombachita más chiquitita que tenia en lugar de la malla, y la tanguita blanca es tan chiquitita que se le mete en la cola y deja al descubierto parte de la concha también, estaba espectacular, mostrando su hermoso cuerpo. Eran las 11 de la mañana y mi madre ya se había ido a trabajar, y los sábados Carlos no trabaja, era un día de muchísimo calor, de pronto Carlos vino para el fondo, yo noté como la observo de arriba abajo a Paula, entonces se me ocurrió el plan. Le pregunte a Paula si le molestaría que yo me fuera un rato, y ella se quedara en la pileta provocando a Carlos mientras él trabajaba por allí en el jardín, y que si se daba podía pasar a más...
Ella me dijo que le excitaba mucho la situación, entonces me fui a cambiar dejando a mi mujer a la vista del hombre que mas la deseaba. Me despedí de ella y de Carlos, diciéndole a él también que volvería en una hora más o menos, mi corazón estaba a full.
Cuando regresé, ansioso de saber lo que había pasado, mi mujer me relató lo que cuento de ahora en más...
Ella se movía en la pileta, boca abajo mostrándole su cola a Carlos, no se podía hundir el hilo de la tanga mas adentro, él iba y venia muy nervioso pero no se animaba a pasar a más..., Paula también estaba muy caliente deseando la pija de Carlos dentro suyo, tanto tiempo deseándolo y por fin todo se iba a hacer realidad.
Paula salió de la pileta y se puso a tomar sol, en la reposera, boca abajo, en el patio, las gotitas de agua recorrían su cuerpo, en eso Carlos vuelve para el patio, y la ve así, ella ahí, mostrando su hermoso cuerpo, ella de reojo vio como la miraba, además Paula sentía que la tanguita se le había metido por demás, y que su concha se veía casi entera, y su culo también. Se pusieron a charlar, y mi mujer le pidió si le podía pasar bronceador por la espalda, porque ella no llegaba, Carlos no dudo en decir que si, mientras la calentura de ambos iba aumentando. Se sentó cerca de ella, su respiración se notaba agitada, comenzó pasándole bronceador por la espalda, recorriendo de a poco el cuerpo ardiente de mi mujer, disfrutando cada instante, siguió con las piernas, y le preguntó a Paula si no le molestaría que le ponga bronceador en la cola. Paula presentía que no le había sacado la vista de la cola ni un solo segundo, a lo que mi chica contestó que no había problema, que por favor lo haga ya, muy despacio. Carlos huntó sus manos con la crema y de a poco empezó a acariciar las nalgas de mi mujer, que empezaba a sentir como se le humedecía la conchita, él aprovechaba para pasar sus manos por la cola entera, y como la tanguita se metía toda en su rajita, casi sus dedos llegaban a tocar la concha, ambos se estaban excitando cada vez más.
Cuando terminó de pasar el bronceador, la situación se puso demasiado excitante y caliente, entonces Paula le preguntó si tenia calor y si no tenia ganas de meterse en la pileta con ella, él le dijo que si, pero que pensaría yo si venía y los encontraba en la pileta, a lo que ella contestó que no había problemas, además yo no volvería por un hora o más...
Carlos ayudó a Paula a meterse en la pileta, y los dos se sentaron muy cerca uno de otro, mi mujer se había jurado calentarlo al máximo antes de pasar a los hechos, y de pronto se movía en la pileta boca abajo mostrando sus intimidades, ya que la tanguita se trasparentaba, de golpe se daba vuelta y se podía apreciar su conchita porque el agua traslucía la tanga, se podía ver todo, era como si estuviera desnuda. Seguían charlando, riéndose, ella notó que Carlos tenía la pija a mil, vió que su bulto quería escapar del short, no lo podía ocultar, cuando Paula lo notó, también se puso a mil, sentía que la concha se le empezaba a empapar cada vez más, con muchas ganas de cumplir el sueño de cogerse a Carlos.
