Paula, amor platonico a los 16, amante a los 40

De como y despues de casi 20 años mi amor platonico en mi adolescencia pasó de ser platonico a real,se convirtió en mi amante.

Paula entró en mi vida cuando yo contaba con solo 13 años, yo vivía con mis padres y mis dos hermanos en un bloque de viviendas en una andaluza localidad de no muchos habitantes. Siempre me han considerado un chico maduro,responsable y con suma obediencia ante mis padres, yo asumía perfecta mente ese rol de hermano mayor, y me sentía identificado con ese papel cuando alguien así me lo reconocía.

A pesar de todo esto nunca he sido un buen estudiante, prefería dedicarme a mis dibujos y o mis fantasiosos juegos imaginarios con amigos invisibles o novias ficticias. Mi relación con los amigos era de lo mas normalito del mundo, pero teniendo en cuenta de que buscaba madurez no era difícil encontrarme rodeado de los mas mayores del pueblo escuchando sus anécdotas.

Paula y Cristina son dos hermanas  de 20 y 15 años respectivamente, acaban de llegar con sus padres y se han convertido en nuestros nuevos vecinos de puerta. Sus padres son un matrimonio mas o menos joven y muy simpáticos, con quien rápidamente empatizamos mi familia y yo. Carolina tenía todos los puntos para convertirse en una nueva amiga o posible "pretendida", pero de una manera o de otra no acababa de empatizar particularmente conmigo, las veces que yo intentaba un dialogo con ella me reportaba con rapidas  y esquivas respuestas que hacían que mi relación con ella se convirtiera en una educada y cortés relación de dos vecinos distantes.

Con Paula se detuvo el tiempo,la primera vez que la vi es como si hubiese visto un angel, su cabello rubio en forma de larga melena,sus grandes ojos,su blanca y sonrosada piel, su figura esbelta,sus dos grandes pechos,sus largas piernas. No podía dejar de admirarla, a mis 13 años esa mujer me había convertido ya por completo en todo un adolescente, con sus hormonas en revolución con mi libido por las nubes, mis piernas flaquearon y mi corazón latía a mil por hora, me estaba enamorando a primera vista, pero me estaba enamorando de una mujer, una mujer de bandera y con varios años más que yo, que por cierto para ella sería como un niño debajo de las faldas de mamá.

El paso de los día, semanas, incluso algunos meses hicieron que mi relación con Paula pasase de ser una relación de vecinos amables a una amistad consolidada y clara, a pesar de nuestra diferencia de edad habíamos conseguido entablar una relación de amistad, basada en la confianza, el respeto y la admiración de ambos, cada uno con el otro.

En mi catorce cumpleaños ella me regaló una colonia, fue el primer regalo de una chica, aunque yo entendía perfecta mente la diferencia de edad entre los dos para mi Paula era ya mi amor platónico, ella también compartía algunos secretos conmigo y eso me hacía sentir importante. Os podéis imaginar que cada vez que salía a la calle iba bañado con esa colonia de mi amiga Paula.

El paso de mis catorce años a los dieciséis fue el mas intenso en nuestra "relación", yo comencé a salir de noche con algunos amigos, mi primer cigarrillo, las primeras chicas, me dí mi primer beso, y como no de todo esto Paula estaba completamente al corriente, se había convertido ya en mi mejor amiga sin dejar de ser mi amor en secreto. Ella nunca me contó nada con respecto a los chicos, yo sabía que salía de noche pero jamás le pregunté si había algún chico en su vida.

Solíamos pasar largas tardes tanto en mi casa como en la suya, jugando al parchis, a las cartas etc..., éramos dos buenos confidentes, yo no podía dejar de mirarla cada vez que estábamos juntos, su sonrisa su suave voz cada vez que hablaba, era el paraíso, cada vez que yo volvía a casa después de estar en la calle me asomaba por la ventana para poder saber si ella estaba en casa, si no estaba me hacía el remolón hasta ver que llegaba, ella siempre me recibía con esa sonrisa que jamás una mujer ha sabido mostrarme