Carlos se acostó al lado de ella, los dos estaban boca abajo, acercándose cada vez mas a mi mujer, que no oponía resistencia, el agua hervía, y mientras charlaban, él comenzó a decirle que era muy linda, que tenia ganas de pasar a algo más con ella, a lo que Paula también contesto diciendo que ella también tenia ganas de ser su amante, que hacía mucho tiempo deseaba ese momento, entonces mientras seguían hablando, él empezó a acariciar la cola de Paula, y le dio un beso en la boca, para volver a acariciar hundiendo su lengua en la boca de mi chica, que no oponía resistencia.
La situación era por demás excitante, mientras se seguían besando frente a frente, Carlos se apoyo contra un costado de la pileta, y ella se sentó arriba, sintiendo la pija debajo del short en la conchita, mi chica se frotaba, se movían, él tomó de la cola a Paula y la movía, casi acaban juntos, ella se salió hacia un costado, corrió la tanguita, y mostró su concha hambrienta de sexo, él le metió los dedos y la noto mojadísima, Carlos corrió su short, y le mostró su pija, que estaba durísima, ella no pudo resistir la tentación y empezó a acariciarle la pija , entonces él dialogo fue el siguiente:
Paula: Carlos, no doy más, lo hacemos acá, quiero que me cojas
Carlos: No se, te parece, nos podrán ver acá, yo también quiero...
Paula: Vayamos adentro, salgamos de la pileta, nos secamos un poco y lo hacemos en la casa, vení pasa...
Carlos: Sabes cuanto hace que tengo ganas de cogerte, hagámoslo ya...
Los dos entraron en la casa, y comenzaron a besarse como locos, Paula bajo el short de Carlos y comenzó a chuparle la pija, pasando la lengua por su cabecita, metiendo toda la pija en su boca, tragando el jugo de la pija, él sentado en la silla gemía de placer, diciéndole que nadie se la había chupado así...
Paula se levantó, se sacó la parte de arriba de la malla y dejó ver sus senos, a lo que Carlos respondió chupándoselos, pasando la lengua por los pezones. Ella se sentó perrito en la cama, abriendo las piernas, esto enloqueció a mi amigo, se acercó, corrió la tanguita y comenzó a chuparle la concha hasta hacerla acabar por primera vez. Paula se sacó la tanguita y dejó ver su cuerpo espléndido, todo bronceado, con su concha toda depiladita. Carlos se sacó el short y así quedaron los dos desnudos frente a frente, él apoyo su pija contra la concha de Paula mientras pasaba su lengua por la boca, los pechos, el cuello, para luego bajar y chuparle una vez más la concha y la cola.
Carlos se acostó boca arriba, con la pija a full, y Paula se sentó arriba, hundiéndola hasta el fondo de su concha que estaba mojada como nunca, comenzó a moverse, mientras Carlos la besaba como loco, la pija salía y se volvía a meter en la concha. Como Paula toma pastillas anticonceptivas, no hacia falta usar preservativo, entonces bombeaba como loco, chupándole las tetas a mi chica, tocando su cola, acariciando su agujerito mientras su pija se hacia cada vez mas dura dentro de la concha de Paula, que volvió a acabar. Ella se dio vuelta, y él volvió a meter su pija dura en la concha de mi mujer, que al ratito empezó a sentir el chorro de semen caliente dentro de su agujero...
Cuando llegué, era como si nada hubiera pasado, pero mi mujer me contó tal cual como lo detalle, todo lo que había sucedido, a partir de ahora, nosotros cogemos mejor que nunca y ella quiere volver a repetir estas situaciones reiteradas oportunidades, ya que cada sábado por la mañana quedan solos, disfrutando del sexo a pleno, siendo mi mujer y la amante de la pareja de mi madre a la vez, lo que terminaba de excitar por demás a mi mujer, para repetir las cogidas con Carlos cada vez que pueda, hecho que yo disfruto también, notando que mi mujer en todo momento tiene ganas de coger, haciéndolo conmigo durante toda la semana, y los sábados por la mañana complaciendo a mi padrastro Carlos, esposo y amante, situación eterna ideal, a ella le encanta hacerlo, a mi me encanta verla hacer.