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Soñaba con ella noche tras noche, esperaba ansioso que llegase la tarde para poder ir a buscarla a casa para estar juntos, si, ya lo sé, nuestra relación era solo, y únicamente de amistad, pero por el momento yo me conformaba con eso, no me cansaba de escucharla, no me aburría estar día tras día con ella, para no levantar muchas sospechas sobre mi amor por ella tenía que alternar también con mis amigos, a los que jamás conté nada de mis sentimientos hacía ella. En ocasiones salíamos a pasear juntos mis padres, los de ella y nosotros, esos paseos me gustaban especialmente porque de vez en cuando solía darme su mano para pasear juntos, para mí era suficiente, era mi momento de gloria, estar agarrado con su mano, podía sentir su piel en contacto con la mía y pasear hasta el infinito con ella.

Su olor era muy especial, podría adivinar a mil kilómetros de distancia donde se encontraba con solo oler su perfume, si yo llegaba a casa y ella hacía poco que había llegado ya adivinaba de su presencia con solo el olor, olía a flores del campo muy frescas, no sé como explicarlo pero su olor era único, era un aroma cómo de montaña en primavera, de flores recién cogidas, me cautivaba por momentos, lógico , estaba enamorado hasta las "trancas".

Nunca se lo dije, prefería dejar pasar el tiempo, me conformaba con lo que tenía, para mi no era poco, pero el caso es que ella se dejaba querer y había muchas ocasiones que mis padres, o algún otro vecino le preguntaba que ¿cuando te vas a echar un novio?, sus respuestas me llenaban de optimismo y me hacían crecer en auto-estima y la amaba mas aun todavía.

  • ¿ que cuando me voy a echar novio ?, fácil cuando encuentre un chico como Andres ( yo ), o cuando Andrés sea algo mayor.

De sobra sabía que esas respuestas eran para escurrir el bulto de las preguntas alcahuetas de las vecinas, pero a mi me gustaba oír eso, y fantaseaba con la posibilidad de que fuera cierto lo que contestaba.

A estas alturas yo si me había dado ya mi primer beso con otra chica de mi edad, tenía los clásicos "tonteos" de los 16, yo se lo contaba todo a Paula, ella me escuchaba y me aconsejaba, pero nunca jamás me contó algo sobre chicos con ella. Yo tan iluso soñaba en convertirme en el primero en besarla y aunque ella no sería mi primera chica en besar si fantaseaba con la posibilidad de ser la primera en tener una relación sexual.

A los pocas semanas de cumplir 16 años y después de recibir mi clásica colonia en forma de regalo por ella pasó algo que se me quedó grabado para toda la vida y que no olvidaré jamas :

-  Andrés esta noche me gustaría que cenases en casa conmigo  y mis padres (paula)

-  ¿ De verdad quieres que cene contigo ? me encantaría (yo)

-  Te voy a dar una sorpresa (paula)

-  ¿ Que sorpresa ? ¿ me puedes adelantar algo ? (yo)

-  No te voy a decir nada, pero esta noche vienes y lo averiguas, ya estás invitado y eres mi invitado especial. (paula)

Ese día era el mas grande de mi vida, Paula me había invitado a cenar y yo era su invitado especial, estaba a punto de pasar de adolescente a hombre, no daba crédito a lo que pasaba, mi amor, mi vida, mi ilusión, mi musa, me había invitado a mi, a un chavalillo de 16 años que se moría por sus huesos. Por supuesto que mi imaginacion hacía todo el mejor trabajo que podía, me coloqué la mejor ropa que tenía, me duché con esmero y casi gasto el bote de colonia que paula me regaló semanas atrás.

Los padres de Paula me dijeron que estuviese allí en su casa a las 21´30 h. y allí estaba yo como un clavo, las nueve y media en punto, cunado entré en su casa me maravillé y me ruboricé, pues en la mesa del comedor estaban los cubiertos y la vajilla "buena", esa que muchos tenemos en casa solo para casos especiales, pero

  • ¿ donde está Paula ? (yo)

  • Enseguida viene, ha ido a recoger una tarta encargada.

Me quedé mas tranquilo, me senté en el sofá que tienen junto a la puerta de entrada a esperar, estaba muy nervioso esperando la sorpresa de Paula, aunque ya me la habían fastidiado sus padres con eso de la tarta, yo podría deducir que la sorpresa sería relacionada con mi cumpleaños, ya que ella no pudo estar esos días en casa por motivos de una operación de un familiar esos días o algo así, aunque me dejó mi regalito dos días antes, no pasaron mas de tres minutos cuando como un autentico sabueso pude adivinar que mi musa estaba próxima, su perfume así me lo hacía entender.

Por fin el timbre de la puerta, la hermana de Paula se dirige hacía ella y la abre, detrás de la puerta estaba ella, mas bella que nunca, con una sonrisa que no se puede explicar, era una diosa, era mi diosa, sus manos sostenian  lo que se podía adivinar claramente que era una gran tarta, cuando se dispone a entrar en casa...........

  • Pero entra, no quedes fuera hombre, pasa (paula)

  • Hola familia, hola Andrés os presento a Rubén, mi novio (paula)

¡ BOOOOOOOOOOOOOOM !, mi corazón acaba de estallar, de hacer añicos, me lo habían atravesado con alevosía, latía a mas de mil pulsaciones por minuto, unos sudores fríos aparecieron en mi cuerpo, no podía soportar todo eso que estaba aconteciendo, salté como un resorte del sofá y salí corriendo de su casa, como un cobarde salí huyendo de esa situación, bajé las escaleras y seguí corriendo sin dirección alguna hacía ninguna parte pero lejos de allí.

Cuando me cansé de correr me di cuenta de que estaba llorando como una magdalena, no podía dejar de llorar, me puse andar y seguí andando por una carretera dirección al pueblo mas cercano que está a unos 20 kilómetros de donde estaba, no se porqué pero al ser la única carretera me dio por coger ese camino.

Eran ya la una de la madrugada mas o menos cuando después de que ningún coche parase se detuvo uno a mi lado, se abrió la puerta del acompañante y salió Paula llorando mas que yo si cabe, me abrazó, fuerte, muy muy fuerte y me pidió perdón, como sabiendo ya de sobra el porqué de mi huida.

  • ¿ te ha molestado que llegase Rubén? (paula)

  • Yo estoy enamorado de ti Paula, siempre lo he estado (yo)

  • Perdoname, debes entenderme, tienes 16 años y yo 23, eres muy joven (paula)

Después de unos minutos de charla en la carretera, y con Paula llena de lágrimas fui capaz de entender lo que ella me quiso decir, lo acepté, lo comprendí y luego con el paso del tiempo lo asimilé. Ese sincero abrazo en la carretera me convirtió en todo un chico maduro que había pasado ya por su primer gran desamor. La siguiente en salir del coche fue mi madre, seguida de mi padre y Rubén en cola, mis padres se me abrazaron, no dijeron nada, solo decian en voz baja "gracias dios mio" ( el susto de desaparecer en esa situación supongo que le haría pensar en que pudiera hacer alguna tontería),Rubén se me acercó sonriendo con su mano extendida, me la ofreció, la acepté y me dijo que sería mi mejor amigo y que cuidaría de Paula como ella se merecía.

El paso de los años y de los acontecimientos hicieron que las heridas del corazón ciatrizasen con mas o menos acierto, yo conocí a mas chicas hasta conocer a la que hoy es mi esposa, Paula se quedó embarazada a los tres años de estar con Rubén, se casaron y se quedaron a vivir en el mismo bloque que nosotros un piso mas arriba, su boda fué civil y a mi me pilló fuera de casa pues estaba prestando el servicio militar.

Ya tenía yo 24 años cuando decido casarme, mi boda iba a ser católica por la iglesia, ese día era un día feliz y dichoso para mi, estaba (y estoy) enamorado de mi esposa, la hora del enlace sería a las 18´00 h, yo estaba ya vestido a las cinco de la tarde y hecho un manojo de nervios, Paula como el resto de vecinos no paraban de entrar y salir durante todo el día viéndome como me iba vistiendo y como se arreglaba la madrina que sería mi madre.

En unas de esas entradas y próximo ya a las seis de la tarde paula entró en mi habitación donde estaba yo solo terminandome de "acicalar", se dirigió hasta mi, me miró a los ojos y con los suyos enrojecidos me deseó suerte, me dijo que yo sería el mejor marido del mundo y que María (mi esposa) había sabido escoger a la mejor persona que había conocido en el mundo, me cogió mis manos se acercó a mi y me dio un beso en los labios que duró unos tres segundos, se marchó y allí quedé yo satisfecho y feliz de lo ocurrido.

Doce años después de mi boda, con dos hijos en mi haber y uno mas por parte de Paula con Rubén sucedió algo que tiempos atrás se podría considerar como inevitable.

Mis padres suelen hacer viajes de estos con el inserso con frecuencia, y yo aprovechando mi actual situación de desempleo suelo acudir con frecuencia a casa de mis padres cuando ellos no están para recordar "viejos tiempos", me saco mi viejo pero entretenido scalextric que todavía funciona o mis piezas de "lego", ( un viejo tente que aún conservo con casi todas las piezas) y me pongo a jugar con ellos como si tuviese 12 años.

En esta ocasión estaba yo echando mi partidita con el scalextric cuando sonó la puerta, y allí estaba ella, mas bella y guapa que nunca, con su inconfundible fragancia, ella seguía siendo vecina de mis padres.

  • Perdona pero es que he escuchado ruido en casa y se que tus padres no están en casa (paula)

  • Ah si no te preocupes soy , pero pasa si quieres y te enseño lo que estoy haciendo (yo)

Paula decidió entrar y la invité a que se sentase en el sofá justo a mi lado, comenzamos hablar de los viejos tiempos y de lo bien que lo pasamos juntos tiempos atrás, fue una charla bonita y nostálgica, me recordó lo sucedido cuando presentó a Ruben en casa, mi respuesta fue sincera:

  • Perdonamé, pero es que yo siempre he estado enamorado de ti y me dolió mucho(yo)

  • Lo cierto es que yo también he estado enamorada de ti, pero el miedo al que dirán evitó de que tu y yo pudiéramos estar ahora juntos (paula)

  • Pero es bonito seguir enamorado de una persona y considerarla tu "amor platónico" (yo)

  • ¿pero? ¿ sigues aún enamorado de mi ? (paula)

  • Eso ya es para siempre Paula, lo llevo conmigo y me gusta, me gusta seguir enamorado de ti (yo)

  • Lo bonito de esto es que yo también sigo enamorada de ti Andrés (paula)

Después de esta breve pero intensa conversación Paula y yo nos quedamos durante varios segundos mirándonos fijamente a los ojos, casi enrojecidos por la emoción, nuestros labios comenzaron lentamente a juntarse, ya podia sentir el aliento de su boca en la mía cuando nuestros labios se juntaron, podía sentir esa humedad producida por la saliva de sus labios, el beso era suave como de principiantes, muy poquito a poco nuestros labios se rozaban con cariño y ternura, un cosquilleo en mi estomago me hacía querer sentir que éste era mi primer beso, si, esa sensación que tenemos cuando nos dan nuestro primer beso, el tiempo se detuvo en esos momentos.

Su lengua comenzó a salir timidamente de sus labios y comenzaron a acariciar los mios, lo hacía de manera pausada, con amor, podía percibirlo, con mi mano derecha aparté con suavidad el pelo de su todavía larga melena que estorbaba en nuestro hacer, mi mano izquierda descansaba sobre su cintura, nuestras lenguas comenzaron a entrelazarse relajadamente, la juntábamos, colocábamos una encima de la otra, la sentíamos como nuestras, no era un beso de pasión con fuerza, era un beso lleno de amor, un beso delicado un beso que duraba ya varios minutos, no hablamos, con nuestros ojos cerrado y dejando nos llevar por la situación, con el paso de los minutos nuestras lenguas iban acelerando poco a poco el ritmo de movimiento, de vez en cuando sacábamos casi por completo nuestras lenguas y nos la introducíamos cada uno en la boca del otro, chupandolas entera, con pequeños bocaditos en su puntita, sin cansarnos de aquel beso comencé a chupar su barbilla de manera suave, con tiento de no hacerla daño con mis dientes, eso le gustaba y colocando su cabeza hacia atrás me dejaba todo su cuellos para que lo besara también.

Mi lengua continuó pasando de sus labios a su barbilla, de su barbilla a la garganta y de ahí a su cuello por ambos lados, mis manos habían cambiado ya de ubicación y se disponían ya las dos en sus costados proximos a sus pechos, introduje mis manos en el interior de su camiseta y empecé a masajear sus costados y el bajo de sus pechos. Los dos estábamos sentados en el sofá, uno al lado del otro. Paula decidió cambiar su situación y dejandome a mi sentado en el sofá ella se dispuso a sentarse encima de mi, uno enfrente del otro.

En esta posición ella primero y adelantandose a lo que yo iba hacer comenzó a quitarme la camisa que yo llevaba puesta por lo que me puse a levantarle su camisa y dejar al descubierto primero su sujetador y a continuación y no con poco trabajo le quité su sujetador. Entre complices risas con el episodio del sujetador me mostró sus pechos al descubierto.

Sus pechos son grandes, no exagerados pero si grandes, su piel es blanca haciendo un contraste precioso con sus sonrosados pezones, los pezones de Paula son los mas bonitos que he visto jamás, tienen una gran aureola rosa que va desapareciendo casi sin fin en el esplendor de sus pechos.

Me acerqué despacio hasta sus pechos, con ambas manos comencé a acariciarlos de manera tranquila con ternura, los masajeaba una y otra vez de manera delicada, dejando un hueco entre mis manos y sus pezones me acerqué con mi lengua para lamerlos, pasaba mi lengua muy despacio por sus grandes pezones, en esos momentos Paula comenzó a dar pequeños gemidos de placer, eran tímidos gemidos casi insonoros pero con tono de aprobación al trabajo realizado.

Por unos segundos un sentido de culpa apareció en mi cabeza y comencé a sentirme incomodo al pensar en Maria mi esposa, pero enseguida entendí que lo que allí estaba pasando era algo deseado, era algo que debió suceder bastante tiempo atrás, por lo que una vez superado ese culpable sentimiento continué chupandole los pechos a Paula.

Paula la cual estaba completamente entregada a mi decidió levantarse, y con mucho cuidado me quitó primero mis zapatos, a continuación mi correa, quitó el boton y bajó la cremallera de mi vaquero, con destreza me quitó el pantalón y seguidamente mis calzoncillos dejando al descuierto mi erecto miembro.

Paula se colocó de rodillas frente a mi que continuaba sentado en el sofá, con su mano derecha agarró el miembro y con temple se lo introdujo en su boca, al mismo tiempo que el miembro estaba entero dentro de su boca su lengua jugueteaba en el interior con el, de vez en cuando sacaba el falo de su boca para continuar acariciandolo con su lengua desde mis testiculos hasta la punta del glande, yo me dejaba hacer y mi excitación aumentaba progresivamente con su lengua en contacto con mi pene.

Cuando Paula consideró oportuno dejar de lamer el miembro se puso de pie, se quitó sus zapatos, se quitó su pantalón y bajó sus bragas hasta quitarselas, dejó al descubierto su coño, su aspecto era como medio peludo, no afeitado del todo pero si cuidado y depilado en sus ingles, me acerqué a el y lo besé, sin hacer nada mas y con mi posicion de sentado y ella de pie le di la vuelta para ver su culo, y vaya culito me traia Paula, redondito, carnoso y apretado, lo besé también de manera suave y con cariño al mismo tiempo que le iba dando la vuelta para volver a encontrarme con su coñito de nuevo, en esta ocasión le propuse que se pusiera de pie en el sofá  delante de mi y así como yo estaba sentado su coño estaba ahora justo delante de mi boca.

Saqué mi lengua y comencé a realizar un trabajo de reconocimiento dentro de su coño esperando respuestas positivas con sus tímidos pero constantes gemidos, con mis manos agarrando su culo con fuerza y con uno de mis dedos en la entrada de su orificio anal continué masturbando su coño con mi boca, eran movientos lentos pero muy muy intesos, Paula seguia agradeciendome el trabajo con sus gemidos en progresivo aumento  en intensidad y sonido.

No se cuanto tiempo llevabamos ya de juegos orales cuando Paula decidió que era hora ya de sentarse encima mia, ahora si, los dos desnudos y con mi polla completamente erecta, Paula se dispuso a ser penetrada, bajó su posición de pie y se dispuso a sentarse, conforme se iba sentando mi polla comenzó a sentir el calorcito humedo de su vagina al entrar en contacto, con su mano derecha agarró mi polla y con unos movimientos de balanceo sobre su coño ayudó de manera alguna para que mi polla penetrara por completo dentro de ella.

Conforme Paula iba siendo penetrada sus jasdeos y gemido subian notablemente en intensidad y volumen por lo que ayudada por cuello y mis hombros plantaba su boca y sus dientes para amortiguar el sonido de sus gemidos y jadeos.

Paula me tenía ya dentro de ella, el miembro erecto había penetrado por completo dentro de ella, nuestra posicion de sentados uno enfrente del otro y con los brazos rodeando el uno al otro hacían que estuviesemos abrazados los dos mientras que el coito iniciaba su marcha.

Los movimientos sensuales, lentos y con un ritmo muy bajo de contoneo durante el coito y con nuestros cuerpos desnudos y abrazados podíamos percibir de que allí mas que follar estábamos haciendo el amor, yo al menos así lo sentia, estaba agusto con ella y como no enamorado como un adolescente, como si fuese la primera vez, eso era lo que los dos sentiamos en ese momento. Paula llevaba claramente el ritmo de la relación, el ritmo de sacudidas lentas pero continuas, de vez en cuando Paula se detenía varios segundos con el miembro completamente dentro de ella y me decía que le gustaba sentir como mi polla se encontrba por completo dentro de su cuerpo, esas paradas de algunos segundos aunque infinitas de manera alguna hacían que el coito se prolongase aun mas en el tiempo.

Paula me repetía una y otra vez que me quería y que no se acabase nunca, con el pasar de los minutos el ritmo del coito iba acelerando lentamente, su culo se movia desde arriba hacia abajo sin dejar salir el miembro del interior de su cuerpo, los dos abrazados y algo resbalosos ya por el sudor del "trabajo" ibamos llegando poco a poco al extasis total, ya podía ir sintiendo como unas ganas tremenda de soltar mi leche por todo su cuerpo.

Paula comenzó a acelerar notablemente el ritmo, sus gemidos y jadeos eran ya claramente sonoros en todo el salon, me comunicó en el oido lo cerca que estaba ya de llegar a su orgasmo, esa confension mezclada con el aumento del ritmo y la subida de sus gemido hacían de que yo también estuvise a punto de correrme, así se lo hice saber a ella.

De repente y cuando yo no podía aguantar mas sin correrme Paula aceleró de manera compulsiva sus movimientos gritando y jadeando que se corría, de como si un pacto se tratase mi polla comenzó a  soltar su leche de manera despiadada dentro de su cuerpo, mientras ella me gritaba que no me saliese de ella, que siguiese dentro, así lo hice y mi leche inundó por completo su coño caliente y muy humedo, ese estallido de placer se realizó entre sonoros gemidos que posiblemente se escucharan fuera del piso, pero el nivel de excitación así lo requería.

El descargar dentro de ella hizo que la relacion coital hubiera ganado en placer y excitación, después del orgasmo me quedé dentro de ella como un minuto mas o menos, le solté un "te quiero" de los mas sinceros que he dicho en vida, a lo que me respondió nuevamente con otro y con un tierno beso en los labios.

Despues de terminar nos vestimos y nos dijimos lo felices que eramos los dos con lo que habiamos hecho, no teniamos sentimientos de culpa ni nada de esto, quedamos en repetir con el tiempo, sin levantar sospechas, no teniamos prisa, ya sabiamos que teniamos todo el tiempo para nosotros.

A todo esto resulta de que Paula a quedado embarazada de aquella eterna mañana, Rubén está loco de alegria, hace tiempo que hablamos de la posibilidad de un nuevo bebé me dijo Paula.

Pero éste iba a ser y es nuestro gran secreto, ella quiere a Ruben y yo a Maria, con nuestros hijos de por medio no queremos lios de divorcios ni nada de esto, nos conformamos con lo que tenemos que no es poco, ahora somos amantes, aunque en realidad siempre lo hemos sido en nuestros corazones.